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Channel: En Blanco y Negro con Sandra
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Té de campana

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"Este tipo de estrategia en la que se usan temas controversiales como el sexismo o el discrimen, o en las que se incita a la violencia, sigue la misma táctica que usa el gobierno con el país'.

Nos duermen por el igual el ‘mass marketing’, los medios de comunicación, las noticias, los políticos y las empresas. Juntos, prenden todas las pipas con el humo que intoxica, que aboba, que duerme pa’ que no pensemos, pa’ que no actuemos, pa ’que no analicemos. Y cuando despertamos del letargo y nos damos cuenta de lo que hay, nos entra la piquiña, nos entra la ‘depre’ y nos ponemos tristes. Tan tristes como el adicto al crack que cuando le baja la nota se tiene que meter más ‘tecata’. Y nos damos el pasecito, la ‘kryptonita’, ‘la rola’, ‘la caspa del diablo’ y nos da con llorar, nos damos un palo o lo que sea pa’ no pensar, pa’ no sentir, pa’ no actuar. La realidad boricua da pena. En el humo lo importante se esfuma.

Esta semana la bomba de chicle Dentyne Ice explotó en el Tren Urbano. Feministas y las que no lo son se sintieron ofendidas con una campaña bastante sexista y estúpida que lanzó esa firma, incitando a la violencia hacia la mujer, y que entre sus múltiples mensajes decía “No le cedas el asiento, ofrécele tu falda. Ready para cada chance”. Las críticas fueron tan fuertes en las redes sociales que el Departamento de Transportación y Obras Públicas, ordenó remover toda la promoción de Dentyne Ice de los vagones y estaciones del Tren Urbano. Cuando el tema trascendió y fue publicado como noticia en la mayoría de los medios noticiosos, la empresa de distribución Mondelez International se disculpó.

Como ésta hay varias otras campañas sexistas como la de “¿Cuántas de ustedes quieren el maní de Yellow de M&M Mars?”, imagino que pensando en las mujeres solo queremos un maní. Yeah right! Y la campaña de “Vamo’a portarnos mal. Rompe las reglas!” de T-Mobile que usa la canción de Calle 13.

En el caso de Dentyne nunca se dijo quién fue el artista creativo ni en qué estudio de mercado se basó para hacer una campaña tan cargada de prejuicios. Sí se sabe que fue la agencia McCann Ericsson. Y entiendo que aunque sexista y estúpida, fue positiva para el producto. Usó la estrategia Maripily. Como dice mi amiga la empresaria Maripily “que hablen de mal de mí, pero que hablen”. O sea, se basó en el reconocimiento de marca. Es evidente que el presupuesto era limitado a afiches en el Tren Urbano, pero con la controversia pública han puesto a la gente a hablar de la marca. Mercadeo de guerrilla. Y así hicieron mucho ruido con poco presupuesto. Fue la táctica de ‘es mejor pedir perdón que pedir permiso’.

Este tipo de estrategia en la que se usan temas controversiales como el sexismo o el discrimen, o en las que se incita a la violencia, sigue la misma táctica que usa el gobierno con el país. Es la misma técnica de propaganda de los políticos que nos tiran bolas de humo para que nos embobemos, como tecatos, y no nos damos cuenta de que nos están clavando, literalmente, una daga por la espalda.

Pasó esta semana también en el tema de energía eléctrica y la pelea entre el Senado y Fortaleza. Imperó el dime y direte, pero pocos se concentraron en el hecho de que el costo de la electricidad tiene a casi todo el país, o mejor dicho, los que no tienen subsidio, hartos de pagar en exceso. Como si eso fuera poco, el gobierno terminó la semana con el anuncio de que el precio del arroz va a subir. Es otro engaño. Hace más de seis semanas que el precio del arroz había subido, pero por la competencia entre los supermercados nadie se dio cuenta. ¿Qué cosa pretende ocultar el gobierno con la bola de humo del alza en el precio del arroz? La respuesta a esa pregunta la tienen que buscar los periodistas.

Es de esperarse que los publicistas y las empresas copien las técnicas de propaganda para adelantar sus agendas o vender sus productos. En un pueblo dormido, hacen lo que quieran. Así mismo el gobierno nos anestesia en vez de decir lo que hay que hacer para limpiar a este país a sangre fría. Que acepten que hay que botar empleados públicos, cortar agencias y reducir servicios. No hay dinero. No se atreven a decirlo de frente y nos siguen anestesiando. El problema es que llega el momento en que la anestesia ya no sirve y hay que buscar una más fuerte y sigue el ciclo. Mientras tanto, seguimos bebiendo el té de campana

NOTA: Esta columna fue publicada en el diario El Vocero, el 3/25 de 2014 -http://elvocero.com/te-de-campana/ 

Sometida a la obediencia

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Este caso de la vida real trae lo que es el sexo en el siglo 21 con todo lo que la tecnología y los medios sociales conllevan


Esto fue una conversación real que sin querer inicié entre cinco mujeres, de entre 25 y 59 años de edad hace dos días sobre el vídeo viral de una mujer policía practicándole sexo oral a un compañero de labores.

Yo:¿”Vieron el vídeo de la mujer policía?”

Isa:“Claro. ¿Quién no lo ha visto? La mujer con la macana en la boca.”

Mara:“No lo vi, pero es detestable que siempre victimizan a la mujer. Doblemente victimizada a nivel físico y a nivel público. Fue una encerrona para ella, pero del tipo no dicen nada”.

Annie:“Sí, vi parte del vídeo, ella estaba de lo más feliz. Víctima fue después, no en el momento en que se dejó grabar. ¿Por qué se dejaría grabar? A lo mejor fue por mutuo acuerdo. Es obvio que ella sabía que la estaban grabando, qué estúpida fue”.

María:“Yo no quiero ni verlo, pero no es la primera vez que sale algo así. ¿Por qué será que siempre tienen que fastidiar a la mujer”, dice la mayor del grupo. “Del hombre no dicen nada porque para eso es el macho. Deberían destituirlo”.

Mara: “La gente graba vídeos para su excitación sexual posterior al acto. En vez de buscar pornografía en películas o por Internet, lo tienen en su celular”.

Yo:“El vídeo trascendió por un desquite. Aparentemente la esposa del policía lo filtró. Ya me la imagino rebuscando el Iphone del marido y de momento se topa con la sorpresa de ver su falo en boca de otra en vivo y a todo color”.

Mara:“Faltaba ver a la mujer policía con un collar de perro y que el tipo le dijera ‘sit’, ‘good girl’. La usó y se burló de ella. La trató como una perra”.


Isa:“Yo no entiendo el alboroto si ese tipo de vídeo está josco en la Internet. Hay muchos de muchachas en escuelas. Otro que se llama Boricua Universitaria, y hay otro de una mujer que es guardia de seguridad. Quizás dicen algo porque son policías”.

Annie:“No, porque están en uniforme. Es la cuestión del mito de los uniformes.”

Isa:“Pero si hay un vídeo de una enfermera en uniforme”.

María:“Sí, pero esto se trata del uso indebido del uniforme. Y para colmo dicen que fue en La Fortaleza. No sé por qué la prensa pone la cara del gobernador cuando dan la noticia, si él no está en el vídeo. Son morbosos”.

Annie:“Será la fantasía de ver uniformados, pero cuando llegan a la realidad se dan cuenta que no son gran cosa”.

Yo:“¿Gran cosa? Era una gran cosa lo que ví”.

Mara:“Nena no es eso, ella se refiere al símbolo del poder. El tipo es el que tiene la macana, el rotén. El que manda”.

Isa:“¿Pero quién manda? ¿Son ellos o el público que fantasea con el vídeo?”

Annie:“¿Sería en horas de trabajo? Por estas cosas ya la gente no cree en nada”.

Yo:“Y está la cuestión de la ilegalidad. Eso de poner fotos o vídeo comprometedores de ex parejas en Internet para vengarse es una especie de bullying. En Puerto Rico todavía no hay ley contra esto que yo sepa, pero hay la intención de hacerlo”.

María:“¿Intención? A lo mejor un legislador hace algo. Lo que tienen que hacer es aplicarle el reglamento y botarlos a los dos”.

Isa:“Que digan el nombre del tipo. Qué diga el maldito nombre, como diría La Comay”.

María:“Este no es el primer caso y además eso de usar a las mujeres es un mal viejo en la policía. ¿Recuerdan el caso ese de una muchacha que era testigo y que la policía abusó de ella y hasta la mataron? Fue en la época de Alejo Maldonado, y ella se llamaba Jessica”.

Yo:“¿Y qué me dices del coronel Enrique Meliá? A ese lo botaron cuando se retrató desnudo de la cintura hacia abajo con el uniforme. Y a Peter Hance lo botaron por ser modelo que salía en paños menores. O sea, que hay doble vara para todos los lados”.

Mara:“No digas eso. Siempre es más duro hacia la mujer.

Yo: “Tienes razón. Si no fuera por el falo y la fascinación que hay Monica Lewinksy fuera no sería famosa ni recordada. Tampoco lo sería Lorena Bobbit”.

Annie: “La mujer policía está en una crisis emocional”.

Mara:“Cualquiera lo estaría. No sólo por la vergüenza, sino porque han salido fotos y datos personales de su hija y ella está siendo humillada pero del hombre no dicen nada. Dicen que ella va a demandar”.

Yo:“¿Te imaginas un video al revés? Que se viera la cara del tipo”.

Annie:“Nunca hubiera pasado. Las mujeres somos mucho más meticulosas. Cuando una mujer está en una relación de infidelidad no deja rastro como los hombres”.
Este caso de la vida real trae lo que es el sexo en el siglo 21 con todo lo que la tecnología y los medios sociales conllevan: falta de protección, difusión masiva, escarnio público, mofa y la posibilidad de que siempre permanecerá grabado en sistemas electrónicos.

Yo:“La felación puede ser obsesiva. Me pregunto si ella se quedará sometida a la obediencia”.

María:“No, ella no lo va a permitir. No debe ser sometida a la obediencia”.


NOTA : Esta columna fue publicada en el diario El Vocero el 4-1-2014 - http://elvocero.com/sometida-a-la-obediencia/

La noticia negativa

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Todo el mundo se queja de por qué la prensa siempre se enfoca en lo negativo


La noticia negativa. Siempre sale el tema. En todos los talleres que ofrezco a menudo sobre el manejo ante la prensa, en reuniones con profesionales y en cuanta conversación tenga sobre medios viene la misma queja. Todo el mundo se queja de por qué la prensa siempre se enfoca en lo negativo. 

Inevitablemente, esto siempre me recuerda una discusión fuerte y constante que tenía con uno de mis primeros jefes, Manny Casiano, presidente y dueño del semanario de economía Caribbean Business.

Manny siempre me decía que tenía que enfocarme en cubrir las noticias positivas como aperturas, fusiones, nuevos productos, cambios de empresas. Yo le decía que si esa era la noticia se cubría, pero si era un cierre o una quiebra, se tenía que cubrir igual. Le decía que un verdadero periodista no se puede vender o influenciar por los anunciantes del medio, que la disciplina de un periodista ético se basa en reportar los hechos tal y como acontecen, sin editorializar y sin maquillarlos o pintarlos como el anunciante o el publicista quiera. Y él me decía que yo me equivocaba, que no se trataba de eso, que tenía que decir la verdad pero con conciencia de ver el ‘macro’ y evitar caer en lo que hace la mayoría de la prensa en el país que es verlo todo desde un ángulo negativo.

“Los titulares son negativos. Las noticias de televisión son de crímenes y muertes. Si lo único en que nos enfocamos es en lo malo, se afecta todo. Esto afecta el clima de inversiones porque las empresas no quieren invertir en lugares donde todo sea negativo”, me repetía siempre Casiano.

Veinte años más tarde, pienso que tenía algo de razón. ¿Son las noticias negativas un reflejo de la realidad? ¿Espejo o lupa?


Todo depende de la teoría de la comunicación que se esboce. Algunos estudios, por ejemplo, señalan que la influencia de noticias e imágenes de violencia y crimen, provocan que el público se insensibilice al sufrimiento ajeno, sobreestime la violencia real e intente imitar lo que ve en los medios. Otros, como Paul Tetlock, en su libro ‘El rol de los medios en el Mercado de valores’ señalan que el ángulo las noticias financieras pesimistas, hacen que varíen los precios de las acciones y predice caídas en valores.

En ese sentido, quizás tanta noticia negativa – tales como el estancamiento económico, desempleo, la emigración masiva, deserción escolar y crimen – tenga algo que ver con el pesimismo colectivo que se vive en Puerto Rico. Pero la prensa no puede tapar el cielo con la mano. La verdad hay que contarla aunque duela.

Como reacción a tanta información negativa, se buscan noticias distintas. El problema es que lo ‘positivo’ se relega al último reportaje del telediario, a cinco minutos en la radio matutina de noticias o a las páginas de comunidad en los diarios. Casi siempre se enfoca la noticia positiva como un tono paternalista, muchas veces sin profundidad. ¿Será acaso que los periodistas están acostumbrados sólo a fiscalizar o a cubrir comunicados y no encuentran cómo enfocar lo bueno?

¿Somos los periodistas y comunicadores tan escépticos que todo lo miramos con pesimismo? ¿Son todas las noticias negativas? ¿Publicar noticias positivas equivale a ser flojos o a publicar lo que en el argot periodístico llamamos ‘mondongos’ (o sea, cosas que nadie lee)? ¿Somos los periodistas, relacionistas y comunicadores una especie, una raza, una clase de pesimistas que solo destacamos lo malo, o en realidad somos realistas que sólo reflejamos la verdad?

Un hecho sin discusión es que el público está acostumbrado a lo negativo y busca el morbo. Por más que se quejen, son los primeros en sintonizar las noticias de la pugna política y comentar el tema del día o ver la serie policíaca de crimen y violencia. La gente se queja de los canales de televisión comercial, pero no respalda con iguales ratings a la programación que debe ser distinta, por ejemplo, la de WIPR, el canal 40 o la de canal 13 de la Iglesia Católica. A veces a los canales o emisoras ‘positivas’ no las prenden ni para calentar los televisores o radios.

Pero aún con tanta noticia negativa y tanta queja del público, la ironía es que llega el momento en que no se puede vivir sólo de eso. Las audiencias se hartan. Se cansan de leer portada tras portada de periódicos tirando bolas de humo, o publicando dimes y diretes entre políticos, o el que no pagó sus impuestos o al que está siendo investigado por el Contralor o por Ética. Se cansan también de las noticias de Maripily o Kim Kardashian. Por eso cancelan suscripciones de diarios pagados, o no sintonizan CNN o al noticiario local en la televisión para evitarse aburrimiento.

Por eso es que siempre hacen falta las noticias positivas. El ángulo distinto. El negocio del periodismo, a la larga, estaría mucho mejor si se da cuenta de que hace falta ese cambio de conciencia.

NOTA: Esta columna fue publicada en El Vocero, el 4-8-2014 - http://elvocero.com/la-noticia-negativa/

Santa Semana, Semana Santa

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Semana Santa, Santa Semana.

Semana para descansar. Días de estar relax, sin preocupaciones.
Semana para coger sol en la playa. Es momento de cogerse un “break”, de irse a la playa, darse unos tragos, coger sol y olvidarse de los problemas de este “período especial” que vive Puerto Rico, aunque lo nieguen los gobernantes de todos los partidos. Son días de olvidarse que estamos pelaos’ por pagar al dichosa planilla, por el IVU y el montón de impuestos que tiene a muchos al borde de la quiebra.

Hay que olvidarse del desempleo, de la falta de oportunidades, del pesimismo, y … ah, es como si escuchara abrir la lata de cervecita fría, que se saborea bajo el sol candente que te quema la piel, de una de las hermosas playas del país. Será en Cabo Rojo. Quizás en Luquillo. En Vieques o en Culebra este año a lo mejor no, porque no hay lanchas, pero sí hay descanso.  Ay qué rico. ¡Santa Semana!

Muchos que desde el viernes pasado cogieron sus bártulos y se fueron corriendo a alguna playa, olvidan es que esta es la Semana Santa. Sí. Es una santa semana en la que deberíamos todos recogernos a buen vivir. Es una semana de reflexión que inició el Domingo de Ramos en la que debemos todos pensar dónde estamos y hacia dónde vamos.

Después de 40 días que se supone fueran de meditación, de introspección en esa Cuaresma, por fin llega la Semana Mayor. Esa semana, que en la tradición religiosa y cultural de la que se supone que salimos como pueblo, pensemos y actuemos como una semana de espiritualidad. Pero no, se convierte en una de todo menos eso.

Semana Santa, Santa Semana. ¿Celebramos o conmemoramos la fecha?

Si bien es cierto que celebrar y conmemorar son sinónimos, no es menos cierto que una palabra se asocia a fiesta y la otra a reflexión. Para los cristianos, especialmente los católicos, se conmemora pero también se celebra. 

Se conmemora con un proceso de introspección lo que fue la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Es un período de intensa actividad litúrgica que incluye procesiones, el recuerdo de la primera eucaristía en un jueves, la crucifixión un viernes santo, la vigilia en la noche del sábado santo y la resurrección el Domingo de Pascua de Resurrección. Más que conmemorar, ese día se celebra la vida. Sí, es una fiesta, según la tradición.

Lamentablemente, ese significado de lo que es celebrar-conmemorar pasa para muchos al olvido. Con cada año en el que nos concentramos más en el tener que en el ser, en disfrutar y saciar cualquier gusto, preferimos la playa a la iglesia, el descanso al sacrificio. Los huevitos de colores y los conejos en pascua, a recordar el verdadero significado de la fecha.

Para no sentirse mal, algunos optan por ver las películas como los 10 mandamientos o La Biblia, si es que la pasan por algún canal de televisión, pero cada año son menos. Los que somos Generación X o como nuestros padres, Baby boomers, recordamos que esta era una semana en la que todo se detenía. En la que las abuelas decían que no se podía clavar en las paredes ni cortar árboles ni sembrar, porque había que respetar a Dios. Era la época en la que con poco se era feliz.

