Desierta está la convención de la Cámara de Comercio de Puerto Rico. Para colmo, CENSURARON A LA PRENSA porque prohibieron la entrada de periodistas a cubrir la asamblea que se celebra en el hotel La Concha, según me acaban de informar varios periodistas. La pregunta es: ¿quién se atreve a decirlo públicamente?
Luego, en el almuerzo, llegaron unas pocas personas más. En el salón habían unas 18 mesas de 10 persona por mesa, pero no todas estaban llenas. Habían muchas sillas vacías. No tan vacías como en la asamblea, pero ciertamente no era lo acostumbrado. ¿Por qué no se habla de esto?
Estas actitudes, además de demostrar el caos institucional y francamente, la corrupción que se vive al interior de la Cámara de Comercio por las pasadas décadas y de sus aliados incluso en los medios, lo que demuestra es que todas estas organizaciones están en un proceso rápido de deterioro y desaparición.
Otras asociaciones han tenido que destituir personal y reducir gastos. Es evidente que hay fatiga en las organizaciones que se supone que representen al sector privado.
Como operan en tribus, y muchas veces el interés no ha estado en la protección de sus empleados y sectores, sino en los intereses particulares de ciertos en el poder, están en un proceso evidente de rápido exterminio. El problema es que no lo admiten. No quieren ni se dan cuenta de que tienen que consolidarse en una, o cambiar el rumbo.
Esto se hace cada vez más evidente cuando estamos sumidos en una recesión económica de más de una década, con el gobierno quebrado. No se dan cuenta los dirigentes en estas entidades que todo eso sigue afectando al sector productivo del país, que es el privado. Somos los que cargamos la economía. Pero no. Han preferido por años mantener a los líderes rojos y azules en la política, les hacen el juego, y terminan siendo sus víctimas.
Antes, las convenciones de la Cámara de Comercio, de los Industriales, SME y otras asociaciones eran eventos memorables. Traían personas de renombre internacional, fomentaban la creatividad y la productividad en sus sectores, y eran dinámicas. Hoy, cada día tienen menos gente. Reflejo de la parsimonia, la lentitud y la falta de competitividad del país. Recordemos, por ejemplo, cuando la Cámara de Comercio tenía convenciones de cinco días, con torneos de golf, oradores de renombre internacional, centenares de exhibidores y llenaban sobre 800 habitaciones de hotel en El Conquistador. Hoy, a duras penas, en la asamblea en La Concha no llegan ni a 100 personas y no tienen exhibidores. Si están tan debilitadas, y encima coartan la labor de la prensa, ¿qué se puede esperar?
Estos son los que van a la Cámara de Representantes, al Senado o a La Fortaleza y dicen que van a llevar al pueblo a la tierra prometida para salir de la crisis, cuando ellos mismos están en crisis y no lo quieren reconocer. Están igual de quebrados que el gobierno.
Como ellos se autoproclaman ser la “voz y acción de la empresa privada”, hay que concluir que con ese “show of force” de hoy, que estamos bien fastidiaos…. Pero claro, esto es algo que nadie se atreve a decirlo…. Sólo la negra, que siempre habla de frente, En Blanco y Negro.
Lo lamento. Lo juro. Pero siento que hay que decir la verdad. No podemos seguir con mentiras hundiéndonos
Sandra Rodríguez Cotto