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Tendencias en el periodismo 2013

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No soy mentalista, astróloga ni psíquica, aunque como buena puertorriqueña, tengo mis dones. Quizás por eso es que en los pasados tres años que llevo publicando mis pronósticos y tendencias en el periodismo y en los medios noticiosos locales las he pegado todas. Pero no es por suerte.

Las tendencias que espero que se den este año, como todos los años, surgen luego de revisar los trabajos que redacto para los análisis que hago semanalmente en mi blog En Blanco y Negro con Sandra (http://enblancoynegromedia.blogspot.com/) y en el programa radial El Azote con Luis Dávila Colón en WKAQ, así como de conversaciones extensas que mantengo y entrevistas que he tenido con periodistas, editores, profesores de periodismo y ex periodistas en el País. Surgen además de las conversaciones que tengo con profesionales en el exterior y la colaboración, investigación e intercambio con contactos en centros como el Columbia Journalism Review, Nieman Journalism Lab de la Universidad de Harvard, New York University, Sala de Prensa de México, la Sociedad de Periodistas de España, Digitalize Me, así como con otros comunicólogos en Estados Unidos, Suramérica y España. En ese sentido, entiendo que las 10 tendencias que veremos en el periodismo local en el 2013 siguen lo que se verá en otros mercados, con el sello local. Estas son:

1.      Los temas noticiosos serán el crimen y los cambios: La cobertura de noticias de criminalidad y violencia se mantendrá como el eje central del interés de los medios informativos este año, como pasó en el 2012. Pero este año el público exigirá amplitud en las noticias y soluciones a los problemas. La prensa tiene la obligación de publicar noticias que ayuden a la unificación del país y que la gente tome el control usurpado por quienes abogan por la violencia. Este año también será noticia los cambios en el enfoque administrativo que traerá el nuevo gobierno de Alejandro García Padilla y cómo éste enfrente los retos del país.  Los chismes, vidas de famosos, el sexo y el morbo, desgraciadamente, también serán temas vigentes porque venden.

2.      “Real-time” y pluralidad:Se espera mayor pluralidad en las opiniones, en los contenidos y en las líneas editoriales en los medios porque hay más diarios, las redes sociales tienen más difusión y hay nuevas ofertas en los medios electrónicos. Sigue la exigencia del consumidor a enterarse rápido de lo que pasa, por celular o tabletas, por eso las noticias seguirán siendo más cortas y breves, en tiempo real. Para acelerar en la difusión de noticias, las decisiones editoriales también se basarán por lo que esté creando tendencias y debate en motores de búsqueda por la Internet tales como Flock, Samepoint, Socialmention y Livestation.


3.      Personalización: Con la proliferación de las redes sociales y diversidad de medios, las audiencias exigirán más contenidos periodísticos hechos a la medida de sus expectativas. Las audiencias querrán participar, colaborar y aportar contenido a los temas, no sólo en radio, sino en televisión e Internet. Querrán ser parte de la noticia. En ese sentido, los periodistas que usen información provista por las audiencias, tendrán que ser más honestos diciéndolo porque el público identifica con mayor rapidez si saben del tema que están reportando o no saben. Esto le ganará más respaldo a los periodistas que reconozcan donde tienen o no pericia y le restará credibilidad a los que mantienen arrogancia.

4.      Periodistas “multi-taskers”: Como pasó en el 2012, las funciones de los reporteros se siguen transformando y aumentando. Además de escribir o tomar fotos, tendrán que tomar vídeos y editarlos, monitorear y “curar” contenidos en la web, y dar análisis y contexto en sus noticias, reaccionar en Facebook o Twitter, aunque el salario será igual. El periodista del presente y del futuro trabaja en plataformas múltiples. O sea, que lo mismo escribe una nota, que hace un reportaje para audio o vídeo, que toma fotos.

5.      Redes sociales: El uso de las redes sociales para aumentar el tráfico a los sitios web de los medios no es nuevo, pero este año se verá una mayor integración en el uso de estas plataformas. Habrá más uso de fotos en Facebook y la integración de herramientas como Instagram, Tumblr o Pinterest, refuerzan ese vínculo entre las redes sociales y la fotografía. El año pasado las redes sociales contribuyeron en la creación de noticias en la política y para identificar tendencias. Esto seguirá en el 2013, pero también aumentará el uso de las redes para generar sondeos de opinión de manera instantánea y para aumentar la conexión del público con los reporteros.

6.      Más contenido visual: El aumento en el uso de social media también exigirá a los medios tradicionales a que aumenten el contenido visual e imágenes, por lo que se verá más producción de vídeos, programas en YouTube y otras plataformas, y más fotografías en sitios en la web de los periódicos y las emisoras de radio y televisión. Aumentarán los blogs y videoblogs de periodistas, especialmente en sitios multimedia como Tumblr o Posterous.

7.      Alianzas informativas: Casi siempre se dan alianzas exclusivas entre medios para la cobertura de elecciones. Así pasó en el 2012 con todos los diarios, los canales de televisión y ciertas emisoras. Para el 2013, el intercambio de informaciones y los trabajos en investigativos en conjunto, será algo común porque ayuda a producir contenidos noticiosos bien trabajados, con profundidad y variedad temática. La cooperación entre todos los medios también ayuda a reducir costos de producción.

8.      Verificación de noticias y periodismo de datos: Verificar la veracidad de la información es una regla máxima en el periodismo, aunque en años recientes esto ha mermado debido a la necesidad de publicar contenidos de inmediato. Por eso aumentan las imprecisiones y errores. Sin embargo, el público seguirá valorando  y exigiendo más que nunca que se verifique la información publicada, no sólo en búsquedas en Internet, sino haciendo preguntas e investigando. Asimismo, la incorporación de herramientas cibernéticas para trabajar con grandes volúmenes de datos será tendencia porque permitirá contar las noticias de nuevas formas. Esto también ayudará a determinar los contenidos editoriales y las tendencias de opinión.

9.      “Civic journalism”: Los periodistasparticipan más de sus historias con la idea de integrar el periodismo en los procesos democráticos. No es que se conviertan en la noticia, sino que más allá de informar, la función reporteril debe contribuir a que el público participe en la toma de decisiones y el debate público. Este concepto contradice la idea tradicional de que las audiencias son sólo espectadores de los procesos políticos y sociales. La idea del periodismo cívico es rescatar el protagonismo real de la gente, además de proporcionar nuevos temas y enfoques que diversifiquen la agenda noticiosa, haciendo más atractivo el producto informativo. La temática noticiosa que promueve el periodismo cívico es abordar las noticias desde la perspectiva de los ciudadanos y sus necesidades en vez de las élites del poder o del gobierno.

10.   Independencia y credibilidad: Las redes sociales, la rapidez en la noticia y los nuevos enfoques periodísticos sólo serán exitosos en la medida en que los periodistas y los medios mantengan su independencia y credibilidad. Como pasó en el 2012, la credibilidad será un tema medular para el ejercicio del periodismo. Se seguirá cuestionando el enfoque en temas superficiales, así como a los periodistas con vínculos políticos o con intereses ideológicos, los compromisos económicos de los dueños de los medios, los reporteros amarrados por anunciantes, y los que abandonan temas por miedo. El apoyo del público irá a los periodistas y medios con independencia de criterio porque sabrán defender su credibilidad.

 Esta columna fue publicada en El Vocero, hoy 9 de enero de 2013 -
http://www.vocero.com/tendencias-en-el-periodismo-para-el-2013-opinion/
 

 

Se fue La Comay y boicot contra todos

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Anoche trascendió en las ediciones de NotiCely Primera Hora, luego en las versiones cibernéticas de otros medios de comunicación, que el titiritero Kobbo Santarrosa renunció a su programa SuperXclusivo. Esto fue por diferencias con la gerencia de Televicentro debido a la censura que éstos impusieron luego del boicot que se originó contra ese espacio televisivo y las presiones contra anunciantes que desencadenó en bajas en las pautas publicitarias en el medio.

El boicot y la censura que éste provocó contra un programa informativo, la campaña orquestada por grupos expertos presentada como un movimiento de base o de pueblo, y la intolerancia para la discusión seria de las implicaciones de esta censura-boicot plantean una serie de interrogantes que deberían ser analizadas con seriedad por los medios de comunicación en el país.

Si bien es cierto que Santarrosa llevaba años con un estilo burlón y ofensivo (particularmente contra sectores específicos como dominicanos, negros, gordos y homosexuales), no es menos cierto que cualquier persona que se sintiera ofendida o que fuera difamada, tenía el derecho de reclamar un desagravio, como hicieron muchos victoriosamente en los tribunales o ante la Comisión Federal de Comunicaciones.

Tampoco se puede descartar que el programa fue cambiando y que ocupó espacios abandonados por otros sectores en los medios. Cuando hice este señalamiento específicamente en el tema de que Santarrosa ocupó el espacio de seguimiento y fiscalización que la prensa abandonó, fui duramente criticada por periodistas y sectores que no aceptan la realidad de que muchos han dejado de hacer el trabajo que el pueblo merece y necesita. El pueblo quiere ver soluciones y empatía, no la misma superficialidad en la cobertura noticiosas. Santarrosa tuvo olfato, aprovechó eso y le dio seguimiento a casos de naturaleza criminal que de otra manera, probablemente hubiesen sido engavetados. Los dos ejemplos principales son los del niño Lorenzo González y el de Carmen Paredes, que irónicamente, por ser de familias con conexiones y acceso social, aún no han sido esclarecidos.

Por otro lado, ese estilo de Santarrosa – incluyendo el uso del lenguaje, sus frases y hasta palabras equivocadas como el “alegadamente” – han sido copiados, prácticamente calcados, por casi todos los demás en los medios de comunicación. Periodistas serios y de trayectoria, presentadores, animadores y otros dicen, preguntan y hacen prácticamente lo mismo.

Tampoco se puede negar que por más que se criticara al programa, por más de 12 años mantuvo las audiencias cautivas. Sin embargo, sus expresiones sobre el caso del publicista asesinado – en las que expresó las preguntas que muchos se hicieron sobre el caso, pero ahora no admiten – desencadenaron una ola de críticas en su contra que terminó con el boicot-censura. Todo esto me trae a colación una serie de asuntos que deberían ser analizados. Se me ocurren los siguientes 10:

1.      El poder que tienen grupos pequeños contra los medios – Grupos bien organizados han probado que pueden hacer ruido, generar adeptos y lograr cambiar o cancelar la programación que no les guste en los medios de comunicación. Eso lo logran con campañas bien diseñadas.

2.      Responsabilidad en los medios– Sin lugar a dudas, esta discusión debería provocar que las personas en los medios de comunicación reflexionen sobre su responsabilidad con la sociedad y con lo que fomentan. Debería, pero se sabe que esto no sucederá y la atención pasará a otros temas. Sin embargo, se debería estar analizando hasta dónde llega el poder de los que se paran detrás de las cámaras de televisión, micrófonos en la radio u ordenadores para escribir. El promover la violencia verbal, las burlas contra sectores marginados y los prejuicios debe detenerse, pero no sólo en ese programa sino en todos.

3.      “Chilling effect” – Si grupos pequeños detuvieron al programa de más audiencia, esto tendrá un efecto en el resto de los medios. Ahora se deberá medir más el discurso lo que provocará más autocensura en los medios. Habrá que preguntar dónde queda la libertad de expresión garantizada por la Constitución, más allá de los temas de difamación y calumnia.

4.      Boicot si es censura– Por más que trataron de negarlo, el boicot al programa sí provocó una censura de la emisora, que ordenó grabar y censurar contenido antes de ir al aire. Habrá que preguntarse si ahora los grupos podrán lograr que en noticiarios censuren reportajes que no sean de su agrado o que censuren pasos de comedia o censuren obras teatrales si algún grupo inicia un boicot contra el medio o creador de alguna expresión de comunicación. Esto es materia de análisis legal.

5.      ¿Menos “bullying” en los medios?– Habrá que preguntarse si terminará el “bullying” y las burlas en otros programas de televisión y radio, como por ejemplo, en los de comedia y en otros espacios de chismes, a raíz de esta cancelación de SuperXclusivo.