Ahora no. Vivimos en época de abundancia. Aún con desempleo y crisis económica, hay comida. Hay dinero para Xbox, celulares y tabletas. Hay chavos, aunque sea de la tarjeta de la Familia, para irse a hacer la compra a Sam’s o Costco y comprar de todo, incluyendo ron, para olvidar. Para enajenarse.Porque nos convertimos en una sociedad de consumo en la que nos consumimos por dentro.

Consumimos como estilo de vida, para sobrevivir el agobio del país.
Y creamos una nueva cultura. La cultura del derroche, del exceso y la desigualdad.
Porque ahora el tener es más importante que el ser.
Y nos justificamos de esos vicios porque vivimos como pueblo una fantasía que nos distorsiona la realidad. Somos esclavos sin identidad que no sea la del consumismo extremo que se manifiesta de muchas maneras. En algunos es la depresión, en otros el alcoholismo, el crimen, y en casi todos, ansiedad.
Y muchas veces no se encuentra felicidad porque se ha sustituido lo importante por lo inmediato.
Y total, la vida es tan corta. En esencia, es sencilla. Debería serlo.

La gente agarra sus bártulos y se va a la playa para olvidar, pero cuando regresan a la realidad el próximo domingo, vuelven a lo mismo. Al mismo trabajo si lo hay, a las mismas preocupaciones. A la misma brosa. Si volvemos a lo mismo, ¿no es más fácil compartir la abundancia que tenemos? ¿No es momento de hacer algo distinto? Sí hay que celebrar, pero también conmemorar.

Celebramos. Compartamos lo que tenemos en abundancia. Pensemos en la fe, la esperanza y el amor. Recordemos dónde están y deben estar las verdaderas prioridades en la vida.



Esta columna salió en El Vocero el martes 15 de abril de 2014 - http://elvocero.com/santa-semana-semana-santa/

“De cualquier malla, sale un ratón”: cobertura mediática

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De cualquier malla, sale un ratón, oye, de cualquier malla”,  entonaba Cheo Feliciano en uno de sus tantos éxitos en la época de oro de la salsa. Así como el ratón daña todo lo que coge y lo destruye, por poco algunos miembros de la prensa hicieron lo mismo esta mañana en la desesperada cobertura noticiosa en la que se afanaban por ser los primeros en reportar el desgraciado accidente de uno de los grandes de nuestra música.

En el análisis de la cobertura mediática de la muerte de Cheo se vio el morbo, la falta de trasfondo y la dejadez de muchos medios locales en todo su macabro esplendor. Eso contrastó también con los esfuerzos genuinos de varios medios y periodistas que abordaron el asunto con seriedad, con respeto al dolor humano y lo que representa esta pérdida para su familia y para el país. Como si eso fuera poco, fueron las redes sociales las que sirvieron de altoparlante para repetir y ampliar tanto para lo bueno como para lo más malo en la cobertura noticiosa.

La noticia arrancó poco antes 4:30 de la mañana cuando varios periodistas gráficos comentaban del tema, tras la Policía y TrafficWatch alertarlo por radiofrecuencia y en Twitter. En Univisión TV ya el reportero Eliezer Ramos lo sabía y Luis Enrique Falú de NotiUno tuiteó que esperaba confirmación. La misma se produjo a eso de las 5:00 am cuando finalmente un oficial de la Policía y un Comandante del Cuerpo de Bomberos confirmó que Cheo había muerto en el accidente de tránsito. A partir de ahí se formó la vorágine.

Uno tras otro medio y varios reconocidos reporteros comenzaron a colgar fotos y vídeos en Twitter, Instagram y Facebook del carro accidentado, tratando de enfocar de cerca para tratar de captar el cadáver. Luego, varios reporteros gráficos se quejaron de que la Policía tapó la escena al estacionar vehículos oficiales evitando una cobertura del mismo, sólo unos pocos decían que eso fue por sensibilidad y para proteger la dignidad del gran artista. Irónico que esto no lo hacen con ningún ciudadano común y corriente, pero se trataba de un astro local, una gloria de la salsa y el bolero.

En ese afán por ser los primeros en transmitir la noticia, muchos reporteros, fotógrafos, camarógrafos cayeron en el morbo y tuvieron eco principalmente en Twitter. Esto alcanzó un grado de insensibilidad tal que hasta la viuda, Cocó, confirmó que se enteró por la prensa. “Leí el cintillo en las noticias de Univisión y así me enteré,” dijo ella en la improvisada rueda de prensa. En ese momento y antes, cuando el hijo mayor del artista llegó a la escena, se escuchaban preguntas que hacían los reporteros.

Todas estas cosas demuestran la realidad de los medios noticiosos locales. Se nota la desesperación en la cobertura, que los delata. Como pasa con el “body language” de las personas. En el lenguaje corporal se nota si el que habla está nervioso, enfadado o molesto,
pues en la cobertura noticiosa sucede igual.

La forma en que algunos de los reporteros llegaron a la escena, la insistencia en sacar imágenes cerca, la especulación de las posibles causas y esa desesperación de ser los primeros con la noticia denotó que muchos están más pendientes en ser protagonistas en vez de sólo intermediarios para difundir un acontecimiento.  

La desesperación también reflejó la falta de contenido en los medios noticiosos. Demostró que cada vez hay menos periodistas y mucho más reporteros. Esa falta de contenido constante hace que pierdan la práctica y cuando llegan eventos como este, no lo abordan con la seriedad que debería tener.

En el caso de algunas emisoras de radio que repiten lo que dice la prensa escrita o las redes sociales llega el momento en que no se dan cuenta de que empalagan repitiendo la misma cacofonía. En esa actitud de no saber cómo cubrir porque solo saben reportar, se cruzan fronteras desde la falta de respeto, la falta del sentido humano y la falta de conciencia en la tradición cultural de que hoy es Jueves Santo.

Por otro lado sólo piensan en el momento y no se dan cuenta de que su cobertura tiene difusión internacional. Cheo Feliciano no era de Ponce ni de Puerto Rico, él es una figura internacional.  Cuando se reporta pensando en contarle o especular del hecho para doña Juanita en San Juan o en Ponce, el reportero olvida que  Cheo era casi un dios en Panamá, un ídolo en Perú, en Cuba y en tantos otros países latinoamericanos. En esos países ven la noticia y la forma en que éstas se cubren aquí.

Se podría especular que esa falta de contexto en las coberturas explica en parte por qué en la televisión nos quieren inundar con contenido del exterior porque en Puerto Rico no se contextualiza el mensaje. Muy pocos reporteros repasan lo básico que es el proceso de la comunicación en la que el emisor tiene que codificar el mensaje que recibe el receptor del mismo. En vez de comunicar y presentar la noticia con contexto, lo hacen de manera desesperada.

A pesar de estas críticas, no se puede generalizar ni negar que no todos los medios ni todos los periodistas cayeron en esa desesperación. Por el contrario, corroboré que algunos se tardaron en sacar la noticia hasta tanto no fuera confirmada por fuentes oficiales. Esos fueron los que enderezaron la cobertura, trajeron balance, respeto y contexto.

NotiUno, por ejemplo, fue la primera emisora en decirlo en radio, pero lo hizo casi media hora después del suceso hasta tanto la noticia fue corroborada por un oficial de la Policía. Radio Isla, por su parte, hizo lo propio y además transmitió contexto con entrevistas a varias personalidades. WIAC, Radio Universidad y Wapa Radio también reportaron desde el lugar de los hechos. Univisión Radio, lastimosamente, tenía al aire un programa grabado porque cerraron operaciones hasta el próximo martes. Quizás por causa de los problemas económicos que están confrontando, pero no cubrieron la noticia.

En la prensa escrita el primero en reportarlo fue Metro, seguido por El Vocero y Primera Hora. El último en publicarlo, El Nuevo Día. Sin embargo, la cobertura más completa hasta ahora es de El Nuevo Día y de Primera Hora, quienes están ofreciendo todos los ángulos posibles de la noticia. Resta por ver si caerán en una saturación del tema. NotiCel ha presentado una cobertura sobria, pero bastante completa y sin exageraciones ni sin empalagar.

En televisión se destaca el esfuerzo de Noticentro Al Amanacer buscando reacciones de artistas, historiadores de la música y otras personalidades cercanas, además de una cobertura bastante balanceada. En Univisión la entrada al set de noticias de Tu Mañana de Nuria Sebasco marcó un cambio excelente hacia mayor contexto y seriedad.

Pero resta por ver cómo se mantiene esta cobertura. Si se convierte en una sobredosis de la noticia porque no hay más nada en un Jueves Santo, o si pasa a un segundo plano. Ojalá que no se cuelen más arrieros. Como decía Cheo en la canción de El Ratón “Cierra la puerta Claudina que se te cuela el ratón .De cualquier malla sale un ratón oye, de cualquier malla”.




Radio: ‘back to basics’

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"De la misma manera en que el valor de las propiedades en el país bajó, se tiene que aceptar que el valor de las propiedades en el medio, o sea, los costos en los que venden anuncios bajaron".


La cancelación del programa de Mayra López Mulero y los alegados cortes en los salarios a algunos de los principales talentos en Univisión Radio ocurridas la semana pasada, más allá de demostrar los problemas económicos de esa cadena, apuntan a la crisis que vive la industria de la radio en Puerto Rico. Pero como pasa con un alcohólico que no reconoce su condición, grandes sectores en la industria radial no aceptan que tienen que cambiar porque no hay presupuesto publicitario que aguante. Negación total.
De la misma manera en que el valor de las propiedades en el país bajó, se tiene que aceptar que el valor de las propiedades en el medio, o sea, los costos en los que venden anuncios bajaron. En la radio y los medios de comunicación tienen que bajar sus costos de un 20 o un 30%, pero en vez de bajar, suben las pautas y con eso, pierden ingresos o dejan de ganar. El problema de la radio viene por varias causas:

1) Hay menos anunciantes. Hay categorías de anunciantes que ya no pautan. Por ejemplo, antes habían ocho bancos, ahora sólo dos o tres y pautan únicamente en prensa. No hay banca hipotecaria ni el gobierno está pautando. Se mantienen son las telecomunicaciones, autos, medicare advantage, pero ya los demás no están. A menos anunciantes, menos dinero.
2) Hay menos agencias de publicidad. La crisis también ha afectado este sector y se anticipan más cierres de estos negocios.
3) Alineación publicitaria. Algunos de los principales presupuestos publicitarios ya no se manejan en la isla sino desde los Estados Unidos. Esto pone al mercado local en desventaja porque competimos con los mercados hispanos en Orlando, Miami y Los Ángeles, y por eso estamos perdiendo dinero. Ejemplo de estos son las cadenas de tiendas cuyos anuncios son hechos, grabados y pautados desde los Estados Unidos y a la isla a veces ni los incluyen en las pautas. Esto no sólo afecta la radio, sino a los demás medios a nivel local.
4) Menciones sosas vs. cuñas creativas. En la radio los anuncios deben crear un imaginario que mueva al consumidor a favorecer el producto o la marca. Esto se logra con cuñas creativas y no necesariamente al escuchar a un talento leer una mención de un producto o una marca porque no produce en el público el mismo efecto ni la recordación que un comercial que esté diseñado con innovación y creatividad.
5) Mayor profesionalización. En tiempos de más competencia, la fuerza de ventas de la radio necesitan más innovación para promover la venta de sus emisoras basadas en los atributos de su producto y no por la tradición o por costumbre, como aún pasa en muchas emisoras.
6) Obsesión con San Juan. Las cadenas de radio se concentran en temas de San Juan, pero olvidan sus audiencias regionales. A una persona en Utuado poco le importa escuchar en la mañana que el comentarista quiere ir a un restaurant en El Viejo San Juan. Lo que quieren escuchar es lo que pasa en su entorno y por eso cambian y sintonizan sus emisoras locales.
7) Desprecio a las regiones. De la misma manera que enfocan la cobertura en San Juan, ignoran y casi desprecian las noticias que suceden en las regiones. Ya no tienen reporteros regionales en la montaña o en el área este, por ejemplo, o que se especialicen en temas como deportes o policíacas. Las cadenas se concentran en los comentaristas políticos y olvidan lo demás. Por eso los radioescuchas de las regiones se van marchando.
8) Fortaleza de las regionales. Emisoras locales en Utuado, Camuy, Lares, San Sebastián, Ponce son mucho más fuertes en sus regiones que las cadenas. WALO en Humacao o WPAB en Ponce son ejemplos de fortaleza regional vs. cadenas

9) Envejecimiento poblacional– En Puerto Rico nos estamos poniendo viejos y la población joven y productiva está emigrando. Eso es un hecho. Entonces, ¿por qué las cadenas radiales insisten en dirigir la programación a los jóvenes? Esto aplica a todos los medios de comunicación.
10) Internet brinda opciones. Aunque la población envejeciente todavía está más lenta en adentrarse en el uso de Internet, los estudios apuntan a que los teléfonos inteligentes están cerrando esa brecha. Esto será bueno para las emisoras locales porque las audiencias pueden escucharlas por Internet o por celular, y representa más competencia para las cadenas.
11) No más bonanza para los talentos. La época de la abundancia con salarios gigantescos de las personalidades y comentaristas ya pasó. Si no aceptan las rebajas de sueldos, no se pueden ir a buscar trabajo a otras emisoras porque éstas ya no tienen con qué pagarles.
12) Emisoras regionales se agrupan. No para retransmitir en cadena como antes, sino para vender anuncios en conjunto y se distribuyen la ganancia. Esto facilita la labor de las agencias de publicidad y anunciantes, pero representa competencia fuerte para las cadenas.
13) Costo de transmitir música sube. Las casas como Acemla o BMI están cobrando cada día más a las emisoras por los derechos de autor de la música, esto hace que muchas emisoras, especialmente las pequeñas, dejen de tocar música y busquen otros contenidos.
14) Éxito en el contenido. Aunque los programadores de las cadenas insisten en que el público quiere escuchar de política, el éxito lo están teniendo las emisoras locales con programas con contenidos originales que las audiencias quieran escuchar.
15) Cambios de hábitos. La baja en las audiencias de Univisión Radio no significa que se han movido a NotiUno, o Radio Isla porque en éstas no se ve un aumento radical en sintonía. Esto lo que apunta es a que las audiencias se están moviendo a las estaciones locales y regionales. Todo esto plantea cambios interesantes tanto para las emisoras como para las agencias de publicidad y anunciantes, pero más que nada, para las audiencias.

Por todo eso, la radio tiene que volver a lo básico. La función primaria de las estaciones radiales es brindar servicio de comunicación a las comunidades donde operan. Es cuestión de tiempo para que se vea este ‘back to basics’.
NOTA: Esta columna salió publicada en El Vocero, el martes, 22 de abril de 2014 - http://elvocero.com/radio-back-to-basics/

Convulsa el Cuarto Poder

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“The media’s the most powerful entity on earth. They have the power to make the innocent guilty and to make the guilty innocent, and that’s power, because they control the minds of the masses.” Malcolm X.


En Puerto Rico convulsa el Cuarto Poder. Las noticias de estos días así lo demuestran. Entre decidir si importa si Topy Mamery está en un trio o cuarteto sexual o que ‘Chemo’ Soto esté en el negocio de las pirámides multiniveles, lo que de verdad yace entrelíneas en una competencia feroz por determinar quién es verdadero magnate, quién es el capo, el Padrino, el que controla ese Cuarto Poder que es la prensa.
El que domine el Cuarto Poder no quiere ceder ni un ápice ese poderío para que otros medios lo releguen a un segundo plano. Todos quieren ser actores principales sin importar la ética, el periodismo ni mucho menos, la pertinencia de la información que se difunde. Cuando el país se cae en cantos es el momento en que menos se fiscaliza a los otros poderes porque la información se desvía hacia temas morbosos, que sí entretienen porque el sexo vende y el chisme importa, pero que poco afectan ni aportan a mejorar la vida de los individuos.
Esa vieja metáfora atribuida a Edmund Burke de que la prensa – o la información – es el Cuarto Poder que se alinea y suma a los otros tres poderes del Estado, o sea, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, es peligrosa. Es un peligro porque la prensa no necesariamente sirve de balance a los otros tres poderes ni refleja la opinión pública sino que la crea. La inventa. La ordena. Lo que determine el ‘mainstream’ o ‘el interés común’ es lo que se convierte en noticia, pero verdaderamente ese interés común lo forman, lo crean, lo inventan y lo ordenan los dueños de los medios. Es en realidad, el interés del dueño del medio que se transforma, se maquilla y se presenta al público como si fuera el interés común.
En el caso del alcalde de Canóvanas no se fiscaliza su gestión, sus contratos ni su obra. Solo se menciona en la prensa someramente que porque no devenga un salario, se metió en el negocio de los multiniveles. Tampoco se publica sobre los escándalos y esquemas que abundan en esa industria. El tema se queda en el aire. Mientras que en el de Mamery el escándalo de su supuesta actividad sexual pretende opacar sus comentarios públicos contra el gobierno y otros poderes.
Aunque hace un año conozco bien a Topy y lo considero amigo, la verdad es que el escándalo que provocó esa noticia me dejó pensando más en quién lo originó, quién está detrás del tema y el por qué lo hizo, que en el tema en sí. ¿Sería por una competencia mediática por el control de quién determina lo que debe ser o no noticia o cómo debe moverse la opinión pública? ¿Será un intento de mordaza?


