Julia Keleher,exsecretaria de Educación (Foto Primera Hora) |
(NOTA: Esta columna salió publicada originalmente en NotiCel el Domingo, 7 de abril de 2019 - https://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/keleher-fajardo-en-ingles-/1066493016)
¿La traducción de Keleher, será Fajardo en inglés? Buscando la etimología encontré que es un apellido vinculado a la larga tradición galés e irlandesa, y Keleher significa “isla-nación”. Pero ¿de qué isla y de qué nación se trata? Porque de la isla-nación Puerto Rico no es. Para los puertorriqueños el nombre y el apellido Julia Keleher siempre serán vistos con molestia y muchos ya lo asocian al pasado. En estos días surgen muchas voces que comparan su nombre con el de Víctor Fajardo, pero en inglés. Es decir, sinónimos de nébulas; y algunos apuntan a que equivalen a corrupción. De lo que no queda duda es que ambos pares de nombres evidencian que el Departamento de Educación (DE) siempre será visto como una mina de oro para las campañas políticas y los negocios electoreros o para contratistas.
¿La traducción de Keleher, será Fajardo en inglés? Buscando la etimología encontré que es un apellido vinculado a la larga tradición galés e irlandesa, y Keleher significa “isla-nación”. Pero ¿de qué isla y de qué nación se trata? Porque de la isla-nación Puerto Rico no es. Para los puertorriqueños el nombre y el apellido Julia Keleher siempre serán vistos con molestia y muchos ya lo asocian al pasado. En estos días surgen muchas voces que comparan su nombre con el de Víctor Fajardo, pero en inglés. Es decir, sinónimos de nébulas; y algunos apuntan a que equivalen a corrupción. De lo que no queda duda es que ambos pares de nombres evidencian que el Departamento de Educación (DE) siempre será visto como una mina de oro para las campañas políticas y los negocios electoreros o para contratistas.
La sorpresa vino porque nadie se esperaba un operativo de inteligencia desde Washington tan rápido. La amenaza del puño que hizo Ricardo Rosselló trajo sus primeras secuelas en dos días y fueron contundentes. Aquí anticipamos que Trump no se iba a quedar dado, porque es vengativo. Pero los eventos fueron tan seguidos, que todavía cuesta creerlos.
Primero la renuncia conjunta de Julia Keleher y Héctor Pesquera en April Fool’s Day. Al día siguiente se revela que la exsecretaria de educación es objeto de pesquisa federal. Allanaron la oficina de su exsocia, los federales buscaron vídeos de seguridad del complejo donde vive, un Gran Jurado pidió sus cuentas bancarias y se supo lo que escondieron por meses: Que el intermediario, o sea, el que busca compradores para las escuelas públicas del país, es el propio hermano del Gobernador Rosselló, Jay Rosselló, quien también es socio de Keleher y fue ella quien contrató al bufete del cual él es socio. Boom. Eso es un nocaut en cualquier liga.
El gobernador puso pies en polvorosa, y se fue a España. Desde Sevilla en un comunicado defendió a su hermano de lo que calificó de “ataques a mi familia”, sin responder sobre los serios issueséticos con su protegida en Educación. Y Keleher, con esa profunda dosis de pedanteríaque siempre la caracterizó, se fue a Yale a pintarse de salvadora del sistema de educación. Algo así como la colonizadora que vino a salvar a los aborígenes taínos de Puerto Rico. Una estudiante boricua sacó la cara y en una carta repudió a la contratista-exsecretaria, pero ella siguió tranquila, riéndose de los boricuas.
Julia Keleher en Yale (Foto de NotiCel) |
Y mientras todo eso pasaba ante las atónitas miradas y la indignación de los puertorriqueños, las sonrisas cómplices de los federales, la vergüenza ajena de estadistas serios, y el silencio asustado en social media de los trolls, queda una pregunta sin responder: ¿Dónde quedó la educación de un pueblo? Porque de eso es que se trata. El caos que provoca Rosselló y Keleher tendrán un impacto por décadas en la educación de toda una generación de puertorriqueños. Igual que como pasó con Víctor Fajardo y Pedro Rosselló.
Fajardo fue secretario en el 1994. Fue acusado y se declaró culpable por extorsión y por el desvío de $4.3 millones del DE para el Partido Nuevo Progresista. Fue sentenciado a 25 años de cárcel, cumplió sólo 12 y salió en libertad en el 2013. Toda una generación vive bajo la sombra de lo que dejó. Las grandes obras que hizo Pedro Rosselló en sus ocho años en La Fortaleza siempre estarán manchadas por el recuerdo de los 42 presos por corrupción y lo que pasó con Fajardo en Educación.
Ricardo Rosselló prometió en la campaña que no permitiría la corrupción. La gente pensaba que limpiaría el nombre de su familia, pero los eventos de esta semana apuntan a que el esquema fue mucho peor que bajo su padre. Con Keleher todavía no hay radicación de cargos, pero sus actuaciones y el sus vínculos con el hermano del Gobernador, demuestran que esto se planificó bien. Hasta ahora, lo que se sabe es del negocio de $16.9 millones del programa Tus Valores Cuentan y presuntas venta de influencias en el otorgamiento de contratos, cuyo monto todavía se desconoce. Eso, sin contar con el bufete donde el hermano de Rosselló es socio.
Los “mastermind’ en comunicación del gobierno pintaron a Keleher como una estrella. La llevaban a medios donde la protegían o con preguntas superficiales. Le pusieron un oficial de prensa que la proyectaba como artista, para así poder justificar el salario de $250,000, que tanto molestó a la gente. Se creó toda la imagen de que ella no venía a robar porque tenía ese salario, pero cuando vieron sus actitudes, su arrogancia y desplantes, los cierres de escuelas y el maltrato a padres, niños y maestros, tuvieron que modificar el libreto. Cambiaron de oficial de prensa, quién rápido la escondió. Limitaron sus expresiones a comunicados para evitar proyectar arrogancia.
Pero la verdad siempre fue contundente. El rechazo a sus métodos se hizo sentir hasta que explotó el caos esta semana, y los que la apoyaron en un principio, tuvieron que recular.
Por eso se sentía un ambiente de desesperación mediática para salvar cara. Los chayoterosque la protegían en los medios no encontraban cómo tocar el escándalo Keleher-Rosselló porque todo el mundo sabe que nunca la fiscalizaron. Se veían pasmados, o desesperados buscando de dónde agarrarse para salvar su imagen de periodistas y analistas porque la culpa fue de ellos mismos que se prestaron para la propaganda.
Y los políticos que siempre le aplaudían, trataron de distanciarse y hablar de investigarla como hizo Johnny Méndez. ¿Por qué ahora? ¿Dónde está Abel Nazario que fue quien cargó su nombramiento en el Senado? El récord legislativo está. Sólo 3 le votaron en contra a su nombramiento, pero ahora todos se rasgan las vestiduras porque saben que hay un ambiente tóxico que amenaza con llevárselos a todos de cara a las próximas elecciones. Igualito pasó cuando Fajardo-Rosselló. Sólo que ahora vinieron federales desde Washington, supervisados por Trump a meter las manos.
El capítulo Keleher-Rosselló apenas comienza. Si la época Fajardo-Rosselló dejó un lastre, a de ella será recordada por todo lo malo que hizo en el peor momento de Puerto Rico. Y aunque nos cueste admitirlo, Trump dijo la verdad. Somos un ‘island-nation’ llena de políticos corruptos. Lo validó Keleher. El gobernador pudo haber amenazado con un puño, pero Trump dio un palo.