Hoy siento que estoy de luto. Como si me hubieran roto algo. Ver el dolor de tantos amigos en la calle con el cierre en Univisión me retuerce el corazón, pero también me hace pensar en que el negocio es así. Los medios de comunicación, en especial la televisión, son crueles. Inhumanos, en ocasiones.
Hay que entender que los medios son negocios y se manejan como tal. Y no es una crítica al capital, porque no se trata de querer vivir en un sistema totalitario donde el gobierno o el dictador dice quién es periodista o qué medio sobrevive. Es otra cosa. Se trata de entender que en un negocio mandan las decisiones de los dueños. Es la lucha entre la libertad de prensa y la libertad de empresa.
Vivimos en un país pobre con ínfulas del primer mundo. La depresión económica en la que está sumido Puerto Rico desde hace años afecta a todos por igual y nos tiene en una pobreza mediática. No sólo en términos de cierres de medios y desempleo, sino también pobreza intelectual-cultural y falta de contenido.
Ayer fue la debacle en Univisión. De la manera más burda, bajuna y despiadada esperaron a que terminaran el programa mañanero para anunciarles a los empleados que los despedían. Tirados a la calle. Triste la imagen al ver a figuras queridas por el pueblo, sin empleo. Pero lo que pasó ayer en Univisión pasó antes en Telemundo, en Wapa, en el 7 y en otros medios. ¿Quién no recuerda cuando cerró el canal 24 y dejó a todos los reporteros en la calle?
Hace dos de semanas la empresa netamente puertorriqueña Casiano Communications radicó una quiebra bajo el Capítulo 11 de reestructuración. Univisión también había empezado el 2014 botando gente, al cerrar sus noticiarios de fin de semana y luego, bajarle salarios a los empleados en WKAQ.
Anticipamos que esto seguiría y así fue, por desgracia. (Ver Noticel - http://noticel.com/blog/153916/10-verdades-sobre-cancelacion-de-noticiarios-en-univision-puerto-rico.html). Llevamos cinco años de recortes en la industria porque los presupuestos de publicidad han bajado y los costos de operación suben. En GFR Media han botado u obligado a irse en ventanas de retiro a más de 150 veteranos periodistas y profesionales. En El Vocero, tras la quiebra, redujeron la plantilla al mínimo. El Daily Sun cerró. Pasó igual en varias emisoras de radio. En esos casos, no se vio al gobierno ayudar a los desempleados, al menos ahora con Univisión, se movieron.
Vienen más despidos
Lo peor es que todavía faltan más cierres y despidos. El mercado se está contrayendo y aún no toca fondo.
Además de los despidos abunda el subempleo. Muchos periodistas trabajando por un salario mínimo o como contratistas independientes sin beneficio. En la radio hay crisis en muchas emisoras, especialmente en las cadenas que no pueden pagar ni nóminas, ni licencias ante la FCC, ni regalías por música. En la prensa escrita es un comentario generalizado entre publicistas que uno de los diarios dejará de publicar impreso para irse sólo en versión online, cesando gente y abaratando sus costos. La televisión, aún con lo de Univisión, está estable en un mercado de unos $180 millones. Sin embargo, los canales están apostando a crear contenidos nuevos, locales, e incursionan en Internet para diversificar su producto.
Por otra parte, las agencias de publicidad que se resisten a dejar los descuentos por volumen de anuncios, poco a poco tendrán que ir diversificando su oferta a los clientes. Tendrán que ofrecer pautas en medios más pequeños y online porque los clientes lo exigen. Si se obstinan en sólo vender a los medios que le devuelven comisiones altas pero no son efectivos para sus clientes, a la larga, estas publicitarias perderán su valoro y desaparecerán. Los anunciantes están buscando medios con contenidos únicos para que su mensaje o anuncio pueda tener impacto. La época de contentarse con poner un “full page” en un diario ya no es eficiente. La gente no los ve.
Por eso, a pesar del dolor que se siento al ver compañeros tan queridos y respetados pasar por el mismo trago amargo que pasamos otros antes, y que pasan igual cientos de otros trabajadores en el país, es importante ponerlo en perspectiva. Todo es cíclico.
Causas de la crisis
De la misma forma en que Puerto Rico se empobrece, se está empobreciendo el mercado de los medios de comunicación. Si una casa hace ocho años valía $300,000, hoy ha devaluado y se vende en $175,000. Lo mismo pasa con los medios. Es una depresión económica general.
· Valores inflados. TeleOnce le vendió a sobreprecio a Univisión y la cadena sobre pagó porque llevaba más de una década tratando de entrar al mercado local. Habían intentado adquirir infructuosamente en los 90 a Wapa-TV, así que aceptaron comprar el 11. Pensaron que su fórmula en los Estados Unidos funcionaría pero no fue así.