El sexo siempre vende, pero lo que hagan adultos que consienten con sus orificios es cosa privada y no debería importar a nadie si no es a la fuerza ni involucra menores. ¿Qué pasaría si en vez de Topy la noticia fuera sobre los secretos sexuales de los dueños del periódico o la revista competidora? ¿Sería igual de escandaloso? ¿Se publicaría? La moralidad, ¿se practica o se reporta? Es fascinante ver las líneas editoriales en ambas noticias cuando tantas personas en los medios noticiosos tienen techos de cristal.
La lucha campal por determinar quienes controlan ese Cuarto Poder será precisamente el eje central de un foro en el que estaré participando. Así como en la literatura llaman un vuelco de tuerca para representar algo inesperado, me llegó una invitación nada más y nada menos de uno de los objetos de la noticia que más fiscalicé en mi época de reportera en la calle: el exgobernador Pedro Rosselló.
Rosselló, quien tanto polemizó con la prensa, cuyas administraciones tanto limitaron el libre acceso del periodismo y que tanto guerreó con periodistas, gremios y medios, incluyéndome, me invitó a formar parte del foro académico sobre el estado actual de la guerra. Tras la sorpresa y una posterior reunión con el exmandatario en la que tuvimos más congruencias que desacuerdos pero en la que imperó un total respeto a las posturas divergentes de cada cual, acepté encantada y honrada la encomienda. Así que este jueves 1ro de mayo estaré en la Fundación Biblioteca Pedro Rosselló de la Universidad del Turabo hablando del tema ‘La noticia como empresa corporativa: la disolución del cuarto poder’, Participaré en el foro junto a la periodista y profesora María Vera, el también periodista José Elías Torres, y el abogado y bloguero Eric Álvarez.
Mi tema es ‘Cambio de Poder en el Periodismo: Noticia+Ética+Responsabilidad’. Espero que podamos discutir a fondo sobre los capos en ese Cuarto Poder para controlar las mentes, como dijo Malcom X. Y yo, solo pienso, ¿quién lo diría?
NOTA: Esta columna fue publicada en El Vocero, el 29 de abril de 2014 - http://elvocero.com/convulsa-el-4to-poder/

Cambio de Poder en el Periodismo: Noticia + Ética + Responsabilidad

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¿Por qué no admiten que la prensa está tan o más corrupta que los otros poderes del Estado? 


La diferencia es que a un legislador o a un político que vende influencias lo meten preso si lo cogen, pero si viene un medio y empieza a publicar noticias que le favorecen a uno de los negocios aliados o que pertenecen al dueño, y gana dinero, no pasa nada.  Por el contrario, ese dueño del medio se va de viaje con esos miles de dólares a disfrutar en la rivera francesa, en un safari en África o se lleva a un jefe de gabinete a proponerle empleo cuando cambie la administración.  ¿No es eso corrupción?, pregunto yo.



NOTA: Esta fue la ponencia "Cambio de Poder en el Periodismo: Noticia + Ética +  Responsabilidad" que ofrecí como parte del foro académico "La noticia como empresa corporativa: la disolución del Cuarto Poder", que organizó la Biblioteca del Ex Gobernador Pedro Rosselló en la Universidad del Turabo, el 1ro de mayo de 2014.




 Cambio de Poder en el Periodismo: Noticia + Ética + Responsabilidad


Buenos días a todos.  Esto es una historia real.

Un día estoy yo en la sala de redacción de El Nuevo Día.

Venía de cubrir una asignación de la calle y me llama una fuente, de esas fuentes excelentes que una como reportera tenía y me dice: “El Gobernador acaba de reunir a un montón de jefes de agencias en la reunión de staff. Estaba molesto por los reportajes que están publicando. Él dio un golpe en la mesa y ordenó a todos los jefes de agencias a cancelar los anuncios en El Nuevo Día”.

Y yo, incrédula le dije: “¿Cómo va a ser? Mentira. Si lo hizo es porque está bien molesto”.

Y la fuente me contesta que sí, que habían 14 jefes de agencias y me dio los nombres. Yo me levanté corriendo de mi escritorio, y sin pedir permiso me metí en la oficina del entonces co-director Luis Alberto “Albi” Ferré Rangel y le cuento lo que pasó.

“¿Pero tú estás loca? Eso no puede ser Sandrita”, me dijo Albi. Él siempre me llamaba Sandrita y yo le llamaba a él Albertico Limonta, como el personaje de una telenovela.

Y yo le dije: “Pues sí, aunque no me creas”. 

En eso, escucho mi teléfono y salgo corriendo. Cuando lo levanto es la misma fuente de La Fortaleza que me dice “Esto se puso peor. Son dos más. Mandó a cancelar Turismo y Telefónica”.

Entonces corro de nuevo a la oficina de Albi y le cuento, y el sigue igual, no me cree. Di media vuelta y volví a mi escritorio a empezar a llamar a las agencias, a corroborar la información y a escribir la historia de eso que sabía que sería una portada.

En menos de diez minutos se llenó la redacción de gente, incluyendo al vicepresidente de ventas, y lo que me dijo la fuente pasó. Una tras otra las agencias del gobierno empezaron a cancelar la pauta de anuncios en El Nuevo Día.

Yo escribí entonces esa portada que titularon “Atentado contra la libertad de prensa: Ordena el gobernador Rosselló que se cancele la publicación de anuncios del gobierno en El Nuevo Día”.

Eso pasó el 16 de abril del 1997. Hace  17 años.

Por eso se deben imaginar que en el día de hoy y en este foro, comienzo mi ponencia con una confesión.

Llámese contrición, acto de fe o una nueva esperanza. Comienzo confesando mi total estado de shock.

Me presento aquí, todavía bastante sorprendida por la invitación que me hiciera el Gobernador Pedro Rosselló para hablar nada más y nada menos que de la prensa, la libertad de expresión, la ética, el negocio y tantos otros temas que subyacen, que incorporan y que van de la mano con lo que muchos conocemos como el Cuarto Poder.

Me sorprendió su invitación pero debo decirle que me agradó bastante. Primero, porque venía de usted, el Gobernador Rosselló, precisamente uno de los funcionarios públicos que dirigía todo un enclave, toda una administración que debatí y a quien tanto fiscalicé en sus funciones por la manera en que yo entendía y veía que se afectaba la libertad de prensa.
 
Participantes del foro:  
Eric Álvarez,  Sandra Rodríguez Cotto,
Pedro Rosselló González,  María Vera, José Elías Torres
Debo decir que agradezco y que me siento honrada de formar parte de este panel con algunos compañeros a los que respeto y aprecio tanto como María Vera, con quien compartí tantas veces en el ejercicio diario de reportera, y como José Elías Torres, con quien coincidí y coincido en tantos otros aspectos. De Eric, a quien no conocía personalmente, debo decirle que siempre he leído su blog y que agradezco la oportunidad de conocerlo hoy.

Al estudiante Javier López le digo que se prepare porque le tocará trabajar en el medio en un momento de muchos cambios y transiciones. A él, al Dr. Rosselló y a todos los presentes, hoy, como periodista que soy por vocación, espero poder plantar algunas interrogantes, hacerles preguntas y provocarlos a que todos, juntos, hagamos un análisis profundo de este tema.

 Así que comienzo sin dilación y me tocó hablar del Cuarto Poder, a lo que yo le añadí “noticia + ética + responsabilidad”. Empiezo por El Cuarto Poder.

1.     El Cuarto Poder.

El Cuarto Poder está convulsando. Está a punto de morir, si es que ya no ha muerto.

Eso de que la prensa es el Cuarto Poder, metáfora que se le atribuye a Thomas Carlyle[i]y a Edmund Burke[ii]diciendo que la prensa – o la información – se alinea y suma a los otros tres poderes del Estado, o sea, el ejecutivo, el legislativo y el judicial es realmente un mito.

En el sistema republicano de gobierno se habla siempre de un cuarto poder que irónicamente, no ha sido electo por el voto directo del pueblo. Jefferson, Madison y Jay en los “Federalist Papers”[iii], esos ensayos en los que promovían la creación de la nación americana, trajeron como parte de la discusión ese concepto de que en una verdadera democracia necesitaba tener un sistema de pesos y contrapesos, un “check and balance”.

La idea no era de ellos. La tomaron de Inglaterra y los lores que le daban el color rojo a los nobles y el verde a los comunes. Pero en esencia, la teoría detrás de todo eso es que había que existir balance ente los tres poderes del gobierno, Por ahí surge en parte eso de que la prensa sirve de contrapeso, de balance a los otros tres poderes.

Y yo pregunto: ¿es realmente la prensa el Cuarto Poder o es que la prensa se adjudica un poder que no tiene? ¿Acaso no es la prensa que, proclamándose como representante del pueblo, nos dice qué opinar, qué comprar, qué escoger, a quién querer, por quién votar, a quién amar o a quién odiar?

¿Es la prensa el verdadero representante del pueblo que escoge y vota por sus líderes? Sin embargo, por la prensa nadie vota. La prensa se favorece o se escoge por otras condiciones impuestas por el mercado y los monopolios.

¿Cómo es que esas fuerzas del mercado, esos monopolios o esos negocios se niegan a aceptar que enfrentan un reto de credibilidad?

En el mundo entero sabemos que los sistemas de gobierno están en crisis. Ya la gente no cree en nadie.

En Estados Unidos no creen en Obama, en Rusia no quieren a Putin, en Venezuela ya vemos el caos y la violencia que hay entre los distintos bandos. Y aquí en Puerto Rico uno le pregunta a cualquier persona si le creen a los gobernadores – al que sea – y te dicen que no.

El estudio el Barómetro de la Confianza, que publica todos los años a nivel global la firma de comunicaciones Edelman[iv], corrobora que ya pocas instituciones tienen credibilidad. Ni los gobiernos, ni las empresas, ni la prensa tienen la misma credibilidad de antes.

Ya nadie cree en nada porque hay corrupción en los gobiernos y en las empresas, además hay un total desapego institucional y en la sociedad por lo que debe ser el bien común. Hay mediocridad por todas partes. “Jaibería”. Drogas, individualismo. Tribunales y jueces comprados al mejor postor. Políticos que reciben sobornos para legislar. Atletas que se dopan para ganar medallas y contiendas. Banqueros que despiden miles, pero reciben bonificaciones en sus salarios.

En fin, a la gente no le importa nada porque ve esos casos y por eso no creen en las instituciones. 

Entonces, ¿cómo es que a alguien se le ocurrió que en este ambiente de absoluta falta de credibilidad, va a ser la prensa el que sirva de balance, de dar esos “check and balances” a los otros poderes del estado?

¿Por qué no admiten que la prensa está tan o más corrupta que los otros poderes del Estado?

La diferencia es que a un legislador o a un político que vende influencias lo meten preso si lo cogen, pero si viene un medio y empieza a publicar noticias que le favorecen a uno de los negocios aliados o que pertenecen al dueño, y gana dinero, no pasa nada.  Por el contrario, ese dueño del medio se va de viaje con esos miles de dólares a disfrutar en la rivera francesa, en un safari en África o se lleva a un jefe de gabinete a proponerle empleo cuando cambie la administración.  ¿No es eso corrupción?, pregunto yo.

Viene el medio y publica portada tras portada favoreciendo o criticando el negocio, dependiendo del caso, o destruyen al competidor con reportajes negativos, y eso, ¿es periodismo o es una agenda económica? ¿Es eso el balance de poderes o es una manera de vender influencias, de mover a la opinión pública?

Lo que me trae al tema de la noticia.

2.     La noticia

La noticia es todo aquello que sea novedoso, diferente, que afecte a la mayor cantidad de personas. Es lo que mueva a la gente.

La noticia tiene que ser oportuna, fresca. Tiene que tener un elemento de proximidad con el público, que sea importante para su vida. Que le llame la atención, le sea útil conocer. Que sea pertinente.

Como se dice que dijo John Bogar, el editor del New York Sun en el año 1873: “Cuando un perro muerde a un hombre, eso no es noticia. Pero si un hombre muerde a un perro, eso Sí es noticia”.

En un aparte, debo decir que algo así sucedió hace poco cuando una mujer que vio a un perro pitbull atacar a su hijita, se lanzó y le arrancó a mordiscos las orejas del can, que también la atacó. Una tragedia, claro, pero también un ejemplo de lo que es distinto en una noticia.[v]

Gracias a las noticias nos enteramos de si subió o bajó la bolsa de valores, si se descubrió un medicamento nuevo que cura una enfermedad o si el gobierno va a despedir empleados públicos o a fusionar agencias. Nos enteramos de todo, aunque todo tiene distintas caras.

El pasado 12 de abril en periódico británico The Guardian publicó un interesante artículo sobre el concepto de las noticias como algo negativo, argumentando que las noticias son nocivas y que dejar de ver noticias, nos haría más felices como individuos.[vi]

Decía el reportaje que la mayoría de nosotros todavía no entendemos que la noticia es para la mente lo que el azúcar es para el cuerpo.

Las noticias son fáciles de digerir. Los medios de comunicación nos dan de comer pequeños bocados de un asunto trivial, cositas que no se refieren realmente nuestras vidas y que no requieren pensamiento. Es por eso que experimentamos casi sin saturación.

A diferencia de la lectura de libros y artículos de revistas largos, que sí que exigen el pensamiento crítico, tragamos cantidades ilimitadas de flashes de noticias, que son caramelos de colores brillantes para la mente.

Hoy en día, hemos llegado al mismo punto en relación a la información que nos enfrentamos hace 20 años en lo que se refiere a la alimentación. Estamos empezando a reconocer cuán tóxicas pueden llegar a ser las noticias. Por ejemplo, decía el autor:

·       Las noticias engañan -   La única solución, algunos proponen, es aislarse del consumo de noticias por completo.

·       Cada vez más, las noticias son irrelevantes–  De los aproximadamente 10,000 nuevas historias que ha leído en los últimos 12 meses, mencione 1 producto que ha consumido  porque lo leyó o vio en las noticias, y que le ha permitido tomar una mejor decisión sobre un asunto grave que afecte su vida, su carrera o su negocio. El punto es: el consumo de noticias es irrelevante para usted.

Pero a las personas les resulta muy difícil reconocer lo que es relevante. Es mucho más fácil de reconocer lo que hay de nuevo. Lo relevante frente a lo nuevo es la batalla fundamental de la era actual. Los medios de comunicación quieren que usted crea que las noticias ofrecen algún tipo de ventaja competitiva. Muchos caen por eso. Nos ponen ansiosos cuando estamos aislados del flujo de noticias. En realidad, el consumo de noticias es una desventaja competitiva. Cuanto menos noticias que consume, más grande es la ventaja que tiene.

·       A veces las noticias embrutecen  –  Las historias importantes son las que verdaderamente no importan. Entonces, se ven como “mondongos”, en el argot periodístico, a los  movimientos lentos y los cambios de gran alcance que se desarrollan bajo el radar de los periodistas, pero que tienen un efecto transformador. Éstas no aparecen.

Por eso, cuantos más datos se publican, menos contexto del macro tienen las personas. Y esto incluye a los periodistas de ahora porque si tener más conocimientos y mayor información, como dicen las noticias, se supone que conduzcan a mayor éxito económico, sería de esperar que los periodistas estuvieran en la parte superior de la pirámide. Ese no es el caso.

·       Las noticias inhiben el pensamiento. Pensamiento requiere concentración. Concentración requiere un tiempo sin interrupciones. Las noticias son piezas se han diseñado específicamente para interrumpirle. Por eso nos hacen pensadores superficiales. Debido a que las noticias interrumpen la concentración, se debilita la comprensión.   Otros dicen que…

·       Las noticias funcionan como una droga. Queremos más y más, por ojos, boca y oído, como adictos.“News junkies”. Conforme se desarrollan las historias, queremos saber cómo continuar. Con cientos de argumentos arbitrarios en nuestras cabezas, este deseo es cada vez más apremiante y difícil de ignorar. Y por eso buscamos y buscamos. Sin embargo,  

·       Las noticias hacen perder tiempo y nos hacen pasivos. Dedicamos horas y horas a ver TV, leer periódicos, ver online y en el carro, a oír la radio. Pero es algo pasivo. La repetición constante del mismo pesimismo, el mismos “sonsonete” nos hace pesimistas, sarcásticos, fatalistas. No nos importa nada. La gente escucha en la radio “Mataron a 4 un fin de semana” pero inmediatamente dice: “ok, ¿qué hay para almorzar? “ Porque nos hacemos inmunes ante tanta negatividad. Quizás por eso hay tanta depresión.

¿Cuánto de cierto hay en esas aseveraciones? ¿Es eso ético? ¿Es verdad? Hablemos ahora de si las noticias son o no éticas.

3.     Ética

Según el diccionario Enciclopédico Salvat, la ética: "Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre".

Recuerdo que el Papa Juan Pablo II, a quien cubrí en su viaje a Cuba y el viernes fue proclamado santo, dijo en su encíclica del 1994 “Veritas Splendor” vinculó a la libertad con la verdad.[vii]Decía el ahora santo que la tarea del periodista como la de cualquier profesional de la comunicación, como los evangelistas, está al servicio de transmitir la verdad.

El código de ética de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico comienza diciendo que: “En Puerto Rico donde la sociedad aspira a una vida democrática, impera la necesidad de brindar al pueblo una información íntegra, honesta y altamente confiable. El disfrute de esa vida democrática depende en gran medida de la calidad de la información noticiosa que le provea la prensa y en la confianza que el pueblo puertorriqueño pueda sentir en dicha información”.[viii]

Y yo pregunto; ¿Cuán éticos son los periodistas? ¿Son los periodistas éticos o antiéticos? ¿Son éticos los dueños de los medios o son antiéticos?

Gabriel García Márquez


Una vez el recientemente fallecido Premio Nóbel de la Literatura, Gabriel García Márquez, dijo que: "Creo que la formación de los periodistas no ha logrado evolucionar a la misma velocidad que los instrumentos del oficio, y que estos profesionales se han quedado buscando a tientas el camino en el laberinto de una tecnocracia disparada sin control hacia el futuro".



En gran medida, uno puede argumentar que las noticias, el “breaking news”, nos están matando poco a poco con las faltas de ética. Como dicen en inglés “Breaking News are Breaking us”. Pero esto es una cuestión global.

