"Estas informaciones del desastre y las masacres a mansalva que se emiten por las redes sociales son irrefutables y contrastan con la censura impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro"
Un ángulo importante en la crisis que se vive en Venezuela es el impacto que han tenido las redes sociales y otros vehículos en la Internet para exponer lo que está pasando. Como pasó en la Primavera Árabe de 2011 y en tantos países, son los jóvenes venezolanos los que han logrado sacar lo que de verdad ocurre allá, reportando en directo por Skype, grabando desde sus teléfonos celulares en vídeos o fotos que suben a Twitter, Facebook, Instagram y otras redes, y que poco a poco, los medios tradicionales han tenido que copiar y difundir.
Estas informaciones del desastre y las masacres a mansalva que se emiten por las redes sociales son irrefutables y contrastan con la censura impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro y la innegable propaganda tanto de opositores como de los que apoyan el chavismo, que a su vez, han provocado algo de neutralidad en tantos países.
Es quizás por esta razón que la cobertura noticiosa del caos en Venezuela ha quedado relegada a un segundo plano en la prensa internacional que se ha concentrado más en lo que pasa Ucrania o en el arresto del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Con la excepción del momento en que el líder opositor Leopoldo López se entregó al gobierno chavista, la cubierta noticiosa sobre Venezuela en la radio, la prensa y la televisión a nivel global ha sido desarticulada, superficial y solo replicando algo de lo que dan las redes sociales. Muy poco análisis y contexto de lo que acontece.
Todavía hay muchos que no comprenden la magnitud de lo que ocurre en Venezuela y estos desarrollos porque no ha habido información constante. Es que con la transformación social y la Internet no es fácil entender lo rápido de los cambios sociales. Como dice Clay Shirky, profesor en el programa graduado de la Universidad de Nueva York: “Vivimos en la actualidad una de la mayores transformaciones que jamás la humanidad haya presenciado”. Por esto es que las respuestas no son tan fáciles de articular.
Ya no hay negros ni blancos sino degradaciones del gris. Y esta falta de entendimiento se ve en el discurso que seguimos arrastrando de la guerra fría acá en el exterior, entre los que apoyan o representan a la ‘derecha’ o la ‘izquierda’ venezolana.
Por eso es que acá en Puerto Rico muchas personas identificadas con la “izquierda” no encuentran cómo contestar ni cómo defender lo indefendible del gobierno de Maduro, al ver tantos manifestantes muertos y heridos de balazos en las cabezas que recibieron de militares o por los colectivos de paramilitares. En Facebook muchos intelectuales y políticos puertorriqueños respaldan al chavismo y diciendo que las protestas fueron impulsadas por la CIA para intentar un golpe de Estado, que “seguramente hay muchos francotiradores haciéndose pasar como del gobierno para afectar a Maduro”, y que este “hizo bien” en resguardar a López y evitar que lo mataran “porque un mártir de la derecha sería demasiada carga”.
Pero también acá en Puerto Rico los que se identifican con la ‘derecha’ no logran comprender ni captar por qué es que hay regiones que apoyan al gobierno chavista y rápido lo atribuyen al respaldo de los cubanos. Por eso exigen la intervención de los americanos en Venezuela. Descartan el hecho de que Maduro fue electo por el voto popular, aun cuando no fuera por el mismo margen que Chávez. O sea, pretenden olvidar que en una democracia el voto es lo que cuenta.
Lo que la izquierda ni la derecha pueden negar es que Maduro siguió el ejemplo de Chávez y censuró medios masivos entre otros, CNN, el Canal NTC 24 de Colombia, la Agencia Francesa de Noticias (Agence France-Presse), Globovisión, y a diarios como El Impulso, el Correo Del Caroní o El Nacional, que han detenido o mermado su publicación debido a la falta de producción de papel. Maduro también bloqueó el acceso a Internet en regiones como Táchira
Todo esto ha tenido su repercusión en el pueblo y ahí es que los venezolanos recurren a las redes sociales, a tomar fotos por celular y a enviarlos en la Internet como válvula de escape para demostrar lo que está ocurriendo. Es que en toda la pugna la masa de venezolanos queda como el jamón del sándwich entre el gobierno chavista que reprime y la oposición que pretende regresar a estilos del pasado. Y mientras tanto, los venezolanos pasan hambre, están hartos de la escasez y del nivel sin precedentes de inseguridad.
En Venezuela, con cerca de la mitad de la población joven -son menores de los 30 años- y siendo uno de los países latinoamericanos con más participación en las redes sociales, queda por verse si la emisión de estas protestas e imágenes logran algún cambio.
(NOTA: Esta columna fue publicada en El Vocero el 25 de febrero de 2014 - http://elvocero.com/redes-sociales-y-venezuela/)