· Cero glamour. Por otro lado, los ejecutivos y vendedores en los medios se acostumbraron a salarios y bonos exorbitantes y esa época desapareció. Ya no hay ese glamour. Es un oficio como cualquier otro. Los periodistas, en cambio, siempre tuvieron esa diferencia clara. Por otra parte, los medios no se adaptaron al cambio.
· Inmovilismo. Casiano Communications por ejemplo, no diversificó su oferta. Se mantuvo en una zona cómoda con las revistas y anuncios del gobierno pero con el cambio de administración y la caída en publicidad, se fueron a pique. Anunciantes grandes como cosméticos casi eliminaron la pauta y en parte, no innovaron en el campo cibernético, lo que hace obsoletos muchos de sus productos.
· Caída en ventas. En Univisión no programaron creando anticipación en el público. Si el 60% del negocio es en el horario estelar o primetime y el canal deja caer esa programación, es lógico que deje caer el negocio. Si se cae el primetime, se cae la justificación de cobrar tarifas altas a los anunciantes. Por diversas fuentes corroboré que Univisión había perdido $10 millones en ventas en el último año. No estaban haciendo sus metas de venta. Como en cualquier negocio, sin dinero no se funciona.
· Empleos. Wapa-TV y Telemundo no tienen la capacidad para emplear a los desplazados de Univisión bajo las mismas condiciones salariales. Hace unos meses Telemundo lanzó noticiarios de fin de semana lo que fue una noticia alentadora tras el cierre de los de Univisión. Sin embargo, los trabajadores no entraron como empleados sino bajo contrato por servicios profesionales, no unionados, con salarios más bajos.
· Los incentivos. A varios medios como Radio Isla, Metro y Univisión se le han dado incentivos para crear empleos o para el uso de instalaciones públicas con rentas en descuento, dándole una ventaja competitiva. ¿Qué pasa ahora en el caso de Univisión? ¿Estará Univisión obligado a devolverle al gobierno estatal y al municipal los beneficios que obtuvo para empleos que ahora elimina? ¿Son los beneficios contributivos el modelo a seguir si al final tiran a la gente a la calle?
· La UPAGRA. Me consta que la unión cedió muchas de sus posturas en Univisión para mantener las plazas y que si no fuera por la unión, muchos de los empleados despedidos ayer no tendrían sus salarios hasta diciembre. Sin embargo, este nuevo caso demuestra que los sindicatos deben cambiar sus posturas. No estamos en los años 70. La lucha se tiene que dar ahora de otras maneras porque la economía obliga a tratar de mantener los empleos. Además, el récord de la UPAGRA levanta serias interrogantes por su rol en cierres de medios como El Mundo, El Vocero, The San Juan Star, las revistas y hasta producciones que tenía Telemundo en Puerto Rico, que se las llevaron a Miami por la intransigencia de la unión. Mientras más talleres se cierren, menos pertinencia tiene el sindicato. ¿A quién va a representar?
· Las universidades. Insisto en este punto que sigue siendo un tabú. ¿Cuándo van a rendir cuentas por aceptar estudiantes en programas de periodismo para graduarlos al desempleo? En el país hay más de 8 programas universitarios en este tema y en los últimos 10 años han graduado a sobre 20,000 personas que trabajan en todo menos en los medios.
· Arrogancia y los consumidores. Todavía hay gerencias en los medios que se creen ser los únicos emisores y piensan que con poner al aire o en un papel cualquier cosa, la gente los va a respaldar. Ya no es así. Esa arrogancia tiene que desaparecer. Vivimos en un mercado de consumidores mediáticos y no de televidentes, lectores o radioescuchas inmóviles y autómatas. Los consumidores exigen un contenido distinto. Cuando ven un canal y cambian al otro para ver que hace lo mismo, ese consumidor mediático se desconecta. Entonces va a su celular o a su Tablet a leer en la Internet. Busca lo que el medio tradicional no le da. En ese sentido, los medios que no ofrecen algo distinto, con profundidad, investigativo o con innovación, se quedan atrás.
· No entender el mercado. La filosofía administrativa de los canales que no son de aquí es parte del problema. Quieren imponer programas que funcionan en Chicago o en Los Angeles, pero aquí no funcionan. Mandan ejecutivos sin experiencia en el mercado local, sin conocer la cultura de las audiencias locales y lo que es peor, muchas veces con la arrogancia de que no les interesa conocerla. Entonces fracasan porque la fórmula de allá no funciona aquí. Puerto Rico es otra cosa. Es un mercado mediático único con preferencias únicas.
· Programación y contenido. En la televisión hay necesidad de un “mix”. La fórmula de Wapa-TV ha sido combinar series y películas con producciones locales por necesidad. Sus competidores – Telemundo y Univisisión – trataron de sabotear a Wapa negándole contenido. Eso obligó a Wapa a crear sus propios programas. De ese reto, salió adelante porque creó el mix que los consumidores mediáticos buscaban.