Phillip Seymour Hoffman


Hace poco murió Philip Seymour Hoffman  el reconocido actor ganador del Oscar por su papel en el filme Capote, pero su familia se enteró por un tuit que colgó un reportero de The Wall Street Journal, y al poco rato, un reportero de del New York Times llegó hasta la casa de esos familiares a preguntares cómo se sentían porque él había muerto de una sobredosis de drogas. 





Cocó, viuda de Cheo Feliciano

No vayamos tan lejos. Acá en la ínsula boricua todos vimos a  Cocó cuando dijo hace unos días que vio el cintillo del noticiero de televisión y así se enteró que su esposo, el gran cantante de salsa y boleros, Cheo Feliciano, había muerto en un accidente cerca de su casa.




Es que lo inmediato está superando lo importante y en ese proceso, la ética, el sentido común y el respeto están sufriendo.

En su código de ética, la Sociedad de Periodistas Profesionales (Society of Professional Journalists)[ix], de la cual fui miembro por muchos años tiene toda una sección en la que habla de que los periodistas deben tratar a los sujetos de la noticia como seres humanos, con respeto. En esa sección advierte a los reporteros de la necesidad de tener compasión y sensibilidad, especialmente cuando se cubren tragedias de modo que se demuestre “el buen gusto”, y se evite hacer daño mediante el morbo.

Pero eso no ocurre. En muchas otras ocasiones en los medios hasta se inventan temas disfrazados de noticias para crear opinión pública.

Hace dos días el diario Primera Hora publicó la portada de un personaje de la televisión que se llama “Lady Mágica” que mintió diciendo que se aspiraría a la alcaldía de Aguda por el Partido Nuevo Progresista, pero al final no era ella, sino su hermana.[x]


Lady Mágica




Fue una estrategia para llamar a la prensa, pero el diario le dio varias páginas en las que publicó el “chiquiembuste” que nos cogió de “chiquitontos”, de la “chiquipolítica”. Uno leía el artículo, escrito por un periodista, y era como si estuviera viendo un show de comedia de stand-up de Raymond Arrieta o Tita Guerrero. Pero no, era un periódico.










Yolandita Monge y Topy Mamery


La semana pasada en varios de los principales periódicos y revistas tuvimos sobredosis del chisme de supuesta infidelidad de Topy Mamery. Digo supuesta porque no se ha corroborado nada por ninguno de los implicados. Aun así, portada tras portada, y ahora, en las redes sociales, algunos de esos mismos medios reportan y parecería que andan detrás de un boicot al productor.



¿Es eso el Cuarto Poder? ¿Dónde quedan los “check and balances”? ¿En serio?

Lo que de verdad yace entrelíneas en una competencia feroz por determinar quién es verdadero magnate, quién es el capo, el Padrino, el que controla ese Cuarto Poder que es la prensa.

El que domina el Cuarto Poder no quiere ceder ni un ápice ese poderío para que otros medios lo releguen a un segundo plano. Todos quieren ser actores principales sin importar la ética, el periodismo ni mucho menos, la pertinencia de la información que se difunde.

Cuando el país se cae en cantos es el momento en que menos se fiscaliza a los otros poderes porque la información se desvía hacia temas morbosos, que sí entretienen porque el sexo vende y el chisme importa, pero que poco afectan ni aportan a mejorar la vida de los individuos.

Por eso digo que el Cuarto Poder no existe. La prensa no necesariamente sirve de balance a los otros tres poderes ni  refleja la opinión pública sino que la crea. La inventa. La ordena.

Lo que determine el “mainstream” o “el interés común” es lo que se convierte en noticia, pero verdaderamente ese interés común lo forman, lo crean, lo inventan y lo ordenan los dueños de los medios. Es en realidad, el interés del dueño del medio que se transforma, se maquilla y se presenta al público como si fuera el interés común.

En todo este juego, ¿quién es el responsable?

4.     La responsabilidad

¿Las noticias que vemos, oímos y leemos son responsabilidad del periodista, del medio o del público que las consume, que las acepta, que las patrocina?

¿Es un buen periodista el que respeta la línea editorial?

 ¿Es responsable darle más tiempo al aire a un reportaje a la boda de Kim Kardashian o a darle la portada del diario al nuevo recorte de Maripily, que en vez de fiscalizar lo que hacen las tres ramas del gobierno?

¿Son esos los periodistas o son los dueños del poder que mueven a los periodistas con hilos invisibles, cual marionetas a su antojo?

¿Es el Cuarto Poder, o es un maridaje, una componenda, un negocio con el mismo gobierno para favorecer a sus empresas o para desviar la atención de temas importantes?

Como dijo Carlos Soria, de la Universidad de Navarra, “el Cuarto Poder beneficia a todos, menos al pueblo”.[i]

Beneficia a los propietarios de las empresas de información porque, gracias a esta idea, se presentan muchas veces como servidores del interés público.

Beneficia a los periodistas porque al ejercitar ese Cuarto Poder, los hace héroes. De ser profesionales normales y corrientes, en su mayoría mal pagados, y los transforma en caballeros de los nuevos tiempos, defensores del hombre de la calle, intérpretes de sus necesidades y opiniones, auxiliadores inexcusables de una vida democrática sana.

Y beneficia al Poder Político y a los poderes sociales, porque le hacen el juego sólo para dar a conocer sus informaciones.

En la lucha de poderes, es el pueblo el que se perjudica porque tiene a una prensa que cada día menos los representa. Que con colgar una “noticia positiva” cree que cumple su misión. Y los intereses verdaderos del pueblo quedan olvidados.

Y yo pregunto: “¿Por qué alguien tiene el poder de informar? Es decir, ¿cómo se legitima el poder de informar, quién confiere ese poder y en qué condiciones se confiere?

¿Qué legitimidad tiene El Nuevo Día para decirme lo que es o no importante para mí? ¿Es El Vocero el que tiene la verdad ahora? ¿Es Metro quien me dice qué me conviene? ¿Lo es Primera Hora? ¿Telemundo? ¿Univisión? ¿Wapa? ¿WKAQ? ¿NotiUno? ¿Wapa Radio? ¿Radio Isla? ¿Los periódicos y emisoras regionales tienen ese poder?

¿A quiénes representan los medios? ¿Representan al pueblo que no votó por ellos democráticamente o representan los intereses de cada dueño y de cada empresa?

Si la prensa, como dice la teoría del Cuarto Poder, es la que debe dar el balance a los otros tres poderes, ¿quién controla a los controladores? ¿Quién vela que de verdad den el balance? ¿Cuál es su legitimidad?

¿Es la función de informar la prioridad de las empresas informativas o todo responde a la perspectiva de lo que es la libertad? Con esto me refiero tanto a la libertad de prensa como a la libertad de empresa en el contexto de una economía de mercado.

Todos los que hemos vivido en los medios sabemos que la evolución histórica de la libertad de prensa ha terminado siendo libertad de empresa, es decir, libertad de constitución de empresas periodísticas.

En ese sentido, la legitimidad de la información basada en la libertad de empresa, presenta precisamente ese inconveniente: identifica tanto la función informativa con la función industrial, comercial o económica. La empresa informativa termina siendo una empresa más, un negocio, con sus intereses particulares.

Si los medios y las empresas de prensa hacen riqueza explotando los infortunios de los gobernantes y de los ciudadanos en general, mientras la misma no se socialice, son también parte del problema.

Reducir de forma no crítica a la prensa, a ser el cuarto poder, es obviar un asunto medular, que es, en todo caso, un poder económico en el país.

Ante esa realidad, uno tiene que ir a la raíz y hablar del periodismo y de los verdaderos periodistas de oficio, no de esos que buscan el glamour o el reconocimiento.

El periodismo

De la escuela de periodismo que vengo aprendí que el periodismo verdadero es honesto y balanceado, no difama ni miente, pero tampoco tiene agendas ni promueve ideales.

Aprendí y siempre practiqué el periodismo libre de amarres a partidos o ideales políticos, intereses ideológicos, económicos, religiosos o moralistas, o de grupos sociales, étnicos o de orientación sexual. Fue duro porque ser libre no es fácil y muchos sucumben a presiones.

Mi libertad me hacía apegarme a la verdad y a darle voz a quien no la tenía. Por eso aprendí que ejercer el oficio en Puerto Rico es complejo.

Más que la ética o la honestidad profesional de cada individuo, el mercado determina si un medio existe o desaparece, si como reportero tienes trabajo o te quedas en la calle, o si sigues la corriente o te resistes y das la pelea.

El periodismo, para que tenga difusión y alcance, tiene que ser rentable, y aquí en Puerto Rico el mercado periodístico dicta que el periodismo que es rentable es el que se ciñe a cubrir los mismos temas de manera superficial, a hacer periodismo de reacciones, a hablar de status y política partidista hasta que repugne, y a darle una gran dosis de chisme e interés por las vidas de los famosos o los ídolos que se fabrican.

Por eso la mayoría de las noticias son de crímenes o política, con algo de deportes y vidas de ricos y famosos. Poco de comunidades, menos de noticias internacionales y mucho menos de nuestro entorno regional caribeño y latinoamericano. Ahora la moda son las noticias “positivas” a las que se les da un espacio breve, tipo “token” del momento. Es duro decir eso, pero es la realidad. El periodismo que se ve en Puerto Rico va cada día de mal en peor.

Claro que hay muchísimas excepciones que vemos a diario. Y es un hecho innegable de que en Puerto Rico hay excelentes periodistas, que son éticos, serios y responsables. 

El problema es que cada día lo que más vemos es un periodismo light que no ofrece soluciones, que lleva agendas, que no da seguimiento a los asuntos, que investiga en raras ocasiones, que oculta los verdaderos problemas bajo mantos de censuras y autocensuras, que explota hasta la saciedad el morbo, que no es balanceado, que se hace cómplice de los grandes intereses o de los intereses del grupo que sea, y que calla muchas cosas que son imprescindibles para la gente, por miedo o por conveniencia.


Velorio de Héctor "Macho" Camacho
Son muchos los ejemplos de esto, pero se me ocurre el tema de la crisis bancaria. Aquí cerraron tres bancos un mismo día, colapsó la economía, pero eso pasó casi sin pena ni gloria. Las noticias salieron por sólo par de días, y borrón y cuenta nueva. Más cobertura y más detalle le dieron al funeral del Macho Camacho que a aquello de la banca que al día de hoy nos sigue afectando a todos.



Al periodista que cuestiona, que se queja, que no se queda callado, lo marginan porque muchas veces preguntar demasiado se convierte en algo peligroso incluso para las empresas en las que trabaja.

Muchos casos vemos de reporteros así que sus medios no los respaldan. Si preguntan mucho vienen las presiones de anunciantes o de gobiernos y los medios, para no perder anuncios, permisos o que no se afecten sus intereses, les pasan el rolo. Lo mismo pasa con los que opinan distinto al resto. A las minorías en este país las marginan y lo mismo sucede en el periodismo porque al que opina distinto casi no lo cubren. Si es periodista, no les dan foro ni trabajo.

Me ha sorprendido mucho también descubrir que el fanatismo que le atribuyen en los medios a grupos que no permiten oposición [como por ejemplo pasa con algunos religiosos] es común en otros sectores sociales que se jactan de ser de avanzada. Hay fundamentalismo en todas partes.

También abundan las faltas de respeto. ¿No destruye reputaciones la prensa tradicional cuando increpan a una madre soltera residente de un caserío si maltrató o no a su hijo pero no hacen lo mismo si es una rica? ¿No atropella cuando pregunta: ¿Cómo usted se siente? a una víctima de un crimen como si fuera a contestarle que está feliz por su infortunio?

Considero una amenaza al periodismo los periodistas que tienen dedos amarrados con algún sector y no lo dicen de frente.

También creo que una amenaza al periodismo es permitir que gente que no son periodistas ocupen los puestos de trabajo de los reporteros. La mediocridad entre periodistas, sin lugar a dudas también es otra amenaza al periodismo.

Estoy en récord – a pesar de la oposición de compañeros de los gremios periodísticos en los que participé activamente e incluso dirigí – en que entiendo que los periodistas tampoco deben prestar su credibilidad para hacer anuncios comerciales. Esos periodistas sí son una amenaza al periodismo y a su credibilidad. Si los periodistas quieren defender al periodismo, que dejen de aceptar hacer anuncios y exijan mejores condiciones laborales o mejores salarios.

Si quieren defender al periodismo, que hagan buen periodismo. Cuando vayan a las conferencias de prensa, hagan preguntas y no se queden callados. Prepárense, lean. Parecería mentira pero son muchos los reporteros que no leen periódicos y no saben lo que pasa en el mismo país en donde viven.

Que no difamen y acepten cuando cometen errores. Que no acepten payolas ni se amarren a ningún sector. Que sean solidarios y autocríticos. Y que acepten las diferencias y la diversidad.

Por eso yo trazo la línea entre esos que dicen ejercer el oficio de manera mediocre y los que de verdad honran el periodismo. Reconozco esa diferencia.

Como yo jamás me vendí a ningún partido político, interés económico, religioso o social, hablé y siempre hablo en total libertad. Por eso el llamado es a la razón y al respeto a las diferencias.

El buen periodista se mide por su ética y por la manera que ejerce su función.

El Cánon #4 del Código de Ética de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico establece que: “La verdadera objetividad se logra cuando el periodista se cuida de informar honestamente. Una conciencia bien formada y respetada es la única garantía efectiva de la objetividad periodística. Un periodista puede ser miembro de cualquier grupo cívico, político o sindical, o de otra índole, que pueda ser objeto o parte de la discusión pública en determinado momento, sin perder la objetividad. Repudiamos la teoría de que el periodista no puede ser activo en la política partidista por ser contraria y violatoria de la tradición puertorriqueña. Más aún, esta Asociación considera tal prohibición como violadora de los derechos constitucionales del periodista.

Conclusión

Cuando comencé este foro fue hablando de aquella portada que escribí que decía “Atentado contra la Libertad de prensa”: Ordena el Gobernador Rosselló que se cancela la publicación de anuncios del gobierno en El Nuevo Día, y venía con un editorial – en esa época el periódico raras veces tenía editoriales -  que leía fue “un procedimiento repugnante y atentatorio contra la mejor tradición del país…”





Al día siguiente: 17 de abril de 1997,  escribí otra historia de portada que decía “Crítica internacional al Gobernador: Fuerte censura de la Sociedad Interamericana de Prensa” con otro editorial que leía  “Denunciar la corrupción, los malos manejos, el despilfarro de fondos públicos y la falta de controles administrativos no es una “declaración de guerra” al gobierno, sino el cumplimiento de un deber que tiene la Prensa libre en una sociedad pluralista”.





Y también ese día, mi amigo y entonces columnista del Nuevo Día, hoy, uno de sus más fuertes críticos, Luis Dávila Colón, publicó una columna en la sección de perspectiva que terminaba diciendo “El periódico siempre tiene la primera y la última palabra. De eso es que se trata la libertad de prensa. El gobernador que no entienda eso, arriesga a perder toda su obra, siguiendo el ejemplo de los malos pasos de los más recientes moradores de La Fortaleza….”

Yo recuerdo que en aquel momento – y consta en las deposiciones en las que participé en el caso, de hecho. De hecho, fui la reportera que más días tuvo que asistir a las dichosas, a las malditas deposiciones aquellas, recuerdo  que don Antonio Luis Ferré, el presidente, hijo del ex gobernador don Luis Ferré, en aquel momento de locura llegó a la redacción.

Era raro porque don Antonio Luis casi nunca iba por la redacción. Pero pasó, se acercó a mi escritorio, y con esa elegancia que siempre lo ha caracterizado y con la que lo distingo, me dice don Antonio Luis: “Sandra, he sabido lo que pasó. Esto es algo grave, un atentado a la libertad de prensa. Le sugiero con todo el respeto que verifique a ver si esto mismo le ha sucedido a otros medios de comunicación en el país”.

Yo le contesté y todavía hoy recuerdo las caras de algunos de mis compañeros que se sentaban en los escritorios cercanos, que me miraban con los ojos bien abiertos como queriéndome decir “Sandra, cállate” o “No hables más que te metes en líos”, pero yo siempre he sido y seré la misma. Digo lo que siento y lo que pienso, sin faltar el respeto, pero lo digo.

Entonces yo le respondí: “Don Antonio Luis, no me tiene que sugerir porque sepa que ya empecé a hacer llamadas antes que me dijera y sólo dos medios me han respondido: TeleOnce y Wapa Radio. Pero déjeme decirle algo Don Antonio Luis, este camino va a ser bien duro y solitario para El Nuevo Día”.

El me miró sorprendido y preguntó “¿Por qué?

Le respondí: “Porque El Nuevo Día nunca ha sido solidario con otros medios de comunicación que han pasado por esto mismo bajo otras administraciones. No fue solidario con El Reportero. No fue solidario con El Mundo. No fue solidario ni con Claridad que hasta una bomba le pusieron en su oficina. No espere mucho apoyo porque no lo va a haber. Aquí todo se va a mirar como un problema de libertad de prensa vs. libertad de empresa".

Y fue así. Al final todo el mundo lo vio y se convirtió en eso, la libertad de empresa prevaleció. Así concluyo yo la historia. ….

No sin antes decirles que muchos periodistas siguen batallando por encima de las agendas ciudadanas y por encima de los intereses de los dueños de los medios, al interior de estos medios noticiosos.

Es una lucha constante y cada día más difícil. Más solitaria. Menos solidaria.

Todo esto afecta al pueblo y afecta a la democracia.

La sociedad necesita el periodismo, pero lo necesita de una manera distinta.

El periodismo verdaderamente investigativo siempre es y siempre será relevante.

Necesitamos un periodismo que vigile a las instituciones y revele las verdades que éstas tratan de ocultar.

Pero estoy convencida de que los hallazgos no necesariamente los vamos recibir en los formatos actuales de los noticiarios de TV – ochentosos – las emisoras de analistas sin reporteros o los periódicos que publican a Maripily en portada. El contenido vendrá de maneras novedosas con más profundidad, en libros, en artículos y reportajes en profundidad, en foros como éste, y sí, en medios alternos que tienen más libertad de pensamiento.

