Comenzando el foro. (Foto por Francisco Quiñones) |
(NOTA: Esta columna fue publicada originalmente en NotiCel, el domingo, 15t d abril de 2018 - http://www.noticel.com/opiniones/blogs/en-blanco-y-negro-con-sandra/juventud-vibra/729076812 )
En mi continua peregrinación por los lugares menos esperados tuve lo que Oprah Winfrey llama un “Aha Moment”. Ese momento de toma de conciencia me llegó el miércoles en el Recinto de Arecibo de la Universidad Interamericana, con un nutrido grupo de jóvenes de la Generación Z que me hicieron ver que tenemos una juventud bien viva, que vibra.
Fui invitada a la Semana de las Humanidades de ese recinto de la Inter, para ofrecer la charla “Manipulación y los medios virtuales de comunicación”. No imaginaba lo que me iba a encontrar cuando me monté en mi carro de camino allá, pero cuando llegué y ví la sala repleta de estudiantes sentados hasta en el piso, con ojos bien abiertos, pendientes a lo que decía, y haciendo comentarios o preguntas brillantes, me sorprendió. Están claros y profundamente comprometidos.
Me rompieron un poco el esquema al demostrar su enfoque, y su genuina preocupación por el rumbo del país. La realidad que ví fue distinta a esa percepción que crean los medios de comunicación de que la juventud puertorriqueña está desconectada, sin esperanzas, y por eso son los que más están emigrando. Eso no fue lo que vi en la Inter de Arecibo. Allí ví individuos que en vez de irse a “janguiar”, optaron por ir a una charla voluntariamente para conversar sobre cosas serias. No iban a ver a Ozuna, o a Bad Bunny. Era yo, hablando de manipulación mediática y cómo identificar las “fake news”.
Saben que constantemente hay intentos de manipular a la población a través de los temas que se escogen o se ocultan ante la opinión pública. Quizás en parte, por la amplia cobertura en estos días de la comparecencia de Mark Zuckerberg ante el Congreso de Estados Unidos por el uso indebido de datos de más de 70 millones de ciudadanos. Esa filtración masiva de datos personales de los usuarios de Facebook por parte de Cambridge Analytica y la difusión de noticias falsas, pudieron afectar el voto en las elecciones presidenciales de 2016.Eso es a nivel global, pero en Puerto Rico puede que a veces se les haga difícil identificar esos asuntos, ya que el análisis de contenido en los medios y el llamado “media literacy” o educación mediática aquí, no es algo que se discute a diario. Somos pocos los que lo hacemos. Sin embargo, los jóvenes en la Inter me demostraron que hay necesidad de que se discuta. Es algo que les interesa. Por eso me sorprendió tanto su actitud durante la charla.
Estaban genuinamente preocupados, como demostraron en sus preguntas y comentarios. En ese sentido, demolieron ese mito que se presenta tanto en los medios, de que la juventud de Puerto Rico es la del área metropolitana. Ellos no eran de San Juan ni Guaynabitos, sino estudiantes de una universidad privada en Arecibo, cuyos padres seguramente se las han tenido que jugar para ayudarlos y salir adelante en épocas difíciles. Tampoco eran esos que llaman “revoltosos” y “pelús” que hacen huelgas. Allí la única “pelúa” era yo. Sin embargo, con el interés mostrado me confirmaron lo que siempre digo, que existe una verdadera hambre por la verdad. El que no les hable con honestidad, está frito.
Todo esto tiene mucho que ver con su generación. Estos jóvenes de laGeneración Z o Centennials, que nacieron entre el 1995 y 2015, son otra cosa. No recuerdan un mundo sin redes sociales, por eso tienden a ser más privados. Para ellos ver un presidente negro como Barack Obama, los matrimonios del mismo sexo y el “gender neutrality” son cosas normales. Les preocupa más la protección del ambiente, el cambio climático y las desigualdades. Están pendientes de sus abuelos y sus comunidades. Son los hijos que crecieron oyendo a sus padres ochentosos y de los 90 cantar canciones de Nirvana y otras bandas por el estilo. Quizás por eso tienen una mayor conciencia con su entorno.
Como son más realistas y enfocados, están al tanto de lo que pasa en el país. Por eso se molestan al ver la insistencia del gobierno de cerrar escuelas o regalárselas a buscones como Otoniel Font sin dar explicaciones coherentes del por qué lo hacen. Entienden que eso tiene el efecto de sabotear su educación y embrutecerlos. Aunque reconocen que el gobierno tiene que hacer recortes, no quieren que sea a costa de ellos, mientras ven cómo se contrata gente de afuera ganando tanto.
La gente los confunde con los Millenials pero hay grandes diferencias en estas generaciones. Los Millennials que nacieron entre 1975 y 1995, se comunican mejor con texto, la Generación Z con imágenes. La generación Z crea contenidos y los Millennials lo comparten. Los Millenials se enfocan en el presente y la nueva generación en el futuro. Los Generación Z trabajan para lograr su éxito personal, mientras que los Millenials lo hacen para ser tomados en cuenta y sobresalir.
Los Babyboomers (1946-1954) eran de la era de Martin Luther King y JFK, los Boomers II (1955-1965) eran hippies, los Generaxion X (1966-1976) somos los ochentosos de la era de MTV, y los Millenials (1975 y 1995) son a los que se les dio todo, para compensar la falta de cuidado en el hogar y por eso es una generación que tiende a creerse que se lo merecen todo (“entitled”). Pero los Generación Z son decididos. Crecieron después de los ataques terroristas del 11 de septiembre y las crisis que provocaron estrechez económica. Por eso tienen los pies bien puestos sobre la tierra. Han visto como sus padres y abuelos cayeron de tontos ante tantos políticos y eso los avergüenza. No quieren repetir la historia.
Muchas veces se subestima el poder de la juventud. En las estrategias políticas y de mercadeo piensan que son superficiales, pero no. Los jóvenes que ví y con los que compartí en la Inter de Arecibo no tienen temor a exigir, son más decididos y me dieron una gran dosis de esperanza. Resta apoyarlos para que hagan un nuevo Puerto Rico.