Gobernador Ricardo Rosselló (Foto: Villager) |
(NOTA: Esta fue la columna semanal que publicamos en NotiCel. Fecha: 21 de julio de 2019 - https://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/ricky-quedate-/1097644911)
Yo no quiero que Ricardo Rosselló renuncie. No quiero que se vaya. Yo quiero que lo boten. Quiero que lo residencien, porque en ese proceso, se sabrá todo lo que él y los demás hicieron desde el poder y por mantener el poder. Si el gobernador quiere reivindicarse y está arrepentido de verdad como dice, en vez de buscar el photo-oportunity orando en una iglesia o abrazando al hombre del que se burló por gordo, mejor que se quede, y diga lo que hay. Ricky, quédate y di cuáles son los otros corruptos. Ese es el miedo de todos los legisladores. Rosselló sabe demasiado.
Por eso el culipandeo de Johnny Méndez y Thomas Rivera Schatz con el tema de residenciamiento. Dicen que hay los votos para botarlo, pero lo cogen con calma porque saben que en el proceso, muchas cosas pueden salir a la luz pública. Saben que Rosselló debe tener su listita de los esqueletos que tienen legisladores en sus clósets, y por eso se han tomado con calmosa parsimonia el proceso de iniciar un juicio político para sacarlo. Lo analizan y lo piensan, mientras el pueblo se ha tirado a las calles día tras día, en reclamo de dignidad y justicia.
El residenciamiento es lo que nos conviene a todos en este pueblo para comenzar en limpio. Puerto Rico y el mundo necesitan saber la verdad, conocer lo que pasó. Saber cómo se repartieron el dinero en contratos entre panas, cómo compraron periodistas y medios para que les hicieran y les sigan haciendo el juego. Conocer cómo vendieron las escuelas, cerraron hospitales, negaron tarjetas de salud y escondieron agua y comida a los que todavía viven bajo toldos azules. Saber el detalle de cómo usaban a La Fortaleza para promover a reguetoneros como Ozuna y a los negocios de las reinas de belleza y fashion shows mientras se burlaban de los muertos en Ciencias Forenses, como se vio en el chat de Telegram.
Por eso es que hay que iniciar un residenciamiento ya. Somos muchos los que queremos que Rosselló viva lo mismo que sufren miles de puertorriqueños que los despiden de trabajo después que se cansaron de reducirle horas gracias a las leyes laborales que él creó, o que los sacaron porque simplemente ya no hay trabajo. Como Rosselló no tenía experiencia laboral real antes de agenciarse la gobernación, queremos que aprenda y coja la experiencia de ser despedido.
Este es el momento de estar del lado correcto de la historia. Eso es estar con el pueblo y reconocer lo que el pueblo reclama. Por encima de creencias políticas, electoreras, sociales y religiosas, se reclama casi unánimemente que se sepa la verdad. Un juicio político podría ser la comisión de la verdad que se establece en otros lugares.
Pero en este momento histórico sin precedentes, siempre hay los que se mantienen en esconder las cosas. Esos son los que defienden al gobernador porque dependen del gobierno o tienen también sus esquemas de corrupción ocultos. Ahí está Norma Burgos que tiene cuestionamientos en la Comisión Estatal de Elecciones. Ahí está Lourdes Ramos que ha sido una incondicional de los Rosselló – padre e hijo – sin medir lo que piensa el pueblo. Ahí también están Rolón, Llerandi, Maceira, Rosario, Sobrino, Cerame, Bermúdez, Orona y el grupo de “brothers” del chat que se abrogaron el derecho a creerse superiores al resto del país por ser del círculo del poder. Ahí está la mano derecha y confidente de Rosselló, Elías Sánchez, a quien su día llegará pronto.
Entre los que apoyan al gobernador también están muchos de los que he denunciado por años. Esos que controlan corrupción mediática, tergiversan la verdad y engañan al pueblo a través de los medios de comunicación. Uno de esos es el productor Sixto George que quiso hacerle el juego a Rosselló con una entrevista viciada con el cabildero Gary Rodríguez, y no dejó entrar al estudio a una de las presentadoras del programa, Mayra López Mulero, y además calló cuando agredieron a varios periodistas que cubrían el evento. Son personas que dependen del político y le hacen el juego, pero no es el único. Hay más en otros medios, y el chat reveló a algunos. Ya el pueblo los tiene leídos.
Pero por el otro lado, se han visto cambios. Más a allá de confirmar el compromiso de los artistas con el pueblo, poco a poco se siguien uniendo los demás sectores exigiendo que se paralice la mentira de los políticos que han sumido al pueblo en tanto dolor.
Una de las cosas importantes que han pasado es que muchos se han dado cuenta de que tienen que estar en el lado correcto de la historia. Un Luis Dávila Colón, que era incondicional de Rosselló y le hizo campaña desde WKAQ, igual que Kike Cruz lo hizo desde NotiUno, ahora reclaman que se vaya, demuestra que reconocen lo molesto que está el pueblo. Entendieron que si no cambiaban su discurso pro-Ricky, apagarían a las audiencias y el pueblo se las iba a cobrar.
Por eso es importante que se inicie el juicio político. Es un imperativo moral hacerlo para resarcir el daño que siente todo un pueblo que ha sido humillado en todos los sentidos por la corrupción. No se puede subestimar ese sentir porque todo tiene un límite, y las veces que los puertorriqueños nos hemos tirado a la calle ha habido resultados. Pasó en los 30 con las huelgas sindicales. Pasó en los 70 en la UPR y en los 90 para impedir la venta de la Telefónica. Pasó en la lucha por sacar a la Marina de Vieques, y está pasando ahora mismo con las marchas que cada día son más concurridas. La marcha de mañana lunes será histórica. La dignidad del pueblo se va a defender, aunque Ricky Rosselló no se quiera ir. Por eso hay que residenciarlo y no dejar que se vaya sin consecuencias. Hay que botarlo.