Existe la prensa mala, pero también la prensa buena.

En el campo del medio están los periodistas que luchan dentro de los medios por sacar noticias importantes, incluso, por revelar esquemas y escándalos cuando la línea editorial del medio es la de proteger al gobierno de turno. Ayer precisamente hablaba con el editor de un medio que me decía “Yo estoy luchando, sacando lo que puedo hasta que me paren, pero esa es mi ética”.

Y sí, hay muchos periodistas éticos y buenos que luchan desde adentro contra el monstruo de la corrupción reporteril de las empresas mediáticas y de las agendas ocultas.

Reitero, el periodista debe ser veraz en su actividad profesional; la información debe respetar la integridad de quienes la protagonizan o de terceras personas, obteniéndose siempre con dignidad.

El periodismo verdadero es aquel que se basa en el respeto, en la justicia, en la honestidad y en la búsqueda incesante de la verdad. Al menos, así siempre lo ví en mi años en la calle como reportera y así también lo veo ahora en otras facetas a las que la vida me han llevado, casi a empujones… pero eso no viene al caso. 

El periodista debe servir a los intereses de sus lectores.

Para que sea veraz, el periodismo debe ser independiente de todos los poderes. Sólo así  podrá verdaderamente ejercer lo que es el Cuarto Poder.


Por Sandra D. Rodríguez Cotto
1ro de mayo de 2014
Guaynabo, Puerto Rico.

"Selfie" 



Confianza y credibilidad

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Ya nadie cree en nada. Vivimos una época de un escepticismo generalizado en el que las personas desconfían de todas las instituciones debido a la proliferación de engaños. Es como si ya no creyeran ni en la luz eléctrica.

No le creen a los políticos y mucho menos a los gobiernos. No le creen a las corporaciones ni a las figuras públicas. No le creen ni a los atletas famosos porque ya el mundo está acostumbrado a recibir noticias negativas de faltas de respeto, mentiras y corrupción. La confianza es algo difícil de conseguir, pero fácil de perder. De la misma manera, la credibilidad se construye a partir de la honestidad.

En otras palabras, si se miente o se oculta información, se pierde credibilidad y el público desconfía. Pero por el contrario, si se habla con honestidad aún en momentos difíciles, se gana credibilidad.

Todo esto tiene un efecto en la comunicación, especialmente de las figuras de autoridad y aplica a las instituciones.

La implicación más grande de estas tendencias es en el campo de las comunicaciones – ya que el modelo tradicional de flujo de información – de arriba hacia abajo – se debe combinar con modelos de comunicación horizontales, de par a par.

En ese sentido, es imprescindible que los negocios, empresas e instituciones alineen sus objetivos, estrategias y  ganancias con el beneficio e interés social que éstas puedan aportar al público. Para esto, las empresas tienen que comunicar sus mensajes de manera clara, precisa, por diferentes voces y por diferentes vehículos.

El público (los consumidores, clientes, empleados) exigen autoridad y responsabilidad de las instituciones y empresas y de su liderato. Para esto, es vital desarrollar programas de comunicación adecuados en el que los líderes de empresas, figuras públicas o funcionarios, comuniquen con transparencia y logren ganar o mantener su credibilidad.



Midiendo el deterioro

A principios de este año la firma global de relaciones públicas Edelman publicó su Barómetro de la Confianza 2014. Este estudio mide la confianza que tienen las personas en las instituciones más importantes como los gobiernos, las empresas, los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales (ONGs). (http://www.edelman.com/insights/intellectual-property/2014-edelman-trust-barometer/)

El Barómetro es una encuesta de 33,000 personas en 27 países del mundo. Los encuestados fueron clasificados como público general (27,000) y público informado (6,000).

El 86% de encuestados para este último estudio entiende que los presidentes de empresas deben comunicarse en maneras claras y transparentes. Además, un 85% entendió que en momentos de crisis, éstos deben hablar de frente. Señalaron como confiable – en un 84%- que los presidentes de empresas se comuniquen regularmente con los empleados para discutir el estado de la empresa, y que digan la verdad, sin importar cuán compleja sea (83%).

En la presentación del Barómetro, el presidente y CEO mundial de Edelman, Richard Edelman, afirmó que: “El Barómetro de la Confianza de Edelman 2014 muenhtras la mayor brecha de confianza entre la empresa y el gobierno desde que comenzamos este estudio en 2001. Esto puede atribuirse a la continua destrucción de la confianza en el gobierno que se inició en 2011 y un aumento sostenido en la confianza en las empresas desde su punto más bajo en 2008. En casi la mitad de las 27 naciones que examinamos, entre ellos España (20 puntos), Estados Unidos (21 puntos), India (26 puntos) y Brasil (36 puntos), hay una brecha de más de 20 puntos. En algunos países, la brecha es de hasta 40 puntos. Esto es una evolución profunda en el panorama de la confianza desde 2009 donde la empresas tuvo que asociarse con el gobierno para recuperar la confianza, hasta hoy, cuando las empresas deben encabezar el debate para el cambio.”


En lo que a los medios de comunicación se refiere, en casi el 80% de los países encuestados, las personas confiaron menos en ellos que en 2013. 

Los jueces, el miedo y las cámaras

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“Cuando los jueces tienen miedo, ningún ciudadano puede dormir tranquilo”,    Eduardo Corture.
 

A los jueces, como a cualquier persona, les entra el frío olímpico cuando tienen una cámara de frente.

Es una cuestión normal. Le pasa a muchas personas porque aún a los portavoces más eficaces y de mayor experiencia, a veces les molesta, les incomoda o se sienten intimidados cuando tienen una cámara de frente que les capta hasta el más mínimo de sus gestos. Si hizo alguna mueca. Si se rió, si mostró coraje o si enseñó alguna emoción que pueda señalar que no son imparciales.

La cosa se complica porque en el mundo de imágenes en el que vivimos, si tienen un peinado pasado de moda, tienen brillo en la cara o están mal maquillados, si se sentaron mal, tienen la ropa estrujada o si con el lenguaje corporal no convencen, el público que los ve por televisión o Internet, puede llegar a conclusiones equivocadas del proceso. El “body language” es crucial.

Y no sólo le pasa a ellos, sino a los abogados, fiscales, alguaciles, secretarios, acusados y cualquier otro funcionario de una sala de un tribunal que se enfrente a un proceso que sea grabado en vídeo o transmitido en vivo a través de las nuevas tecnologías.

Tal es el impacto de la proyección que en uno de los casos más sonados en la historia, el de O.J. Simpson, hasta la fiscal Marcia Clark cedió a las presión y se quitó los rizos para estirarse el pelo pero así lucir mejor ante los millones de personas que la veían por televisión.

Acá en Puerto Rico, la transmisión de la sentencia de Pablo Cassellas el pasado seis de febrero, tuvo un rating de televisión de 26.9 y un share de 43.2. Eso significa que casi la mitad de los televisores del país estaban viendo la transmisión. Esto, sin contar los miles que lo vieron por Internet. Todos los presentes en sala, ya son figuras conocidas.

Pero el asunto medular en el tema de las cámaras y los tribunales, es que por tener las cámaras el ambiente de dignidad, solemnidad y respeto que debe prevalecer en sala, se pierda.

Ese precisamente fue el eje de la discusión en el segundo conversatorio sobre el quehacer de los tribunales en la era de la revolución digital, un excelente foro organizado por la Oficina de la Administración de los Tribunales, la Academia Judicial Puertorriqueña y en el que también participaron miembros de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico y el Overseas Press Club.

Desde el 1ro de julio de 2013 se permite, de manera limitada, el acceso de las cámaras a las salas. Esto es el resultado de décadas de luchas de los periodistas – aunque  no de los medios de comunicación - pero ya cuenta con el respaldo de muchos sectores en la Judicatura. Opera bajo un programa experimental  en las salas de recursos extraordinarios y se rige por un estricto reglamento.

El problema es que aún persiste una gran resistencia de muchos jueces de Primera Instancia que sienten que este proceso se ha impuesto a la trágala, y temen que las cámaras abonen a un ambiente circense.

“Yo no estudié comunicaciones ni me preparé para estar en las cámaras. Soy juez”, dijo una de las juezas presentes en el foro.

Otros jueces, según discutieron allí, temen que el público los critique sin tener el conocimiento completo de lo que ocurre en sala, desconociendo la ley y se emitan opiniones infundadas de los juicios.

 “Los jueces somos tan sometidos al escrutinio público como cualquier otro funcionario”, dijo, por su parte, el Juez del Tribunal Supremo, Erick Kholtoff.

Y otros jueces no comprenden la necesidad de la prensa de poder transmitir los hechos en sala. Esto, para los periodistas, es un logro porque además de servir para presentar un caso sin filtro, permite al país educarse, aprender y entender los procesos judiciales. Sirve además de ventana para que los jueces y el sistema demuestren sus galones, pericia y justicia.

En mi experiencia como relacionista y como ex reportera, estas reacciones demuestran la necesidad de que los jueces y demás personal comiencen a adiestrarse en cómo manejarse adecuadamente ante los medios. Dominar las destrezas básicas de proyección y comunicación pública, pulirse y sobre todo, desarrollar un sentido de lo que los medios quieren y necesitan,  porque es la naturaleza del medio noticioso. Para esto, tienen que conocer cómo operan los medios y cuáles son las necesidades de los periodistas.

“Ya no hay vuelta atrás” dijo el juez Ángel Pagan Ocasio, de la sala 904 de Recursos Extraordinarios.

Publicado en El Vocero el 5-6-14 -http://elvocero.com/los-jueces-el-miedo-y-las-camaras/  

Maltrato infantil en colegios privados

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“Te vas del salón y no puedes coger tu examen final porque tu papá no ha pagado el colegio. Para que no sea irresponsable, te vas a la oficina”, le dijo la maestra a Naomy, al frente de todos sus compañeros de salón en el octavo grado en ese famoso colegio de Guaynabo City, y ella, lloraba desconsolada.

Cabizbaja, y sin parar de llorar, esa niña que pertenece al cuadro de honor, es miembro de tres clubes de ayuda a  la comunidad y es estudiante líder del octavo grado, se sentó al final en la larga fila de al menos 40 otros estudiantes de distintos grados que fueron expulsados de sus salones por la misma razón. Una vez llegó a la oficina, la secretaria de la escuela le dice: “Eso te pasa por culpa de tus padres”, con voz cargada de odio y a la niña le dio una crisis nerviosa.

La historia de Naomy es real, aunque cambié su nombre para no estigmatizarla a ni seguir humillándola. Su papá quedó desempleado y se le dificulta pagar, pero la administración escolar tomó esa medida para obligarlo. En la última semana he sabido de al menos diez casos parecidos al de Naomy en distintas academias y colegios privados de la zona metropolitana. Estos son colegios católicos, evangélicos y laicos, sin distinción de credos, pero con el elemento común de ser escuelas privadas.

Es que el maltrato infantil abunda en los colegios privados de Puerto Rico sin que a nadie le importe. Sucede más en esta época, justo cuando está por acabar el semestre y empiezan los exámenes finales.

¿Por qué avergonzar públicamente a los niños si ellos no tienen culpa de que sus padres no paguen la escuela? ¿Dónde quedan los derechos, la protección a su integridad y la dignidad de esos menores? Muchas veces los otros niños comienzan a burlarse de aquellos que sacan del salón y se convierten en víctima de “bullying”. O sea, que el maltrato tiene ramificaciones insospechadas.

Entonces, ¿Por qué las escuelas privadas no usan otros métodos para cobrar el dinero que les deben en vez de humillar a los niños? ¿Por qué el padre manda a los hijos a la escuela sabiendo que debe? ¿Por qué el gobierno no le hace caso al maltrato hacia estos niños? ¿Será porque están en colegios?

“Esto es maltrato institucional entre las dos partes. Por un lado, el padre que no paga e incumple con su compromiso, pero por el otro, la escuela que señala a este estudiante delante de sus pares, lo expone y lo priva de tomar sus exámenes”, sostuvo Lynette Moreno, portavoz del Departamento de la Familia.

Irónicamente, Moreno precisó que Familia no investiga este tipo de casos por tratarse de negocios privados. Lo mismo sucede en el Departamento de Educación, porque sólo atienden las escuelas públicas, según la portavoz Cossette Donalds.

“Esto es un servicio que se brinda como cualquier otro. Por ejemplo, si no pagas por el agua, te la cortan. Es lo mismo. Las escuelas privadas necesitan los ingresos provenientes de los pagos de los padres para pagar sus obligaciones – nómina, agua, luz, y demás – y en la medida en que no reciban los pagos, no pueden dar el servicio. Pero cada escuela establece su reglamento y me consta que lo hacen buscando proteger la integridad de los estudiantes en un marco de respeto”, dijo Madeline Carrión, presidenta de la Asociación de Escuelas Privadas de Puerto Rico, cuando le pregunté del tema.

La escuela tiene otras opciones en vez de humillar al menor: no entregar las notas, no dar documentos o no promover de grado, enviar cartas a los padres, contratar cobradores, incluso, hasta demandar por cobro en los tribunales. Pero no, optan por lo más fácil que es atacar al que no tiene culpa. ¿Por qué usan a los niños? ¿Por qué los avergüenzan?  ¿Así se educa?

Los padres tienen que entender que firmaron un contrato con la escuela, y al no pagar, exponen al menor a un maltrato. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué envían a sus hijos a la escuela sabiendo que deben dinero? Los padres tienen que reconocer que son responsables por el bienestar y por la protección de sus hijos.

La sociedad en general debe reconocer que la crisis económica  impide a muchas familias pagar colegios. Éstos deben aceptarlo y dejar el ego de lado, porque así no se educa a los hijos. También deben reconocer que las escuelas privadas tienen tantos o más problemas que las públicas. Y por otro lado, los legisladores deberían ponerse a investigar e impedir este tipo de vejación a cientos, quizás a miles de menores.


Los niños no son un mueble que lo quitan si no lo pagaste. Aunque estén en colegios que son negocios privados, son igual de niños que los que están matriculados en escuelas públicas. El maltrato es igual, y no se puede permitir que las víctimas sigan siendo los menores.

Publicado en El Vocero - 5-13-14 http://elvocero.com/maltrato-infantil-en-colegios-privados/

El Cartel de la Prensa

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Un cartel, según la Real Academia Española, “es  un convenio entre varias empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios en determinado campo industrial”.

Si los medios de un país acuerdan contenido idéntico, fecha y hora de un programa de televisión ¿se podría considerar eso una actividad típica de cartel? Esa fue la pregunta que más de una persona se hizo en las redes sociales esta segunda semana de mayo de 2014 cuando en Puerto Rico se dio un junte histórico y sin precedentes con el especial televisivo “¿Por qué pagamos tanto? Nuestra crisis energética”.

El programa, que se transmitió el lunes a las 9:00 de la noche simultáneamente y sin interrupciones comerciales por Telemundo, Univisión y Wapa TV representó la primera vez que los tres canales unieron talentos y periodistas en un proyecto reporteril para desenmascarar el por qué la electricidad es tan cara en el país y de paso, intentar descubrir el llamado cartel del petróleo. El resultado, aunque loable, demostró que también existen otros carteles que controlan los mercados.

En este caso, los canales y algunos periódicos se unieron para establecer cuál sería la agenda de discusión pública en la semana. ¿Lo fue? ¿Perduró el tema o se olvidó a los dos días del programa? ¿Se quedó hablando el país del costo de la electricidad o están más atentos a las compañías que no pagaron la patente nacional o a la cancelación de la boda de Maripily? Estas son preguntas que sólo el tiempo y una encuesta científica de medición de opinión pública pueden determinar.

Lo que no se puede rebatir fue que el programa fue visto por muchos. El especial logró un rating o puntación de audiencia de 43.4 y un promedio de “share” un 66.6% entre los tres canales. O sea, que casi tres cuartas partes de los hogares con televisores en todo Puerto Rico estaban sintonizando el especial.

El mayor acierto del histórico programa, sin lugar a dudas, fue la cohesión de los reporteros de los tres canales. Las historias fueron extensas, bien trabajadas, y aunque en algunos casos prevaleció la editorialización, en términos generales fue informativo, novedoso y entretenido, cumpliendo así con algunas de las principales funciones de lo que es noticia.

El libreto, que según se confirmó con uno de los productores, fue redactado por productores de los tres canales y estuvo bien logrado.  La edición fue insuperable y el contenido visual hizo que el televidente no pudiera desconectarse del televisor.


Representantes de los canales
Telemundo, Univisión y Wapa TV.
(Foto de Metro)
Fue maravilloso ver el junte de reporteros de las tres televisoras trabajando un mismo tema. Los presentadores fueron los reporteros Cyd Marie Fleming, mujer ancla de Las Noticias; Ivonne Solla, mujer ancla de Telenoticias, y Rafael Lenín López, hombre ancla de Noticentro. Los reportajes fueron de los periodistas y colaboradores de los tres canales, entre ellos Celimar Adames, Maribel Meléndez Fontán, Margarita Aponte, Alberto Rullán, Jay Fonseca, Zugey Lamela, Julio Rivera Saniel, Walter Soto León y Felipe Gómez. Sin dudas que tener a todo el personal de canales competitivos a la vez fue una asertiva decisión que coincide con la celebración del 60 aniversario de la televisión en Puerto Rico.


Los reporteros presentaron historias no sólo de burocracia en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), sino de las condiciones de las centrales, de la energía del gas natural y el petróleo, el vínculo de la corporación pública con los partidos políticos y hasta de la incomprensible fórmula mediante la cual cobran la luz en el ajuste por combustible.

Hasta ahí, todo bien. El problema vino después. Vino en el contenido como tal de la información. Se vio en las omisiones de temas, en el hecho de que invisibilizar o silenciaron sectores (como por ejemplo los miembros de la junta que representan a los consumidores  y otros miembros), el desbalance entre las fuentes de información, y la insistente crítica hacia los empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica al grado de que algunos sectores – incluyendo sindicatos y empleados -  la catalogaron como un esfuerzo de “demonización” de los trabajadores.

