Iván "Pudge" Rodríguez, receptor. (Foto de El Nuevo Día) |
Hoy podemos decir que Iván Rodríguez es el mejor símbolo de cómo hay que ir a hablarle al americano: con la careta de cátcher, la mano estirada pa’pedir, y ‘eñangotau’.
Cuando el Gobernador Ricardo Rosselló nombró al “hall of famer” Iván “Pudge” Rodríguez, al comité de cabilderos por el Plan Tenesí para ir a pedir la estadidad, los analistas políticos dijeron todos lo mismo. Decían que irá a Washington a firmar bolas y a tirarse fotos o selfies para los congresistas. Pero cuando una le pregunta a los que son expertos en el deporte, te dicen otra cosa. Como la mayoría de los analistas políticos no han seguido la carrera profesional de Pudge Rodríguez, no conocen la verdadera razón. Y la verdad es que fue escogido porque para ser un cátcher o receptor exitoso en las Grandes Ligas, Pudge se ganó la vida ‘eñangotau’. Es más, se hizo millonario por estar de cuclillas, ‘eñangotau’.
Como siempre se habla de que los puertorriqueños vamos a Washington a mendigar, era importante tener a alguien que representara bien esa imagen. Se requería un profesional. No todo el mundo es un representante del Salón de Fama por estar ‘eñangotau’. Eso Ricky Rosselló lo sabía.
Pudge irá a Washington y todos los congresistas lo reconocerán por haber estado detrás del plato, recibiendo lanzamientos, ‘eñangotau’.
Por eso hay que pensar que si Ricky Rosselló hubiera querido enviar a un pelotero digno que llevara el mensaje de que los puertorriqueños están en alzada, listos para retar el inmovilismo y el coloniaje al que los americanos nos tienen sometidos, debió haber escogido un lanzador. Hubiese seleccionado un pitcher o un bateador designado, pero ¿por qué seleccionó a Pudge? Por ‘eñangotau’.
Claro, la única ventaja que tiene Iván Rodríguez sobre los demás peloteros es que, además de jugar ‘eñangotau’, sabe jugar con la careta puesta.
Por eso hay que preguntarse, ¿era que la careta no le dejaba ver lo que pasaba aquí mientras estaba jugando? ¿Dónde estaba Pudge mientras los políticos rojos y azules estaban robando el país? Jugando pelota y velando por su bienestar. Jugando ‘eñangotau’. Ahora, cae de paracaídas, a jugar a la política.
Pero más allá de firmar bolas y tomarse selfies, realmente Pudge será el nuevo tonto útil. Es un papel vergonzoso después de haber representado dignamente sus intereses personales y a todos sus fanáticos en el deporte del béisbol.
Es que hay que imaginarse la escena que se vivirá en el Congreso. Pudge empieza a visitar congresistas. Lo recibe Congressman Mr. Ñemerson. Lo recibe porque sabe que es un miembro del Salón de la Fama y le pide que le firme una bola de recuerdo. Se toman una foto que después podrá en un marco 8x10 en su oficina, pensando: oye, no todos los días te retratas con un hall of famer”. Entonces Mr. Ñemerson escucha lo que Pudge tiene que decir. Sonríe, y asiente. Es más, hasta le puede preguntar algo del estatus y de la deuda de $73 billones. Pudge, refiere al que lo acompañe la respuesta. Entonces Mr. Ñemerson lo despide. Le da la mano, mira la foto y cierra la puerta a su salida. Sonriendo para sí mismo el Mr. Ñemerson piensa: “¡qué estúpido! Y le dice a su ayudante, “métete en E-bay a ver cuánto me dan por vender esta bola.”
Tarjeta de pelotero Iván Rodríguez |
Es así como funcionan los políticos americanos. Son los mismos que vienen aquí se retratan, van al Capitolio o a algún hotel de San Juan. Tan pronto recogen sus chavos, a Dios que venga y que reparta suerte. Ni se acuerdan dónde queda Puerto Rico. A ellos no les importa porque no hay compromiso real con el país. Eso Pudge debe saberlo bien.
¿Y por qué lo escogieron a él y no a otros? Imagino que desde que era un niño, el hoy gobernador Rosselló coleccionaba las cartas de pelotero de Iván Rodríguez. Quizás hasta le decía a su papá Pedro:“Papi, llévame a ver a Iván jugar ‘eñangotau’ como cátcher”. Y padre respondía:“Pregúntale a Maga”.
Lo que hay que preguntarse es qué hay en todo esto de ganancia para Pudge. ¿Qué hay ahí para él de verdad? ¿Qué gana? ¿Qué busca? ¿Por qué lo hace? ¿Será cierto que tiene negocios relacionados a la energía eléctrica? ¿Qué ofreció o qué pidió a cambio? Nadie sabe, pero de que tiene contactos, no hay la menor duda. Después de todo, no es la primera vez que Iván Rodríguez se relaciona con la política.
Cuando George W. Bush era gobernador de Texas, bastantes veces que lo llevó a su rancho. A él, a Igor González y demás miembros de su equipo de los Texas Rangers. Una vez en la Casa Blanca, Pudge también lo visitó. Su relación con la política no es nueva. Lo que es nuevo es el rol de cabildero. … Antes Pudge tenía línea directa con el presidente Bush, entonces, ¿por qué nunca empujó la estadidad, o sí lo hizo? A lo mejor es que la luz de la estadidad le llegó ahora.
Cada cual lucha por su ideal de la manera en que lo crea posible. Yo respeto a los estadistas en el sentido de que siempre tienen presente su lucha ideológica y buscan cualquier alternativa para mover su agenda. Eso es admirable. Ojalá muchos independentistas tuvieran esa actitud y tenacidad. Lo que reprocho es ser ‘eñangotau’, boca-abajo y arrodillado. Y en eso caen muchas veces los estadistas. Rosselló padre no se dejó montar a los americanos. Su legendario “don’t push it” cuando el tema de la Marina lo demostró. Pero una cosa es esa, y otra ir a firmar bolas y tomarse fotos, y lo último da vergüenza ajena. ¿Es así como quieren pedir la estadidad?
Al final, Pudge irá firmando bolas y tomándose fotos con los congresistas, mientras la nación se debate entre cosas mucho más peligrosas. China, Corea del Norte y las prácticas de misiles, Rusia y el espionaje, Siria y los ataques químicos, Iraq, Isis, y los problemas internos. Más que eso, tienen al personaje que representa Trump, sus tuits de madrugada y sus arrebatos contra la prensa o sus mofas contra mujeres o inmigrantes. ¿Qué prioridad tendrá el plan Tenesí en medio de todo esto? Los puertorriqueños no se chupan el dedo.
La pregunta es: ¿cómo un pelotero de la trayectoria de Iván Rodríguez se contaminó con la política? Eso el tiempo lo dirá porque nadie cuestiona su ideal. Si quieren pedir la estadidad con hall of famers, allá ellos, pero que no vaya eñangotau. Todo el mundo sabe que el que juega con caca, se embarra. Al final, cuando se escriba la historia del béisbol y lo que hicieron por Puerto Rico, la gente dirá “Clemente vive”.