EN LA TERRAZA DE MAMI COJO AIRE Y PIENSO...
Que la gente sólo habla de los turistas negros desordenados, las terapias de conversión y la selección de universidades con sus hijos...
Y yo, pensando, que este es el año más difícil en la vida de mi hija, y cuando menos capaz me he sentido para ayudarla por este rollo del dichoso distanciamiento social y las restricciones de la pandemia. Porque no concibes colarte en la vacuna como otros. Es difícil buscar sitios y moverse. El no saber que viene, jode. Deben ser los nervios de madre, me digo a mi misma.
Y ver a mis padres con achaques, afecta. Es fuerte la carga para las mujeres en este país.
La precariedad, el desbalance, los temores frente a tanta frivolidad plástica en tanta gente hipócrita...
La mujer trabaja el doble y triple sin paga.
Esta semana he conversado con 3 amigas, dos son penepés y una creo que es de Victoria Ciudadana. Las tres trabajan en empresas privadas y las tres me dicen lo mismo. Que si la cosa está mala, que esperan las ayudas del PAN y del estímulo.Que están "jaltas" (hartas) de las clases virtuales, la fregadera de trastes y lavar ropa y del trabajo en la casa las 24 horas del día... Yo las veo y las entiendo. Es así.
Pero entonces veo a dos o tres que están como si nada. Flower. Como si tuvieran una Infinity Stone y se creen Avengers, y pueden moverse a una vida paralela. Una vida del 'fichureo' y el fashionismo y los TikToks y las cavas frías. Del universo de los que recibieron el PUA sin merecerlo, pero como devolvieron los chavos mal habidos, pues, borrón y cuenta nueva. Ese pecadillo lo barren bajo la alfombra.
Hay muchas chicas plásticas, de esas que cuando se agitan, sudan Chanel number three. Que sueñan casarse con un doctor, pues él puede mantenerlas mejor.
No le hablan a nadie si no es su igual, a menos que sea fulano de tal.
Son lindas, delgadas, de buen vestir.
De mirada esquiva y falso reír...
Me puse a cantar con esta brisa, recordando al Plástico y a Rubén Blades. Mucha gente plástica que esta pandemia las sigue develando en su nauseabunda realidad de vida.
Gente de rostros de poliéster
Que escuchan sin oír y miran sin ver
Gente que vendió por comodidad
Su razón de ser y su libertad.
Sopla el viento y me convenzo cada vez más, que esta gente existe porque eso es lo que hemos creado. Que en Puerto Rico se premia a los mediocres y se respalda a los corruptos. Ser honestos es estar bien chavaos. Le caes mal a todos y te castigan por decir la verdad, por no robar. Y en eso, pagan tus hijos. Tener o no tener.
Respiro. Hay una brisa buena. El cielo en esta tarde guaynabeña está claro. Limpio. Es lindo. Casi escucho un pájaro, a no ser por los ladridos de uno que otro perro de los vecinos.
Y recuerdo bien.
El plástico se derrite, si le da de lleno el sol....
SRC