Quizás por eso fue la ola incesante de anuncios a página completa pagados por la AEE en los diarios, la serie de tuits y mensajes institucionales de esa corporación en Facebook, y el hecho de que la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier) presentó un mini documental sobre la energía para contrarrestar el documental de las televisoras.

Aún con esas omisiones y críticas, el especial de las televisoras trajo un acierto importante que fue descubrir la cena-fiesta de jubilación que se organizó para William Clark, quien fungiera por más de 20 años como director de la División de Combustible de la AEE, y en la que participaron varios empresarios de compañías petroleras. Esto provocó anuncios de investigaciones por implicaciones éticas y posiblemente ilegales.  Sin embargo, no abundaron más en esto. ¿Estaban allí los miembros del cartel del petróleo ese que nos controla los precios de la luz? ¿Por qué si había tres canales con tres equipos trabajando en el tema no se descubrió quiénes forman el susodicho cartel? ¿Se produjeron los nombres de los miembros del cartel? ¿Fue eso casualidad u omisión?

En términos del contenido, el programa prácticamente no trajo casi nada nuevo – aparte de la actividad de Clark – porque todo lo que salió en los reportajes había sido cubierto antes en prensa escrita y televisión durante años. El acierto fue que estaba todo resumido en un mismo programa y, como expresó uno de los productores “la masa necesita un resumen”.

El especial resumió en palabras simples una problemática complicada. Fue periodismo a fondo, con algunos aspectos investigativos, y en esencia fue bueno. Sin embargo, persisten las dudas sobre quién lo financió, quién estuvo detrás de esta unión de canales competidores, quién o quiénes dictaron esa agenda, y por qué lo hicieron.

Llama poderosamente la atención que al día siguiente tres de los principales diarios del país trajeran también el tema de la AEE en sus historias de portada, lo que demuestra que hubo un acuerdo o una apariencia de acuerdo en el mercado mediático al determinar la agenda noticiosa.

Otra duda de este proyecto es el hecho de que aún antes de salir al aire el programa, y después de la emisión, haya una actitud a la defensiva de algunos de los reporteros y medios. ¿Por qué?

El presidente de Telemundo, José Cancela; la vicepresidenta y gerente de Estación de Univisión, Malule González, y el director de Noticias de Wapa, Enrique Cruz, en representación del presidente del canal, Joe Ramos, indicaron al diario Metro que el junte surgió debido al alto costo energético, que ha llegado al punto de que las personas tienen que decidir entre comprar comida y medicamentos o pagar la luz, y no por presiones externas de industriales y productores de energía renovable, como se ha especulado.

“Este es un esfuerzo que nace de una iniciativa de Joe Ramos. Aquí nadie está financiando nada. Desde el inicio se acordó que iría sin interrupción comercial... No hay ningún ingreso externo. Todo fue financiado con los fondos de los canales”, aseguró Cancela en una conferencia de prensa previa al especial.

Cruz, por su parte, manifestó que los canales “dieron el ejemplo a los políticos” de que aun siendo competidores se pueden unir en un fin común de dar más información a la ciudadanía en el debate del costo energético.

“Lejos de cuestionar el junte mediático, cuestionemos el junte que sí debe preocuparnos y que cuesta a todos”, planteó el amigo Rafael Lenín López en una columna.


Difiero. Yo entiendo que hay que cuestionarlo todo. Sólo el tiempo dirá si el junte fue casualidad o causalidad. Sólo dirá si en efecto, existen otros carteles más allá del petróleo.

(Para ver el especial en su totalidad: http://puertorico.univision.com/shows-de-tv/video/2014-05-13/por-que-pagamos-tanto-totalidad)

Maripily, el personaje

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“No todo tipo de hombre puede con un mujerón como yo”, sentenció, con esa frase lapidaria, el ícono de la belleza tropical, creada, fabricada y sostenida por los medios de comunicación: Maripily.

Es totalmente cierto. El hombre puertorriqueño y muchos latinos no pueden con mujeronescomo ella. Madre soltera, empresaria, modelo, artista, presentadora, reina de las portadas de revista, dueña por completo de su sexualidad que demuestra sin pudor, motor que da el empujoncito final para lograr la meta de ventas de periódicos y revistas con tan sólo pestañar, es ella el objeto deseado por hombres y mujeres por igual. Es el objeto envidiado por muchas y símbolo de la aspiración de toda una generación del lumpenato local, ese que trasciende escalas sociales pero que a todos les une el mismo deseo, ese sueño de llegar a ser un “Puerto Rico Idol”, una estrella, la próxima Kim Kardashian puertorriqueña.

Ella es ella y sus circunstancias. Con Maripily se rebasa cualquier límite del imaginario de esos que claman “yo soy boricua pa’que tú lo sepas”. Con una pinta de bruta que ella misma alimenta, le dá mano y muñeca a sus críticos más acérrimos porque, a lo Marilyn Monroe, es inteligente y lo suficientemente sagaz como para hacerse la pendeja. Pero María del Pilar Rivera no lo es. Es todo lo contrario.
Maripily demuestra cómo la sociedad puertorriqueña no distingue entre personas y personajes.  Para Puerto Rico es un país que vive del “branding”, de las marcas. Nos educamos por los símbolos que fueron nuestras primeras marcas: Sello Rojo para el arroz, Klim para la leche, Cortés para el chocolate. Así nos educaron, así crecimos y así nos mantienen en el sistema colonial que en gran medida, sostienen los medios de comunicación, cuando nos alejan de pensar en cosas cruciales.

Por eso casi no identificamos a las personas pero sí a los personajes, porque somos un país consumista. Los medios de comunicación contribuyen a esa formación social porque promueven el culto a los “personalities” en vez de a las personas: Don Cholito vs. José Miguel Agrelot, La Comay vs. Kobbo Santarrosa, El Gangster vs. Antonio Sánchez, el Guitarreño vs. Alfonso Alemán. Los medios, en su necesidad de crear consumidores, necesitan vender, y por eso venden y crean personajes usando personas.

En ese sentido, ver a una Maripily que se convierte en el objeto del deseo de los medios, ese personaje que todos quieren cubrir, demuestra que representa para el público los que fue Machuchal en los años 40 y 50 ó lo que fue Iris Chacón en los 70 y 80. En la época moderna, con el pasar del tiempo, y el cambio de valores y de estética, las características de Maripily van con eso. Y los medios la ven como tal representación o la construyen como tal símbolo.

Pero dejar un análisis de Maripily como personaje se queda corto. Ella también representa la sexualidad encarnada. Se ve como símbolo sexual, objeto del deseo, pero ella como una especie de feminista, se libera, controla su imagen y desafía la asignación que le quieren dar imponer. Se emancipa dándole a los medios lo que a ella le dá la gana, lo que ella quiere, aunque sea manteniendo los prejuicios. Ella dicta lo que quiere que hablen de ella. Que si la dejó el novio, que si recuerda al novio muerto mirando a una bombilla, que si el pelotero era el mejor padre para su hijo, que si canceló la boda. Como una Doña Bárbara moderna, el personaje Maripily va devorando hombres a su paso, y produciendo contenido para los medios.

Todo es un chisme que ella misma crea, alimenta y produce para los medios que lo reproducen para sus respectivos negocios de vender personajes al público consumidor. Entonces, ¿Quién domina a quién? ¿El medio a Maripily o Maripily a los medios?

“Nadie puede decir que vivo de un hombre porque mi casa la compre cash y me lo traje a vivir conmigo. ¿Que pagaba él? La compra”, dijo Maripily al contar por qué canceló la boda con un empresario radial, demostrando que ella es la que controla. Ella produce el dinero y ella manda. En ese sentido, demuestra que sí, ella es demasiada mujer para el típico macho latino que no aguanta una mujer poderosa. Como pasa con muchas madres jefas de familia, el macho no puede con ellas y no aguanta el tener que reconocer su incapacidad, su subordinación económica y de intelecto ante mujeres poderosas.

En un Puerto Rico desmoralizado, enajenado y enfermo socialmente, Maripily nos dá en la cara diciéndonos que nuestra sociedad es hipócrita y no acepta mujeres liberadas. Somos una colonia en todo el sentido de la palabra y no sabemos distinguir entre personas y personajes.


Publicado en El Vocero - 5-20-14 - http://elvocero.com/maripily-el-personaje/

Alicea fracasó al tratar de manejar a la prensa

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Sin lugar a dudas, el Director Ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica, Juan Alicea, está equivocado. De hecho, fracasó. Alicea, como muchos políticos y funcionarios, erró al pensar que puede “manejar” a la prensa, pero ha fracasado vergonzosamente en el intento. Y como fracasó, hizo como suelen hacer los políticos: atacó a los mensajeros y no al mensaje.

En un estricto análisis de proyección pública, es evidente que Alicea no ha controlado el mensaje que quiere llevarle al país, carece de una estrategia definida de comunicación, no sabe cómo comunicarse adecuadamente ante los medios noticiosos, y desconoce la función y el rol social de la prensa. Como consecuencia, no tiene credibilidad y ha dejado el espacio para que otros lo ataquen porque no ha sabido responder eficazmente. Diría que le hace falta un “media training”, aunque ciertamente, necesita  mucho más que eso.

Su error se evidenció en días recientes cuando ya se le hacía cada vez más difícil defender su inacción, sus vínculos políticos y su franca incapacidad administrativa. Fue entonces cuando hizo como los políticos y empezó a criticar al que le puso el dedo en la llaga. En este caso, los blancos para sus ataques han sido, en mi opinión, dos de las pocas personas en los medios de comunicación que han estado haciendo un trabajo serio de fiscalización a la AEE.


Alicea arremetió contra la reportera de este diario, Yennifer Álvarez Jaimes, quien es la única que ha estado en ruta para desenmascarar claramente quiénes son los miembros del llamado “cartel del petróleo” y ha descubierto por medio de sus fuentes, una serie de datos sobre los malos manejos en la Autoridad.  Y mucho de lo que Yennifer ha reportado aquí en El Vocero, luego ha sido analizado con profundidad por el comentarista Jay Fonseca en algunos de sus espacios en diversos medios de comunicación.

Recientemente los tres principales canales de televisión y algunos de los medios impresos se unieron en un programa televisivo titulado “¿Por qué pagamos tanto?”,  que luego fue seguido por primeras planas en algunos rotativos del país. Estoy en récord señalando que ese esfuerzo, si bien fue serio y en profundidad, no fue periodismo investigativo ya que lo único que hicieron fue recopilar información que ha venido dándose a la luz pública por años, como algunas excepciones como la controversial cena que hicieron en honor del que compraba combustible, William Clark.  A ese esfuerzo concertado de los medios, Alicea y la AEE respondieron con anuncios de página entera, una serie de mensajes sobre la eficiencia de la Autoridad que difundían en Twitter pero que lo que daban era risa, y con algunas respuestas que ofreció a la prensa posteriormente.

Alicea no censuró ni atacó a los periodistas que participaron en ese esfuerzo a nivel personal. Sin embargo, usó su página privada de Facebook para despotricar contra la periodista del Vocero y contra el comentarista Fonseca luego de que admitió que recibió agentes del NIE y de fiscalía que hicieron un allanamiento en la oficina de compra de combustible. También acusó a la reportera de estar “cooperando” con las autoridades y calificó a Clark de ser competente.

Si no contesta las preguntas de la prensa, el usar su página en las redes sociales demuestra un total desconocimiento del medio. ¿Por qué no respondió o dio su versión en rueda de prensa o en mensaje en vivo ante el país? Por el contrario, ha lucido como que intenta ocultar información y el público detesta la mentira. La verdad, aunque duela, es mejor que la mentira, y en el campo de la opinión pública, muchas veces la percepción es la realidad. Si el pueblo no te cree, tienes problemas porque la opinión pública es más severa que el mismo tribunal.

Cuando figuras públicas se enfrentan a una crisis, como es el caso de Alicea que tiene tantos problemas en torno a la AEE, hay que actuar con premura pero de manera táctica y preparada, de modo que se pueda mantener el flujo de información y se proteja la reputación tanto individual como institucional. Pero Alicea ha hecho todo lo opuesto:

1.      Sabía que debía anticipar fiscalización de la prensa, y luce como que no estaba preparado
2.      Demuestra que no tiene un equipo asesor de manejo de crisis o si lo tiene, ignora sus recomendaciones
3.      Demuestra dificultades como portavoz ya que no luce creíble
4.      No asume su responsabilidad en parte del caos y el descontento público hacia la agencia
5.      No comunica de manera efectiva.

Podrá criticarse a la prensa y a los periodistas por su sed insaciable de buscar ángulos escandalosos o noticias negativas, pero es indudable que la prensa cumple un rol importante en la democracia porque se asegura que los gobiernos y las empresas no puedan continuar con sus abusos o prácticas injustas hacia la mayoría. De hecho, los padres de la Constitución de los Estados Unidos, aunque quizás no tenían una razón particular para amar los periodistas, sí consideraron que su misión era de tal importancia que le dieron una protección constitucional a la libertad de prensa.

Y la libertad de prensa, aunque muchas veces es libertad de empresa, en muchas otras, lo que representa es la libertad del pueblo a estar bien informado. En este caso de la AEE, aunque hayan intereses comerciales empujando una privatización de la autoridad, no es menos cierto que el pueblo merece respuestas a las interrogantes y el director ejecutivo debe recordarlo. El salario de Alicea – como el de todos los empleados de la AEE  y del gobierno – se paga con las contribuciones del pueblo, así que debe contestar las preguntas serias de los interlocutores de ese pueblo. Ya es hora de que deje de dispararle al mensajero, y reaccione al mensaje… y de paso, al país.


Esta columna fue publicada en El Vocero el martes 13 de mayo de 2014.

Gobernador straight

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El primer gobernador “straight”.  Me imagino esa frase como titular de primera plana en los periódicos y el escándalo que traería. Straight, o sea, heterosexual. ¿Cuál es la noticia? ¿No se supone que todos los gobernadores sean pulcros, hombres de familia, maridos fieles que no miran pal’ lado, ni tienen pensamientos lujuriosos ni piensan en sexo? Que sean blancos, machos y lindos. Esa es la imagen que por décadas la propaganda y la publicidad han ido fabricando en los políticos de todo el mundo, y Puerto Rico no es la excepción. Y los medios noticiosos son parte de ese juego que fabrica imágenes y crea polémicas en todo aquel que no caiga en ese molde.

Por eso no es de sorprender que la semana pasada en la mayoría de los periódicos, las primeras noticias en los telediarios y en las emisoras de radio el tema más controversial fuera el titular del nombramiento de la primera jueza “gay” al Tribunal Supremo. Mejor dicho, lesbiana.

La nominación de Maite Oronoz como la primera que admite ser “gay” en el Tribunal Supremo fue la comidilla del día. ¿Gay? ¿Cómo es posible?, decían algunos. “Este país se tiene que joder”, decían otros. “Metió la pata en el tribunal”, decían lo más groseros con el típico doble sentido boricua. Pero para muchos, fue un triunfo. “Un logro”, decían muchos. “!Por fin!” y “Ya era hora”, decían.


En el análisis ante la opinión pública de la nominación de Oronoz no entró en discusión si tiene la capacidad o la preparación académica y profesional, o si vino en parte por esa manía boricua de que los hijos de algún político o miembro de la élite partidista tienen más derecho que los demás, por eso abundan las monarquías con hijos que buscan alcaldías de su padre como Lornna Soto en Canóvanas, la gobernación como Ricky Rosselló o en este caso, una dinastía judicial, siendo la nominada hija de la exjueza del Tribunal de Apelaciones y miembro del Comité de Transición de Alejandro García Padilla, María Dolores “Maggy” Rodríguez de Oronoz.


No. En el caso de Maite Oronoz lo único que importa entre comentaristas radiales, periodistas y analistas es con quién tiene sexo y a quien ama.


Por eso fue que tanto sonó en la cobertura cuando ella agradeció a su pareja Gina Méndez Miró, por su apoyo incondicional. "A mi pareja Gina, gracias... Sin ti yo no estaría aquí", indicó en una frase que para muchos fue vista como imprudente, porque no había necesidad de restregar su lesbianismo en la cara del pueblo que lo ve como una agenda para desviar la atención de otros temas como el paro de empleados públicos. Otros ya dicen que apunta a conflicto porque su pareja trabaja con Bhatia en el Senado. Pero para otros, es un paso trascendental, porque esa nominación hace historia y se da en momentos en que ese Tribunal Supremo tendrá que decidir controversias como el matrimonio entre personas del mismo género, las adopciones por parejas gay y otros derechos.


¿Cuál es el problema en que una figura pública agradezca a su pareja? Casi todos lo hacen. El gobernador agradece y a cada rato menciona a la Primera Dama. Pero, por otro lado, ¿no fue esa frase otra manifestación de la imposición de la llamada agenda gay en Puerto Rico?


Fue hábil, diría que casi perverso, el Gobernador García Padilla con este nombramiento en momentos en que tiene a medio país en contra y a punto de un paro nacional. Es un típico ejemplo de lo que en relaciones públicas se llama estrategia de tirar una bola de humo.

Pero en la vorágine del tema gay se quedan cosas en el aire. Son muchas las preguntas que Oronoz tiene que contestar. La primera: ¿por qué recomendó lo del “cateo patrio” en San Juan? ¿De verdad será una defensora de la comunidad LGBTT en ese foro cuando no se conocía como activista? ¿Cargará la bandera de equidad sólo a favor de los gays como si no existieran otras minorías, incluso más numerosas, como últimamente pasa aquí?


Lo que es indiscutible es que hasta ahora, ha habido un discrimen público hacia la nominada. Evidentemente por ser lesbiana, pero también por ser joven, de la aristocracia jurídica – lo cual representa discrimen a la inversa - e indudablemente por ser mujer. Con los últimos nominados al Supremo esos aspectos casi no surgían, con excepción del juez Estrella. La polémica era más bien por ser estadistas.


