Sede del Instituto de Cultura Puertorriqueña que pretenden privatizar. |
(NOTA: Esta columna sobre lo que pasa en el Instituto de Cultura fue publicada originalmente en Noticel, el domingo 17 de noviembre de 2019 - https://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/el-botin-del-corsario/1142910495)
No es el slogan de la venta especial en Clubman, sino como los políticos y sus compinches empresarios se reparten el patrimonio boricua. Escondidos, de noche, roban y callan para que el pueblo no se entere.
Eso fue lo que hicieron el gobierno de Alejandro García Padilla, el de Ricardo Rosselló y continúa hasta ahora el de Wanda Vázquez. El primero regaló el edificio histórico del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y los otros dos le guardaron su secreto hasta ahora. Se trata de cómo se reparten el patrimonio puertorriqueño, y lo ocultan.Lo interesante es que quien adquirió el contrato del antiguo edificio Asilo de Beneficencia también guardó el secreto. Es un grupo que incluye a los mismos dueños que adquirieron en medio de una controversia el edificio El Convento hace unos años: Hugh Andrews, Arnold Benus, Jorge Rosselló y Cyril Meduña, esposo de María Luisa Ferré Rangel, una de las dueñas de los periódicos El Nuevo Día y Primera Hora. ¡Con razón el silencio! Eso no fue anunciado en las primeras planas de esos periódicos. ¡Jamás! Por el contrario, lo callaron para que nadie se enterara del tumbe. Secreteo y contubernio.
Fue un negocio redondo. Alquilan el edificio a razón de $85,000 al mes por 40 años (que pueden extender a 60 años), convierten al casco del Viejo San Juan en todo un centro privado y le van quitando espacios al pueblo de disfrutar y tener acceso a su patrimonio histórico. Esos empresarios convertirán la sede del ICP en el Gran Hotel San Felipe del Morro y lo unirán a otras propiedades. Quién sabe si otros edificios históricos como Casa Blanca y el Convento de los Dominicos, y hasta la misma Fortaleza, los pondrán en alquiler perpetuos de empresarios e intereses privados. Regalan esos que son culturales o que han sido remodelados, pero no el montón de edificios y escuelas vacías.
Hacen como actuaban los piratas y los corsarios entre los siglos 1700 y el 1800, que atacaban costas enemigas. Los piratas robaban para ellos, pero los corsarios robaban con permiso de los gobiernos. Así actuó García Padilla y el grupo que adquirió ese contrato del ICP. Parece una obra teatral en tres actos.
Primer acto: En la noche del 27 de diciembre de 2016 y escondido del pueblo, García Padilla firmó un contrato para regalarle el alquiler del Asilo de Beneficencia al grupo privado. Fue tres días antes de entregar el poder a la administración entrante de Ricardo Rosselló.
Pero no podemos olvidar otros dos hechos en el gobierno popular que salía del poder. Fue en el gobierno de García Padilla cuando un imbécil dio permiso para que se lavaran con manguera de presión las murallas del Viejo San Juan en el Paseo La Princesa, lo que puso en riesgo dicha estructura que tiene un alto valor histórico. Eso provocó censura de parte de autoridades federales como el Servicio de Parques Nacionales y el San Juan National Historic Site, que determinaron que era inaceptable porque el método fue dañino a la estructura. Querían borrar el sucio, y de paso, los cinco siglos de historia. O quizás dejarlo limpio antes de negociar la sede del ICP con el grupo de Andrews-Rosselló-Benus-Meduña-Ferré Rangel.
Fue también en el gobierno de García Padilla cuando el entonces Secretario de Desarrollo Económico Alberto Bacó llamó "born losers" a los que lo criticaron por compartir con multimillonarios, y por decir que se fue junto a Meduña y Ferré Rangel en su safari por África para discutir su futuro, como señalamos en la columna publicada aquí en NotiCel en el 2015 titulada "Su Majestad Bacó". ¿Estaba la sede del ICP en las conversaciones en ese safari? Eso todos lo callaron.
