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Inés Quiles. (Foto de El Nuevo Día) |
(NOTA: Estas fueron algunas de las ideas que discutí el miércoles 20 de enero en mi sección semanal de análisis político y de comunicación en el programa “Hoy Mismo” en la emisora WPAB 550 AM Ponce, que conduce el periodista José Elías Torres).
“La persona más patética del mundo es la que tiene vista pero no visión”.
Helen Keller.
La insensibilidad se combate siendo sensible. Intentaré usar este medio no para atropellar ni insultar, sino para educar y construir.
Como es conocido, la analista político y socióloga Inés Quiles aprovechándose del acceso que tiene a la Radio de este País, se ensaña contra los niños y adultos con condiciones "especiales" (síndrome de A.D.D.; perlesía cerebral, autismo) y otras condiciones similares.
No quiero hacer como Quiles. Por el contrario, quiero intentar educarla para que entienda que una de las cualidades más importante de un padre y/o madre de una persona con necesidades especiales es que AMA, y por ello no solamente es paciente si no que no juzga a terceros. La insensibilidad se combate siendo sensible.
Grabación de Inés Quiles
https://soundcloud.com/joycemdavila/ines-quiles-maltrata-y-difama-a-la-poblacion-de-educacion-especial-y-sus-padres
La insensibilidad se combate siendo sensible
La insensibilidad es la falta de la capacidad para sentir. Es la incapacidad de sentir ante determinadas circunstancias como el sufrimiento del otro, el peligro o el miedo. Es el no poder ponerse en los zapatos del otro, en el lugar del otro, porque no importa o porque no se comprende. Es la acción de despreciar o ser indiferente a la situación del otro, sea un dolor, una pérdida, un sufrimiento o una angustia.
Se es insensible a la realidad y el dolor de los pobres, de los adictos, de las mujeres, los indocumentados, los deambulantes, los policías, los maestros, los viejos. En fin, se es inconsciente, indiferente y frío a las realidades de otros. Esta indiferencia y desprecio es bastante común en nuestros días y se exacerba en los medios de comunicación de nuestro país.
Por eso es que en estos días han calado tan fuerte las expresiones que por desgracia hizo una mujer a la que le dan el privilegio y el honor de pararse detrás de un micrófono para hablarle a una audiencia a través de la radio. Inés Quiles dice ser socióloga, madre y comentarista de la emisora Radio Isla. Tiene allí su programa titulado “Si no lo digo reviento”.
Y abusando de ese privilegio, Quiles aprovechó el momento para servir de parapeto al gobierno de turno y a la administración del Departamento de Educación para insultar a una de las poblaciones más vilipendiadas del país: los niños de educación especial y sus padres y madres.
Quiles, en tono burlón y despectivo, cuestionó la cantidad de niños con impedimentos registrados en el programa de Educación Especial, dijo que lso que tienen la condición o diagnóstico de ADD o hiperactividad son niños maltratados por sus padres que prefieren darle un celular o dejarlos indefinidamente en terapias en vez de darlos en adopción y “con eso se resuelve el problema”.
Quiles hizo esas expresiones en presencia del Secretario de Educación Especial, Carlos Rodríguez Beltrán, quien guardo o silencio en complicidad con el tema. Esto, a su vez, fue altamente censurado por organizaciones como la Alianza de Autismo y por la candidata a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago, quien es madre de un menor con varias condiciones y defensora de esta población.
Responsabilidad en los medios de comunicación
Todo aquel que tenga el privilegio de estar en los medios de comunicación debería tener algo de conciencia, respeto y ética profesional. Si bien es cierto que la libertad de expresión es un derecho constitucional que permite decir lo que se piensa, no es menos cierto que esa libertad no es total. Es limitada. No es lo mismo libertad que libertinaje. Hay que tener dignidad, verticalidad, como dice el comentarista Jorge Seijo.
