NOTA: Esta columa fue publicada ayer 9-9-15 en NotiCel - http://www.noticel.com/blog/180685/portavoces-de-narcos.html y es la primera de 3 entradas a este blog
Es el ángulo noticioso del que no se habla. El virtual estado de sitio que se vive en los residenciales Monte Park, Monte Hatillo, Berwind, la urbanización Monte Carlo y las demás comunidades cercanas a la avenida 65 de Infantería en Río Piedras, tiene un componente mucho más peligroso de lo que se ve a leguas. Se trata de cómo algunos medios informativos se prestan para servir de portavoces de los narcos.
No se trata de descartar temas o de ocultar la verdad de lo que ocurre entre los bandos del bajo mundo. Tampoco se trata de obviar la noticia de que la gente en toda una región vive en terror producto de una balacera que provocó cierres de escuelas y de avenidas. En realidad, lo que ocurrió allí la semana pasada es síntoma de una batalla cruenta, de algo peor que está por venir y que ya muchos sectores informados admiten que es una escalada en la guerra por el control del negocio del narcotráfico.
Después de todo, se trata de un negocio redondo que mueve la economía subterránea. Se estima que el narcotráfico y otras actividades informales que no pagan contribuciones generan cerca de $14,000 millones al año en Puerto Rico. Según el estudio “La Economía del bienestar en Puerto Rico: el costo de la criminalidad”, del economista José Alameda, los puntos de droga generan más empleo y la remuneración económica es mayor a otros sectores económicos del país. El análisis establece que el negocio de la droga en Puerto Rico genera al menos 15,000 empleos directos y el salario por hora es entre $50 a $80 en los más de 1,600 puntos de venta de ese producto.
Por datos como esos, además de las incidencias de aquel día, la prensa tiene la responsabilidad de cubrir los sucesos, como en efecto hicieron. Pero algunos medios informativos, en su afán de ser el primero y el protagonista de la primicia, olvidan los conceptos básicos de lo que es el periodismo y prácticamente empujan a sus reporteros a obviar el balance que exige este tipo de cobertura, que fin de cuentas se trata de vida o muerte.
Cobertura de los hechos
La noticia de la impresionante balacera del miércoles pasado fue cubierta inicialmente por un vídeo de un sitio en internet Tu Noticia PR. (http://www.tunoticiapr.com/As%C3%AD-no-se-puede/1838803687-Exclusivo:-Impactante-audio-de-polic%C3%ADas-durante-el-tiroteo-anoche-entre-Berwind-y-Monte-Hatillo,-no-hab%C3%ADan-refuerzos-cerca)
A raíz de eso, el primer medio masivo en difundir el audio fue la cadena radial NotiUno y casi de manera simultánea, en WKAQ Univisión Radio, Rubén Sánchez empezó a comentar sobre el hecho. Debido a los altos índices de audiencia del programa mañanero de Sánchez, que es el primero en su horario en el cuadrante AM y FM, el tema se convirtió en viral. Fue noticia entonces en todos los periódicos, sitios de internet y telediarios. No hubo más oportunidad y entonces la Policía tuvo que responder.
En NotiCel, Primera Hora, Metro y El Nuevo Día se dio seguimiento a la noticia. Los telediarios y los programas de entretenimiento en televisión, así como los programas tipo “talk show” en la radio nacional y regional igualmente lo comentaron. El diario El Vocero y el noticiero de Wapa TV, fueron los primeros en llegar a la zona y traer distintos puntos de vista de los afectados. Hasta ahí, todo bien. El problema fue el resultado posterior.
Se entrevistaron a supuestos líderes comunitarios y portavoces de los residentes. También se le dio foro a supuestos narcos, con caras cubiertas, sin revelar sus nombres.