Por eso es importante hacer un análisis crítico de los mensajes que los medios difunden. Como consumidores que somos de la radio, la televisión, la prensa y la Internet, tenemos todos que leer los entrelíneas, mirar los discrímenes, los prejuicios y también las bolas de humo en estrategias políticas.


Si viviéramos en un mundo de equidad, quizás leeríamos titulares como: Gobernador straight. Alcalde viejo y calvo. Legislador gordo. Juez negro. Legislador jugador compulsivo. Jefe de agencia flaco y amanerado. Representante “jincho” y alto. Superintendente bajito. Como vivimos en un mundo injusto, perpetuamos las etiquetas que nos separan como sociedad. 

Esta columna salió publicada en El Vocero http://elvocero.com/gobernador-straight/#.U5bs2ZtwnZs.twitter

Uniones: cójanlo con calma con la prensa

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Uniones, cójanlo con calma con los periodistas. Piensen antes de atacar a los periodistas y fotoperiodistas porque están luciendo cada vez peor, y en vez de ganar respaldo en el público, lo que provocan es más antipatía y que la gente pida la privatización. No sean brutos. Sean astutos.

Eso de estar llamando a la guerra, de amenazar por las redes sociales a reporteros o a medios noticiosos, de darle palos, puños a los periodistas o de insultarlos, está de más. Es innecesario. Si critican a la policía cuando agrede manifestantes, ¿por qué ustedes tienen que hacer lo mismo con los miembros de la prensa? Es estúpido hacerlo porque los periodistas en su inmensa mayoría son trabajadores como ustedes y muchos son también unionados.

Hace unos días y ante la aprobación de las medidas que paralizan los aumentos salariales y beneficios ya negociados con los sindicatos, han aumentado las agresiones. Fotoperiodistas de Univisión, Wapa-TV y GFR Media fueron agredidos, las amenazas de unionados a los periodistas de El Vocero y a la empresa han sido consistentes incluso en las redes sociales y en eventos públicos. Se le atribuye al liderato sindical haber amenazado al gobierno de que “no tendrá paz”, si esto sigue. Y mientras tanto, las protestas, el detener el tránsito en el túnel Minillas, el impedir acceso del público a servicios e instalaciones del gobierno y otras acciones son la orden del día que tienen a la población harta.


Una cosa está clara y es que la opinión pública está en contra de las uniones. ¿Por qué? Porque las uniones no han sabido comunicar sus mensajes adecuadamente.¿Por qué la gente detesta las uniones? ¿Qué es lo que pasa que el público está harto de tanto piquete y amenaza de paros por los sindicatos? Obvio, las uniones están usando estrategias de los años 50, 60 y 70 pero estamos casi en la segunda década del siglo 21. La gente se cansa de lo mismo y las uniones no están comunicando bien. Por el contrario, amenazan y agreden a los que son sus aliados, que son los periodistas. No distinguen entre lo que son los periodistas y las líneas editoriales de los dueños de los medios, o entre los reporteros o los personajes que salen en los medios y crean opinión – sean artistas, comentaristas, analistas y “analistos”, abogados – pero ninguno de esos es un verdadero periodista.

El problema con esas acciones es que si en efecto ocurren sabotajes y daños en instalaciones públicas como en el pasado, la gente sabrá a quién culpar. Pero nos llamemos a engaño, la derecha política siempre actúa así para culpar a la izquierda y en este momento, las uniones han caído víctimas de ese juego en un nivel de desesperación. ¿Qué deben hacer las uniones para llevar su mensaje y detener la oposición en la opinión pública? En vez de agredir periodistas, aquí van unas recomendaciones:

1)Diseñen un plan de comunicación y crisis. Tiene a muchos sectores en contra, pues identifiquen qué tácticas tienen que hacer para comunicar su posición y convencer con argumentos válidos. Desarrollen una estrategia: Coherente, clara y concisa. Sin palabras ni frases de los 70.

2)Aliados. Vean a la prensa como una aliada, no como su enemigo. Cero agresiones.

3)Diferencien prensa vs empresa. Hay que diferenciar entre los periodistas y los analistas/comentaristas o como les digo “analistos y opinantes”. Estos son los que opinan de todo sin análisis y sin establecer sus vínculos económicos ni sus conflictos de interés. Defienden sectores sin decir que son abogados de empresas interesadas. El problema es que en la prensa (especialmente en la radio) se mezcla una cosa con la otra y el público piensa que los comentaristas son reporteros/periodistas cuando no lo son (Y esto amerita una discusión más extensa). Que las uniones denuncien eso.

4)Hablen claro. Expliquen claramente y en “arroz y habichuelas” la diferencia entre las uniones locales y las de afuera. Expliquen lo adverso de una privatización y denuncien a sus promotores, incluyendo aquellos personajes o dueños de los medios

5)Digan qué van a ceder. Negocien y cedan esos beneficios que están de más y que todos conocen. Es inmoral que sigan defendiendo cosas que no se justifican cuando la inmensa mayoría del país no recibe ni una cuarta parte de esa bonanza.

6)Distánciense de la corrupción. Tienen buenos líderes. Uno de éstos serios, por ejemplo, es el presidente de la Utier, el amigo Angel Figueroa Jaramillo, quien a diferencia de otros líderes y ex líderes de ese sindicato, no es corrupto. Por el contrario, lleva años presentando propuestas.

7)No sean cómplices del silencio. Esto es un mal común. Ningún ex gobernador reconoce que fue culpable de la crisis económica que le tocó al actual gobierno. Fuera popular o PNP hoy estaría con la misma crisis, pero nadie lo reconoce. Es obligación de los sindicatos dar a conocer qué gerenciales o administradores – por nombre y apellido, y con pruebas – son los que han saqueado las arcas de las agencias públicas por años.

8)Comuniquen dónde están robando. Que el país vea que el dinero no se pierde sólo en beneficios a los sindicatos sino en impagos, en deudas, en diezmos políticos. Expliquen esto bien.

9)No ataquen al público. Eviten hacerle daño al país. No cierren carreteras ni impidan paso de los ciudadanos. Si sucede algo, que el país vea que no son los sindicatos.

10)Eviten errores. No se ubiquen como los “malos” cuando en realidad ustedes son víctimas de la politiquería.Sean tácticos y no inciten a una guerra innecesaria con los periodistas, cuya función es sólo informar. Total, por más agresiones que hagan, el mensaje se queda. 

Como suelo comentar en los talleres que doy de manejo ante la prensa: al final la prensa tiene la última palabra, y esa palabra es pública. ¿Quieren que sea positiva o negativa a su causa? Eso está en ustedes, los sindicatos.

Esta columna fue publicada en El Vocero el 6-16-14 - http://elvocero.com/uniones-cojanlo-con-calma-con-la-prensa/

El Diario La Prensa reflejo de la crisis periodística

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"La nueva gerencia de El Diario, compuesta por argentinos-españoles, ha decretado que no les interesa más el mercado de pobres puertorriqueños, dominicanos o mexicanos a los que llaman ‘el guetto’ porque quieren enfocarse en lectores suramericanos afluentes, de dinero, una lectoría ‘upscale’".


A los 14 años descubrí a los dos grandes amores en mi vida: mi primer novio y el periodismo. Ese primer novio me presentó a su tío, quien para ese entonces era uno de los periodistas más avezados y serios que he conocido, el editor en jefe del Diario La Prensa de la ciudad de Nueva York, Manuel De Dios Unanue.

Cubano de nacimiento, global por convicción, siempre respetó las comunidades a las que le sirvió como periodista en Nueva York y me enseñó a amar el oficio. De Manolín aprendí que un periodista nunca se cansa de hacer preguntas. Que tiene que ser tenaz y terco porque si no te dan una respuesta, insistes hasta conseguirla. Que un buen periodista cae mal porque no se cansa hasta encontrar la verdad, y que nunca debe escupir las contribuciones del pasado porque su trabajo se nutre de los pasos que dieron otros antes.

Aun siendo una niña me enseñó que una vez se descubre la vocación de periodista, esa responsabilidad va por encima de cualquier consideración. Aprendí que el verdadero periodismo es el investigativo, y que por eso arriesgas todo incluyendo la vida, como le pasó a él, quien lastimosamente cayó víctima de sicarios que intentaron detener su cobertura noticiosa sobre los carteles de la droga. Fue el primer periodista asesinado en suelo americano por traficantes colombianos.

Años más tarde mi memoria evoca su sabiduría aunque en aquél entonces yo no lo comprendía bien. Ahora al leer que el medio para el que Manolín entregó hasta su vida, perdió el norte, reflexiono en la crisis de este oficio. El Diario La Prensa, el más grande en español y más antiguo en los Estados Unidos – tiene 101 años de fundado – olvidó que aun siendo un negocio, se debe a las comunidades a las que sirve.

La nueva gerencia de El Diario, compuesta por argentinos-españoles, ha decretado que no les interesa más el mercado de pobres puertorriqueños, dominicanos o mexicanos a los que llaman ‘el guetto’ porque quieren enfocarse en lectores suramericanos afluentes, de dinero, una lectoría ‘upscale’. Esos mismos que prefieren leer el New York Times y en inglés. Su enfoque es el corredor de bolsa o el profesional en vez del trabajador de una factoría, el que vive en vivienda pública o en los ‘projects’.


En ese proceso han ido despidiendo a los editores y reporteros de más antigüedad, para sustituirlos por gente joven con menos beneficios, o por otros argentinos o chilenos que desconocen las luchas históricas por los derechos civiles y políticos de las comunidades latinas en Nueva York. Como no tienen memoria histórica no les importa nada. Favorecen lo superficial vs lo importante. Prefieren darle primeras planas a noticias de cómo tener un pene más grande o qué artista tiene los implantes de senos más caros a hurgar entre los barrios el porqué de las desigualdades, por qué la falta de recursos o qué es lo que verdaderamente pasó tras bastidores en eventos como, por ejemplo, el Desfile Nacional Puertorriqueño.

Muchos de los mejores periodistas de El Diario lucharon hasta que fueron despedidos. La unión, como suele pasar, se alió por algún tiempo a la gerencia hasta que ya era evidente la arrogancia de los nuevos dueños y finalmente comenzó a defender a su matrícula, aunque un poco tarde.

Lo que sucede en El Diario es un reflejo de lo que pasa en muchos sitios: despidos masivos de los que llevan más años para ser sustituidos por empleados sin beneficios, abandono del periodismo de contexto para favorecer el de reacciones y comunicados, falta de contexto histórico, falta de compromiso con el lector, el negocio por encima de la responsabilidad, lo fácil sobre lo complicado.

Pasa igual acá. Por ejemplo, en una ocasión enfrenté y discutí con un recién llegado editor chileno en un medio en el que laboré que me dijo que con sólo dos semanas que llevaba en la Isla conocía mejor al país que yo, y que por lo tanto, las noticias que cubriría serían las morbosas, nada de investigación. Lo llamé insolente frente a otros dos jefes del medio que estaban boquiabiertos, pero a partir de entonces, el chileno me respetó. Su paso por Puerto Rico quedó en el olvido, pero su legado se ve con fuerza en el tipo de periodismo que aquí parece dominar.

Irónicamente, uno de los dos jefes que estuvo frente a mí en aquella ocasión y que guardó silencio, es uno de los que fue empujado en una de las muchas ventanas de retiro que los medios locales han creado para los veteranos en los últimos cinco años. Junto a esas ventanas también llegaron los despidos y los cambios de enfoque editorial en la prensa local.

Es que la transformación en el periodismo con el enfoque en las nuevas tecnologías ha dado paso a que se silencien voces que dan contexto, que aportan la historia y que hacen comprender el porqué de las cosas. Persiste un énfasis en lo superficial cuando las audiencias piden cada vez más lo contrario. El medio que logra combinar el uso de las nuevas plataformas cibernéticas con el periodismo de contexto, es el que cada día gana más adeptos. Sea en Puerto Rico, en Nueva York o en cualquier parte. En vez de esfumar los temas entre los links, las noticias más vistas y las los temas de espectáculos, hay que balancear con voces fuertes, que tengan agallas y que no tengan miedo ni a anunciantes ni a gobiernos.

Los periódicos, como los medios de comunicación, son negocios. Buscan la rentabilidad y hacer dinero.


El problema es que si proclaman hacer periodismo, tienen que reconocer una máxima de su misión, que es servir a su público. No es cuestión de ser puertorriqueño o dominicano por encima de un argentino o un chileno, sino de que el medio tiene que reconocer y atender las verdaderas necesidades e intereses de sus comunidades. No obviarlas o descartarlas como cosas sin importancia. 

Por eso regreso a lo que me enseñó Manolín que siendo cubano respetó a las comunidades diversas a las que siempre le sirvió como periodista en El Diario La Prensa. Para que un medio subsista y tenga respeto de las audiencias, tiene que ser fiel a su misión de servicio por encima del negocio.


Esta columna fue publicada en El Vocero el 6-24-14 http://elvocero.com/el-diario-la-prensa-reflejo-de-la-crisis-periodistica/

También fue traducida y publicada en varios sitios en inglés tales como http://myemail.constantcontact.com/NiLP-Guest-Commentary--El-Diario-La-Prensa-and-the-Crisis-in-Journalism.html?soid=1101040629095&aid=cc-eBBb1Z2E

El Diario La Prensa:
A Reflection of a Crisis in Journalism
By Sandra Rodríguez-Cotto | @SRCSandra (June 24, 2014)
A Spanish version appears in the June 24, 2014 edition of El Vocero in Puerto Rico
At 14, I discovered the two greatest loves in my life: my first boyfriend and journalism. That first boyfriend introduced me to his uncle, who, by then, was one of the most experienced and serious journalists I have met, the editor-in-chief at El Diario La Prensa in New York City, Manuel De Dios Unanue.

Cuban by birth, global citizen by conviction, he always respected the communities he served as a journalist in New York and taught me how to love the field. From Manolín, as he was called by his relatives, I learned that a journalist never gets tired of asking questions. One has to be both tenacious and stubborn because if we don't get an answer, we must insist. I learned that a good journalist is disliked by many because he never tires of finding the truth and that a reporter must never spit upon the contributions of the past because his work draws on the steps taken by others before.

Even as a child he taught me that once a journalist's vocation is discovered, that responsibility goes beyond any consideration. I learned that true journalism must investigate, and for that you could risk anything including life just as he did when unfortunately he was a victim of assassins who tried to stop his news coverage on the drug cartels. He was the first journalist killed on U.S. soil by Colombian traffickers.

 
Years later my memory recalls his wisdom, something that back then I did not understand well. But now, upon reading that the newspaper for which Manolín gave his life, has lost its direction, I reflect on the crisis of this field. El Diario La Prensa, the largest and oldest Spanish-languages daily in the United States - it has 101 years of existence - forgot that its business must respond to the communities it serves.

The new management at El Diario, made of Argentinian and Spanish executives, has decreed that they are no longer interested in the market of poor Puerto Ricans, Dominicans and Mexicans who they call "the ghetto" because they want to focus on affluent, upscale South American readers, those who prefer to read the New York Times. Their focus is the stockbroker or professionals instead of the factory worker, those who live in public housing or in the "projects."

In that process they have been laying off the oldest editors and reporters and replaced them with young employees with fewer benefits, or other Argentinians or Spaniards who are unaware of the historic civil and political rights struggles of Latino communities in New York. Since they have no historical memory they care for nothing. They favor the superficial versus the important. They prefer to give front pages to stories on how to have a bigger penis or what performer has the biggest breast implants as opposed to digging through neighborhoods to find why there is inequality, why there is a lack of resources or what really happened behind the scenes at events such as National Puerto Rican Day Parade.

Many of the top journalists of El Diario fought until they were dismissed. The union, as usual, allied to management for some time until the arrogance of the new owners was made clear and eventually began to defend their members, although a little late.

What happens in El Diario is a reflection of what happens in many places: massive layoffs of veteran reporters who are replaced by employees without benefits, abandonment of context and in-depth journalism in favor reporting reactions or rewriting news releases, lack of historical context, lack of commitment to the reader, business above responsibility, what's easy instead of what is complicated.

The same happens in Puerto Rico. For example, I once confronted a newcomer Chilean editor at a newspaper I worked for who told me that, with just two weeks on the Island, he knew it better than I, and therefore, the news that the newspaper would cover were to be scandals, no research. In front of two other editors of the newspaper, who were shocked, I called him insolent but, thereafter, the Chilean respected me. His tenure in Puerto Rico was forgotten, but his legacy is strong in the kind of journalism that seems to dominate here.

Ironically, one of the two editors who were in front of me at that time and remained silent, is one of many who were forced into early retirement as it has become a new trend in the local media over the past five years. Alongside the early retirement also came the layoffs and changes in editorial focus in the local press.

All this is due to a transformation in journalism that focuses on new technologies and silencing the strong voices that provide historical context and help to understand why things are happening. What remains is an emphasis on the superficial when audiences are increasingly demanding the opposite. Those media that manage to combine the use of new cyber platforms with context journalism are continually gaining audiences, whether it is Puerto Rico, New York or anywhere. Instead of blending issues between links, the most watched news and entertainment topics, coverage must be balanced with strong voices, those that have gills and are not afraid or advertisers or governments.

Newspapers, as with the rest of the media, are businesses that look to make money. The problem is that if they proclaim to make journalism, they have to recognize their main mission, which is to serve the public. There is no question of being Puerto Rican or Dominican above an Argentinian or Spanish, but that the media must recognize and address the real needs and interests of their communities instead of dismissing them as unimportant. So I return to what Manolín taught me that being a Cuban he respected the various communities that he always served as a journalist for El Diario La Prensa. For a newspaper to survive and be respected by its audience, it has to be true to its mission of service above the business.