· Lo hispano vs. lo boricua. En esto falló malamente Univisión. Por años, Univisión era el único vínculo que tenían los hispanos en los Estados Unidos con su país de origen. En mi experiencia en esa cadena hace 20 años, Univisión unía a todos los hispanos con un contenido que era mayoritariamente mexicano. Intentaron hacer lo mismo en Puerto Rico, pero aquí no somos latinos, no somos extranjeros. Estamos en nuestra tierra y por eso la programación no pegó. Intentaron al principio con novelas y después con programas de competencias, pero al tiempo terminaban. El único vínculo de Univisión con la tradición y el pueblo eran Las Noticias, pero la cadena no lo reconoció y no le dieron la importancia que tenían. Además, en los Estados Unidos también están enfrentando problemas de audiencias. Con la Internet y el cable TV los colombianos pueden sintonizar Caracol, los mexicanos a TV Azteca, los dominicanos a Telemicro Internacional y los puertorriqueños a Wapa América. En ese sentido, Univisión ha perdido su control de las audiencias allá.
· Hambre de la verdad. En Puerto Rico hay hambre por la verdad. El consumidor quiere que los medios le informen lo que es, sin agendas políticas, económicas o sociales. Ahora con la crisis económica, muchos de los medios masivos se abstienen de cubrir noticias de negocios o empresas en problemas para evitar perder anunciantes. En vez de cumplir con su misión de informar, están amarrados a los anunciantes. A la larga, ese “chilling effect” los afecta porque pierden credibilidad y audiencias. Las audiencias buscan aquellos medios que ofrezcan contenido único e investigativo.
El futuro exige innovar
El futuro en los medios exige la solidaridad y la innovación. Esas son las dos herramientas claves para el éxito.
La solidaridad implica apoyar al talento local. En estos días han surgido críticas al presentador y periodista Rubén Sánchez por permanecer en Univisión. Bienvenido sea. Esto no es socialismo que si unos se fueron, todos se tienen que fastidiar. Las críticas son ejemplo de mezquindad no sólo hacia él, sino hacia el productor Agustín Rosario y los empleados e incluso gerenciales locales que se quedan. Después de todo, es una producción local, no de la cadena. El reto para Rubén Sánchez está en que no se vea intimidado por la cadena. Que mantenga su independencia y no ceda a presiones. Hay darle la oportunidad a que demuestre, como dice, “si hay o no hay babilla”.
En los próximos meses SBS aumentará su presencia en Puerto Rico. Según corroboré con la nueva gerencia, aumentarán la programación local en televisión y radio, combinado a los espectáculos en vivo y con una fuerte presencia de sus propiedades a nivel cibernético. También tendrán espacios para productores independientes y para contenido informativo, aunque no necesariamente igual a lo que ha salido hasta ahora en los medios comerciales, sino con contenidos en nichos o enfoques de mercados. Así que veremos oportunidades surgiendo en esos medios.
En cuanto a los periodistas, hay que volver a la excelencia. Los periodistas de Univisión eran buenos pero fueron víctimas de las malas decisiones gerenciales de la cadena. La excelencia y verticalidad de un Carlos Weber, de un Felipe Gómez, de una Daisy Sánchez, son incuestionables. El profesionalismo y la dedicación de una Ada Monzón, una Nuria Sebasco, una Mariliana Torres y tantos otros compañeros y amigos periodistas, editores, camarógrafos y técnicos no está en duda. Es momento de sacudirse, reinventarse e innovar.
Los periodistas de prensa escrita lo hicieron antes. Muchos desplazados o aquellos inconformes con el rumbo de los medios tradicionales se atrevieron y crearon sus propios espacios cibernéticos como NotiCel, 80 Grados, Sin Comillas, News is My Business, BizNet Media, Mi Puerto Rico Verde, Noticias PRTV y otros. Es momento que los de televisión hagan lo propio, sin miedo que capacidad sobra. Además los de televisión tienen una ventaja competitiva, que es que el público los conoce y los respalda.
En cuanto a la industria, hay que atreverse y exportar. En otras épocas los programas de Paquito Cordero, por ejemplo, se exportaban. Las novelas que se hacían aquí se exportaban. Ahora con la emigración masiva, los medios tienen oportunidad de llegar a los puertorriqueños en la diáspora. Hay que volver a tener esa hambre, sin miedo.
En cuanto al gobierno, en vez de quedarse en decir que darán el desempleo a los desplazados, que de una vez y por todas se entienda que esto es una industria. En vez de estar incentivando a Paulson y empresarios a que compren terrenos casi regalados, deben ayudar a los empresarios en los medios para que fomentar el ambiente de negocios que crea empleos.
El futuro está en las manos de los que están en los medios. Van a sobrevivir aquellos que tengan la conectividad correcta con los consumidores de medios. Si no están conectados y le brindan un contenido único a la gente, que los motive, van a desaparecer. Los únicos que tienen la responsabilidad de que el país salga de la pobreza mediática, son los mismos medios de comunicación.