Residentes de Luquillo demandan al grupo PRISA del poderoso desarrollador y contribuyente político Federico Stubbe; exigen paralización de construcción ilegal de un hotel en Luquillo que cerraría acceso al icónico balneario.
Alegan empresa PRISA causa daño ambiental en Luquillo |
La organización Ciudadanos por un Luquillo Resiliente radicó un interdicto solicitando al tribunal que detenga la construcción del Hotel Luquillo que construye el grupo PRISA del poderoso desarrollador y contribuyente político Federico Stubbe.
El grupo ambientalista solicitó al tribunal que las actividades de construcción que se detengan de inmediato debido al daño crítico que causa a los recursos naturales de la zona, que han tenido un impacto negativo en el hábitat de especies nativas de animales y plantas, así como las aves migratorias. Además, el grupo Ciudadanos por Luquillo Resiliente sostiene que la Oficina de Gestión de Permisos (OGPE) otorgó un permiso ilegal en perjuicio de los mejores intereses de los ciudadanos de Luquillo.
"Es increíble como siguen permitiendo que se destruya nuestro ambiente con estos permisos ilegales que se están concediendo de manera inescrupulosa en todo Puerto Rico”, manifestó Héctor Quintero Vilella, asesor científico de los Ciudadanos por un Luquillo Resiliente.
No fue posible una reacción del grupo PRISA ni de Stubbe al cierre de esta edición.
Hace unos meses ciudadanos protestaron en la zona y fueron agredidos presuntamente por empleados del desarrollador. Esto fue negado por portavoces de PRISA.
Pero la rapidez con la que el gobierno concedió el permiso para que las comunidades no se enteren, activó a los ciudadanos de Luquillo, dijo Vilella. Este grupo ambiental se fundó en el 2021 para “educar e informar a la comunidad sobre los recursos de la tierra se protejan para las generaciones actuales y futuras”.
Esta acción judicial coincide con la intención del gobierno de liberalizar aún más los permisos de construcción y eliminar leyes ambientes, tal y como se propone en el Reglamento Conjunto 2022 de la Junta de Planificación.
¡Ey! Boricua reveló en exclusiva el voluminoso documento de 923 páginas el pasado 5 de abril. Ese documento permitirá la construcción desmedida en todo el país, y se había mantenido oculto al público, aunque sí se mostró a ciertos desarrolladores y empresarios de la Ley 60 (antes Leyes 20-22), tal y como se corroboró mediante fotos.
El propuesto reglamento 2022 ya genera críticas y preocupación porque se basa en permisos que se otorgaron hace dos años en el Reglamento Conjuntos 2020 que fue impugnado y declarado nulo por el Tribunal Supremo. Y es precisamente con ese reglamento nulo del 2020 que se otorgó el permiso a PRISA para construir el hotel el Rincón.
Según el “injunction” de los Ciudadanos por un Luquillo Resiliente, en el proyecto Hotel Luquillo se ha rellenado, aparentemente sin permiso, unas 2.4 cuerdas al sur de la construcción, impactando la vegetación y los posibles humedales que allí se encontraban.
No se ofrecieron vistas públicas para auscultar la opinión de la ciudadanía. Tampoco se ofrecieron para hacer el cambio de clasificación de Suelo Rustico Común (SR-C) a Desarrollo Turístico Selectivo (DT-S). Tampoco se ofrecieron para otorgar el permiso de construcción.
“Para lo otorgación de un permiso se requieren varios estudios ambientales para determinar el impacto del proyecto. Para este proyecto se hicieron tres estudios, una Evaluación Ambiental, un Estudio Ecológico y un Estudio Preliminar y todos son muy deficientes e incompletos”, dijo Quintero Virella.
La Evaluación Ambiental (EA) es un breve resumen de los otros dos estudios y no contiene toda la información necesaria para poder determinar el impacto a los recursos naturales, especialmente en los impactos indirectos y acumulativos a los sistemas naturales. También contradice a los estudios en que se basa al indicar que en el área no hay pantanos.
Según Quintero Virella, el Estudio Ecológico se llevó a cabo en el 2016 y las observaciones de campo se hicieron en tres días.
“No se hicieron estudios nocturnos en la que se pudieran identificar dos especies de boas en peligro de extinción que se podrían encontrar en el área, también se podría encontrarse el Coquí llanero, otra especie en peligro de extinción. Otra especie que se ha encontrado es el Carrao, un ave que se creía extinta en la Isla. Indica este estudio que en el área hay tan solo 27 especies de plantas y 17 de animales, un número muy bajo considerando la complejidad del sistema”, agregó.
Para el Estudio Preliminar las observaciones de campo se hicieron en un solo día en noviembre de 2015. El estudio es principalmente una recopilación de datos ya publicados tales como el tipo de suelo, uso histórico, y otros. Consta de 16 páginas, tres (3) son texto y las otras mapas, figura, referencias y título.
“Estos tres estudios ambientales no son ecológicamente válidos pues la información ambiental es de 2015 y 2016. Los huracanes Irma y María causaron un impacto significativo en el área alterando el hábitat y las especies que allí se encuentran. También esto aplica a los estudios arqueológicos que se hicieron en el 2016. Se debieron haber hecho estudios actualizados a las condiciones existentes”, agregó el asesor científico.
También cuestionó por qué no se ha presentado un estudio detallado del impacto a la infraestructura que brinda servicios a las comunidades de Luquillo, especialmente al suministro de agua potable. Actualmente en muchas de las partes más altas de la ciudad hay problemas constantes con el suministro del agua potable. Seguir aumentando la carga al sistema seguirá agravando la situación.
“La Oficina de Gerencia de Permisos no cumple con Ley Núm. 141-2019, Ley de Transparencia y Procedimiento Expedito para el Acceso a la Información Pública. El acceso a la información es difícil de acceder y costosa”, se quejó el ambientalista.