Cerquita de mi corazón ❣ era el título de la primera columna de opinión que publiqué hace 16 años sobre mi experiencia con la lactancia. Fue tanta la reacción y cientos de llamadas y cartas que recibí, que supe que había una noticia ahí. Publiqué 3 reportajes que fueron portada en El Nuevo Día y cambiaron la historia en este país.
Una de las cartas que recibí era de una mujer que fue a lactar y la sacaron de la tienda Brookstone de Plaza Las Américas. La entrevisté. Esa fue la historia principal.
Hice un segundo artículo entrevistando al pediatra Mario Ramírez Carmoega, y a varias parteras que narraban que solo un 4% de las mujeres en 🇵🇷 Puerto Rico 🇵🇷 lactaban porque la promoción de las compañías de leche en fórmulas era brutal. Eso, unido a la esterilización, hacía que ginecólogos y pediatras impulsaran el uso de leche en fórmula para bebés. Toda la generación, la de mi madre, creció sin saber lactar. Increíble la correlación entre enfermedades y cambios en el estilo de vida que eso generó.
Hice un tercer artículo (siempre he escrito mucho y de una vez) sobre aspectos legales. Le pregunté al legislador y experto en derecho constitucional, Eudaldo Báez Galib, si por lactar en público una mujer podía ser acusada de exposiciones deshonestas. Me corroboró mi hipótesis ya que podía suceder porque no había legislación que protegiera a las madres.
Dejé esos 3 artículos un viernes sin saber que Hector Peña los usaría en la portada de El Nuevo Día de ese domingo, hace 16 años. La reacción fue inmediata. La gente se molestó por lo que le hicieron a esa joven madre, que la sacaron de la tienda y la mandaron a lactar a su bebé a donde uno defeca, o sea, un baño.
El lunes, Lourdes Collazo salió en TV en un programa mañanero de Telemundo lactando a su nene de dos i 3 años. Me llamaron cientos de madres y activistas de la lactancia. Yo corrí y empecé a llamar a políticos .
Le pregunté a a Sila Calderon si había lactado y me dijo que si a sus 3 hijos. Entonces le pregunté por qué no había cuarto de lactancia en la Fortaleza. Eso provocó que días más tarde, para ser exacta el jueves de esa misma semana (4 días después de los artículos) emitieron comunicado anunciando el primer cuarto de lactancia para empleadas y visitantes a La Fortaleza... Imagino que los demás gobernadores lo cerraron. Nunca supe más de ese cuarto.
Irasema Pesquera, esposa del ex aspirante a la gobernación por el PNP, me llamó a la redacción el lunes (al día siguiente que salieron los artículos) y me pidió que siguiera el tema, que no lo dejara porque era importante promover la lactancia por la salud de los niños y que ella fue madre lactante. Así hicieron muchas personas.
Y me enteré de una protesta que organizaban activistas frente a la tienda Brookstone en Plaza. Lorraine Vissepó me llamó para decirme que en Plaza fueron pioneros en el tema y que tenían la Semana de la Lactancia con muchas actividades desde hacía muchos años, pero le dije que por lo que veía, las activistas no se iban a detener. Me enviaron sobre 10 comunicados de prensa de distintas organizaciones y personas en cuestión de 3-4 días sobre esa protesta.
Y se hizo la primera gran tetada. Más de 500 madres fueron a lactar frente a la tienda Brookstone. Fue la primera vez en la historia de Plaza Las Américas que se daba una protesta.
Me enviaron a cubrirla para el periódico y fue la portada una semana después de los artículos originales. Vi a Silverio Pérez, a Irasema Pesquera, a las dos hijas de Sila Calderón, a Maria de Lourdes Santiago del PIP (que estaba recién parida como yo) y a un montón de legisladores, alcaldes, periodistas y artistas en la protesta. Periodistas incluían a Gloria Ruiz Kuilan, Maricelis Rivera Santos Sara Del Valle y a Aurora Rivera ya que todas habíamos parido casi a la misma vez.
Como consecuencia, se radicó legislación para crear cuartos de lactancia y proteger el horario de extracción de leche en el trabajo. Yo no había caído en cuenta del efecto de esos artículos hasta que Ada Torres Toro me lo señaló.
Hasta El Nuevo Día abrió su cuarto de lactancia y lo decoró con las fotos que me había tomado Wanda Liz Vega (que también estaba recién parida) para la columna original que había publicado semanas antes sobre mis experiencias lactando a mi hija Mariela.
Eso fue así. Es la verdad. La gente olvida las cosas con el tiempo, por eso es que hay que proteger lo que se hace y lo que se logra.
Sé que con la Reforma Laboral que hizo la administración García Padilla bajaron derechos en torno a la lactancia. Con la Reforma Laboral de la presente administración Rosselló entiendo que se eliminó casi todo.
Lo cierto es que los beneficios de la lactancia en los niños y en la sociedad en general están científicamente comprobados, pero el mercado es poderoso. Mueve sus fichas según sus intereses.
Por eso al leer esta noticia en The New York Times me preocupó. Aunque es de 2018 la vi hoy. Ojalá que esta movida del gobierno de Trump no afecte a los bebés de ahora y a los que van a nacer.
SRC
https://www.nytimes.com/2018/07/08/health/world-health-breastfeeding-ecuador-trump.html