Cuatro decisiones trascendentales se tomarán en el Tribunal Supremo de Estados Unidos en estos días, que sin lugar a dudas cambiarán radicalmente las instituciones del matrimonio, la educación y el voto.
Esas decisiones trascendentales tocan de cerca tres comunidades históricamente marginadas: los negros, los hispanos y las personas gay, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgénero (LGBTT). Es un momento importante que debería analizarse a nivel local de manera sosegada, sin los aspavientos, las pasiones o la superficialidad que caracteriza el debate público porque nos afectan a todos y todas.
Los jueces del Supremo tendrán que decidir en cuatro casos relacionados al tema de matrimonio entre personas del mismo sexo, la acción afirmativa en la educación universitaria o superior, y el futuro de la Ley del Derecho al Voto de 1965 que impone ciertas presiones a los estados del sur con una historia de racismo y discrimen.
En fin, se trata de uno de esos momentos importantes en la historia americana que servirá de reflejo para todo el mundo y en los que los jueces tendrán ante sí el reto de determinar si como sociedad avanzan hacia la igualdad de todos, se estancan o retroceden. Se supone que los jueces basen sus decisiones en una de las reglas máximas de la Constitución que es la igual protección de las leyes, pero todo tiende a indicar, según los expertos, que afectarán a muchos con lo que determinen.
Aquí en Puerto Rico se aprobó legislación que garantiza la prohibición del discrimen para las personas LGBTT en el empleo, pero en la Nación americana, tal ley no existe como tampoco hay igualdad en el derecho al matrimonio. A pesar que12 estados y el Distrito de Columbia aprobaron el matrimonio del mismo sexo, todavía hay estatutos a nivel federal que definen el matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer. En ese sentido, se anticipa que los jueces del Supremo estadounidense darán un paso de avance al permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En el caso de los negros principalmente, pero también los hispanos y otras minorías, se anticipa que los jueces del Supremo fallarán en contra de la acción afirmativa. Esta fue una lucha importante en los años 40 y 50, liderada principalmente por los negros para lograr igual acceso a la educación universitaria. Con el paso del tiempo, se ha argumentado con razón en muchos casos, que esta ley de Acción Afirmativa le concedía a las minorías entrada a la universidad aun sin las cualificaciones y discriminaba contra los blancos, que ahora y en el futuro serán la nueva minoría. También se anticipa que los jueces fallarán en contra de la Ley del Derecho al Voto a pesar de que por años, algunos estados aprobaron leyes que oprimían a los negros.
Es de esperarse que no resuelvan de manera homogénea, lo que no hará sentido a muchos, especialmente a los constitucionalistas que viven agarrados de la más mínima frase para predecir lo que hará el Supremo en cada caso. Aquí la decisión se basará en las experiencias personales de los nuevos jueces, su trayectoria y vida personal, sus visiones políticas y en su deseo de plasmar un legado para futuras generaciones. El tiempo dirá si deciden de manera sosegada o imperan los prejuicios.
Esta columna fue publicada en El Vocero el 26 de junio de 2013 - http://www.vocero.com/decisiones-trascendentales/