6.      Vulnerabilidad de los medios – Esto demuestra que todos los medios están vulnerables a la presión que representa perder anunciantes, sobre todo en esta maltrecha economía. Ya hemos escrito varias veces en el tema que coinciden expertos en publicidad y pautas mediáticas de que el presupuesto publicitario en los medios de comunicación en Puerto Rico se ha mantenido igual en los pasados 5-6 años, estimado en $750 millones, pero con más competencia. O sea, que ahora que hay más medios – incluyendo Internet y publicidad en exteriores – compitiendo contra los tradicionales de radio, prensa y televisión por el mismo presupuesto.

7.      ¿Poder real de las redes sociales? – Muchos saldrán a decir que esto es resultado directo del poder de las redes sociales, sin embargo, entiendo que no es correcto decir eso. Las redes sociales sí tuvieron un rol protagónico en promover el boicot contra La Comay y hacerlo lucir como si fuera un movimiento tipo “viral”, pero la realidad es que esto se trató de una campaña bien orquestada, con tácticas definidas y diseñadas por expertos en comunicación y propaganda, con el apoyo de medios poderosos y los sectores que por años estuvieron en contra o fueron víctimas de los ataques de Santarrosa.

8.      Intolerancia – Un tema importante a raíz de esta polémica es la intolerancia y lo que yo llamo el fundamentalismo. Muchos de los que vociferaron el “Boicot a La Comay” actuaron exactamente igual a lo que criticaron: mintiendo, gritando, atacando a los opositores, no escuchando a los demás y pensando que eran los únicos portavoces de la verdad. Cuidado porque en este país ciertos sectores están generando un clima de intolerancia que es impermisible. En la democracia lo que debe prevalecer es el respeto y la diversidad de opiniones.

9.      Hipocresía y violencia – También demuestra el grado de hipocresía que se vive en Puerto Rico. Llegó un momento en que la campaña de boicot parecía señalar al personaje de “La Comay” como si fuera el único causante de la violencia en el país. Quizás por el nivel de frustración por los alarmantes casos de asesinatos y la violencia que nos arropa, pero la realidad es que violentos son muchos. El programa no añadía nada bueno al país, según algunos, pero entonces, ¿por qué tenía tan buen rating? ¿Qué fibra de la sociedad tocó el programa que los demás no pudieron? ¿Fue más violento ese programa que lo que leemos en las portadas de los periódicos o vemos en los telediarios?

10.   Who’s next?-¿Quién será el próximo? ¿Será el programa de chismes de Telemundo, Dando Candela? ¿Será Rubén Sánchez? ¿Serán Funky Joe y el Gangster? ¿Será Sunshine Logroño y sus programas? ¿Será Raymond Arrieta y Dagmar? ¿Será el Molusco? ¿Será Macetaminofen? ¿O serán los noticiarios de televisión? Se abrió la puerta y puede boicotearse a cualquiera que no le guste a un grupo.

Así que con la salida de La Comay del aire son muchas las preguntas sin responder, aunque habrá que ver si esto en efecto sucede o si se va a otro canal. Por eso propongo lo siguiente: que se inicie un boicot generalizado contra todos los que de alguna manera y otra violenten la dignidad del ser humano.

 ·        Boicot contra los periódicos y revistas que ponen mujeres voluptuosas en portadas o en páginas centrales para vender más porque usan a la mujer como objeto.

·        Boicot a las emisoras de radio que han ido sacando periodistas para darle ese trabajo a políticos fracasados o abogados para que comenten, y muchas veces lleven sus agendas sin decir a qué grupo o cliente representan.

·        Boicot a todos los medios que insisten en publicar noticias superficiales y que no les importan a nadie.

·        Boicot contra todo aquel medio que siga publicando sandeces de Maripily, la ex novia de la abogada, Andrea de Castro o de cualquier otra figura que no aporta nada a este país.

·        Boicot a los programas de comedia en la televisión local en los que se burlan de negros, de los viejos, de los gays.

·        Boicot a todos los otros programas de chismes.

·        Boicot a los noticiarios que insisten en publicar noticias de crimen.

·        Boicot a los periodistas y medios que insisten en perpetuar prejuicios contra los pobres y marginados.

·        Boicot contra el “establishment” que dice a quién uno debe o no seguir.

·        Boicot a la cafrería y la vulgaridad.

La realidad es que nada de eso va a pasar porque a la hora de la verdad, ningún grupo se atreverá a llamarse  el censor en los medios y demostrará con eso que esta estrategia tenía un tiempo definido. Habrá que ver hacia dónde enfilan los cañones la próxima vez y si se seguirán haciendo estrategias de propaganda político-ideológico en los medios de comunicación.

Maltrato + Manipulación + Maha = ‘Majaderos’

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“Aquí la verdadera víctima es el niño Kamal"

 
El amor de una madre que ama sus hijos es algo incomprensible por lo inmenso. Es el afecto más puro y sincero que existe. Es entrega incondicional y sacrificio. Es un amor irracional, porque solo una madre que ama es capaz de dar la vida por sus hijos, porque estén bien y libres de cualquier problema, enfermedad o dificultad.
 
Ese amor maternal lo comprendo y lo vivo a diario porque como madre y jefa de familia, soy capaz de sacarle los ojos y convertirme en una fiera salvaje contra todo aquel que intente hacerle daño a mi hija. La amo y mi rol es educarla, ayudarla a que se convierta en un ser de bien y protegerla. Por eso comprendo y me solidarizo con la tragedia que vive la profesora universitaria Maha Abdel Rahim, quien está presa y posiblemente sea extraditada a California entre hoy y mañana, tras negarse a entregar a su hijo Kamal a su padre, Rasim Hallum.
 
Entiendo su desesperación porque como madre, una no quiere despegarse de sus hijos. En un divorcio siempre los que más sufren son los más inocentes. Y si se trata de una separación conflictiva es peor porque a veces las partes usan a los niños como balones en una contienda sin entender la magnitud del daño que se les hace. El sufrimiento que viven los hijos en los divorcios y separaciones de los padres son marcas que siempre les afectan de alguna u otra manera, y por eso es que hay que luchar más para que superen esos escollos emocionales y sean adultos seguros.
 
Por eso entiendo también que en el caso de Kamal, en esta batalla legal por quien tiene la custodia, la verdadera víctima es el niño. Eso es lo que nadie debe olvidar. Ni la madre, ni el padre, ni las autoridades locales y federales, y mucho menos los medios de comunicación que presentan este caso ante el País. Aquí la verdadera víctima es el niño Kamal.

Por eso hay que tener cuidado al reportar las informaciones y analizar el caso para no prestarse a manipulaciones de ningún lado.
 
Este caso trascendió el año pasado cuando la madre acudió a la prensa a denunciar que su expareja, un comerciante sirio, había usado todo su poder económico para radicar recursos legales, tanto en Puerto Rico como en el estado de California, y así reclamar exitosamente la custodia del pequeño. Luego trascendió que la corte en California le cedió la custodia al padre basándose, entre otras cosas, en que la alta criminalidad y los problemas relacionados con los servicios de salud y el sistema público de enseñanza, no hace a la Isla un lugar seguro para criar. Posteriormente, el juez de California se excusó ante representantes del gobierno local diciendo que no quiso ser discriminatorio contra Puerto Rico.
 
Lo cierto es que la custodia la tiene el padre y el niño vino a visitar a la madre en diciembre. Ella se negó a devolverlo, alegando que Kamal tiene varias condiciones médicas debido a que no es cuidado adecuadamente por Hallum, quien viajó a Puerto Rico para reclamar a su hijo.
 
En fin, es una tragedia en todo el sentido de la palabra, y en el centro, un niño. Todos hablan de defender los derechos de una madre que lucha por su hijo, de un padre al que se proyecta en los medios como el malo que usa su dinero e influencias para ir contra la madre, de un sistema judicial californiano que demuestra el discrimen hacia los hispanos (en este caso, puertorriqueños), y de nuestro sistema judicial y gubernamental que le tiene miedo al amo americano y que baja la cabeza.
 
Por eso hay que reconocer que en este caso ha habido un elemento grande de manipulación y que sectores en la prensa se han prestado para empujar la causa de la madre, sea o no meritoria. Es deber ético de los periodistas denunciar las injusticias y es normal sentir simpatías por el que sufre, pero hay que tener cuidado en cómo se proyectan las informaciones especialmente si se trata de cumplir o no las leyes.
 
Maha desacató la orden del Tribunal, por eso hay que preguntarse si ese es el ejemplo que se debe dar a un hijo. Luego ella acude a la prensa nuevamente, y se entiende su desesperación. Sin embargo, en este tipo de casos hay que separar la emoción de la razón, después de todo, no es la primera vez que Maja desoye a sus asesores legales. La vez anterior hasta renunció a ellos ante la prensa. Exponer a su hijo a hablar ante las cámaras de televisión, y que el niño le dijera: “mami, no llores que yo me quedo contigo”, es desgarrador. ¿Midió ella el daño al niño o es que en su desesperación por soltarlo al padre no pensó en las consecuencias?
 
Ella alega que el niño fue maltratado por el padre en California. ¿Por qué no radicó una querella de maltrato en la Policía o en el Departamento de la Familia tan pronto llegó el nene? Quizás Maha está frustrada y conocía al igual que el País, el desmadre que dejó Yanitzia Irizarry y la pasada administración en Familia, tema que merece un análisis separado. Sin embargo lo importante es que no dejó abierto otro proceso a nivel local. Aun sin eso, el gobierno local debió haber tomado acción porque no solo se trata del caso de custodia en California sino de las alegaciones de maltrato acá en Puerto Rico.
 
El designado titular de Justicia, Luis Sánchez Betances, y la administración actual dijeron ‘manos fuera’ en este caso. Y yo pregunto: ¿Por qué no se cuestionó la orden del juez de California? ¿Por qué Justicia no investigó? ¿Por qué no asumió jurisdicción y fue proactivo protegiendo al menor habiendo unas alegaciones de maltrato? ¿Por qué no fue una citación y sí un arresto a Maha? ¿No es esto un ‘show of force’ para demostrar quién tiene más ‘pantalones’? ¿No demuestra Justicia local miedo ante el imperio? Sobre esta última, es evidente que sí le tienen miedo a los americanos, pero también se me ocurre preguntar: ¿Qué sabe Justicia sobre este caso y sobre las acciones de la madre y del padre que no han trascendido ante la prensa? ¿Se iban a prestar a un caso más de manipulación masiva?
 
Mucho de esto se da en el momento en que la prensa especula sin profundizar. Se va al aspecto emotivo y al dolor de ver una madre ante las cámaras, a quien arrestan en un espectáculo de abuso de poder y fuerza peor que a cualquier delincuente y a quien meten a prisión solo por defenderlo. Rompe el corazón el caso, pero también hay que tener prudencia.
 
Cuando miro este caso pienso que hay un gran paralelismo en todo el proceso con el sonido del nombre de la madre, Maha, o ‘maja’. En esta onomatopéyica lucha todos han sido majaderos. Un majadero es alguien torpe, molesto y grosero. Se ha manejado todo con torpeza y grosería, todos los sectores están molestos, y en el centro de todo, un niño. El sigue siendo la víctima.
 
Esta columna fue publicada en El Vocero el 16 de enero de 2013 - http://www.vocero.com/maltrato-manipulacion-maha-majaderos-opinion/

Escuelas para niños defectuosos

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“No solo son vilipendiados por el gobierno, sino también son abiertamente discriminados por las escuelas privadas”

 
La gente sigue pensando en los líos de la política o en lo que pasó en la calle San Sebastián, pero pocos hablan de una crisis a la que se enfrentan miles de padres y madres en Puerto Rico todos los años para esta época, cuando termina el mes de enero y se acerca febrero.
 
Esta agonía nunca sale en las primeras planas de los periódicos, ni en titulares de radio o televisión porque es algo de lo que no se habla, que le importa un bledo a los políticos y mucho menos a las empresas privadas, a pesar de que quienes la sufren, representan a más de tercera parte de la población del País. Se trata de los padres y madres con hijos que no son iguales a los demás y es la época en que tienen que empezar a buscar escuelas, pero no hay donde matricularlos. Me refiero a los otros.
 
