Ayer en horas de la madrugada, un tubo de 48 pulgadas de diámetro se chupó la alegría de gran parte de la zona metropolitana. La vieja tubería que se rompió sabrá Dios por qué en la calle 10 de la antigua urbanización de Puerto Nuevo, no sólo se tragó un carro sino que dejó sin el servicio de agua potable a miles residentes de San Juan, Carolina y hasta en sitios como Piñones.
Por los pasillos de mármol en El Capitolio, presencié ayer a decenas de empleados y visitantes ir de oficina en oficina, a ver si algún legislador de los escasos que pululaban por allí, les prestaba un baño porque todos estaban clausurados ante la falta de agua. Estudiantes de escuelas salieron antes de tiempo porque no había agua. Negocios afectados. Cafeterías clausuradas porque faltaba “el preciado líquido”, como suelen llamarle al agua.
Pero esa no fue la única rotura. Como si fuera una película de esas de acción de Hollywood en la que aparecen cosas insólitas, horas antes en Gurabo otra tubería en una carretera municipal se rompió y se tragó una ambulancia.
El tubo que chupa, como una vez le llamó el personaje de José Miguel Agrelot “Don Cholito” a un invento que supuestamente succionaba los huracanes para que no nos afectaran, parece que se averió. En vez de chuparse los vientos o las lluvias, se chupa carros y ambulancias.
Triste, pero en realidad es mucho más que eso. Al país entero se lo están chupando. Puerto Rico está siendo succionado por lo que parece ser un tubo sin fondo. En todo nos fastidian, porque el país colapsó. No hay empleos y la economía no se mueve. La gente productiva se va y sigue en alza la criminalidad. No nos damos cuenta de que este país no funciona en nada.
Las tuberías rotas demuestran el deterioro y la falta de mantenimiento en un sistema que tiene más de 40 años de instalado en la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. Y ojalá que no pase ni una tormentita porque estaríamos meses sin luz porque en Energía Eléctrica el sistema está peor. Las carreteras inservibles. Los servicios no se prestan. Las escuelas no sirven y a los maestros les quieren tocar el plan de retiro como le pasó hace unos meses a los empleados públicos. Hasta en las cárceles lo que hacen es irse de fiesta. ¡Se les pasó a esos confinados a los que les dieron el privilegio de una cervecita fría y su muñeca de plástico! ¿Quién los mandó a poner las fotos en Facebook? Calentaron a los guardias y a medio mundo que les dio esas concesiones en un país donde las imposturas son las que mandan.
Y no es solo a nivel estatal. Que no me vengan con el cuento de que el gobierno federal es mejor porque sigue el tranque y los tristes empleados sin trabajar ni cobrar tienen que ponerse a piquetear.
Puerto Rico está golpeado. Nos están dando en el piso, por todos lados. Hasta en el programa de televisión Mira Quien Baila la xenofobia se disfraza de insultos a los boricuas. Primero a Johnny Losada que diz que tenía que ser “más macho” para bailar a lo mexicano, a Manny Manuel que está gordo y a Yolandita Monge le sacaron sus problemas familiares para humillarla. Por lo menos la diva ha dado cátedra de que la dignidad de una se respeta y se marchó del programa de Univisión, no sin antes crear ratings y noticias.
Y mientras el país pretende olvidar sus problemas mirando la televisión – que irónicamente parece otro tubo que nos chupa de esta realidad – o se van de shopping para gastarse lo que no tienen, ¿qué hacen nuestros líderes? Los del PIP están en los Estados Unidos en campaña por el estatus. El Gobernador también por allá tratando de dar cara y salvar los bonos o que le presten más chavitos. Y los del PNP, ¿existen o sólo velan güira? Es que este país está chavao, por no decir lo que pienso de verdad.
Es hora de despertar. O trabajamos todos juntos, por encima de religiones, intereses económicos e idioteces politicopartidistas, o vamos en una espiral hacia el fondo. Aquí todos tenemos que exigir mejores condiciones pero también estar todos, dispuestos a cooperar. TODOS. Ricos, pobres, narcos, viejos, policías, madres, estudiantes. Es hora de repensar el país y que cambiemos de actitud para poder echar pa’lante porque si no nos unimos, el tubo nos va a chupar.