Parte del problema de personajes como Quiles es que los medios han sacado periodistas y ponen en su lugar entes que no tienen la formación ética ni moral para comunicar. Por el contrario, casi todos los mal llamados analistas suelen ser personas con profundos problemas éticos, dedos amarrados y agendas ocultas. Comentan lo que le viene en gana sin precisar sus vínculos, sus agendas ocultas o los intereses que defienden. Quiles, por ejemplo, defiende a la administración y es beneficiaria de éstos. Su hijo es empleado de un municipio popular.
Esos vínculos e intereses no los dice la propia Quiles, ni mucho menos la gerencia de la emisora. El dueño y gerente en Radio Isla pidieron excusas por lo que dijo Quiles porque las críticas fueron amplias, pero esto se puede ver con doble objetivo. Necesitan mantener las audiencias porque días antes precisamente fue noticia el hecho de que los panelistas del principal programa de la estación, Fuego Cruzado, salieron del aire ante el impago de salarios. El programa comenzara el 25 de enero en la emisora AM de la Iglesia Católica. Radio Isla está en crisis económica profunda, no tiene una señal en toda la isla, y le debe a sus talentos, por eso cualquier tipo de promoción – aunque sea negativa – le genera interés del público.
En el caso de Quiles es más patético. Su programa nunca ha tenido grandes audiencias en la AM. Compite en el horario de las 10 a.m. con “La Entrevista en Caliente” que emite Rubén Sánchez en WKAQ 580 Univisión Radio, y que rompe todos los esquemas de audiencias, seguido por NotiUno, Wapa Radio y otras emisoras así que Radio Isla suele quedar en los últimos lugares en ese horario.
Por eso es que Quiles, en su desesperación por generar interés y rating, recurre al insulto, a los gritos desesperados y a la intolerancia. Recurre constantemente a la controversia para tratar de llamar la atención. En el 2014, por ejemplo, fue repudiada por expresiones en contra de los dominicanos residentes en Puerto Rico por sus expresiones “ malintencionadas y maliciosas” en contra de esa comunidad.
Sabe Quiles que si sale del aire en Radio Isla tiene pocas probabilidades de que otra emisora la busque, primero porque no tiene rating, su audiencia es reducida y ante la crisis en los medios, no es rentable. Pero el hecho de que su programa no tenga audiencia, no es óbice para que aprenda a respetar.
Demuestra que es abusiva y maltratante. Demuestra con sus acciones y palabras que intenta validar su inocua e inconsecuente existencia, su rol de portavoz del gobierno y su espacio en un medio que lucha por sobrevivir sin rating ni repetidorassu incompetencia abusando de los más indefensos y vilipendiados en este país, que son los niños de Educación Especial. ¡Basta ya!
Ella usurpa el rol de los que estudian periodismo y comunicaciones, y de los periodistas. Ya es hora que el público exija calidad no mediocridad ni gente que insulte gratuitamente a los más débiles.
Pero lo que hizo ahora fue cruel y despiadado, porque uso a una población que no se puede defender. En ese sentido, es imprescindible educar a la mal llamada socióloga.
Educar a la desinformada
Sus expresiones no sólo denotan un profundo desconocimiento del derecho aplicable, una ignorancia total sobre lo que es la Constitución del Estado Libre Asociado que ella defiende y lo que es peor, demuestran una total incapacidad de tener empatía y poder ponerse en el lugar del otro.
Para comenzar y educar a Quiles, en Puerto Rico En Puerto Rico hay un derecho a la educación, expresamente detallado en el Artículo II de la Carta de Derechos de nuestra Constitución.
Sección 1. Dignidad e igualdad del ser humano; discrimen, prohibido.
“La dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales ante la Ley. No podrá establecerse discrimen alguno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social, ni ideas políticas o religiosas. Tanto las leyes como el sistema de instrucción pública encarnarán estos principios de esencial igualdad humana.”
