La columna que publiqué el pasado domingo 19 de marzo de 2020, titulada “Coronoavirus en PR: Vacío de contenido”, es mi última como columnista semanal en NotiCel.
El lunes 23 de marzo le informé vía correo electrónico a la editora en jefe, la periodista Yennifer Álvarez Jaime, mi intención de no continuar como columnista en el nuevo NotiCel.
Más de 260 columnas semanales publiqué en NotiCel desde que empecé en enero de 2015 hasta la del domingo.
Cuando inicie escribiendo en NotiCel fue por solicitud del abogado y periodista Oscar Serrano. Estuve allí para apoyarlo a él y a la periodista Omaya Sosa en este proyecto que ambos lanzaron. Esencialmente quería ayudarlos y proveer contenido único al proyecto de ambos amigos. Previo a NotiCel, había sido columnista en El Vocero del 2010 al 2014, y antes de eso, estuve años como reportera investigativa en El Nuevo Día.
Tengo que decir que en toda mi carrera como periodista, ha sido en NotiCel donde tuve total y absoluta libertad de prensa y de expresión. Sé que algunas de mis columnas y ensayos eran controversiales, pero nunca alguna columna o ensayo publicado fue cuestionado, y eso dice mucho de la calidad editorial del medio liderado por Oscar Serrano y Omaya Sosa. En eso es que se basa el ejercicio del periodismo libre. Es el que habla de frente, sin miedo.
Tras la salida de Omaya, seguí apoyando a Oscar en el proyecto porque mantuvo los valores de libertad de pensamiento y de expresión que tanto escasean en los medios de Puerto Rico. Aquí todo el mundo tiene miedo, muchos tienen dedos amarrados y dependen de poderes comerciales o políticos, por eso cuando hay alguien libre de pensamiento y acción, suele ser chocante.
Es importante señalar que pudimos identificar que la gente tenía hambre por la verdad. Tan es así, que nuestras columnas siempre eran bien leídas, incluso en ocasiones por encima de artículos de noticias diarias. Las cifras lo corroboran.
Quiero dejar claro que reconozco la capacidad y el profesionalismo de Yennifer Álvarez Jaime, a quien respeto desde hace años y le tengo gran aprecio. Por eso espero de todo corazón que pueda continuar el periodismo serio y de calidad que se ejerce en NotiCel. Mi salida en absoluto tiene que ver con su persona, a quien reitero, respeto.
Sin embargo, los principios que rigen mi vida, no me permiten continuar con la gerencia que adquiere el medio. Mi ética personal y profesional de toda la vida me lo impiden. Nada que tenga apariencia de “chayoteo” puedo tener ni quiero tener cerca de mí. Tampoco puedo ni quiero estar cerca de personas que son mencionadas en el infame chat de Telegram, que investigué, ayudé a revelar en el verano del 2019, y en el que se sabe, también fue atacada.
Mis principios no claudican, aunque esto represente críticas y ataques, rechazo y aislamiento. Por eso siempre camino con la frente en alto, sin problemas de conciencia.
Yo continuaré expresándome como hice en las 260 columnas que publiqué en NotiCel a través de mi blog En Blanco y Negro con Sandra, a través de las distintas redes sociales y a través de mi programa de radio, que se transmite de lunes a viernes en 9 emisoras en toda la isla a través de la Red Informativa de Puerto Rico y la Cadena WIAC, y por dos emisoras cibernéticas.