El 91% de los estudiantes universitarios en Puerto Rico experimentó cambios emocionales dramáticos desde que la pandemia los obligó a estudiar a distancia, reveló un importante estudio realizado por profesores del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico (UPRH).
El estudio, que es el primero en su tipo que se hace a nivel universitario desde que comenzó la crisis del Covid-19, incluyó una muestra de casi 700 estudiantes. También reveló que un 93% de los estudiantes experimentó estrés, un 86% falta de concentración, un 85% falta de motivación, un 80% frustración y un 76% ansiedad. La brecha digital, la “brecha doméstica” y la falta de destrezas para estudiar de manera remota afectaron el aprovechamiento académico y la estabilidad emocional de los estudiantes.
Coordinado por el Departamento de Ciencias Sociales de la UPR-H, el estudio “Brecha digital, aprendizaje y salud mental: Experiencias y retos del estudiantado de la Universidad de Puerto Rico en Humacao ante el Covid-19”, se hizo en dos etapas. En la primera encuesta participaron 340 estudiantes en marzo, cuando comenzó la educación asistida por tecnología. La segunda etapa incluyó otra encuesta 347 estudiantes durante la semana de exámenes finales en mayo. Se evaluó cómo se adaptaban a los cambios de un salón regular a la educación virtual a partir del mes de mayo.
“Esta investigación nos ha permitido documentar y entender las experiencias, los retos y las recomendaciones de los estudiantes de la UPRH sobre los cursos cuya modalidad cambió, a mediados de semestre, de presencial a cursos asistidos con el uso de la tecnología de manera remota”, sostiene el resumen del estudio.
Las tres áreas principales de retos entre los estudiantes de esta institución, cada uno agravado por la situación socioeconómica de los estudiantes y sus familias:
1. La brecha digital que se manifiesta en la falta de acceso a las tecnologías de información y comunicación (TIC) y al internet y en la falta de dominio de las competencias para el aprendizaje de manera remota.
2. La dificultad para adaptarse a los cambios en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
3. El deterioro de su estado y estabilidad emocional agravado por la pandemia, el encierro, el aislamiento del espacio universitario (espacio que provee a los estudiantes acceso al aprendizaje, la tecnología, las relaciones, las interacciones sociales y la seguridad) y los ajustes requeridos y realizados para completar el semestre a distancia.
El estudio fue coordinado por los profesores Alejandro Torres Abreu e Ivelisse Rivera Bonilla y participaron además como investigadores y redactores los profesores Juan E. Marcano Medina, Rosaluz Molina Carrasquillo, Luis R. Rodríguez Rodríguez, Migna Rivera García, y Daniel Nina, entre otros.
Hallazgos sobresalientes
1. Desigualdad social: El 66% de las familias de los estudiantes de UPRH encuestados tienen un ingreso por debajo de la línea de pobreza federal.
2. Brecha digital – Acceso: Las tecnologías de información y comunicación (TIC) más utilizadas durante el periodo de educación de forma remota fueron: computadora personal (47%), celular (30%) y computadora que comparten otros miembros de la familia (15%).
3. Brecha digital – Acceso: El 60% del estudiantado confronta dificultades tecnológicas para emprender los cursos a distancia. Las dificultades son: acceso a internet (46%), poco manejo de las plataformas en línea (19%), problemas con el audio de su computadora (15%), no tener computadora, tabletas o teléfonos para seguir las clases (10%) y no tener cámara en su computadora o celular para participar de las videoconferencias (5%). Los datos cualitativos confirman que el reto principal en la transición a la educación a distancia tiene que ver con las limitaciones de acceso al internet.
4. Brecha digital – Competencias: Los estudiantes requieren mayor preparación en el uso de las plataformas y los programas para la gestión del aprendizaje a distancia. Un 19% de los estudiantes participantes reconoció que tiene poco manejo de las plataformas en línea.
5. Uno de cada cinco estudiantes no cuenta con las condiciones apropiadas en sus hogares para realizar sus estudios a distancia. La mayoría dentro de este grupo expresó que esto afecta su concentración.
6. El 80% del estudiantado indicó que su proceso de aprendizaje cambió a partir de la transición a educación a distancia. Los principales factores de cambio tienen que ver con dificultades relacionadas con la comprensión de los contenidos de los cursos, el desempeño y las respuestas de la facultad a la transición a distancia y la carga académica.
7. La inmensa mayoría del estudiantado toleró la modalidad de educación a distancia, pero privilegia y prefiere el método presencial.
8. El 70% de los entrevistados no se siente preparado para emprender el próximo semestre en la modalidad a distancia.
9. Efecto emocional: El 91% del estudiantado expresó haber tenido cambios emocionales desde que comenzaron los cursos a distancia. Las afecciones más experimentadas son: estrés (93%), falta de concentración (86%), falta de motivación (85%), frustración (80%) y ansiedad (76%).
“Las instituciones de educación superior se organizaron rápidamente para transformar la educación presencial en una a distancia. Este cambio abrupto, a su vez, desencadenó una serie de dificultades que tanto administradores, facultad y estudiantes se vieron forzados a afrontar para finalizar con éxito el semestre desde sus hogares”, según se expone el resumen ejecutivo del estudio.
“Las modificaciones en las formas de ofrecer los cursos en la Universidad de Puerto Rico en Humacao (UPRH) a partir de mediados de marzo 2020, como resultado de la situación producto de la pandemia, representan una modalidad diferente de la educación en línea y la educación a distancia. La modalidad alterna que se implementó incluyó el uso de plataformas para la gestión de cursos a través de internet, el uso de repositorios virtuales de documentos, el envío de materiales del curso a través del correo electrónico y mensajería y encuentros sincrónicos usando aplicaciones de videoconferencias”.
La UPRH tiene una población estudiantil con altos niveles de pobreza, la cual se ha visto afectada en el contexto actual por el acceso inadecuado y desigual a los equipos y la tecnología necesaria para estudiar de manera remota.
El estudio concluye con una serie de recomendaciones para promover el éxito estudiantil en el contexto de educación a distancia, desigualdad social y justicia educativa.