Imagen de Kamala Harris publicada en la revista Politico |
Kamala Harris fue nominada hoy como la compañera de papeleta de Joe Biden, la primera vez que una mujer negra aspira a la vicepresidencia de los Estados Unidos. Es un hecho histórico, pero no está exento de ataques como lo que acaba de salir publicado hoy en la revista Político. Es el tipo de reportaje que ataca por ser negra que se cree blanca.
El artículotitulado“How San Francisco’s Wealthiest Families Launched Kamala Harris. At splashy weddings, charity balls and all the right restaurants, she hobnobbed with San Francisco’s moneyed elite—and made lasting allies who backed her at every stage of her political career”. (¿Cómo las familias más ricas de San Francisco lanzaron Kamala Harris? En bodas ostentosas, bailes de caridad y en todos los restaurantes adecuados, se codeó con la élite adinerada de San Francisco y se hizo aliados duraderos que la respaldaron en cada etapa de su carrera política) Es el tipo de reportaje que presenta un aspecto de la vida de una candidata, pero a la misma vez, la ataca. Es también una ofensiva típica hacia grandes poblaciones de negros y negras de la que casi no se habla.
Me refiero a ese que establece que no se puede ser negra y ser amiga o pertenecer a círculos de gente blanca y de dinero. Te ven como un “sell out”. Como si ser negro solamente es genuino si eres pobre y marginado. Si eres rico o te rodeas de ricos y blancos, te vendiste. Es una especie de "reverse racism" como llaman algunos, celos y envidias de otros que casi siempre provienen de las mismas comunidades negras. Eso es bien común y es algo de lo que tampoco se habla públicamente.
Muchos afroamericanos admiran a Oprah, a Tyler Perry o a Jay Z porque son millonarios y vinieron de abajo, pero son negros "de verdad". No son negros de tez clara. El colorismo también aplica aquí.
No se discute que existe toda una suerte de teorías y estudios sobre lo que implica "emblanquecer" la raza, y que negros con tez más clara o con facciones blancas tienden a tener más éxito y más oportunidades que los de un fenotipo característico de tez oscura, nariz grande, labios anchos, etc...
Esto se puede llevar hasta la época de la esclavitud donde a los mulatos los ponían a trabajar de esclavos en las cocinas o como mucamas en las haciendas, mientras que los negros oscuros estaban en los campos recogiendo algodón o cultivando. Todo eso generó una compleja estructura de diferenciación por color entre los mismos negros, pero poco se habla de lo que pasa a la inversa.
Me refiero al desprecio al negro que vive en ambientes de “blancos” o utiliza esos ambientes para su favor, como parece haber usado Kamala Harris. A esos se les dice de manera peyorativa “Oreo Cookies”, porque son “negros por fuera y blancos por dentro.
A Obama le pasó un poco de eso al principio de su campaña, porque no era el típico hombre negro. Se crió con su madre y abuelos blancos, en Hawaii. Sin embargo, y a él se lo perdonaron porque fue organizador comunitario, se casó con Michele que es una mujer visiblemente negra y de origen pobre, y él se tomó el tiempo de explicar su proceso de vida en varios libros. No así le pasa, por ejemplo, al juez Clarence Thomas, casado con blanca, ni a Chirlane McCray, casada con el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
En Puerto Rico de esto no se habla, y son temas de los que también se debería comenzar a conversar en este momento en que el tema racial cobra una mayor relevancia.
¿Qué les parece?