¿Quién asegura que esos entrevistados eran de verdad los portavoces comunitarios? ¿Con qué autoridad se le da el espacio a unos enmascarados a hablar? ¿Eran ellos de verdad los afectados o eran enviados de los narcos que aprovecharon las cámaras y la presencia de reporteros para mandarle un mensaje a las gangas rivales? ¿Fueron sus declaraciones reflejo de la preocupación real por su seguridad o una advertencia lanzada a otros, porque a la hora de la verdad, entre gangas se sabe quién habla?
También se entrevistó a una señora identificada como líder comunitaria. ¿Es ella realmente líder? ¿Qué organización representa? ¿Quién la nombró? ¿Existe de verdad una organización o habló ella en su carácter individual pero se le atribuyó hablar a nombre de la comunidad? Si existe la organización, ¿Cuándo se estableció, por quiénes y cuántos miembros tiene? ¿Quién la escogió como portavoz?
Preguntas claves
Cierto es que en el ajetreo de la cobertura diaria con una hora de entrega de reportajes o el famoso “deadline”, y el presión por conseguir la exclusiva, no es fácil lograr contestar esas preguntas, pero hay que hacerlo. Se tiene que hacer porque así se refleja si los entrevistados son legítimos o son elementos de la misma industria criminal que se convierten en portavoces para manipular las informaciones.
En la cobertura de la semana pasada, los reporteros hicieron su trabajo noticioso lo mejor que pudieron. El problema fue de enfoque. Fue acertado el ir al lugar de los hechos y valientemente tratar de buscar las reacciones de los perjudicados, pero hay que recordar el balance y la distancia. Que se presente la versión oficial de la Policía y de las autoridades, pero cuando se entrevisten a ciudadanos, que se diga que es la opinión de esas personas. Si se niegan a dar sus nombres, no se les puede identificar como portavoces comunitarios si no eso no se ha corroborado.
Con esto no hago un llamado a que se reporte con miedo, pero sí guardando distancia y balance. Hay que tener el respeto por todos los sectores, incluyendo a los narcos, que a fin de cuentas, son parte de la sociedad aunque sea difícil aceptarlo. Y como toda fuente, se tienen que proteger los nombres, verificando sus datos, sin generalizar. De no hacerlo se exponen a errar como ha ocurrido antes. ¿Acaso no fue eso lo que pasó con el líder comunitario de la barriada La Perla en San Juan? El recordado líder comunitario de La Perla Jorge Gómez González, mejor conocido como Cara de Truck, era entrevistado casi a diario por los medios, pero luego fue acusado a nivel federal de conspirar para poseer sustancias controladas con la intención de distribuirlas.
En el año 2013 la cadena National Geographic estuvo en Puerto Rico y realizó una serie de reportajes como parte de su investigación del negocio de la droga titulada Drugs Inc. Los reportajes que se hicieron en la isla, bajo el título de “Zombie Island” (Isla de los zombies), fueron reveladores. En los mismos se entrevistó y se protegió la identidad de diversas personas vinculadas al narcotráfico, desde vendedores hasta distribuidores, algunos enmascarados y con voz alterada, pero se hizo con perspectiva y distancia, logrando un reportaje contundente e irrefutable. Bien hecho. Ese es el estilo de periodismo que debe imperar. Cubrir lo que pasa, pero desde todas las perspectivas sin darle liderato a quien no lo tiene en verdad. http://channel.nationalgeographic.com/drugs-inc/galleries/zombie-island/at/night-shift-135313/
Peligroso creer por fe
El periodista tiene que dudar y cuestionar todo, no creer por fe. El peligro al que se enfrentan los que no corroboran, es que se pueden convertir en blanco de presiones indebidas. Precisamente así fue que comenzaron grupos de narcos en México y la guerrilla en Colombia. Comenzaron dando información a periodistas que se prestaban al juego sin guardar las distancias, y con el tiempo, desembocaron en lastimosas agresiones, secuestros y muertes de tantos reporteros.
Los grupos armados – sean narcos o políticos - tienen un brazo militar clandestino y otro político o cívico que opera públicamente. Eso lo han hecho por décadas grupos como la ETA en España. La rama civil o política de los grupos clandestinos expresan las exigencias de la rama militar clandestina y publican en la prensa sus planteamientos.