Son esos hijos que no caen en la norma ni en la corriente regular. Los niños ‘defectuosos’, ‘deficientes’ o que en leguaje políticamente incorrecto, les dicen los niños ‘anormales’. Muchos nunca se atreverán a decirlo de frente, pero así los consideran porque son niños distintos y que requieren ayudas y enseñanzas fuera de lo común. Son los niños que sufren en silencio. No solo son vilipendiados por el gobierno, sino también son abiertamente discriminados por las escuelas privadas y muchos de los colegios más cotizados del País con el silencio cómplice y conspirador de las autoridades.


Esos niños defectuosos son muchísimos más de los sobre 400 mil niños con algún impedimento que ha sido diagnosticado por algún especialista y que están registrados en las cifras oficiales del Departamento de Educación entre las edades de tres a 18 años. Son más porque a esos hay que añadirles los que no están registrados en Educación Especial, los miles cuyos padres desconocen que tienen alguna necesidad especial y a los que no diagnostican porque sus padres no aceptan que requieren ayuda o prefieren esconderlo para evitar que los rechacen al momento de hacer matrícula en los colegios privados.
 
Sí, porque aquí existe un discrimen abierto que trasciende clases sociales, razas y religiones. Es una especie de ‘apartheid’ entre los normales y los ‘defectuosos’. En los colegios privados no quieren niños con algún diagnóstico. Este discrimen es generalizado, pero ocurre con mayor fuerza y violencia en el área metropolitana y aun en escuelas religiosas. Si tiene ‘defectos’ al niño se le mide casi por categoría: o es ‘impedido’ severo, o es ‘casi impedido’ porque “no parecen” tener algún problema.
 
La actitud entre maestros y directores de la mayoría de los colegios y escuelas privadas del País es que los padres de niños así tienen que buscar escuelas públicas. Si tienen algún diagnóstico como autismo, si usan silla de ruedas o tienen alguna condición física visible como Síndrome Down, sencillamente los descartan. No les dan admisión. Los rechazan. Pero si la necesidad es casi imperceptible o es menor, la situación es más cruel y en ocasiones ofensiva para la dignidad no solo del niño sino de sus padres por el trato que les dan. Los aíslan, los ignoran o muchas veces, para no lucir como un rechazo abierto, vuelven locos a los padres diciéndole que el niño es incapaz y que por eso deben ponerlos en tutorías, asignaciones supervisadas o terapias.
 
Al ser escuelas privadas, estas tienen el derecho a admitir los niños que deseen, y solo quieren a los que son perfectos y sin problemas. La mayoría no quieren niños que tengan déficit de atención, problemas específicos de aprendizaje o comprensión, hiperactividad, dislexia o discalculia. No quieren a los que son más lentos al aprender, los que requieran de algún ayudante o que tienen que tomar terapias para hablar correctamente, o para aprender a coger bien un lápiz al escribir, ya que estos les representan más trabajo y dificultad. Por eso es común ver muchos padres que se frustran u ocultan que su niño o niña tiene alguna necesidad para que puedan ser aceptados en algún colegio, ya que no quieren mandarlos a las escuelas públicas por miedo a las noticias negativas que salen del sistema público, al desorden en Educación Especial y a las ausencias típicas de maestros, entre muchas otras razones.
 
El problema para los padres se agrava porque en Puerto Rico casi no hay escuelas privadas con ayudas para este tipo de población a pesar de que la misma está en aumento y de que hay ‘mercado’. O sea, que los padres tienen solo tres opciones y las tres son malas: (1) volverse locos tratando de identificar y lograr admisión en las poquísimas escuelas privadas que respetan a esta población; (2) demandar ante foros judiciales y administrativos por la negligencia que impera al momento de requerir servicios del gobierno bajo Educación Especial; o (3) coger sus bártulos e irse del País.
 
Ante el silencio cómplice de las autoridades del Departamento de Educación, de las asociaciones de colegios privados, de legisladores y de gobernantes (porque esto ha pasado siempre y está pasando ahora mismo) una se tiene que preguntar, ¿qué se puede hacer para evitar el discrimen en las escuelas privadas? ¿Qué opciones hay para los padres que no quieren ni pueden lidiar con el sistema público de enseñanza? ¿Qué ayudas hay para estos menores? ¿Qué se le exige a los colegios privados?
 
A los legisladores que acaban de entrar –y a los que llevan años – este tema debería interesarles ya que se trata de potenciales votos. La Prensa y los medios también deberían tratar de sacar estos temas a la luz pública, ya que ciertamente son importantes para una mayoría silente de la población. Muchos niños ‘defectuosos’ dejaron huellas imborrables. Entre los niños con problemas específicos de aprendizaje y déficit de atención estaban Walt Disney, Albert Eintein, Dwight Eisenhower, Bill Clinton, Thomas Alva Edison, Whoopie Goldberg y Tom Cruise. Marilyn Monroe de niña tuvo problemas del habla y a otros como a Mozart o a Vincent Van Gogh los consideraban locos o ‘anormales’ por tener desórdenes mentales, quizás autismo. No todos los niños son ‘perfectos’ como el sistema exige, pero todos sí son igualmente maravillosos y con ayuda logran desarrollase como adultos exitosos. Después de todo, es fácil reconocer que solo rechazan aquellos que no son capaces de aceptarse a sí mismos.
 
Esta columna fue publicada en El Vocero, el 1-23-13 http://www.vocero.com/escuelas-para-ninos-defectuosos-opinion/

Censuras ideológicas

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Mientras terminaba de quitar hoy mi árbol de Navidad del medio de la sala (sí, dije el árbol de Navidad), reflexionaba sobre la intolerancia y la censura que está abrumándonos en el país. Pensé que por desgracia, se dio el pronóstico que di en diciembre pasado cuando anticipé que con el boicot al programa de chismes vendrían otras censuras so pretexto de que no hablan igual a los que dominan la opinión en los medios de comunicación, más no necesariamente la opinión pública.

Y me convencí de la idea que siempre he tenido de que en Puerto Rico no existe la libertad de prensa porque la libertad es de los dueños del país mientras el pueblo duerme, abobado, pensando en irse de shopping o en cualquier sandez. Mientras destruyen lo que queda del país esos que nos mandan nos tienen pensando en tonterías y a los que opinan distinto, los callan. El ataque va a la yugular, y parece que nadie se da cuenta de eso que siempre ha ocurrido.

Ha pasado con muchos pero ahora lo que veo me recuerda lo que escucho de repúblicas latinoamericanas en las que los gobiernos cierran aquellos medios que no les son afines. Aquí pasó con tantos. Pasó con El Mundo (el original). Pasó con El Reportero. Pasó con Claridad, aunque siempre ha seguido en pie de lucha pero hasta bombas le pusieron. Pasó con personas como Juan Angel Silén u otras más recientes, como Roberto Ramos Perea. Los tildaban de anarquistas o problemáticos por cantarlas como las ven y dar sus opiniones, o por ser independentistas. Sin comparar los estilos – que van del cielo a la Tierra – pasó con el programa de chismes de La Comay en las que el boicot buscó un pretexto para desquitarse de los años de prejuicios y vejámenes en la expresión de Kobbo Santarrosa. Pasó con Katherine Angueira que se silenció con el pretexto de que su estilo no gusta, pero yo sé que es porque siempre ella sabe poner el dedo en la llaga de los corruptos e inmorales y eso no le gusta a muchos. Pasa ahora con el estadista Luis Dávila Colón a quien me unen lazos de amistad, más no ideológicos.

Y pensé que quizás la próxima sea yo. Que aunque quiero la independencia de mi Patria no puedo amarrarme a movimiento ni partido alguno porque ninguno me representa, que además soy libre pensadora, no le tengo miedo a los gringos pero tampoco me molestan, pero detesto a los “happy colonialists”, y no me importa decir lo que pienso porque no tengo miedo ni dedos amarrados. Pues sí, pienso que ya mismo me toca el tapabocas. Me toca pero no, no me pienso callar. Seguiré escribiendo. Es más, creo que cambiaré el tema de la columna del miércoles y en vez de población creo que hablaré de libertad. Deja ver si me inspiro.

Indeseables, pa’ fuera del País

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“Hoy en Puerto Rico estamos ante una coyuntura parecida a la de esa época de Manos a la Obra”

 
Pa’fuera. Este es uno de esos temas que son políticamente incorrectos, rayando en lo inmoral, pero hay que hablarlos. Total, no es la primera vez que esto ha ocurrido en Puerto Rico y me consta que muchos economistas, ‘decision makers’, demógrafos y uno que otro político comentan tras bastidores que es hora de repetirlo, pero pocos se arriesgan a decirlo de frente por las implicaciones que esto podría tener. Me refiero a la idea de desarrollar una política pública para sacar del País a esos grupos de la sociedad que no aportan pero que sí quitan. Los indeseables por el Estado.
 
Sí, es terrible decirlo. De hecho, pienso que este tipo de propuesta es no solo arriesgada, sino vergonzosa porque demuestra la incapacidad del Estado de atender nuestros profundos problemas de desigualdad social. La pobreza extrema y la marginación en la que el sistema tiene sumido a tanta gente, siguen creciendo a pasos agigantados en la medida en que la economía empeora, y así vemos como se achica la clase media y crece la pobre.
 
Y ¿quién determina qué es o no indeseable? Si por mí fuera sacaría a patadas, como dijo el exsecretario de la gobernación, Marcos Rodríguez Ema, al montón de políticos inescrupulosos, arrogantes y corruptos que abundan y que dicen sandeces clasistas como esa. Sacaría a los pillos, a los maltratantes de niños y mujeres, a los violadores, a los narcotraficantes, a los racistas, a los que destruyen y venden poco a poco el País, a los ricos que poco le importa el dolor ajeno y a los que nada aportan a mejorar la calidad de vida. En mi opinión, esos sí son los indeseables.
 
Sin embargo, la realidad es otra. Se quedan los que viven del Estado, sea por decisión propia o porque el mismo sistema los empuja a vivir en esas condiciones y se van los que producen. Las estadísticas nos dicen que no ha sido necesario establecer una política pública para bajar la población o controlar la natalidad y ya una buena parte de nuestra población productiva se está yendo. De hecho, se estima que más de 576 mil puertorriqueños han emigrado en la última década. Esto representa pérdidas para la economía y todo apunta a que seguirá empeorando porque hay menos gente que aporta al fisco y que trabaja, mientras que hay más población envejeciente y dependiente del Estado. La mayoría de esos que emigran son jóvenes profesionales que se van buscando trabajo y mejor calidad de vida.
 
Por eso es que vengo escuchando con más fuerza en muchos círculos el comentario de que es hora de que el gobierno detenga el éxodo de la clase trabajadora y que se replantee promover que se vayan del País los que viven de los beneficios del Estado.
 
La crisis fiscal, la falta de empleos y la misma marginación social obliga a muchos a vivir del Estado, a recibir fondos de Programa de Asistencia Nutricional, tener la tarjeta de salud del gobierno o a tener vivienda pública y tarifas especiales en el pago de agua y luz, entre otros beneficios. Muchos viven generación tras generación así, sin logar salir del yugo de la dependencia. Muchos otros abusan de estos beneficios teniendo ingresos parciales de empleos o de otras fuentes incluyendo la economía subterránea que sostiene al País.
 
Lo cierto es que la gente no va a dejar de recibir esos beneficios sin tener nada a cambio. O sea, que el gobierno está en una encrucijada. A no ser que del propio Gobierno federal limiten los fondos de bienestar social, y se obligue a la gente a salir de eso, nada va a cambiar. Incluso, he escuchado quienes plantean que se debe realizar un esfuerzo de cabildeo en el gobierno del ELA para lograr esa reducción. Tendría que ser un esfuerzo por lo bajo porque a ningún partido político le conviene ni aceptará decir públicamente que busca que bajen los beneficios federales. Sin embargo, hay que recordar nuestra propia historia. La salida de la gente señalada como ‘indeseable’ no es nueva. Pasó entre la década del 40 y 50 a gran escala, organizada por el gobierno.
 