Sandra D. Rodríguez Cotto is a communications strategist and journalist. She is President and Founder of Joy PR, Inc., and Researcher/Investigative Unit Manager for Wapa-TV's "Ahí está la verdad" in Guaynabo, Puerto Rico. She can be reached at sandra.rodriguez.cotto@gmail.com.


El Diario La Prensa reaccionó el 25 de junio con un editorial - http://www.eldiariony.com/Opinioneditorial/article/20140625/El-Diario-is-committed-to-the-community&timediff=0


El Diario is committed to the community

ESTJun 25, 2014 12:01 am EST

For 101 years, El Diario/La Prensa has fulfilled our mission of serving New York's Hispanic community, and we expect to continue with the same intensity, vocation and goodwill. After the relaunch of the print and digital versions of El Diario, we want to renew our commitment to our audience and to the community in the face of certain attacks. We've been accused of moving away from our readers, when reacting to changes in the media, focusing on a multimedia future and responding to the need to serve a broader, more diverse public are imperative in order to preserve the social function of journalism.


El Diario fights for our future and strives to continue being valuable to New York's Latino community. We want to be closer to all Latinos. This community is increasingly diverse and influential, and expects The Champion of Hispanics to advocate for its rights and provide content that helps everyone live their lives better—the Puerto Rican, Dominican, Mexican, Ecuadoran, Central American and South American communities, including people who have lived here for decades and recent arrivals. Our objective guides our daily work, since we're part of the community.


When we reached out to our readers before the relaunch, they mentioned three ideas: El Diario belongs to everyone, is a bond between Latinos and helps people become part of the city. That is our objective, like what inspired Spaniard Rafael Viera to establish La Prensa in 1913 and José Camprubí—a Puerto Rican and brother-in-law of poet and Nobel Prize winner Juan Ramón Jiménez—to turn it into a daily. It was the first daily led by women, the wife and daughters of Camprubí, until it merged with El Diario to become a point of reference for the Puerto Rican and Dominican communities.


Facts and content define us. We want to better serve our long-time readers, but also attract new ones. That's why we still offer information about immigration, are featuring and have expanded our presence in the celebrations of the various communities, and have developed new content covering the national economy, Latino entrepreneurs, women and families with our new section Para Ti and the Tu Sábado supplement. We're publishing Vive NY, our daily community page; launched a special series about Latino neighborhoods; and started new pages about local soccer that complete our sports offerings along with a daily magazine and the Quiero Más Fútbol website. We have correspondents in Dominican Republic and Mexico and have expanded our coverage about Puerto Rico and Central America. Digital initiatives like Real Latin Moms and Somos Dreamers have earned recognition from the Ippies awards. In addition, the relationship with our audience in social networks grows daily; we now have more than 350,000 followers.


These facts demonstrate our commitment—one that we renew every day with our work from a newsroom that's more diverse than ever, like our city, and with independence that's committed to the Latinos living in New York, where we still have many battles left to win

El efecto foca

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En el Puerto Rico del 2014 se está dando el efecto foca. Cada día con más fuerza, el pueblo aplaude al amo sin pensar. Se ciega y cree en lo que impone, y aplaude lo que dicen a través de los medios de comunicación, sin preguntar.  El pueblo aplaude sin cesar en ese espectáculo circense que crean las crisis, y así se determina lo que es urgente, lo que es importante y lo que se tiene que pensar, decir y aceptar como verdades irrefutables.

No es que todos seamos como esos simpáticos mamíferos del mar porque siempre hay disidentes, libres pensadores y escépticos, el problema es que se fomenta un ambiente en el que el análisis crítico, el pensamiento independiente y la libertad de expresión caen mal. Lo que es peor, al que se atreva decir algo opuesto a la norma, lo censuran, lo descartan y lo invisibilizan. No lo ignoran, porque saben que existe, pero optan por desaparecerlo de la opinión pública. No se aceptan las críticas constructivas.

Para acallar las voces disidentes, el gobierno, los políticos y los medios de comunicación hacen a las masas hablar de un solo asunto a la vez, y el pueblo cae en la trampa monotemática. Sólo se habla de un asunto como si nada más estuviera pasando.

Ocurrió con la legislación a favor de los derechos de la comunidad LGBTT, sólo se hablaba de eso en los medios y de nada más. Ocurrió cuando el tema era la criminalidad como si nada más pasara en el país. Ocurre ahora cuando el único asunto parecería ser la crisis fiscal y la quiebra en el gobierno.

El enfoque de los portavoces del gobierno ha sido que los empleados unionados tienen demasiados beneficios, que éstos no comparan con los del resto de la población y que por lo tanto, hay que cortar esa grasa. En los medios noticiosos se repite ese mismo discurso, como focas en un circo. Y las uniones no han sabido contestar bien porque fueron cómplices silentes de todas las administraciones, agenciándose más beneficios y más empleados para engordar sus matrículas, muchas veces sin importarles la salud fiscal de las entidades en las que operan.

Pero en todo este escenario poco se habla de los otros causantes de la crisis. ¿Qué otros gobiernos nos trajeron a esta crisis? ¿Cuáles funcionarios, por nombre y apellidos, han sido señalados y  enjuiciados por haber metido batatas políticas a las agencias, por haber cogido préstamos innecesarios para llenarle los ojos al gobernante de turno, o por haber malgastado los fondos en contratos o entre sus amigos? Nadie. Muy pocos en la prensa exigen esta información. Como los nombres no se dicen, son invisibles. Y si son invisibles, nadie habla de eso. Pues así es el ciclo de las noticias.

El efecto foca se agrava porque la crisis fiscal también toca a los medios y muy pocos se atreven a fiscalizar. Como la publicidad ha bajado, dependen del dinero publicitario o de los incentivos que el gobierno les pueda dar. Entonces, algunos medios se hacen cómplices y aplauden como focas lo que diga el gobierno para que el país se concentre sólo en lo que a ellos les interesa. Es que el poder político en Puerto Rico se come al poder económico. Esto supone un reto mayor a los periodistas que quieren hacer un trabajo libre. Por eso la prensa alternativa y las redes sociales muchas veces sirven de balance. También es un mayor reto a los ciudadanos que lean entrelíneas y sepan separar el grano de la paja.

Las focas humanas abundan en las sociedades en las que la dignidad del ser humano es erosionada por el instinto del enriquecimiento fácil o la preservación del privilegio a cualquier precio. Pero no se puede olvidar que no todo el que nos aplaude es nuestro amigo, ni todo el que discrepa es nuestro enemigo.

Esta columna fue publicada en El Vocero el 1-7-14 http://elvocero.com/el-efecto-foca/

Pensión alimentaria: A llorar pa’ maternidad

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"En la opinión pública el único mensaje que sobresale es el de los hombres que dicen que las nuevas guías de pensiones son injustas"


Al montón de hombres que se la pasan criticando porque no quieren pagar las pensiones alimentarias y también a sus portavoces legislativos les digo: “A llorar pa’ maternidad”.

Sí, uso una frase machista porque a veces así es como único entienden. Hay que hablarles en su idioma. Una no debería bajarse a ese nivel o como dicen “ponerse bruto”, pero es que esos hombres y sus portavoces legislativos no entienden ni les conviene entenderlo. Aunque no les guste, aunque no lo acepten y aunque traten de usar cualquier artimaña para que la gente no se dé cuenta, la realidad es que el tema de las pensiones alimentarias es un problema de género y de discrimen hacia la mujer.

Llamemos a las cosas por su nombre. En la opinión pública el único mensaje que sobresale es el de los hombres que dicen que las nuevas guías de pensiones son injustas. A través de legisladores PPD y PNP como Carlos Vargas Ferrer y Carmelo Ríos, y de sus contrapartes en los medios de comunicación, el enfoque de la discusión pública es que las propuestas nuevas guías de pensiones son malas, que los hombres no pueden vivir con $615 al mes y que hay que tomar caso a caso.

A eso se suma el silencio de las mujeres que no tienen como vivir en esta economía, y menos tienen con que defenderse, a que muchas líderes feministas han sido acalladas por una estrategia misógina de los centros de poder en ciertos medios de comunicación, y al hecho de que las madres custodias no han sabido organizarse para defender sus reclamos.

Pero por otro lado un hecho indiscutible es que los hombres se han organizado. Desde la pasada administración Fortuño y ahora bajo García Padilla, grupos liderados por CPA, abogados y hombres con alto poder económico han creado comités, han aportado miles de dólares a campañas y candidaturas políticas, y lograron meterse hasta en los comités que determinarían las guías de pensiones. De esa manera, controlan no solo la política pública sino los mensajes.

El país no puede caer en el error de obviar esto, y los periodistas que cubren estas noticias tienen que tener el contexto histórico para saber qué preguntas son las que tienen que hacer para que no les metan gato por liebre. Vamos a los hechos y las realidades indiscutibles:

1)     Existe un estado de derecho bajo una ley federal que obliga a Puerto Rico a establecer guías de pensiones alimentarias.

2)     Antes de ese estado de derecho, se veía caso a caso, y se establecían las pensiones dependiendo del juez, los abogados y las mentiras que se dicen en corte de los ingresos.

3)     Según la ley federal cada 4 años se tienen que revisar las tablas y eso no había sucedido.

4)     Las tablas se tienen que revisar según el costo de la crianza del menor, según la ley federal. O sea, que si en el 2004 algo costaba $100 en el 2008 eso mismo costaba $104. Ha habido un aumento porque el costo de vida ha aumentado. Basado en ese principio federal, todas las pensiones tienen que subir.

5)     Puerto Rico es el territorio con el promedio de pensiones alimentarias más bajas en los Estados Unidos.

6)     Conforme a las estadísticas del Departamento del Trabajo – que se computan a base de la información que la misma gente da – las personas viven con un promedio de $615 al mes.

7)     Muchos de los que se quejan de que no les sobra dinero o que no pueden vivir con los $615 al mes mienten. Ganan dinero por trabajos que no reportan.

8)     El divorcio empobrece, y el divorcio empobrece aún más al padre o madre custodio.

9)     En Puerto Rico más del 90% de los custodios son madres, o sea, son las mujeres y sus hijos más pobres que antes del divorcio.

10)  La cárcel no es la solución. Meter preso al que no paga pensión no resuelve nada. Además, son pocos los que encarcelan porque a la hora de la verdad, el dinero siempre aparece.

En arroz y habichuelas, esto no es un asunto del hombre abusado vs. la ex mujer abusadora que coge el dinero para hacerse las uñas esculturales o arreglarse el pelo. Tampoco es el caso del hombre que no quiere pagar más en la pensión para que su ex mujer no “gaste el dinero” con su nueva pareja.

Soy la primera en reconocer que hay muchas mujeres que son unas bárbaras, desconsideradas y abusadores con sus ex parejas. Pero ese tipo de mujer sin principios, no es la mayoría. También reconozco que hay muchos buenos padres que sufren cuando las mujeres usan a los hijos para manipularlos, y que hay muchos hombres que quedan indigentes después de pagar sus pensiones. Pero tampoco son la mayoría como se ha querido pintar.

Esta polémica de lo que se trata es de ser responsable con ese hijo o esa hija. Reto a un padre/madre alimentante “desempleado” a que asuma la custodia de su niño pequeño y viva con $100 mensuales. Estoy hasta la coronilla de que traten este tema de la pensión como una represalia en contra de los padres alimentantes. Estoy harta de que algunos hombres, sus portavoces legisladores y algunos medios sigan hablando de las nuevas tablas de ASUME como si fuera una penalidad. No es una penalidad, es una responsabilidad.

No fastidie más y haga lo que tenga que hacer pa’ echar pa’lante a sus hijos. Si fue lo suficiente maduro para procrear sus hijos, es hora de que lo sea también para asumir su responsabilidad. Recuerde que se divorció de su pareja pero no de sus hijos. No llore más que se le ve la costura.

Esta columna fue publicada en El Vocero – 07/08/2014 http://elvocero.com/pension-alimentaria-a-llorar-pa-maternidad/


Games of Drones: la noticia boricua

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Imagine que a la puerta de su casa le llega un OVNI en miniatura. No es un Objeto Volador No Identificado, sino una aeronave por control remoto. Un drone.

Se imagina pedir  una pizza y que le llegue por drone. O que usted viva en Afganistán y que uno de esos aparatos se pare frente a su casa y dispare un misil pensando que usted es un terrorista de AlQaeda. Aunque hay mucha gente que no sabe que esto existe, la verdad es que eso está pasando en miles de lugares alrededor del mundo y Puerto Rico no es la excepción. Los drones ya están aquí.

Y ya en Puerto Rico se gesta una nueva guerra entre medios, un juego entre reinados mediáticos por quien logra el poder y el dominio de la tecnología de los drones. El ‘Game of drones” de la noticia boricua se dá ante los ojos de un país asediado por la economía y  las degradaciones de los bonos, así que se han ido colando sin que la gente se dé cuenta, pero están aquí, con fuerza.

El medio que tenga el control del drone se supone que controle la opinión pública. Ya Wapa-TV tiene su SuperDrone, Telemundo su TeleDrone y GFR está también en esa ruta. ¿Dónde quedan los medios sin presupuesto?


Será fascinante ver cómo esta tecnología acerca a las audiencias a escenarios donde al ser humano se le hace difícil o peligroso, con una fracción del costo. Un vuelo en helicóptero para tomar visuales de una protesta, por ejemplo, cuesta sobre $500 y si el medio fuera a adquirir un helicóptero para montar a sus reporteros pagaría no menos de $4 millones. En cambio pueden comprarse un drone desde $300 hasta $1,500 para manejarlo por control remoto, con una batería que dura hasta 20 minutos, y cubrir una noticia.

Imágenes de las piscinas en los residenciales públicos, las protestas de empleados públicos contra el gobierno o hasta un operativo policíaco podrían verse en vivo con estos aparatos por control remoto.

El uso de los drones también presenta las diferencias entre los propios medios. Aquellos con presupuesto y aquellos que no lo tienen. De entrada el drone atraerá audiencias y por ende, más lectoría o teleaudiencias, por lo tanto, más publicidad en momentos en que los presupuestos para muchos de los medios han visto dramáticos cortes de hasta un 25%. La economía en ciertos medios es tan precaria que ha habido recortes recientes, por ejemplo, en los noticiarios de Univisión. Habrá que ver hasta dónde llegan y cómo los medios mercadearán este producto.
 
Consideraciones éticas

Igualmente, este tipo de artefacto levanta una serie de interrogantes sobre el ejercicio del periodismo. ¿Seguirán eliminando las plazas de fotógrafos y camarógrafos si ya no los necesitarán con el uso de estos robots?¿Hasta dónde se pueden cruzar los linderos entre el derecho a la libertad de expresión y el libre acceso de la prensa vs. el derecho a la privacidad de individuos, incluyendo las figuras públicas? ¿Serán los drones una nueva versión de los paparazzi? ¿Dónde queda la ética del medio? ¿Es legal que un medio eleve al aire este tipo de aparato sin informarle a la gente que los está captando?

Otro aspecto de la controversia en torno a esta tecnología es la seguridad. En el 2013 un estudio del Instituto Reuter de la Universidad de Oxford generó interrogantes en caso de que  estos drones que afectan el espacio aéreo para vuelos comerciales y militares y puedan poner en peligro las vidas de personas. Recientemente en Brooklyn un hombre murió cuando estaba operando un drone que le cayó encima y en una boda, otro drone le cayó encima la novia y tuvieron que tomarle varios puntos de sutura. 

Lo otro es que personas le han disparado a estos drones en eventos en Moscú y varias ciudades de Europa. El riesgo que suponen estos equipos y la necesidad de seguros más caros también es un tema a considerar. De hecho, cadenas de televisión en los Estados Unidos como ABC y CBS han detenido un poco su uso, precisamente por bajar los costos de seguros.

Acá en Puerto Rico ya veremos en las próximas semanas las campañas que usarán los medios locales para promover la tecnología – ya los canales de televisión comenzaron sus anuncios  – y es de esperarse que le sigan estrategias de relaciones públicas para destacar las ventajas y minimizar los riesgos.

Cuando el “ drone” es la noticia


El negocio de los drones para los medios noticiosos y otros comercios va en aumento ya que los manufactureros están buscando nuevos mercados más allá de la milicia. En el 2013 el Pentágono pagó $2,700 millones por drones militares y los manufactureros ahora buscan distanciarse de los aparatos bélicos usando eufemismos como “vehículos sin tripulación” ó “aeronaves por control remoto”. Empresas como Amazon ya están considerando hacer sus entregas casa por casa con estos aparatos.

La Agencia Federal de la Aviación (FAA) por sus siglas en inglés ha prohibido el uso de los drones a nivel comercial en el espacio aéreo estadounidense hasta el 2015, pero ha habido pleitos legales y el mercado, especialmente entre los medios informativos – está creciendo. La propia FAA estima para que el 2018 habrá sobre 7,500 drones comerciales en el espacio aéreo en los Estados Unidos.

En los Estados Unidos, Canadá, Australia y varios países europeos se está dando una discusión profunda sobre esta nueva manera de hacer periodismo y de contar las historias. En los Estados Unidos ya se creó la organización periodística Professional Society of Drone Journalists con su código de ética para hacer noticias con estos aparatos. http://www.dronejournalism.org/code-of-ethics.

Sera interesante discutir esta nueva era del periodismo y determinar quién impondrá las fronteras. Lo importante, para los periodistas, es salvaguardar la ética y la ley. Los medios y las industrias mediáticas deberán recordar que la calidad de los contenidos tiene que ir de la mano con la protección de los derechos. Igualmente los medios tienen el reto de educar a la población a la vez que se mejora el rol periodístico.

En la era en que todos tienen celulares, tabletas y la Internet está accesible, es difícil pensar que la tecnología se va a detener. Sólo habrá que ver cómo se reglamenta. Por lo pronto, se sigue el juego de quién tiene el poder en este Game o Drones boricua.

Publicado en Noticel http://www.noticel.com/blog/163201/games-of-drones-la-noticia-boricua.html
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