Portada de IN Puerto Rico Magazine "Los Héroes de María". |
https://issuu.com/inprmag/docs/in_enero_2018_2Con humildad en mi corazón, les comunico que la revista IN Puerto Rico me acaba de seleccionar como una de los 25 “Héroes del Huracán María”.
Me conmueve profundamente estar entre este grupo de tantas personas distinguidas, quienes, como muchos en el país, dieron y siguen dando lo mejor de sí para que Puerto Rico supere una de nuestras páginas más duras en la historia reciente.
Como me conocen, saben que realmente se me hace difícil hablar de mi misma, así que para mí esto es raro y me da hasta algo de vergüenza, pero acepté este reconocimiento con verdadero recogimiento de espíritu, porque este huracán tocó la fibra de mi alma como la de todos en este país. A todos nos marcó de una forma o de otra.
Asumí mi responsabilidad como ciudadana y como mujer puertorriqueña, de ayudar al que más lo necesitaba y lo hice de la única forma en que entendí que podía impactar a más personas con lo que mejor sé hacer, que es comunicar. Prácticamente cerré mi oficina (aunque, como saben, no había luz ni Internet) y volví a hacer periodismo, pero ese periodismo humano, ciudadano, con mi corazón. Lo hice ininterrumpidamente por 4 meses, de manera voluntaria y sin paga. Lo sentí una obligación moral con este pueblo al que amo, y que pasó tanto dolor.
Yo no busco reconocimientos, ni me promuevo para que me den premios. Nunca lo he hecho en la vida. No me interesa buscar pauta, porque, francamente a mi edad y con mi trayectoria, sé que eso no es nada en la vida. Tampoco me tomé fotos con las personas a las que llevé ayudas, ni me hice “selfie” frente a casas destruidas, ni cuando les llevaba agua o una compra, como por desgracia han hecho tanta gente en los medios. No hice show con la miseria y desolación de la gente porque es una falta de respeto. Cuando hice entrevistas por Facebook Live, buscaba que mi cara no saliera (o fuera lo menos posible) para darle espacio a la de los objetos de la noticia, que eran los importantes, y porque creo que uno no debe hacer promoción con el dolor ajeno.
Por es que digo, sinceramente, que este reportaje fue una verdadera sorpresa que me dio la reportera Liza Lugo y el maravilloso equipo de profesionales de IN Puerto Rico magazine.
Me fui a ayudar en Wapa Radio y estuve allí día y noche. Muchas veces con mi hija acompañándome. Otras veces con más de 50 periodistas de distintos medios, periodistas independientes y mucha, mucha gente que fue a aportar en la crisis. Lo que pasó tras bastidores lo narraré pronto en un proyecto que me han pedido para que no se olvide, y para que quede grabado para otras generaciones de futuros comunicadores y periodistas.
Sí les digo que por los primeros dos meses después del huracán, pasaba las horas del día visitando gente en hospitales, hogares de ancianos, refugios y pueblos. Visité más de 40 municipios, en mi tiempo, en mi carro, con cosas que podía comprar de mis ahorros, o que recogía entre familiares y amigos, o ayudas que mucha gente desconocida dejaba en la estación. Nunca fui a buscar ayudas ni al COE ni a otros centros porque entiendo que había organizaciones cívicas que podían hacerlo. Yo lo que quería era hacerlo directamente. A veces iba con mis padres y mi nena, callados sin anunciarlo. Otras con los amigos Ada Jitza Cortés, Alfonso Madrid y Francisco Quiñones.
Vi de cerca lo que pasó en todo Puerto Rico, y hablé con miles de personas, a diario. En las tardes, llegaba a la emisora y me quedaba allí hasta la noche. Me detuve de ese trajín cuando mi alma no pudo con tanto dolor, y noté que lloraba mucho. Así fue que me concentré que servir de enlace en la radio entre la gente en necesidad y las autoridades. Traté lo mejor que pude de fiscalizar a los que no hacían su labor, de denunciar las áreas con necesidad urgente, y de llevar sosiego y alegría al pueblo, a través de mis conversaciones con la gente y en las personas que entrevistaba.
Periodista Jesús Rodríguez García |
Agradezco de todo corazón en todo ese proceso a doña Carmen Blanco, que me dejó invadirle el lobby de la emisora con suministros, y convertirlo en un centro de acopio temporal. A ella, a su esposo y sui hijo, gracias por permitirme ayudar. Igualmente agradezco a todos y cada uno de los compañeros periodistas y técnicos de la emisora, y los que pasamos juntos, tantos días y noches allí.
Comencé enero de regreso a mi práctica normal de las relaciones públicas, y a atender a mis clientes que poco a poco han retomado sus funciones normales. Vengo fortalecida y optimista con Puerto Rico, pese a los grandes retos que tenemos de frente.
No puedo negar que siempre llevaré en mi corazón esos meses que estuve en la radio diaria. Miro todas esas semanas y meses como un servicio al país, y sin proponérmelo, creo que demostré que el verdadero periodismo y la comunicación, tienen un fin social imprescindible si se hacen con respeto, ética y amor.
Es con ese espíritu que les comparto este reconocimiento. La edición impresa de la revista todavía no ha salido al mercado, pero les comparto el enlace para la edición web en “pdf”. El reportaje de Wapa Radio sale entre las páginas 34,35 y 36.
¡Que nunca muera el espíritu de solidaridad!
Sandra