En los anales de la historia de Puerto Rico quedará grabada la figura de Luis Muñoz Marín como el líder que sacó a la isla de pobreza. Bajo el programa Manos a la Obra, junto a otros como Teodoro Moscoso, logró el desarrollo económico, aprovechando los beneficios del gobierno americano bajo Roosevelt. Pero en Puerto Rico pocos aceptan que parte de la estrategia detrás de Manos a la Obra era sacar a gran parte de la población. El industrialismo llegó con una reducción en la población que se logró de dos formas: usando a las mujeres puertorriqueñas como conejillos de Indias y aquí se probaron casi todos los métodos anticonceptivos; y moviendo a grandes sectores de la población a trabajar fuera del País. Muchos emigraron a zonas del noreste de Estados Unidos (Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut), otros a Chicago y otros a sitios tan lejos como Hawai.
 
Irónicamente, esas poblaciones de boricuas que se fueron a trabajar, aun sufriendo vejámenes y discrimen, con el tiempo lograron ir saliendo de la pobreza y marginación. Muchos lograron estudiar y mejorar económicamente al tener unas oportunidades que se veían imposibles en esa época en la Isla. Con esto no pretendo simplificar las luchas de los puertorriqueños en Estados Unidos, ni negar que todavía muchos vivan en la pobreza, pero la realidad es que muchos también se superaron.
 
Hoy en Puerto Rico estamos ante una coyuntura parecida a la de esa época de Manos a la Obra, pero no veo soluciones ni un plan que nos señale algo mejor. Por eso me resulta irónico que cuando se habla de la criminalidad, de la creación de empleos o del desarrollo económico, pocas veces vea a un gobernador, o a un presidente del Senado o de la Cámara que mencione esta realidad. ¿Quién se atreve?
 
(Columna publicada en El Vocero  el 6 de febrero de 2013- http://www.vocero.com/indeseables-pa-fuera-del-pais/)

Rosselló, los gays y la libertad

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“La mayoría de los políticos evitaban tocar el tema, pero hoy poco a poco se atreven a hablar en la materia sustantiva que es la igualdad de derechos”

 
El lunes Pedro Rosselló salió del ‘clóset’. En sus explosivas declaraciones ante la prensa y ante las caras de sorpresa o que parecían decir “trágame tierra” de algunos de sus correligionarios, el exgobernador cambió de su postura tradicional y dijo que favorece los matrimonios entre personas del mismo sexo.
 
No solo son controversiales por lo que dijo en sí y por la oposición que han manifestado grupos religiosos y moralistas, sino porque le puso el cascabel al gato. Si Rosselló que fue tan conservador para tantos asuntos ahora dice esto, ¿qué tendrán que decir los demás? ¿Qué va a decir y hacer el gobernador Alejandro García Padilla y otros políticos ahora? ¿Darán el paso y aceptarán que esto es un movimiento irreversible que hasta incluso el presidente Barack Obama tuvo que aceptar? ¿Cuántos de los políticos locales saldrán del ‘clóset’ y dirán abiertamente que son homosexuales, lesbianas o bisexuales?
 
La relación entre los políticos boricuas y el tema gay siempre se oculta en los armarios hasta el momento en que salen fotos reveladoras o alguien amenaza con dar a conocer las intimidades. Pero el ‘political correctness establishment’ en Puerto Rico ha ido variando y aunque hasta tan cerca como las pasadas elecciones la mayoría de los políticos evitaban tocar el tema, hoy poco a poco se atreven a hablar en la materia sustantiva que es la igualdad de derechos.
 
Hace unos años García Padilla participó en eventos de la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero (LGBTT) pero durante la campaña, hizo igual que el exgobernador Luis Fortuño y ambos expresaron que el matrimonio es entre personas del mimos sexo. El único candidato que primero habló a favor de los matrimonios gays fue el primer candidato a la gobernación del Movimiento Unión Soberanista, Enrique Vázquez Quintana; y posteriormente, el del Partido del Pueblo Trabajador, Rafael Bernabe. En el medio se ubicó entonces el candidato del PIP, Juan Dalmau. Esas expresiones de los entonces candidatos en plena contienda electoral se dieron en el momento en que el presidente Obama declaró en una entrevista a la prensa que había ido cambiado su posición a favor de los matrimonios gays.
 
Obama fue evolucionando su posición hasta que en el discurso inaugural para su segundo término hace unas semanas, dijo que no habrá igualdad hasta que no se permita en matrimonio gay. Algo parecido ha pasado con la transformación de Rosselló quien siendo gobernador, nunca dio paso a leyes que le daban protecciones a la comunidad gay; pero ahora es otro.
 
“Creo que debemos reconocer los derechos de las personas independiente de cuál sea su orientación sexual y por lo tanto, creo que se debe tratar a todo el mundo igual”, dijo el exmandatario. Sin entrar en la controversia de si ser LGBTT es por nacimiento o por elección personal, hay que aplaudir que abiertamente el exgobernador rechazó el discrimen: “Eso es una elección, igual que usted elige cuál es su religión, su culto, eso es su elección y por lo tanto, creo que en el mismo nivel debe estar la orientación sexual que cada persona escoja”, puntualizó Rosselló. “No debe ser motivo de discrimen”.
 
Pero Rosselló habla en momentos en que siguen saliendo voces de oposición. Uno de estos fue precisamente el hijo del exgobernador, mi amigo Ricky Rosselló, quien dijo que “la institución del matrimonio… debe ser entre un hombre y una mujer”.
 
Lo cierto es que las expresiones del exgobernador fueron y serán liberadoras para muchos. Esto, unido a acciones concretas para dar garantías de derechos –como por ejemplo, lo que hizo la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, al conceder beneficios a las parejas de hecho en la capital, entre otras gestiones de legisladores del Partido Popular– son evidencia de que se abrió la puerta y que muchos políticos ya no temen perder votos ni ser atacados por los grupos religiosos o los que son fundamentalistas.
 
El verdadero reto ahora consiste en ver hasta dónde llega la libertad y el respeto al derecho ajeno. Y en ese sentido, es imprescindible que la comunidad LGBTT y su liderato respeten a los que se oponen a ellos. Que no intenten imponer sus posiciones sin educar, por que caen precisamente en el mismo error que le critican a los fundamentalistas que es el de hablar, hablar y gritar, sin escuchar.
 
Si el liderato LGBTT exige respeto, que lo demuestren en sus expresiones públicas porque hay que reconocer que a pesar del avance y el cambio de posturas de líderes como Obama en Estados Unidos o como Rosselló en Puerto Rico, en el País todavía hay una sociedad conservadora. La tradición religiosa, el insularismo y el discrimen son aspectos que la sociedad puertorriqueña no ha superado. Falta mucha educación en este proceso y el liderato LBGTT, además de los heterosexuales que buscan la igualdad de todos, debe reconocerlo y propiciar esa discusión, con respeto y altura.
 
De igual modo, los religiosos y conservadores tienen el reto de demostrar la caridad al prójimo y el respeto, aún cuando se trate del tema gay que va en contra de sus principios religiosos. Valla ejemplo de lo que es compasión y amor el que dan ciertos líderes religiosos cuando propician insultos y vejámenes a otros seres humanos que sólo tienen una orientación sexual diferente.
 
Creo firmemente que la verdadera libertad se dará con respeto a las diferencias y buscando puntos de consenso. Ya Obama dio el primer paso. Ya Rosselló en el PNP lo ha dado y muchos otros como Yulín en el PPD lo están haciendo. Falta ahora que el verdadero liderato LGBTT y religioso, especialmente los muchos líderes a los que la prensa ignora o no entrevista en ambos lados, salgan y den un ejemplo de lo que es civismo. Así se educa al País y se rompen las verdaderas barreras del discrimen.
(Columna publicada en El Vocero - el 30 de enero de 2013 - http://www.vocero.com/rossello-los-gays-y-la-libertad/ )

Puerto Rico: un gueto de viejos

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“Nuestra sociedad no está preparada para enfrentarse al reto… no se atiende a esta población y todo se orienta a los jóvenes”


Esta es la semana donde el mercado nos obliga a pensar en San Valentín. Hay que comprar chocolates, flores y enamorarse. Es la semana del amor y la amistad, pero yo pienso en los viejos.

Pienso en ellos porque Puerto Rico se está convirtiendo rápidamente en un gueto de viejos. Y de viejos pobres. Una pasa por las calles de urbanizaciones de clase media, y cada día ve más casas vacías o con letreros de “se vende”. Las habitadas tienen residentes que son en su mayoría ‘baby boomers’, esa generación de mayores de 60 años de edad. En los residenciales y barriadas, al igual que en los campos o en los cascos urbanos de los pueblos, también abundan los viejos, casi siempre marginados, solos y pobres.

Con mirar detenidamente nuestro alrededor, una puede pensar que el negocio del futuro en Puerto Rico será el de envío de valores. Los hijos que ahora se están marchando del País a trabajar, dejando acá a sus padres, les tendrán que enviar dinero para ayudarlos a sobrevivir como hacen los hijos de la República Dominicana y de tantos otros países en los que la economía, la política o la pobre calidad de vida los obliga a emigrar.


En mi columna de la semana pasada, que titulé ‘Indeseables, pa’ fuera del país’ (http://www.vocero.com/indeseables-pa-fuera-del-pais/) decía que me consta que varios líderes en círculos de poder se están planteando la necesidad de establecer una política pública de cabildeo a nivel del Gobierno federal para que se eliminen fondos de bienestar social y forzar así la emigración de personas dependientes del Estado. De este modo, contrarrestarían la emigración que se está dando –que es la de jóvenes profesionales– y evitarían que la clase media siga desapareciendo. En la última década han emigrado más de 579 mil puertorriqueños.

Uno de los principales resultados de esa emigración de jóvenes es que se quedan los viejos. Ante nuestros ojos se está dando un cambio profundo en la estructura de la población puertorriqueña y parece que a nadie le importa porque los temas que nos ahogan en la discusión pública siguen siendo el estatus, las politiquerías y la criminalidad. Pocas veces se habla del impacto actual y a largo plazo de este cambio demográfico.

Según el Censo del 2010, el 14.5% de los habitantes de la Isla tenía en ese momento 65 años o más, el doble del promedio para Latinoamérica y el Caribe (7%) e incluso superior a la cifra de Estados Unidos (13%). En nuestro entorno caribeño, solo Cuba –con un 12.4%– se acerca a la proporción de viejos en Puerto Rico. Las proyecciones del Negociado del Censo apuntan que en tan solo siete años, o sea, para el 2020, la población de 60 años o más representará un 25.5 por ciento de la población total de la Isla. O sea, una cuarta parte de nuestra población será de edad avanzada. Esto se debe a que vivimos más. La expectativa de vida de 78.8 años (75.3 años en hombres y 82.7 años en mujeres).
Más de la mitad de los viejos son mujeres y todos viven en pobreza. Muchos viven del Seguro Social, cuyos fondos están bajando, pero muchos otros del Programa de Asistencia Nutricional que no alcanza para cubrir los gastos médicos o de cuido de los envejecientes.

Este envejecimiento de los puertorriqueños tiene muchas consecuencias que nadie menciona y que van desde una reducción en la fuerza laboral y entre los estudiantes a nivel escolar y universitario, hasta un aumento desproporcional en la necesidad de servicios para los viejos. Estos servicios como los médicos, la transportación, cuidados en la enfermedad y otros, auguran aumentos en los costos de los programas de bienestar público que terminarán pagando menos personas. O sea, que la clase media productiva, que cada día se achica más, terminará cargando esos costos.

Nuestra sociedad no está preparada para enfrentarse al reto de la vejez acelerada. No se atiende a esta población y todo se orienta a los jóvenes. Miren la publicidad y verán anuncios y comerciales para los jóvenes, relegando a los viejos a ser invisibles. Con la excepción de ciertos planes médicos dirigidos al mercado de envejecientes que muchas veces los presentan bastante lejos de la realidad o en medio de bromas, poco se dirige a esta población. La cultura que nos empuja a preferir la estética joven, la proliferación de cirugías plásticas para ocultar la edad, los tintes para esconder las canas, el maquillaje para que no se vean las arrugas y tantas otras cosas que hacemos a diario hombres y mujeres por igual, simplemente son muestras de que queremos negar nuestra propia realidad de que todos los días nos ponemos un poco más viejos. Todos vamos a eso.

