“Se devalúa y desprecia el trabajo del periodista, tanto el gráfico como el reportero de prensa, radio o televisión”
Desafíos reporteriles: Más allá de “no tengo comentarios” del entrevistado, o que se oculten documentos para que la gente no se entere de la corrupción, o que te tiren puertas en la cara, las cosas se complican cada vez más. Persiste el dominio de los temas ‘light’, la sustitución de lo importante por aquello que es meramente inmediato, la falta de profundidad en las coberturas, la baja sustancial en la publicidad paga, la incursión casi por hordas de gente que se denomina periodista sin tener ni un ápice de la ética que esto requiere y la mala dirección temática en la inmensa mayoría de la Prensa.
Sigue también el carpeteo. Hace poco, y en uno de los mayores escándalos de la administración de Barack Obama –que lastimosamente la Prensa local ni caso le hizo– el Gobierno intervino durante dos meses los teléfonos de más de 100 reporteros de la agencia Prensa Asociada en distintas ciudades para encontrar la fuente noticiosa que dio información sobre una operación que frustró un atentado contra americanos en Yemen. (Ver: http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2013/05/obama-ataca-la-prensa.html)
Y como si eso fuera poco, ahora los periodistas se enfrentan a perder las cada vez más escasas plazas, no por otros periodistas, sino por celulares. La semana pasada The Chicago Sun-Times, uno de los diarios más reconocidos en Estados Unidos, despidió a toda su plantilla de fotoperiodistas –el departamento entero– y anunció que en adelante solo publicarán fotos tomadas por los reporteros en sus teléfonos Iphone o del público que las envíe por correo electrónico.
“Fue como si apretaran un botón y con eso borraron toda una cultura de fotoperiodismo”, dijo John White, quien ganó el Premio Pulitzer en Fotoperiodismo en el 1982 para ese periódico.
Eso es un hecho positivo e incuestionable que la tecnología ha ayudado a democratizar la información y hacer más accesible el intercambio de contenidos. El problema es que una cosa es eso, y otra es el ojo del periodista que sabe identificar qué es importante o noticioso, y la ética con la que se cubre la noticia. Hay una diferencia clave entre coger una cámara, o el Iphone para retratar y tomar imágenes que componen una historia. No importa cuán buena la tecnología pueda ser, nunca sustituirá el ojo de un periodista.
Los fotoperiodistas son una raza rara. En mi experiencia como reportera a nivel local, en Estados Unidos y lo que he visto en coberturas internacionales en las que he trabajado, puedo asegurar que son los más avezados, atrevidos y valientes en el campo reporteril. Los fotoperiodistas, camarógrafos o fotógrafos, deliberadamente se exponen a peligros, se enfrentan a golpes e incluso exponen su vida por el oficio, por el deber de informar y capturar la imagen que compone la historia. Te captan ese instante que miles de palabras no logran. ¿Llegará el momento en que esa relación simbiótica entre reportero y fotoperiodista desaparecerá? ¿Se reemplazará la noticia por la foto vertical de un Iphone?
Cuando se aproxima la Semana de la Prensa, resulta imperativo buscar respuestas, analizar las tendencias y lo que ocurre en otras partes del mundo en el ejercicio del periodismo y cómo vemos trazos de esas prácticas acá en nuestra ínsula boricua. Sí, son muchos los desafíos reporteriles.
(NOTA: Esta columna fue publicada en El Vocero hoy, 5 de junio de 2013 - http://www.vocero.com/desafios-reporteriles/)