Segundo acto: Con el nuevo gobierno de Rosselló en el 2016 otras cosas tomaron prioridad, empezando por la negociación con la Junta de Control Fiscal (JCF) y la crisis económica. Pero la administración entrante sí sabía el traqueteo que dejó la anterior. Esas transacciones se informan en los Comités de Transición cuando hay cambio de gobierno. Además, es imposible que una persona como Elías Sánchez, que tenía todo el control de la información y datos del gobierno, no estuviera enterado.
Optaron por callar por conveniencia. Quizás por política, pero también porque la estrategia PNP siempre ha sido la de ir borrando todo lo que huela a cultura puertorriqueña. Por eso callaron ante los recortes al presupuesto del ICP. La Junta recomendó recortar $5.3 millones del presupuesto, aunque luego se bajó la cifra. Pero el gobierno de Rosselló bajó el presupuesto del ICP de $16.7 millones a $9.4 millones entre el 2017 y 2018.
Tampoco podemos olvidar la controversia que surgió en el 2018 cuando el entonces director del Archivo General de Puerto Rico, Samuel Quiñones García, radicó una querella ante la Junta de Directores del ICP por la presunta destrucción ilegal de documentos públicos tras la emergencia por el paso del huracán María. Además, al menos 361 estructuras y edificios de alto valor histórico colapsaron o tuvieron daños severos tras el huracán María, según un estudio de la Junta de Planificación presentado en diciembre de 2017 al entonces Gobernador. Nada hizo por esas estructuras el gobierno de Rosselló.
Tercer acto: Entonces llega ahora el gobierno de Vázquez, quien, como secretaria de Justicia, estaba al tanto de las transacciones y los secretos de Rosselló. Escogió la fecha de sus primeros 100 días en el poder para soltar, por medio de la secretaria de la Gobernación Zoé Laboy, que el ICP tiene que desalojar su sede. La pregunta es ¿por qué lo soltó ahora? ¿Fue porque lo exigieron los privatizadores o es que el gobierno quiere que perdamos la concentración? ¿Qué cosa querrán desviar de la atención pública? ¿Es que Wanda Vázquez quiere validar el discurso de Thomas Rivera Schatz de que hay un contubernio popular-GFR Media? ¿Por qué? Tampoco lo dicen ahora.
Vázquez dice que buscará un espacio más económico para el ICP. Quizás metan los empleados en una covacha, como dijo el historiador Miguel Rodríguez López. A lo mejor empiezan a vender los documentos que quedan y a subastar las obras de arte que no se han robado la gente con el paso del tiempo.
En fin, todo es un abuso al pueblo. García Padilla por ahí está, de lo más fresco, ahora como analista político y le aplauden, olvidando los desmadres que dejó. Rosselló anda por los Estados Unidos, pensando en que la gente se olvidará del Verano de 2019, para planificar su retorno. Él y sus compinches están de lo más felices, con total impunidad y apoyo del gobierno de Vázquez. Y Vázquez, dice que no buscará la gobernación, pero se mueve para consolidarse. Quizás se meta al Supremo a controlar desde allí. El tiempo dirá. Por lo pronto, goza del respaldo editorial de los medios de GFR Media que insisten en la "luna de miel", y callan sobre los negocios en cuartos oscuros, como esta transacción que hizo el grupo de Andrews-Rosselló-Benus-Meduña-Ferré Rangel.
Y hay quien argumente que el ICP ha tenido toda suerte de problemas a lo largo de su historia. Ha sufrido de la politiquería, de fomentar sus "piñas" o favoritos, de no actualizarse, y de no cuidar ciertas cosas, pero por lo menos es algo que queda ahí como recordatorio de que alguna vez fuimos un pueblo con una cultura propia, autóctona. Es una pena que haya caído víctima de los corsarios modernos rojos o azules que siguen saqueando el país, sin importarles ni sus partidos, ni el pueblo, ni mucho menos, las nuevas generaciones. La peor traición que se le puede hacer a un pueblo es quitarle su cultura, quitarle su educación, quitarle su futuro, y borrarle su historia para que deje de existir. Ya lo dijeron en el chat de Telegram: "un Puerto Rico sin puertorriqueños".