En la sociedad puertorriqueña es habitual que hagamos como el avestruz, que esconde la cabeza cada vez que tiene un reto encima. Se nos ha enseñado a hablar de cualquier cosa o de quejarnos de todo en vez de actuar y buscar soluciones. Con nuestros viejos, todavía tenemos tiempo de prepararnos. Es hora de mirarnos en un espejo y aceptar la realidad. Es hora de actuar.

(Esta columna fue publicada en El Vocero el 13 de febrero de 2013 - http://www.vocero.com/puerto-rico-un-gueto-de-viejos-opinion/)

Tierra de armas contra almas

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Puerto Rico es una tierra de armas. De armas de destrucción que están disponibles para fulminar almas. Sí, las almas de cuanta víctima inocente se cruza en el camino de una de las balas, sea perdida o no. Las armas nos inundan las calles, las casas, los vehículos y las ocultan en los sitios en donde menos se imagina la gente, sea en vagones, cajas o hasta en los llamados ‘clavos’ dentro de autos.
 
Es que vivimos en un país donde las armas proliferan. Muchas legales pero muchas más, ilegales. Glocks, AK-47, AR-15 y cuanto nombre extraño existe, abundan. Y mientras en Estados Unidos el tema del control de las armas ocupa la discusión pública llevando al presidente Barack Obama a proponer una nueva política con leyes más restrictivas con el fin de evitar tragedias como la sucedida en la escuela de Connecticut, aquí poco se discute del tema.


Si bien es cierto que la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza el derecho a portar armas para el supuesto deporte o para defensa, poco se analiza del mercado de las ilegales y las implicaciones de esto sobre el alza en la criminalidad. La realidad es que mientras más armas legales haya en la calle, más armas hay. Punto.
 
En Puerto Rico es un privilegio poseer armas y la legislación local, con todo y las enmiendas que se le han hecho, está considerada como la más restrictiva en Estados Unidos y sus territorios. Sin embargo, por más dura que sea la ley, esto no ha tenido el efecto de detener la delincuencia. Y mientras más armas legales hay, más robos de estas armas ocurren.
 
Esto fue denunciado hace un tiempo por el diario británico The Guardian que señaló a Puerto Rico como el país con el porcentaje más alto de asesinatos cometidos con armas de fuego con respecto a todos los asesinatos, con un 94.8 por ciento.
 
Los que defienden el derecho constitucional a portar armas de fuego en Puerto Rico consideran que las leyes son sumamente restrictivas para aquellos que tienen sus licencias y armas bajo reglamento, lo que consideran que no resuelve el problema de la criminalidad.
En Puerto Rico hay 95,671 licencias de armas y de esas, 63,094 están activas, hay unas 9,330 licencias de armas vencidas –durante cuatro años– , 3,545 licencias canceladas y unas 22,702 licencias revocadas, según Walter Lamela Soto, subdirector del Negociado de Armas de la Policía.
 
A pesar de que hay 95,671 licencias, hay un total de 162,271 armas registradas en manos de tenedores de licencias de armas. Hay también 30 armerías en el País. La discrepancia entre el número de licencias y el de armas obedece a que una persona puede tener cuantas armas desee, después que obtenga el permiso. Eso explica, por ejemplo, casos como el de Pablo Casellas, quien está acusado de matar a su esposa Carmen Peredes, y a quien se le ocuparon unas 30 armas.
 
Puerto Rico no es productor de armas. Es sin embargo, importador. Nos llegan por muelles, por aerolíneas y hasta por correo. Es hora de atender este asunto y no esconderlo más. Después de todo, se trata de armas que nos están destruyendo las almas en el País.
 
(Esta columna fue publicada en El Vocero - el 20 de febrero de 2013 - http://www.vocero.com/tierra-de-armas-contra-almas-opinion/)

Cuba y Puerto Rico

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Cuba, tan distinto y tan igual a Puerto Rico.  Dos islas hermosas, anquilosadas en el tiempo, víctimas de sistemas políticos y modelos de gobierno que no funcionan, o que ya dieron lo que iban a dar.
Hace unos días el octogenario presidente cubano Raúl Castro anunció que este será su último mandato por cinco años y que el próximo en sucesión será el vicepresidente Miguel Díaz Canel, de 52 años, y quien no es del grupo que vivió la Revolución del 1959. Con este anuncio se pone fin a la era de los hermanos Castro que inició la ya mítica figura de Fidel, quien precisamente reapareció en el Parlamento para presenciar el anuncio de su hermano. Son cambios políticos grandes en los que se transfiere el poder a una nueva generación, pero mientras tanto, el pueblo sigue igual, con las mismas necesidades, miseria y limitación de derechos civiles.
Acá que en Puerto Rico, el Gobernador Alejandro García Padilla aún no ha cumplido los primeros 100 días de su mandato y ya se sabe que la economía del país está al borde del colapso. No hay una transición generacional porque hubo cambio de gobierno, pero estamos igual o peores que con la pasada administración. La economía no se mueve, los cascos urbanos parecen pueblos fantasmas, y se ven anuncios de “se vende” por doquier. Los legisladores amarrados a sus dietas tuvieron que ceder ante la presión pública, pero volvieron al legislador-ciudadano para poder trabajar “part-time”; el Banco Gubernamental de Fomento anuncia que las pensiones de los empleados públicos no dan; se anuncian aumentos en los servicios básicos al pueblo y la gente se opone a que el Gobernador ahora le regale por 40 años el aeropuerto a los mexicanos con las condiciones actuales del contrato.  Mientras tanto, el pueblo sigue sufriendo. La clase media cada vez más pequeña, vive asfixiada con la economía y se debate si van del país a buscar trabajo o si siguen decidiendo entre pagar la luz, el agua, la hipoteca o las medicinas.
Muchos no lo aceptan, pero son innegables los paralelismos en la realidad actual de Cuba y Puerto Rico. Más allá de la historia común que nos une, una tiene que mirar con detenimiento los sistemas políticos y ver el día a día de la gente para darse cuenta de que no somos tan distintos, y que tanto allá como acá el pueblo vive precariedades, pobreza, limitaciones y que al pueblo los mueven cual títeres, por los hilos ocultos del poder político.

Cuba es hermosa pero el fidelismo la estancó. Puerto Rico es igual de bello, pero el Estado Libre Asociado nos estancó. Aún con sus diferencias fundamentales en la realidades históricas que son distintas para Cuba y Puerto Rico, ambos sistemas políticos cumplieron su misión y es hora de que cambien.

Acá nos creemos que tenemos derechos civiles, pero la verdad es que nos limita el sistema. Allá no se puede hablar ni moverse en libertad porque el gobierno lo impide. Acá nos ahoga el consumismo, que también nos emboba y hace que la gente no se dé cuenta de que es el sistema. Si no nos mata el consumismo, nos morimos de miedo ante los crímenes o de pesadumbre ante la falta de oportunidades.
En Cuba viven un Período Especial permanente y pero acá no estamos tan lejos de esa realidad. Es hora de mirarnos en el espejo y reconocer que hacen falta cambios radicales en ambas alas de ese pájaro, porque como dijo un día doña Lola Rodríguez de Tió: “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas. Reciben flores y balas en un mismo corazón”.
(NOTA - Esta columna salió publicada en El Vocero (edición impresa) hoy 2/27/2013)

Hugo Chávez

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Anoche murió y no pude dejar de evocar el momento en que lo conocí. Era una noche clara, de fiesta, y fui objeto de una de las suyas. Hugo Chávez se apoderó de mí sin dejarme casi actuar.

El primer intercambio fue horas antes, en la mañana de muchos eventos relacionados con la toma de posesión de la Gobernadora Sila Calderón. Exuberante, bullangero, medio cafre y con arranques atípicos de la clase política latinoamericana, tenía cautivado literalmente a medio mundo.  Para ese momento en el 2001, todavía no era objeto de críticas ni había sido directo en sus ataques a los americanos, así que seguía siendo una novedad y no un enemigo de tantos. Fue años antes de que dijera en la ONU que Bush era el diablo “El diablo estuvo aquí. Huele a azufre todavía", y que el rey Juan Carlos lo silenciara con su “¿Por qué no te callas?”.

El día que conocí a Hugo Chávez fue en la rueda de prensa que ofreció con motivo de su visita a ese evento en el que se juramentaría a la primera mujer gobernadora en Puerto Rico. No era el único presidente latinoamericano que visitaba la Isla para el evento, pero era el que más interés generaba. En la rueda de prensa contestó todas las preguntas, fue amable y simpático, y sencillamente se echó a la prensa en el bolsillo con sus halagos hacia Puerto Rico.

Noté en ese momento su dominio del manejo de la opinión pública. Era un maestro en eso. Los periodistas, los funcionarios públicos y la gente caía redonda ante su encanto. Se sabía mover, qué decir y cómo hacerlo para caer bien, con humor y chispa, características que pocos políticos logran dominar. Pero en la noche,  me la hizo y fui objeto de una de las suyas.

Mientras me dirigía hacia una de las recepciones tras la toma de posesión, nos detuvimos ante la comitiva. “Parece ser un presidente porque viene con escolta”, le comenté al grupo con el que andaba quienes en ese momento eran allegados míos. La limusina se detuvo y Chávez, en vez de esperar el protocolo habitual, se bajó, abrazó al chofer, le dio la mano a cada uno de los policías en motora que lo escoltaban y a cuanta persona iba por la acera.

“Pero si es usted, usted es la periodista y viene de gala. ¡Qué guapa!”, me dijo mientras gesticulaba admirando mi vestido. Yo no sabía qué hacer porque estaba al lado de mi entonces marido que tenía una cara rara, mezcla de emoción por ver de frente al presidente pero a la misma vez coraje por la osadía del venezolano.

Yo intenté presentarle al grupo, y Chávez, ni corto ni perezoso, los ignoró, me tomó por la cintura y me hizo caminar escaleras arriba hacia la recepción VIP de los presidentes y dignatarios. Yo no estaba invitada, pero entré con él, como si fuera su pareja. Atrás, como cola, iba mi entonces esposo y parte de mi grupo porque el resto se quedó en la calle.

Y yo loca por salir de allí y por soltarme del venezolano, pero no encontraba como porque el hombre era una estrella. Iba saludando a todo el mundo, conmigo agarrada por la cintura y presentándome. Me dijo, “vamos a bailar”.

Hasta ahí llegué y le dije que me tenía que ir con mi marido de entonces a la fiesta de los plebeyos. “¿Y dónde es eso que allá quiero ir?”, me contestó. Por suerte, empezaron a acercarse varios dignatarios y literalmente hui del lujoso recinto para irme con los plebeyos.

Fue en ese momento en que me convencí que Chávez era peligroso. Peligroso como igual de peligroso son los políticos, especialmente los populistas, que dan una versión pero luego actúan en contra de lo que predican, y la prensa les cree y los adula e idolatra.

Chávez fue un personaje fascinante y aterrador a la vez. Algo así con el misticismo popular y mediático del que gozan y que se han fabricado Fidel Castro y Barack Obama.

El primero intentó llegar al poder mediante un golpe de estado y cuando finalmente se hizo presidente, comenzó sus alianzas con los enemigos de los americanos, los hermanos Castro en Cuba, y con otros líderes de países como Siria e Irán.  En una década hizo alianzas y logró un nivel de influencia en la América Latina como pocos, consiguiendo crear un frente antiamericano y nacionalista con sus aliados como Cristina Kirchner de Argentina,  Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador, entre otros.

Chavez logró un poder real con el pueblo venezolano porque sin lugar a dudas ha sido el presidente que más atención le dio a la mayoría, que son los pobres. Con el apoyo del gobierno cubano, logró democratizar servicios que antes no eran accesibles a los pobres, como la salud y en parte, la educación. Sin embargo, a lo largo de su mandato, su país se ha ido polarizando. La violencia impera en Venezuela, los derechos civiles se violentan y muchas de las políticas de su gobierno bolivariano han sido profundamente antidemocráticas. La nacionalización de empresas, el antagonismo y los ataques que su gobierno ha hecho hacia la clase económica y comercial de Venezuela demuestran una situación que raya casi en caótica.  Su filosofía socialista afectó la economía y la estabilidad en Venezuela, pero él y su partido seguían ganando elecciones. Esto cambió.