En la Sección 5 de esa misma Carta de Derechos, se detalla que la instrucción pública será un derecho para todos. O sea, que los padres de la Constitución del status político que Quiles defiende, ya en el 1952 entendieron que el derecho de todo niño es inherente a su condición de vida en este país. Por todo niño se entiende aquellos típicos y los que no los son. Dice claramente que la educación es oblgiatoria.
Sección 5. Instrucción pública.
Toda persona tiene derecho a una educación que propenda al pleno desarrollo de su personalidad y al fortalecimiento del respeto de los derechos del hombre y de las libertades fundamentales. Habrá un sistema de instrucción pública el cual será libre y enteramente no sectario. La enseñanza será gratuita en la escuela primaria y secundaria y, hasta donde las facilidades del Estado lo permitan, se hará obligatoría para la escuela primaria. La asistencia obligatoria a las escuelas públicas primarias, hasta donde las facilidades del Estado lo permitan, según se dispone en la presente, no se interpretará como aplicable a aquellos que reciban instrucción primaria en escuelas establecidas bajo auspicios no gubernamentales. No se utilizará propiedad ni fondos públicos para el sostenimiento de escuelas o instituciones educativas que no sean las del Estado. Nada de lo contenido en esta disposición impedirá que el Estado pueda prestar a cualquier niño servicios no educativos establecidos por ley para protección o bienestar de la niñez.
Precisamente por eso es que hay un derecho de todo padre o madre de un niño de necesidad especial a buscar su educación. Así ha sido consignado en todos los casos, y es el motor detrás del pleito de clase de Rosa Lydia Vélez: la igualdad hacia los niños de educación especial.
Quiles critica que haya 159,000 menores registrados en Educación Especial, pero debe aprender y entender que más de una tercera parte de la población en Puerto Rico tiene algún tipo de discapacidad, según el censo del año 2010. Tienen derecho a una educación y a recibir servicios.
Tiene que entender Quiles que el problema con esta población es que en Educación hay una política para tratar de eliminarlos del registro y usar esos fondos federales para otros objetivos. Los valoran por el dinero que representan para el Departamento de Educación.
La verdad de los “especiales”
Se estima que más de 500 millones de personas en el mundo tienen algún impedimento físico, mental o sensorial y alrededor del 80 % de estas personas viven en los países en desarrollo. Pero más que todo eso, Quiles debe comprender que son seres humanos, y estén en Puerto Rico o en cualquier parte, merecen respeto y tienen derechos.
Por eso le digo más a Inés Quiles para que se instruya. La inmensa mayoría de las personas más interesantes, que más han aportado al progreso de la humanidad, son personas que fueron catalogados como raros, fuera de la norma. Son muchas las que han sobresalido en el mundo. Por ejempo:
1. El compositor Amadeus Mozart tenía autismo.
2. Alexander Graham Bell, tuvo problemas específicos de aprendizaje
3. Thomas Edison, con más de 1,000 inventos patentizados, tenía problemas específicos de aprendizaje, tenía ADD y era sordo parcial.
4. George Washington, el primer presidente americano, también tenía problemas específicos de aprendizaje y no podía casi escribir.
5. Francsico de Goya, el pintor español, era sordo.
6. Helen Keller, era sorda, ciega y muda.
7. El ex presidente Bill Clinton tenía dislexia
8. El actor Tom Cruise todavía enfrenta el diagnostico de dislexia severa
9. El pintor Vincent Van Gogh tenía retraso y epilepsia
10. La cantante Cher tiene dislexia
11. Joseph Pulitzer era ciego
12. El gran Walt Disney tenía problemas de aprendizaje
13. Marilyn Monroe tenía problemas del habla
14. Whoopi Goldberg tenía problemas de aprendizaje
15. Robin Williams tenia diagnóstico de ADHD
16. Uno de los pioneros en la tecnología, Steve Jobs, tenía ADD
17. El cantautor y músico boricua José Feliciano es ciego
18. La actriz Marlee Matlin, es sorda, pero no solo es comediante y actriz, sino que gano un Oscar como major actriz n el 1987 por la pelicula Children of the Lesser God.
