(NOTA: Esta columna fue publicada el miércoles 9 de agosto de 2017 en NotiCel - http://www.noticel.com/blog/206480/guia-para-hacer-un-extreme-makeover-al-pais.html )
Todo el pueblo sabe que Puerto Rico tiene que sufrir un cambio, pero no puede ser cosmético. Requiere una remodelación profunda, un “extreme makeover”. No puede ser una lavada de cara. Por eso, la supuesta pugna Rosselló vs. Junta está leída. Mientras para el Gobernador el cambio consiste en levantar la alfombra y barrer allí el polvillo, la Junta ordenó una limpieza total, lacerante y dolorosa para el pueblo, pero que está diseñada a su entender y conveniencia. Que nadie toque sus gastos ni sus salarios, pero sí los de la gente que trabaja o vive de su retiro.
Y mientras la masa inmensa de puertorriqueños está inmóvil por la incertidumbre que provoca el miedo a lo que les podría pasar, el Gobernador Ricardo Rosselló dice que está dispuesto a ir preso para evitar que la Junta de Control Fiscal haga lo que él debió haber hecho tan pronto fue electo: recortar gastos.
¿Qué debe hacer el Gobernador Rosselló antes de que la Junta lo obligue? Aquí van ocho recomendaciones para que empiece un cambio radical en el gobierno:
1. A Rosselló que se olvide del 2020 y se concentre en el momento actual. Sus ejecutorias y mensajes revelan que le preocupa el poder político. Tiene un aire de su antecesor, Alejandro García Padilla para esta fecha en el pasado cuatrienio. Mide sus palabras y le echa la culpa a la Junta de lo que él incluyó en su plan. Mejor olvídese de la reelección y trabaje para lo que fue electo y lo que prometió, que fue sacar a Puerto Rico del hoyo.
2. Olvídese de cabildear para sacar a los miembros de la Junta. Eso no va a pasar. Al Presidente Trump le importa poco Puerto Rico en estos momentos. Además, no va a sacar a una junta que nombró Obama para echarse encima el problema de decidir qué hacer con Puerto Rico. En realidad le conviene dejarlos en sus puestos porque si la Junta se equivoca o mete la pata, Trump tiene la excusa perfecta. Podrá decir que fueron nombrados por Obama y no sirvieron. Así que señor Gobernador, que sus ayudantes no intenten entretener al pueblo con estas gestiones porque están leídas.
3. Presente los números al país. No hay excusa para no hacerlo. Sea transparente. Diga la que hay porque la gente sabe sumar y restar. Si el problema de Puerto Rico es uno económico como usted dice, cuando presente los números la gente sabrá dónde y qué es lo que de verdad se tiene que cortar. Hasta ahora no ha presentado de verdad el plan fiscal ni el presupuesto real. ¿Por qué no lo hace? Porque entonces el pueblo se daría cuenta de que hay muchas áreas que se pueden cortar y no las están tocando para no perjudicar a contribuyentes políticos o amigos. En otras palabras, mientras no diga la verdad, nadie le va a creer. De nuevo, no se contagie con el estilo de García Padilla.
4. Corte municipios. Todo municipio de menos de 15,000 habitantes tiene que desaparecer. Que se fusione a otro. No se justifica tener toda una empleomanía repetida en pueblos como Las Marías, Maricao, Ceiba, Florida, Hormigueros, Jayuya y otros, cuando bien podrían compartir con la de municipios aledaños. De esa manera se abaratan gastos y se es más cónsono con la realidad poblacional.
5. Imite a los Estados Unidos. Como este es un gobierno proamericano que dice que Estados Unidos es lo máximo, entonces, que lo imiten. Allá los legisladores se escogen de acuerdo a la densidad poblacional de cada región. Como en Puerto Rico hay menos población, no se justifica tener 27 senadores y 51 representantes. No se trata de revivir la Unicameralidad, sino de bajar a la realidad actual en Puerto Rico. Quizás con 15 y 15, respectivamente, da y sobra. No hacen falta más legisladores a menos población.
6. ¿Dónde quedó el empleador único? El Gobernador prometió consolidar agencias y empleados pero hasta ahora no se han movido. Parece que espera que la Junta lo haga por él para tener a quién echarle la culpa. De nuevo, esto demuestra que a menos de un año de haber sido electo, ya su objetivo es la reelección del 2020.
7. Eduque al pueblo. Esa es una de sus funciones. En vez de promover dependencia o hacer regalos, lo que deben hacer es preparar al país a que se adapte a los recortes y aprenda a vivir con menos. Esta recomendación le aplica a la prensa y a los medios de comunicación porque tampoco lo han hecho, pero hasta ahora no hemos visto ni al Gobernador, ni al secretario de Hacienda y mucho menos al DACO, ni a otros jefes de agencias enseñando al país a vivir con menos. El año pasado en esta misma columna En Blanco y Negro hicimos una serie de recomendaciones, pero a nivel de gobierno nadie las ha hecho ni mucho menos les ha dado seguimiento. (Ver Pepto Bismol ante la crisis).
8. Ajuste el Plan para Puerto Rico a la realidad. Lo que se prometió en campaña no se va a cumplir. Lo que impera aquí es el plan de la Junta, no el Plan para Puerto Rico. Ajústelo a la realidad y comuníquelo.
En los últimos días ha estado corriendo en la red social de Facebook un mensaje en cadena que aunque no sé quién lo originó, me hizo pensar porque lo que nos viene como pueblo no está nada fácil. Dice: “Llamado del pueblo de Puerto Rico: Nos sacrificamos todos o ninguno. Proponemos que el Gobernador, los Alcaldes, legisladores y asesores no cobren más de $35,000 al año; que trabajen 40 horas a la semana, que sólo acumulen sus licencias tal y como lo establece la reforma laboral. Cero dietas, cero millaje, cero escoltas, cero autos. Si trabajan por el pueblo, si son servidores públicos, que vivan como el pueblo. A la Junta de Control Fiscal, que no opere con $1 millón mensual que sale del pueblo. Quieren sacrificios nuestros, pero ellos no se sacrifican. Si quieren levantar a Puerto Rico, que den el ejemplo ellos. Por último, que estén en probatoria 1 año como cualquier hijo de vecino, y que tengan los estudios y/o conocimientos necesarios para los cargos que ocupan”.
Concurro en 100% lo que dice ese comentario en Facebook, aunque obvió dos verdades importantes. La primera: que aquí en Puerto Rico hay miles de personas ya han sufrido despidos y recortes en sus pensiones. Estos no son empleados del gobierno, sino empleados del sector privado que ha estado achicándose, y bonistas o retirados que prestaron su dinero y el gobierno lo robó y no lo quiere devolver. Hay mucha gente pasando necesidades en su vejez, y esa es una verdad que todo el mundo quiere tapar porque se concentra en las quejas de sindicatos y empleados públicos. Y la segunda: que la crisis actual es resultado del exceso de politiquería. Aquí se votó por políticos que nos prometieron Choliseos, Comunidades Especiales, Tríangulos Dorados, Vía Verde y un centenar de obras. La gente les creyó a cambio de conseguir empleos o favores. Votó por ellos y esos excesos hoy nos pasan factura.
Así que, aunque protestemos, vendrán muchos recortes, más despidos y es bien probable que para esta fecha en un año, seremos muchos menos porque la gente seguirá emigrando para sobrevivir. No nos queda de otra. No podemos seguir tapizando muebles rotos. Hay que botarlos. La señal es clara. Necesitamos un cambio radical para que el país se mueva, vengan más industrias a invertir y la gente no se siga marchando. Se requiere un “extreme makeover”.