En 30 días los venezolanos tendrán que enfrentarse nuevamente a unos comicios. El opositor Henrique Capriles representó una nueva visión política y ha dado esperanzas a muchos sectores, especialmente en el exilio. Sin embargo, habrá que ver si tendrá alguna oportunidad de ganar ante unas instituciones controladas por los chavistas. Habrá que ver si el vicepresidente, Nicolás Maduro, quien anoche asumió el mandato interino, logra aglutinar y mantener el poder.

Chávez perdió su batalle contra el cáncer. Murió sin haber podido tomar posesión de su cargo, y ahora todo luce sombrío. Se presagian momentos difíciles para Venezuela. Y mientras tanto, dudo que surja otro personaje como él.

Publicada en NotiCel, hoy 3/6/13 - http://www.noticel.com/blog/138320/hugo-chavez.html
 

Malcriados

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“Groseros, zafios y descorteces abundan entre jóvenes y viejos, entre líderes políticos y artistas, en cualquier parte”

 
Sila tenía razón. Recuerdo que en su campaña a la gobernación en el año 2000 una vez nos dijo a los periodistas, que los que eran niños y adolescentes durante el gobierno de Pedro Rosselló, crecieron viendo la corrupción y la impunidad en la administración pública, y estos pensarían que eso era cosa normal. Sila temía que se creara toda una generación de jóvenes inciviles, maleducados, y distintos a la raíz de lo que era el pueblo puertorriqueño.
 
Trece años más tarde, entiendo que Sila tenía razón en esa. Lo que no anticipó fue que las cosas se pondrían cada vez peor y que los ejemplos vendrían no solo del gobierno de Rosselló, sino del suyo, del de Aníbal y del de Fortuño. Pienso que Sila jamás se imaginó que habría tantos ‘bambalanes’ en nuestra sociedad. Groseros, zafios y descorteces abundan entre jóvenes y viejos, entre líderes políticos y artistas, en cualquier parte. Parece que nos convertimos en una sociedad de malcriados. Dos ejemplos que se dieron casi al unísono en días recientes vienen a mi mente: Ibrahim y Chemo.



A nadie le gustó la forma en que el exlíder estudiantil botado de la UPR, Ibrahim García, le increpó a la exgobernadora durante una manifestación de desobediencia civil frente a la fundación que dirige Calderón y donde se encontraba el gobernador Alejandro García Padilla. El incidente fue captado por todos los medios de comunicación generando indignación entre cientos de personas.
 
Tampoco a nadie le gustó que el alcalde de Canóvanas, José (Chemo) Soto, dijo como excusa que como nadie en el Gobierno central le hacía caso, se subiría el sueldo a $9 mil mensuales a modo de protesta. Vaya protesta, cuando en Canóvanas abunda la pobreza y la falta de servicios. Chemo se subió el sueldo la misma semana en que miles de empleados públicos y jubilados recibían la mala noticia de que el Gobierno le quitaría beneficios, bono de Navidad y reduciría las pensiones para detener el desmadre histórico en el Sistema de Retiro.
 
O sea, uno insultó a una mujer y a una figura que ostentó un cargo público, y el otro insultó a todo un País. Ambos, en mi opinión, son descarados.
 
¿Dónde quedó el respeto hacia una mujer, hacia las personas mayores, hacia la figura de una exgobernadora? En el caso de Ibrahim, ¿es ese el ejemplo de lucha que quieren llevar los movimientos de izquierda? ¿Por qué no se le increpa de la misma manera a los que nos saquean el País, a los que nos matan lentamente la sociedad vendiendo drogas, distribuyendo armas o enfermando a nuestros niños? Y en el caso de Chemo, ¿dónde dejó el respeto hacia tantos pobres en Canóvanas? ¿Merece él ese sueldo cuando tantos empleados públicos y jubilados están viéndoselas negras? ¿Es eso ejemplo de sana administración pública? ¿Pensaba que el País le reiría las gracias como cuando sacó de su tiempo pagado con fondos públicos para irse a cazar el Chupacabras?
 
La realidad de mi País supera la ficción. Ejemplos como el de Ibrahim y como el de Chemo oscurecen la historia de decencia, honra y respeto que dejaron quienes fueron pilares en nuestra sociedad, sin importar si eran de centro, derecha o izquierda, o si eran independentistas, populares o estadistas. Un Pedro Albizu Campos jamás hubiera hecho eso. Un Luis Muñoz Marín ni un Luis Ferré, menos. Los ideales se defienden con dignidad, no convirtiéndose en lo que se critica. Vivimos rodeados de malcriados, inciviles, groseros y zafios, pero, ¡ya basta! Los puertorriqueños no somos así.
 
(Esta columna salió publicada en El Vocero, hoy 6 de marzo de 2013 - http://www.vocero.com/malcriados-opinion/ )

Chisme vs. noticia

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"Cada día es más imperativo detenerse y hacer la distinción entre una cosa y la otra”

 
 
En la vida de todo periodista siempre llega el momento en que uno se pregunta dónde está el lindero, en dónde se separa lo que es un chisme y lo que es una noticia. Viendo la realidad actual en el mundo de los medios informativos y cómo estos operan, esa pregunta es inescapable. Claro está, para el verdadero periodista la respuesta a esa interrogante debe ser fácil, pero en la ejecución diaria de lo que se difunde como información veraz, parecería lo contrario.
 
En el mundo actual en el que hay noticias las 24 horas del día, en donde los sitios en Internet se llenan de rumores que luego se repiten como informes serios en las páginas cibernéticas de los diarios, o en la radio y la televisión, muchas veces estos chismes se convierten en realidad ante los ojos del público que se los cree como ciertos. Por eso siempre insisto en que cada día es más imperativo detenerse y hacer la distinción entre una cosa y la otra.
 
La noticia es la divulgación o publicación de un hecho, de un suceso o una novedad que se corrobora y se verifica. Además es algo importante para el que la recibe porque afecta su vida. El chisme es la murmuración, el enredo o el bochinche que incluye una gran dosis de especulación, a veces burla y mucho morbo. El problema radica en que la forma en que presentan las noticias hoy tiene elementos del morbo y por eso las diferencias entre chisme y la noticia seria se ven difusas. Sucede mucho con las crónicas sociales y la vida de los famosos, sean reales o fabricadas por los propios medios. En temas como la música, la moda, el cine, deportes, espectáculos y personajes de la realeza, actores o deportistas famosos cuyas vidas de farándula se convierten en temas importantes. Como siempre, menciono esta tendencia no es exclusiva a Puerto Rico a pesar de lo que la gente cree.


Lo que representa la modelo y empresaria Maripily en términos de valor noticioso para la Prensa local es prácticamente igual al valor noticioso que le dan en España a las noticias de figuras de la realeza o a la que en Estados Unidos le dan a las hermanas Kardashian. Y el público no se cansa. Por el contrario, critican el contenido informativo de los medios pero son los primeros en ver programas como el español ‘Corazón, Corazón’ o sintonizar cualquier cadena americana. Quizás ese gusto por el morbo es lo que hace que las noticias con más ‘hits’ o visitas en las páginas de Internet de los diarios son las de temas raros tales como las fotos de las nalgas de la cantante Rhianna, Michelle Obama bailando, la mujer que ama a los ratones o cómo hacer que el pene de un hombre crezca. Esas noticias se leen más que aquellas como la crisis en el Congreso o por qué el Sistema de Retiro en Puerto Rico va a colapsar.
 
La verdad es que a veces de chismes, o de rumores, surgen noticias importantes. Así fue que comenzó Watergate, como un rumor, pero los periodistas lo verificaron y se cercioraron de que era cierta. Por eso cambió el curso de la historia.
 
Por eso es que cada día me convenzo más de que hay que reconocer a los periodistas que desde dentro de los medios están luchando por hacer bien su trabajo y que este se diferencie del chisme. Son muchos los periodistas que luchan desde adentro para diferenciar entre lo que es importante y lo que es mediocre. Aquí hay muchos dando esa batalla, pero el mundo está cambiando rápidamente.
 
Pienso que los medios irán evolucionando poco a poco y permanecerá una combinación de elementos. Algo de entretenimiento, pero mucha dosis de veracidad. Sobrevivirán aquellos que presenten las informaciones usando géneros periodísticos como entrevistas, reportajes, notas con información veraz y contrastada; y aquellos que le den un tratamiento informativo respetuoso, sin comentarios ni elementos de juicio.
 
 
Esta columna fue publicada en El Vocero el 13 de marzo de 2013 - http://www.vocero.com/chisme-vs-noticia-opinion/

Ojo por ojo

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“Cuando es un asesino como Candelario Santana, es fácil pensar que merece morir”

Mientras muchos seguimos saboreando la alegría que nos dejó este fin de semana el equipo de Puerto Rico en el Clásico Mundial del Béisbol (incluso muchos como yo, que no nos gusta ese deporte, nos lo gozamos), pocos pensamos en que la alegría luce efímera. Se ve breve si pensamos que tenemos de frente la amenaza de que aquí nos impongan la Ley del Talión. Ojo por ojo, diente por diente.
 
O sea, mataste, eres un asesino, pero en vez de encerrarte, la Fiscalía federal quiere hacer que un jurado compuesto por siete mujeres y cinco hombres puertorriqueños, sean verdugos. Los fiscales harán como Pilato y el jurado mandará a matar. Ese parece ser el objetivo de las autoridades federales en el caso contra el convicto Alexis Candelario Santana en el que nuevamente insiste en pedir la pena de muerte.
 
Resulta difícil considerar el tema cuando se trata de un asesino de una larga historia delictiva, y quien mató de manera inmisericorde, fría y vilmente a 22 personas en varios eventos incluyendo la masacre de La Tómbola, en Toa Baja. Cuando es un asesino como Candelario Santana, es fácil pensar que merece morir. Es fácil decir que no merece que el erario pague por mantenerlo en una cárcel por el resto de sus días. Es fácil convencerse de que no importa, que no vale nada y por eso hay que pagarle igual que como él hizo; matando. Pero el tema es más complicado que eso. Hoy es él, mañana puede ser cualquier otro. Por un lado está el elemento moralista y de nuestra tradición judicial que abolió la pena de muerte hace años, pero por otro viene la insistencia de demostrar que aquí mandan los americanos.


Ese activismo de la Fiscalía federal a favor de la pena de muerte es evidente, pero hasta ahora, los jurados se han negado dar veredictos de muerte. Todo tiende a indicar que más allá de dar una lección al asesino, lo que quiere hacer la Fiscalía federal es demostrar la subyugación del sistema colonial del País. Sin embargo, los puertorriqueños han demostrado que repudian el matar para detener las muertes.
 
Se puede argumentar que en el bajo mundo existe la pena de muerte para aquellos que tiran ‘cañona’ o que no pagan sus deudas, por eso los ejecutan. Pero en nuestro ordenamiento jurídico y social, la pena de muerte está abolida. Desde el 1927 y posteriormente se incorporó en la Constitución del ELA. Los puertorriqueños sabemos que el derecho a la vida es fundamental, y que la pena de muerte atenta contra la dignidad humana por su naturaleza, y por los métodos que se usan para implementarla. Sabemos también que más que resarcir daños o representar la justicia, la pena capital implica venganza y no rehabilita a nadie. Lo que sí intimida, por la experiencia en otros sitios, son las estadísticas porque la mayoría de los condenados a pena de muerte son los pobres y las minorías, o sea, los más marginados.
 
En estos días el estado de Maryland abolió la pena de muerte. Ya son 18 los estados que la prohíben. Optan por respetar la vida de aquellos que no respetaron las vidas de otros. Quizás ese encierro de por vida sea el peor castigo de un asesino que siempre tendrá ahí a la conciencia hablándole. Este fin de semana leí que el nuevo sumo pontífice, el Papa Francisco, dijo al rezar su primer Ángelus que: “Un poco de misericordia hace al mundo menos frío y más justo”.
 