19. Stephen Hawkins tiene (como mi hija) parálisis cerebral
20. El gran inventor del siglo 20, Albert Eintein, tenía varias condiciones incluyendo un tipo de autismo y se llegó a pensar que sería retrasado porque vino a hablar sus primeras palabras a los 4 años.
Todas esas personas que he mencionado pasaron por lo que hoy sufren niños en Educación Especial. Triunfaron porque se puede.
En ese sentido, criticar a los padres que buscan lo mejor y exigen una educación para sus hijos con autismo, con ADD, con cualquier diagnóstico, es como criticar al hijo que cuida a un padre con Alzheimer, o a la señora que cuida a su hija enferma. Es inhumano, es inmoral y no se justifica. Inés Quiles debe pedir excusas y aprender.
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A propósito de esto, hoy domingo, 24 de enero, veo una hermosa columna que publicó en El Nuevo Día mi amigo Benjamín Torres Gotay. Escribí lo siguiente en Facebook, y copio a continuación esa magistral columna.
Me acabo de levantar y empiezo a leer temprano, aún sin salir de la cama. Mala costumbre pero es parte de mi vida, siempre lo ha sido y lo será siempre. Al llegar a El Nuevo Día siempre es una lectura obligada ver qué dice Benjamin Torres Gotay. A veces coincido, otras veces me saca por el techo, pero siempre lo leo. Hoy, al ver el título, mi corazón se detuvo. Camilo. Camilito. Ese hermoso ser de ojos grandes era su inspiración.
Mientras iba leyéndolo, mi corazón se agitaba, con esa desesperación que sólo experimentan aquellos padres y madres que alguna vez han visto cono se intenta mancillar a un hijo. Al llegar al final y leer los nombres como de Fidel, Sebastián y Mariela - mi Mariela - no pude evitar y me eché a llorar. Soy una llorona. Benjamín lo sabe porque allá en la redacción cuando teníamos asientos contiguos sabía que yo me lloraba las historias humanas y los temas que tocaban el corazón.
Hoy lloré de emoción al ver como describió a ese ser maravilloso que es Camilo, y al mencionar a mi hija y a los demás que conozco y aunque sean sólo nombres para algunos, son seres bien magníficos y especiales, que merecen respeto.
Gracias Bengie por tu escrito. Gracias por recoger mi sentir. Gracias por darle hoy voz a esos que fueron mancillados por la canalla esa en la radio, y por el sistema que los veja. Gracias querido amigo. Bendición a mi sobrino de ojos hermosos que veré algún día en Broadway.
Hablemos un poco de Camilo. Tiene 12 años, estudia el séptimo grado en una escuela privada, vive con sus padres, un hermano mayor y una hermana menor. Es un apasionado de la actuación, actividad en la que tiene algún talento y en la que ya ha tenido algunos éxitos modestos como participaciones en varias obras teatrales y en un cortometraje.
Camilo fue un niño bien deseado. Sus padres habían tenido un primer hijo no planificado en 1995 y aunque nunca descartaron un segundo, incertidumbres económicas les aguantaban. En 2002, con sus carreras profesionales encaminadas, entendieron que había llegado el momento. En mayo de 2003 nació Camilo.
Sus padres, que conocen de los inmensos beneficios de leerles a los niños, lo hicieron así con Camilo. Se le leían cuentos todas las noches. A causa de esto, Camilo aprendió a hablar con claridad y a verbalizar ideas complejas desde edad preescolar y a desarrollar un amplio vocabulario que asombraba, y sigue asombrando, a sus maestros.
