Aún con las amenazas de muerte, aún con los traqueteos y las negociaciones que se hacían con fondos públicos, aún con la represión y las campañas de descrédito, aún con las más de 20 entrevistas a gente incluso del mismo gobierno, los fiscales alegaron que no había pruebas. Quisieron despachar esto como un asunto de falta de modales y mal gusto, no como el crimen contra el pueblo que, en efecto, fue ese chat de Telegram.
Es que, así como en los Estados Unidos matan negros y no procesan a los asesinos, aquí la llamada mafia institucional política, blanca y con poder, se protege. Y no perdona. Les duele lo que hizo el pueblo y tenían que vengarse de alguna manera. El sistema así. ¿Quién pensó que el sistema iba a investigar el caso que provocó las protestas masivas del Verano de 2019, si vivimos en el país del morbo y la impunidad?
¿Cómo no se va a pensar que venció la impunidad en un país donde la justicia se toma con las manos? Donde un pastor evangélico que en fotos sale con una Biblia en una mano, pero va y asesina a tiros a sus vecinos, y hiere a la hija de éstos, sin importarle que sus propios hijos lo estaban mirando.
Un país en donde un comerciante bendecido por el alcalde que no le cuestionaba su negocio ilegal, se desquita una pelea con el competidor que sí tiene un negocio bajo la ley, y lo mata a de un batazoen la cabeza. ¿De qué vale la fianza de $450,000 al asesino, si el surferperdió su vida allí en Luquillo? Entonces ese mismo día viene un abogado, que se supone sea un letrado como dicen, y expone ese vídeo del asesinato a batazos en su página de Facebook para que la gente comente, especule y haga sus análisis de la muerte, como si esto fuera un circo romano. Como si ver a uno morir a un ser humano no fuera lo suficientemente duro.
En un país donde el mismo día en la mañana comentaban la decisión política de un Tribunal Supremo que dictó una sentencia redactada a espaldas del pueblo para que no se sepa quien lo hizo. Luego, en la opinión del Juez Martínez se incluyó hasta un vídeo en YouTube que habían borrado, y la opinión de la jueza Oronoz, como siempre, acomodándose como una veleta a donde la mueva el viento. Y mientras tanto, siguen los problemas en un proceso electoral viciado que ya no cabe duda de que hubo traqueteos.
¿Cómo se puede hablar de justicia en un país donde más tarde en el día, se vio en las vistas de transición del nuevo gobierno gobierno que el Departamento de Justicia está plagado de chapuceros? Los mismos chapuceros que no investigan, que dejan que se desestimen cientos de casos, presumiblemente de sus amigos y parientes.
Hay que pensar que entre esos cientos de casos están todos los ricos y poderosos, como la gente famosa del Colegio San Ignacio de Loyola, la llamada “gente de bien”, algunos de los que descaradamente se robaron los cheques del PUA siendo estudiantes y sin estar desempleados. Es que hay que hacer contrastes.
Madre e hija, acusadas por fraude aldesempleo y les impusieron fianza de $1.6 millones |
Todo esto aconteció el mismo día que baja la decisión de los Fiscales Especiales de no procesar a los integrantes del chat de Telegram. ¿Quién pensó que pasaría algo distinto? Yo no. Aunque fui a reunirme con ellos cuando me llamaron como lo hicieron muchas otras personas, incluyendo miembros del propio gabinete de gobierno.
Lo que veo allí son dos cosas: por un lado, la evidencia de la depravación en este país, pero por otro, el ejemplo de que aquí todavía habemos gente decente que dimos un paso por la dignidad, por la responsabilidad y por el respeto. Fuimos a articular la verdad de las violaciones de ley y de respeto porque era una obligación cívica con este pueblo. Pero sabíamos que no iba a pasar nada concreto porque desde un principio el proceso fue viciado.
Lo que va a pasar ahora es lo contrario. Algunos de esos miembros del chat han estado recopilando información y me consta, van a ir contra los que lo difundimos. Vienen a demandar a Oscar Serrano, a Omaya Sosa y demás miembros del Centro de Periodismo Investigativo. Vienen contra mí. Están velando a Jay Fonseca y a otros, y no me extraña que vengan con demandas alegando difamación, mientras vienen a la par de un grupo de acólitos en los medios y en la redes sociales. Algunos ya lo están vociferando, pensando que con eso van a callar la verdad.
La realidad es esa. Vienen fuertes porque están dolidos que el pueblo los sacó del gobierno. Los sacó en parte de la jauja, pero se preparan para volver. Pero operan como una organización criminal tipo mafia. Tiene a sus tiradores, a su gente y mandan a ejecutar reputaciones en las redes sociales, pensándose como que tienen el control, pero no se dan cuenta de que están leídos.
Elías Sánchez, Ricky Rosselló, Rafael Cerame, Edwin Miranda |
Aquí imperan los depravados. Campean por su respeto, pero se olvidan de algo básico. Se olvidan de que el que la gente esté callada no significa que les aplauden. La gente está guardándose del Covid, pero revienta por otro lado. Se ve en la violencia.
Sí, venció la impunidad. Por ahora. Lo que queda es seguir luchando para que lo que dejamos a las nuevas generaciones no sea el antro de putrefacción en que gente como ellos han dejado en su estela por Puerto Rico. Así que seguimos combatiendo la impunidad. Ahora con más fuerza. Que se preparen.
"¡Conciencia nunca dormida,
mudo y pertinaz testigo,
que no deja sin castigo
ningún crimen en la vida!
La ley calla, el mundo olvida;
¿a quién sacude tu yugo?
Al Sumo Hacedor le plugo
Que, a solas con el pecado,
Fueses tú para el culpado,
delator, juez y verdugo”.
Gaspar Núñez De Arce
COMUNICADO DE PRENSA DE LA OFICINA DEL PANEL ESPECIAL INDEPENDIENTE