Resta ahora por ver si ese jurado de puertorriqueños será misericordioso, o si sucumbe ante el intento de la Fiscalía de aplicar aquí la Ley del Talión. Pienso que si lo hacen, nos vamos a quedar tuertos.
 
 
 
NOTA: Esta columna fue publicada hoy 20 de marzo de 2013 en El Vocero - http://www.vocero.com/ojo-por-ojo/)

In God We Trust

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Un día como hoy, los judíos se reunieron en el Sanedrín y condenaron a Jesús. Pocos lo recuerdan porque en el Puerto Rico del 2013 cada vez guardan menos respeto y la solemnidad que representan estos días. ¿Dónde está el dios de muchos?

 
 
Playa, sol, cerveza fría… descanso. Para algunos son días de beber ron. O de ver Los 10 Mandamientos, La Biblia y otras películas en la televisión. Para otros, días de asueto. ¡Vacaciones! ‘Break’ de primavera. Para muchos, descenso en las noticias, pero sigue el pesar, la tristeza colectiva. Venimos desde enero, es más, desde las elecciones e incluso antes, en una espiral de problemas y fracasos en las que el País sigue aleteando. No parece tocar fondo porque cada vez surge algo peor. Pero esta semana se supone que nos detengamos y reflexionemos.


Once jurados querían la pena de muerte y una sola le salvó la vida al asesino de más de 20 almas. La Procuradora de las Mujeres despotricó contra la Constitución y quería que mataran al asesino. ¡Y así hay que erradicar la violencia! Violencia por violencia. ¡Es que la vida es una tómbola!, como decía la canción. Canción que jamás entonarán las víctimas de aquella y de tantas otras masacres. Y que sufran los que quedaron vivos, y que sufra el País, parecieran decir.
 
Un honorable que quiere reglamentar a los caballos en las calles. ¿Pondrán a soplar a los jinetes mientras cabalgan? Otra prioridad más en nuestra Legislatura. ¿Cuántos jefes de agencia han nombrado y estamos en abril? Nadie sabe a ciencia cierta.
 
El Superintendente que está o no está. El Gobierno le suplica que se quede y negocian un contrato de varios cientos de miles con él, pero no hay dinero para pagar el seguimiento psicológico que atienda los problemas de la Uniformada. Para muestra un botón. Hace dos días un policía mató a su exesposa y luego se suicidó. Pero la noticia se pasa como otra muerte más.
 
¿Rebaja en la luz? Otro sueño, pero ya nos adelantan que volverán los apagones y que la AEE está en intensivo. Y vienen más impuestos y menos trabajos.
 
Los federales se niegan a limpiar de bombas y contaminación las playas de Vieques y Culebra. ¡A ver a cuántos más le explotan esas bombas en la cara!
 
Se lee la Prensa y a veces ni se sabe ni quién ganó las elecciones. Hay que joderse en este País. ¿Quién está a cargo? Y la economía estancada. Y los bonos degradados. Y nos consideran ‘chatarra’. Y no importa sin son rojos o son azules porque son iguales. El dinero de pocos, el pesar es de muchos.
 
Y no hay chavos, pero sí hay tarjetas para gastar.
Bajaron las ventas de cosméticos, joyas y ropa de mujer según el Informe de Ventas al Detal de la compañía de Comercio y Exportación. El bolsillo de la jefa de familia se afectó. Menos coquetas y más zafias. A inventar o a reinventarse que no hay chavos pa’ nadie, pensarían. Pero las mismas estadísticas nos contradicen. Sin chavos, los consumidores gastaron $35,922,943,798 en los doce meses del 2012. Estarán agobiados sin chavos, pero pa’ la playa. Con calderos de arroz y la compra hecha en Sam’s o Costco. Y los que comen pescado, lo harán de 6 meses de viejo porque DACO está inoperante. Cabo Rojo, Piñones, a cualquier costa donde te venden sin IVU y se bebe hasta más no poder. Parece que le echan algo al agua.
 
Y somos una sociedad de consumo en la que nos consumimos por dentro. Consumimos como estilo de vida, para sobrevivir el agobio del País. Y creamos una nueva cultura. La cultura del derroche, del exceso y la desigualdad. Porque parece que el tener es más importante que el ser. Y nos justificamos de esos vicios porque vivimos como Pueblo una fantasía que nos distorsiona la realidad. Somos esclavos sin identidad que no sea la del consumismo extremo que se manifiesta de muchas maneras. En algunos es la depresión, en otros el alcoholismo, el crimen, y en casi todos, ansiedad. Y muchas veces no se encuentra felicidad porque se ha sustituido lo importante por lo inmediato.
 
Hoy es Miércoles Santo. Finaliza Cuaresma y comienza la Pascua. Hace más de dos mil años, un día como hoy, los judíos se reunieron en el Sanedrín y condenaron a Jesús. Pocos lo recuerdan porque en el Puerto Rico del 2013 cada vez guardan menos respeto y la solemnidad que representan estos días. ¿Dónde está el dios de muchos?
 
But, yes, In God We Trust.
 
(NOTA - Esta columna fue publicada hoy 27 de marzo de 2013  en El Vocero - http://www.vocero.com/in-god-we-trust/ )

Transparencia

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“La verdad hay que administrarla. Se cuenta poco a poco, pero se cuenta con honestidad"


 
Rabindranath Tagore dijo una vez: “El río de la verdad va por cauces de mentiras. Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad. La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos. Lo falso, por mucho que crezca en poderío, nunca puede elevarse a la verdad”.
 
Esas palabras me recuerdan de lo que más leo últimamente en la Prensa internacional que es del tema de la transparencia. Que si las empresas deben ser transparentes, que si la gente no debe mentir, que si las marcas deben ser claras en lo que dicen, que si los gobiernos deben decir las cosas como son. Para mí, de lo que esto se trata es de comunicar la verdad. La transparencia es precisamente eso, decir la verdad, pero decirla por convicción, ya sea porque esa es la política institucional o es la forma de ser del individuo, no porque sea una alternativa impuesta o una moda.


Operamos en un mundo globalizado, de interconexiones, con cámaras en todas partes y en el que hoy hasta los niños tienen teléfonos inteligentes o tabletas. Un mundo en donde una foto mal tomada o un vídeo comprometedor que se sube a las redes sociales de inmediato se convierte en noticia que por igual puede convertir en famoso a un desconocido como también puede destruir una reputación labrada durante toda una vida. En fin, vivimos en un mundo donde todo se observa y todo se comenta.
 
Ya no hay más secretos porque en la vida todo se sabe. O sea, que si mientes, es probable que alguien se entere y de inmediato. ¿Cómo se puede competir con un mundo donde el ciclo de noticias dura las 24 horas, en donde en Facebook o en Twitter se comenta o se anuncia de todo? Fácil, se logra siendo transparente. Hay que decir la verdad, pero no es confesarse. Como dice el colega relacionista Pepo García, la verdad hay que administrarla. Se cuenta poco a poco, pero se cuenta con honestidad.
 
Yo, que navego y he navegado por diversos mares en la comunicación, tanto en el campo de las relaciones públicas como en el periodismo o en la producción, veo la turbidez por todos lados.
 
En la Prensa sucede mucho con los dueños de empresas mediáticas cuando ocultan al público los negocios y vínculos comerciales que tienen en otras áreas fuera de sus medios de comunicación. A veces ocultan transacciones de empresas hermanas o promueven ciertos temas a nivel noticioso para ayudar a sus otras inversiones económicas, pero no lo dicen abiertamente. En mi experiencia como reportera, en más de una ocasión exigí e incluí en los reportajes alguna aclaración en la que explicaba los vínculos de la empresa en la que trabajaba con el tema de la noticia. Esa práctica la tienen algunos medios noticiosos a nivel internacional y siempre he pensado que eso también es decir la verdad. Eso es ser transparente.
 
En el caso de las corporaciones, veo muchas que hacen como el avestruz y se esconden cuando tienen algún problema o asunto que pueda afectar su reputación o tienen la posibilidad de convertirse en crisis. A veces lo hacen por miedo, otras por desconocimiento básico de comunicación En mi experiencia como relacionista siempre veo que esto se debe a que no tienen asesores en comunicación o si los tienen, a que desoyen las recomendaciones. Por eso se tardan en tomar decisiones y limitan la comunicación a lo que los abogados determinen. Esta lentitud al comunicar su posición o mensaje deja el espacio para que se especule o que los competidores y detractores aprovechen o inventen. Una vez las invenciones o especulaciones se hacen públicas, y pasa el tiempo, generan una percepción que es difícil de combatir en la opinión pública.
 
Columna publicada el 3 de abril de 2013 en El Vocero - http://www.vocero.com/transparencia-opinion/

¿Qué pasó con José Enrique?

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"Es obligado examinar por qué los medios han ignorado este tema después de haber sido parte o de haber provocado incluso boicots”

 
¿Y qué pasó con José Enrique? Esta es una pregunta que me vengo haciendo hace varias semanas y meses, recordando la discusión pública a finales del 2012 en torno a la agonía y el vil asesinato del publicista José Enrique Gómez Saladín.
 
El País se estremeció con la manera en que ocurrió la muerte y se generó toda una ola de indignación colectiva promovida desde las redes sociales con el lema #TodosSomosJoseEnrique. Miles de personas, incluyendo artistas, se tomaron fotos con el cartel que leía “Yo soy José Enrique” y la subían a Internet en solidaridad. Hasta se creó un boicot contra el programa de televisión SuperXclusivo porque en él se repitieron las especulaciones que dijeron primero en el FBI, en la Policía, y que salieron en otros medios noticiosos en torno a los posibles móviles del crimen. ¿Y qué pasó después de tanto ruido y boicot? Nada. El crimen sigue impune y la Prensa en general, callada. En las redes sociales que tanto se habló del tema, se mantiene un silencio irresponsable. ¿Dónde está la gente que habló y gritó tanto hace unos meses?
 
Desde una perspectiva de análisis crítico de los medios de comunicación, es obligado examinar por qué los medios en Puerto Rico han ignorado este tema después de haber sido parte o de haber provocado incluso boicots. ¿Por qué el silencio? ¿Es parte de una censura por temor a ser víctimas de otros boicots o quieren ocultar algo? ¿Será miedo o dejadez en la cobertura noticiosa? Como analista de los medios de comunicación me siento obligada a plantear estas preguntas que al día de hoy no tienen respuestas. Lo que ha habido es un silencio imperdonable. Me pregunto si este silencio y falta de seguimiento a una noticia que fue tan fuerte en diciembre es otra muestra más de la hipocresía en la que muchos viven aquí.


Yo no conocí al publicista. De hecho, cuando publiqué aquí la columna ‘Yo no soy José Enrique’ el 12 de diciembre pasado (http://www.vocero.com/yo-no-soy-jose-enrique-opinion/ ), creo que fui la única o una de las pocas voces que pedía cordura en medio de la vorágine fundamentalista que se generó en la que no se podía analizar ni discrepar sin ser atacado. Por expresar mi opinión entonces fui insultada, pero mantuve incólume mi solidaridad con la víctima y en la defensa a la total libertad de expresión.
 
No conocí a José Enrique, pero sí conozco a muchos de sus compañeros de trabajo y gente que lo quería. Dicen que era un compañero agradable y apreciado. Por eso me reafirmo en que su crimen no puede quedar impune. No puede quedarse en el olvido.
 
Tristemente ese silencio general se da en una sociedad que se hace inmune a la violencia y al crimen. José Enrique fue apenas una de las 978 personas asesinadas en Puerto Rico en el 2012, según cifras confirmadas por la Policía. En el 2011 mataron a 1,664 personas y así ha sido por la última década de esta guerra fratricida en la que nos matamos los unos a los otros.
 
