Al menos nueve (9) miembros de la Junta de Síndicos (“Board of Trustees”) del Colegio St. John, que está compuesta por padres y madres de 50 años o menos de edad, se colaron y se vacunaron “a la carta”, cuando estaban inoculando a los maestros y demás personal a quienes sí les correspondía la inyección.
Fundado en el 1915 y ubicado frente al hospital Presbiteriano en el Condado, St. John es un colegio histórico, al que suelen acudir hijos de extranjeros y multimillonarios. La escuela desarrolló un abarcador protocolo de Covid-19 y para el regreso a clases, pero el problema estuvo en la vacunación.
En Blanco y Negro con Sandra obtuvo una copia del itinerario de la segunda vacunación del personal escolar, pautada para el 16 de febrero de 2021. En la lista aparecen por orden alfabético los nombres de los maestros y empleados que recibieron las dosis de vacunas en los horarios de entre las 10 y 10:30 de la mañana, 10:30 a 11:00 a.m., de 11:00 a 11:30 a.m., de 11:30 a 12:15, para un total de 69 personas vacunadas.
Entre los 69 vacunados fueron colando a padres que ni son envejecientes, ni son maestros, ni les tocaba vacunarse. Esta información fue corroborada por varios testigos e incluso por algunos padres. Incluso, se sabe que hay fotografías del suceso.
Epidemiólogos, médicos primarios, salubristas, el Secretario de Salud, Dr. Carlos Mellado, e incluso hasta el general de la Guardia Nacional, José Reyes, quien lidera el proceso de vacunación masiva, insisten en que se deben vacunar según la etapa que corresponda. En este momento, han dicho que los adultos mayores de 65 años, el personal escolar y primeros respondedores siguen siendo la prioridad.
El proceso de vacunación contra el covid-19 en Puerto Rico comenzóen diciembre. En la primera etapa vacunaron a los profesionales de la salud, trabajadores de los hospitales y de emergencias. También a quienes trabajan y viven en albergues, asilos y otros centros de cuidado prolongado. La etapa B de esa primera fase incluyó a policías, trabajadores de emergencia, empleados del Departamento de Educación y otros considerados esenciales. La etapa C agrega a quienes padecen enfermedades crónicas como la diabetes o condiciones cardíacas. También a individuos con problemas respiratorios, pacientes renales y aquellos que están inmunocomprometidos.
Se trata de una minoría que, según describen algunos padres, “vienen a manchar la labor de esta escuela”. "El staff y los maestros son comprometidos. Los padres tienen recursos y quieren hacer un buen trabajo. Por eso el protocolo ha sido bueno, pero siempre hay un grupito. Esa minoría daña lo bueno que se ha hecho. Nos hace daño a todos”, manifestó uno de los padres.
Situaciones como ésta no son nuevas en Puerto Rico desde que comenzó el proceso de vacunación con esta pandemia. Ha habido múltiples denuncias en los centros que administra la Guardia Nacional y otros a nivel de los municipios, donde ha trascendido que políticos, familiares de políticos y hasta artistas, reporteros de televisión y presentadores de noticias se han colado para tomar las vacunas, recibiendo un trato especial y exclusivo. Esto sucede mientras todavía hoy hay miles de personas, especialmente envejecientes mayores de 65 años sin vacunar.
La tendencia a darle trato preferencial a las personas ricas o vinculadas a los políticos no es nueva en Puerto Rico ni a nivel global. Se le llama “Vacunación VIP”.
Hoy mismo es noticia de primera plana en Argentina un escándalo que ya le costó el puesto al Ministro de Salud, Ginés González, por montar un “vacunatorio exclusivo”, reservando sobre 3,000 vacunas para políticos y familiares, incluyendo a su sobrino. Esto provocó que el presidente Alberto Fernández le pidiera la renuncia. La semana pasada fue en Perú, donde la ministra de Salud Pilar Mazzetti, también tuvo que dimitir cuando se supo que coló hasta el expresidente Martín Vizcarra en unos ensayos clínicos y vacunación por adelantado.
Como pasa en todos el mundo, la mayoría de las víctimas del Covid-19 siguen siendo personas mayores de 65 años. Hoy Salud reportó 1,957 muertes y un total de casos acumulados desde que comenzó la pandemia de 176,084 personas.
El general Reyes ha insistido en que acudan a vacunarse si son citados, pero el mismo ha admitido que vacunan personas fuera de la fase que les toca, violentando sus propias reglas, supuestamente para no perder vacunas.