Hoy quiero darle las gracias al actor y comediante Raymond Arrieta. Gracias por detenerte y saludar a mi papá ayer, que fue un día duro para nosotros, pero alegre también.
Ayer intervinieron quirúrgicamente a mi papá, Luis Felipe Rodríguez-Paz (que en Facebook usa el nombre de sus dos mejores amigos "Dick Sawyer"). A Papi le quitaron ayer el medport que tuvo durante nueve largos años, y que era por donde recibió su quimioterapia para combatir la enfermedad. Eso significa que está libre del cáncer.
Yo estaba feliz porque le quitaron esa cosa a Papi, pero me sentía agotada y a la vez triste, al pensar en tantos amigos que conozco que todavía batallan contra esa enfermedad.
Admito que estaba sentimental porque ha sido un proceso intenso para mi, con 3 situaciones fuertes (Mami también convalece de una operación de los ojos y mi nena Mariela fue operada el viernes), pero dentro de todo, estoy feliz y optimista. Raymond me dio esa alegría.
Por eso le envié un tuit a Raymond, para agradecerle su esfuerzo al caminar para crear conciencia y ayudar a los pacientes de cáncer.
Jamás pensé que Raymond iba a leer mi tuit ayer mismo y menos, que me iba a contestar.
Al ver la foto que me envió, me saltaron las lágrimas porque está "esbaratao". Achicharrado por el sol, se ve bien cansado, pero el brillo en sus ojos es de alegría.
En mi mensaje por Twitter también incluí a su eterna compañera de labores, e inspiración para estas marchas, Dagmar. Ella también le envió mensaje a Papi.
Sin pensarlo mucho y sin buscarlo, ese intercambio de tuits generó reacciones y muchas personas se unieron en el reconocimiento a los pacientes de cáncer y en la gesta de Raymond. Se tornó en un hilo viral de amor y compañerismo, algo que ya no se ve en Twitter y desaparece rápidamente en Facebook, pero sé que habita en los corazones de todos los puertorriqueños.
Gracias Dagmar, por tus bellas palabras. Agradezco a mi amigo periodista que ahora es sacerdote, Orlando Lugo; al distinguido Néstor Duprey; a Antonio Fernós; a Franklin Delano López; a la querida Daphne Barbeito, mi admirado amigo Juan Mercado; Rafi Alonso; Gustavo Martinez; Silverio Pérez; Carlos Ortiz; Jorge Nieves; mi querido Edwin Pagán; y mi amiga Yolandita Monje. Agradezco también a todos los que no conozco pero me enviaron mensajes. Gracias a todos por su apoyo hacia mi papá.
Pero, con su permiso, quiero agradecer especialmente a Raymond Arrieta.
En este Puerto Rico de tanta negatividad, intereses particulares, mezquindad y escepticismo, su acción de caminar por los pacientes de cáncer es un bálsamo.
Raymond no tiene necesidad de hacer este sacrificio. Nunca lo ha tenido ya que por su trabajo regular consigue auspiciadores, anunciantes y buenos ratings, pero Raymond camina, da ánimo y nos motiva a seguir en la lucha. Los que hemos vivido el cáncer de cerca, sabemos el impacto en las familias.
Entiendo que este es el último año que camina. Así que su acción de detenerde y saludar a mi Papá, cobra un matiz especial ante mis ojos.
Por este año y por todos los que te has sacrificado sin esperar beneficios personales sino colectivos, te doy las gracias querido Raymond.
Y como dije en mis tuits, cuando vea a Dagmar y a ti, los voy a abrazar y a besar. Sólo que prepárate porque creo que mi abrazo hacia ti será más fuerte. Gracias .
Sandra Rodríguez Cotto
7 de junio de 2018