Aquí todavía hay decenas de casos sin resolver, mientras familiares y amigos siguen llorando la ausencia de sus seres queridos. Casos como el del triple campeón de boxeo Héctor (Macho) Camacho, que todavía no se sabe quién lo mató. El naturópata español Carlos Iglesias Álvarez, el chef peruano Arturo Peña Giraldo, el banquero italiano Maurice Joseph Spagnoletti o el niño Lorenzo González Cacho son casos horrendos que siguen impunes. Otros, de gente no famosa, como aquella madre embarazada y sus hijos acribillados en San Juan Park; o la pareja de novios de Ponce, Gerardo Dávila y María Vázquez, entre tantos otros, siguen en el limbo. En fin, son muchos casos que todos, incluyendo la Prensa, poco a poco van olvidando. No se puede permitir que con el paso del tiempo se condene al olvido la memoria de los nuestros. El peor golpe, la injuria más terrible, es olvidar a nuestros muertos.
 
Esta columna fue publicada en El Vocero  el 10 nde abril de 2013 - http://www.vocero.com/que-paso-con-jose-enrique/

Comunicar terror

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“El terrorismo sabe que causa miedo y que el miedo es noticia”

 
Boston = Miedo. Miedo = Parálisis. Terror = Histeria. Es todo parte de una estrategia bien concertada que utiliza a los medios de comunicación masiva como la prensa, radio, televisión y cable TV, y potencia el mensaje con el eco que generan las imágenes, la especulación y los comentarios imparables en las redes sociales. El terrorismo sabe cómo manipular el miedo colectivo usando los medios masivos.
 
Es igual si se trata de terrorismo interno o lleve el nombre de al-Qaeda, ETA, McVeigh o cualquier loco que entre a tiros en lugares públicos. Se genera el mismo pánico porque el terrorismo sabe cómo provocar ansiedad en la población y mantener en vilo a la gente con la incertidumbre de desconocer qué es lo que en realidad acontece y como poder controlar su entorno. Los actos terroristas que ocurrieron en la tarde del lunes durante el Maratón de Boston demuestran precisamente eso: una estrategia bien pensada para generar miedo. Es una estrategia del terror.
 
El difundir el terror es la primera lectura en un análisis desde el punto de vista de la comunicación de los eventos que mantienen, aún hoy, a la sociedad estadounidense y a gran parte del mundo en profundo estado de ‘shock’.


La táctica que emplean es la repetición. Por eso es que una de las metas constantes de los terroristas en todo el mundo es que sus acciones aparezcan como el centro de atención en los medios de comunicación. Es parte de la propaganda que utilizan para llevar su mensaje. En ese sentido, el terrorismo en sí se convierte en un acto de espectáculo y en un mensaje a la vez porque los espectadores no se pueden despegar de sus televisores viendo la noticia una y otra vez, mientras que los terroristas logran el objetivo de mantener el nivel del miedo colectivo con cada repetición de una imagen.
 
La segunda táctica es crear la noticia. El terrorismo sabe que causa miedo y que el miedo es noticia. Y la noticia de un acto de terror se cubre sin parar y el ciclo no se detiene. En este caso de Boston, como en otros, se reportó que hubo una explosión y comenzaron a relucir vídeos de las explosiones, y salían imágenes de gente herida, reacciones de corredores, luego las conferencias de prensa de la Policía, el presidente Barack Obama, comentarios de congresistas, relatos de personas que presenciaron los hechos, especulaciones de cuántos muertos habían, alza en seguridad en otras ciudades en Estados Unidos y el mundo, fotos de un hombre en un tejado en el edificio donde explotó la primera bomba, el efecto en la Bolsa de Valores que bajó sobre 250 puntos… En fin, noticia tras noticia sin parar.
 
Lo irónico en todo esto es que periodistas y gobiernos intentan calmar los miedos colectivos proveyendo información, pero logran lo contrario. Al repetir constantemente los hechos, aumenta el miedo. La lógica enfermiza de los terroristas basa sus mensajes en imágenes de horror.
 
Además del miedo y las imágenes, la otra táctica que emplean los terroristas para que su mensaje cale en la sociedad es provocar la especulación que se va generando en el proceso. Mientras no hay información oficial que corrobore cómo, quién hizo los abominables hechos y el porqué, en los medios noticiosos empiezan a especular posibles causas y en las redes sociales se publican toda suerte de teorías.
 
“Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división de la sociedad”, dijo en una ocasión Patrick Kennedy. Lo logran con estrategias de comunicación y por eso los gobiernos tienen que contrarrestar con sus propias estrategias de comunicación bien pensadas. Después de todo, las emplean a diario para llevar sus agendas.
 
Esta columna fue publicada en El Vocero - 17 de abril de 2013 - http://www.vocero.com/comunicar-terror-opinion/

Cárcel federal

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“¿Cuál es el secretismo en torno a los incidentes que ocurren y que están pasando en meses recientes en esa institución penal?”

 
Siento una gran curiosidad. ¿Qué será lo que está pasando de verdad en la cárcel federal? ¿Cuál es el secretismo en torno a los incidentes que ocurren y que están pasando en meses recientes en esa institución penal? ¿Por qué no hay más fiscalización a lo que acontece allí y al secretismo de las autoridades? ¿Será porque le tienen miedo a los federales o es a los gatilleros? No tengo nada que ver con la cárcel ni con los federales ni con lo que pasa allí, pero tengo una gran curiosidad porque es tan poca la información que trasciende que cualquiera pensaría que se trata de un encubrimiento maquiavélico de los hechos.

En lo que va de año, en el Centro Metropolitano de Detención, ubicado en Guaynabo, han ocurrido al menos seis incidentes que incluyen dos asesinatos y varios tiroteos a la institución:
 
(1) El 26 de febrero, desconocidos dispararon y asesinaron en su vehículo al guardia correccional, Osvaldo Albarati Casaña, cuando salía de laborar en esa cárcel. Se dijo que él investigaba actos de contrabando y otras incidencias en el penal.
 
(2) El 6 de marzo apuñalaron y asesinaron en la cárcel al confinado Glaston Smith, un hombre de 51 años quien estaba detenido desde el 26 de febrero de 2013.
 
(3) El 8 de marzo agentes federales ocuparon drogas, armas blancas y celulares en medio de un operativo relacionado con la investigación del asesinato del guardia correccional, Albarati Casaña.
 
(4) Al día siguiente, el 9 de marzo, la guardia penal Magaly González Montijo fue arrestada en la misma cárcel por cargos de contrabando dentro de la prisión, enfrascarse en actos sexuales con un confinado y destrucción de evidencia.
 
(5) El 18 de marzo se hicieron disparos contra la cárcel desde el expreso PR-22. El tiroteo no dejó heridos.
 
(6) El 10 de abril tirotearon de nuevo, con entre cuatro y seis proyectiles, la institución, aparentemente desde un vehículo en marcha por la PR 165,.
 
De lo poco que ha trascendido, y por lo que he conversado con varios agentes federales y otras personas conocedoras, de lo que aparentemente se trata es de líderes del narcotráfico que intentan controlar desde la cárcel sus negocios afuera y que se han infiltrado hasta en las mismas esferas del gobierno correccional. Pero también tiene mucho que ver el aumento en la población penal por las ofensivas de varias agencias federales como el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para combatir el trasiego de drogas y para arrestar gatilleros, algunos de los cuales están presos en esa institución.
 
A eso hay que añadir que en la cárcel federal hay un serio problema de hacinamiento de convictos y que ante tantos incidentes, no solo los presos se afectan sino sus familiares porque han aumentado los cotejos en la cárcel y se han limitado las visitas de familiares. El tema del hacinamiento de presos y las violaciones a los derechos civiles es algo que no se puede olvidar en Puerto Rico, donde tenemos la historia reciente en el sistema penitenciario estatal que provocó que los confinados radicaran aquel famoso pleito de clase en el pleito Morales Feliciano, el más longevo en el sistema de justicia federal en la historia de la Isla (33 años de litigio y más de $250 millones en multas).
 
Además de eso, la inestabilidad en la cárcel federal ha trastocado los procesos en el Tribunal federal, afectando las operaciones de otras agencias. Por ejemplo, se supo que ha provocado dilaciones en el traslado de la vistas en el Tribunal federal, como ha reseñado la Prensa. Y sin duda alguna, otros de los perjudicados con lo que pasa allí son los agentes de ley y orden, y sus respectivos familiares, porque es evidente que cada día más arriesgan sus vidas y su seguridad.
 
Me parece que es momento de empezar a fiscalizar y a exigir más transparencia en la información que se difunde porque se trata de las vidas de muchos, más allá de los confinados y los federales. El público debe saber.
 
(NOTA: Esta columna fue publicada en El Vocero el 24 y el 25 de abril de 2013 - http://www.vocero.com/carcel-federal/)

Vieques y la prensa

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Hoy no hay tanta solidaridad, o está más esparcida en los medios.

 
“La historia contemporánea de Puerto Rico se escribirá antes y después del bombazo mortal”. Con esa oración casi lapidaria en la que aludía a la bomba que mató al guardia de seguridad David Sanés, encabecé una columna hace ya 10 años. Exponía que la manera en que el País se conduciría públicamente y la forma en que la Prensa abordaría las informaciones iba a cambiar después de aquellos tiempos de la cobertura sin paralelo sobre los incidentes para sacar a la Marina de Guerra de Estados Unidos de la isla de Vieques. Diez años más tarde, estoy más que convencida de que no me equivoqué.

No era mía la frase. Más bien parafraseaba la visión de lo que había expuesto quien es, entiendo, el presidente vitalicio del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos Martínez, al decir que la historia del País se escribía en dos períodos: el antes y después de Vieques. Era lo que el líder pipiolo llamaba “un nuevo bautismo para los puertorriqueños”, usando las imágenes de la religiosidad que tanto acompañaron al País en esos momentos y que tanto cubrí entonces.
 
Recuerdo que uno de los escritores y periodistas a los que más admiro, el fabuloso Félix Jiménez, criticó que yo usara esa frase en su libro Vieques y la Prensa: el idilio fragmentado. Escribió Félix que la Prensa creó un imaginario forzado en el que veía al País diferente, con una visión alterada o renovada a partir de Vieques. Señaló además, que a diferencia de otras comunidades en las que el sentido y el sentimiento de nacionalidad se establece a base de la memoria del pasado y las conquistas o las gestas que han llevado a un territorio a su presente definido, en Puerto Rico se ha establecido una nacionalidad según las visiones de futuro que se tenían para la Isla. Añadía que el factor ideológico determinaba las manifestaciones de nacionalismo y la intensidad de las mismas. Coincido con él es esa. Pienso que se definía públicamente una identidad que hoy es distinta, y la Prensa jugó un papel crucial en el proceso. Hoy no somos tan boricuas ‘pa’que tú lo sepas’. Más bien, muchos pensamos en que no se puede vivir en el País con la crisis económica y la criminalidad que nos agobian.
 
La Prensa y todos los periodistas –incluyéndome–, en mayor o menor medida, sucumbimos ante el proceso de reportar la historia de las violaciones de derechos civiles, la impunidad y el crimen de un brazo del Gobierno imperial de Estados Unidos hacia un pueblo subyugado e indefenso. La imagen que se proyectó del País en estado de guerra en ocasiones confundió o se malinterpretó allende los mares, pero generó ecos a lugares distantes a nosotros.
 
Algunos periodistas y ciertos medios se aprovecharon para exagerar y generar mayor interés, lectoría o ‘ratings’ con la cobertura de Vieques. Pero en términos generales, era una noticia importante que logró trascender el ámbito geopolítico y cultural de nuestra región. En fin, con todo y la fiscalización, las exageraciones y falta de imparcialidad, pienso que a partir de Vieques, el tipo de periodismo que se ejerce en la Isla cambió diametralmente.
 
Hoy no hay tanta solidaridad, o está más esparcida en los medios. A veces se relega a noticias positivas de un segmento pero no se cubre con la agresividad como hace una década. Ahora hay más espectáculo y chisme, menos investigación. Más opiniones y menos datos. Más dedos amarrados con intereses empresariales y menos libertad entre periodistas. Más complacencia y comodidad al dejar de hacer las preguntas clave y menos fiscalización. En fin, el ejercicio generalizado del periodismo actual demuestra mayor miedo. Sí, 10 años más tarde, estoy convencida de que los filtros con los que vemos y creamos nuestra historia contemporánea cambiaron.
 
 
NOTA: Esta columna fue publicada en El Vocero, el 1ro de mayo de 2013 - http://www.vocero.com/vieques-y-la-prensa/ )
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