Primera Medallisa de Oro en la historia de Puerto Rico, la tenista Mónica Puig y Sara Rosario, Presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico. (Foto de la página de Sara Rosario en Facebook) |
Carta a Sara Rosario, presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico
Hola Sara.
No sé si en la algarabía de este triunfo histórico y la alegría colectiva que nos produjo Mónica Puig tengas tiempo de ver este mensaje en tu Facebook, pero por si acaso, te lo dejo aquí. Sólo quiero felicitarte porque este triunfo es tuyo también.
Espero que mis palabras sirvan de desagravio porque sé que hay personas que te critican y aseguran que tienes tus “favoritos” entre ciertos atletas y federaciones. Hay algunos atletas y federaciones que te critican con razón, porque no reciben los fondos ni la ayuda que necesitan cuando lo necesitan, pero todos sabemos la crisis económica que vive Puerto Rico y que por donde primero cortan los fondos es en el deporte y en las bellas artes. Ironías e injusticias de un sistema que busca perpetuarse en lo malo, en lo mismo de siempre, en vez de hacerlo en lo que une o exalta a una sociedad. El deporte, es sin lugar a dudas, ese espacio de unidad colectiva, como hoy se demostró desde Rio hacia el mundo. En cualquier lugar donde esté uno de los ocho millones de puertorriqueños en la isla y en la diáspora, celebramos juntos la victoria de Mónica, así que espero que veas este mensaje. Pienso que este triunfo también es tuyo y es histórico.
Este triunfo es tuyo porque se logró bajo tu presidencia. Sí, sé que esto no se hizo de la noche a la mañana. También sé que muchos dicen que Mónica no se preparó ni se entrenó aquí, ni creció aquí, que si sus padres no se la llevaban no hubiera logrado nada, y otras cosas que dicen los que quieren siempre sabotear el dulce sabor de una alegría del pueblo, pero yo entiendo que tu apoyo fue clave. Sé que otros presidentes del Comité Olímpico – desde siempre, pero recuerdo más a Rieckehoff, Gil, Cardona y Bernier – todos contribuyeron a mantener nuestra representación olímpica y esa soberanía deportiva, pero ha sido bajo tu incumbencia que se llegó a esta primera medalla de oro.
Ha sido la primera medalla de oro, por una mujer y bajo una mujer como presidenta del Comité Olímpico. No todos los días se puede decir eso.
Escuchaba ayer a la campeona del Judo, Melissa Mojica, decir entre lágrimas que se retiraba pero que esperaba servir de ejemplo a la juventud de que se enfoque en el deporte. Melissa no es cualquier atleta. No todo el mundo va dos veces a unas Olimpíadas ni tiene una trayectoria como la suya. Eso me hizo pensar en el ejemplo que dan las mujeres deportistas de nuestra delegación. Y al ver el triunfo de Mónica hoy, pensaba en lo mucho que se descarta a la mujer en nuestra sociedad y especialmente en el deporte. Sí celebran los triunfos, pero el enfoque nunca ha sido en igual proporción a los hombres. Cierto que los cronistas influyen, pero también la sociedad. En ese sentido, las mujeres en el deporte, como en todas las facetas, tienen que ser el doble de buenas para que las tomen en cuenta.
Así que hoy, con la victoria de Mónica, siento que demuestras tu valía también Sara. Demuestras que has luchado el doble o hasta el triple, bajo la presión de vivir un momento histórico sin precedentes para Puerto Rico, con un país profundamente polarizado y dividido en facciones políticas que viven de polémicas estériles que no condicen a nada. Estás bajo una sociedad que se divide en facciones o por la migración obligada que separa familias y destierra a tantos miles de personas, sumando más al dolor colectivo y el pesimismo este que nos agobia la existencia, que nos aprieta el alma. Pero tú hoy también te has alzado. Has estado luchando y has sentado cátedra. Has demostrado de lo que se es capaz como pueblo si se tiene un objetivo común.
Tú y yo no somos amigas íntimas. Creo que hemos conversado dos o tres veces nada más, pero siento en el corazón que hoy hay que aplaudir también tu gesta. No tengo que ser tu amiga para reconocer que este triunfo es también tuyo.
La alegría que se vivió hoy entre los puertorriqueños quedará grabada en los anales de la historia y espero que sirva para encaminarnos a un país más justo, en el que se respete a la mujer en todas sus dimensiones.
Felicidades Sara.