Desde siempre, se le controló el tiempo de televisión, computadora y videojuegos. Podía disfrutarlos durante un tiempo determinado y combinarlo con otras actividades, como correr bicicleta, dibujar y leer. Le gusta mucho el internet y a sus padres a veces les da trabajo separarlo. Pero cuando se percatan de que lo que lo más que hace es investigar acerca de los procesos creativos de las obras de teatro y películas que le interesan, pues lo dejan un ratito más.
Siempre ha sido un niño feliz. Risueño, educado, afectuoso, carismático. Su meta es actuar en Broadway.
Cuando estaba en tercer grado comenzaron a aflorar ciertos problemas. No se desempeñaba a la altura académica apropiada para su capacidad, pues su coeficiente intelectual de 136 indica, según la prueba de IQ más aceptada, que es de una inteligencia “muy superior”. No completaba trabajos. Olvidaba tareas. Era excesivamente distraído en clases. Le costaba mantenerse en su asiento.
Por recomendación de su escuela, los padres le sometieron a evaluaciones psicológicas y neurológicas. El diagnóstico fue rotundo: Camilo padece de déficit de atención del tipo inatento, lo que se conoce como ADD. Se le recomendó una pastilla diaria que lo ayuda a concentrarse en clase y acomodo razonable en la escuela.
La lucha para hacerlo estudiar es titánica. Manejar un niño con esas características –extraordinariamente inteligente y a la misma vez con inmensas dificultades para cumplir con sus deberes académicos– es un reto descomunal de todos los días. Es una fortuna el que sus padres hayan tenido los recursos, primero para percatarse de que algo andaba mal y segundo para encaminarlo hacia el diagnóstico y la atención.
Muchos otros no son tan afortunados: tardan las escuelas y, en consecuencia, los padres, en percatarse de que el niño no aprende como los demás y, al hacerlo, tiene que entrar al cruel programa de Educación Especial del Departamento de Educación, en el que puede pasar años esperando la atención que necesita con urgencia. Muchas veces, cuando llega la atención, si es que llega, es muy tarde. El niño se cansa de que se le vea como “el brutito del salón”. Se fue. Lo perdimos.
En días recientes, una comentarista radial, cuyo nombre no se dirá aquí para no darle el rating que por sus méritos no tiene, hizo gala de toda la arrogante ignorancia que cabe en una conciencia vacía y dijo que las condiciones como ADD y otras dificultades de aprendizaje son consecuencia del maltrato de sus padres.
A continuación, algunas de las linduras que dijo (respiren hondo):
Sobre los niños con ADD, una condición neurológica crónica: “Un niño que no se concentra es un niño que a los seis meses tú le metiste un celular en la mano. De eso no me cabe la menor duda y eso es maltrato”. Sobre los que tienen dificultades de aprendizaje permanentes: “Un niño con una condición permanente de aprendizaje no tiene nada que hacer en un salón de clases. Si es una condición que impide aprender, ¿qué hace en un salón de clase que se va a aprender?”.
Sobre los niños con problemas de aprendizaje en general: “Se lo endilgan al Departamento, dándole terapias al niño al eterno cuando de lo que se trata es de un niño no querido que lo que había que hacer era darlo en adopción y salíamos del problema”.
Un par de días después, en una diatriba incomprensible (a ella no le leyeron cuando niña porque es incapaz de hablar coherentemente) intentó una disculpa que puede resumirse así: “Pienso así y si te ofende, ‘I’m sorry’”.
Camilo, como puede verse en lo escrito aquí y corroborado por todo el que lo conozca, no es un niño maltratado y se le ama y se le cuida y se le protege apasionada, total e integralmente.
Y hablo de Camilo porque es mi hijo y vivo su caso. Pero también podría hablar de Fidel, de Sebastián, de Mariela, de decenas de miles de otras criaturas preciosas y perfectas y de sus familias que luchan ferozmente todos los días, contra todo obstáculo, por encaminar a sus hijos con necesidades especiales y que no merecen el inhumano y bestial ataque del que fueron objeto desde una emisora que, salvo por ese espacio tan desgraciado, tiene el respeto de la comunidad.