Las organizaciones de narcos están copiando ese modelo, según se constató. Si los medios se prestan para ese juego de propaganda – porque tampoco son relaciones públicas - caerán en una trampa. Una vez tengan unos reporteros de confianza a los cuales darle entrevistas de impacto, los carteles tendrán unos periodistas cautivos como rehenes porque lo siguiente será decirles: “O publicas esto o te las verás con nosotros".
Es evidente que la guerra que ocurrió el jueves pasado apunta a esa dirección, aunque no lo quieran admitir. Los narcos aquí ya están usando los métodos de los carteles de México. En una de las entrevistas que salió en prensa escrita, radio y televisión se escuchó a una de las supuestas líderes decir que en la guerra entre bandos: “Se nos pueden colar los enemigos…¿Qué vamos a hacer nosotros? ". Había que preguntarle en ese momento quién en efecto eran esos enemigos.
La droga y la prensa
Hay una realidad irrefutable: el negocio del narcotráfico sigue creciendo. Según una investigación realizada por las Naciones Unidas y por la investigadora colombiana Silvia Mantilla, en su ensayo Narcotráfico, Violencia y Crisis Social en el Caribe desde el 2008 a la isla llegan sobre 30 toneladas métricas de droga por año. (http://www.elcaribe.com.do/2012/01/23/narcos-envian-30-toneladas-droga-ano-puerto-rico#sthash.FP9oVEOY.dpuf)
Un 18% de ese producto se queda en las calles de la Isla y es la causa principal de la cruenta ola de violencia que arropa al País, según lo han admitido tanto el Superintendente de la Policía José Caldero, como se constata en datos de la Administración Federal Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y de otras agencias. Este negocio ilícito genera un capital incalculable. Cada kilo cuesta $20,000 en Puerto Rico, $35,000 en Estados Unidos y $50,000 en Europa, según se ha reportado por diversos medios informativos en el Caribe.
A este negocio, hay que añadirle lo que proviene desde Venezuela por diversos carteles de la droga, aunque son temas en los que los medios locales rara vez en enfocan. A principios de este año se hicieron una serie de arrestos con empresas vinculadas al poderoso Cartel de los Soles de Venezuela, como analizamos en la columna “El Cartel del Comején” el blog En Blanco y Negro con Sandra en marzo pasado, pero son temas a los que no se les da seguimiento adecuado. (Ver http://enblancoynegromedia.blogspot.com/2015/03/el-cartel-del-comejen.html )
Ante esa realidad es imprescindible que se aumente la cantidad de reportajes y noticias en las que se exponga con seriedad este negocio delictivo y sus implicaciones en la sociedad. Sin embargo, en Puerto Rico ya casi no hay periodistas especializados en la cobertura de investigaciones de naturaleza criminal. Los pocos que quedan en los medios de comunicación tradicionales, debido a la presión que genera la inmediatez de la Internet, se tienen que conformar cubriendo las incidencias del día y es poco lo que pueden investigar. Pero la necesidad de la cobertura existe porque la noticia está ahí.
En conversaciones con periodistas y otros conocedores del tema en los últimos días, éstos coinciden en que los acontecimientos apuntan a que podría haber una escalada en la violencia. Esto se evidencia en los asesinatos en los pasados tres días de policías en Río Piedras y en Guaynabo, que se han visto como aviso entre los carteles puertorriqueños de que una guerra está próxima a iniciar. Parecen ser advertencias como hacen en México o hacían en Colombia. Esto la prensa lo tiene que reportar sin miedo, pero con distancia.
Cubrir la noticia de un tiroteo o enfrentamiento no causa peligro. Lo peligroso es darle foro a los narcos con armas y dejarlos hablar lo que les dé la gana sin cuestionarles. Pero tampoco se trata de negarles el derecho a expresarse como fuentes informativas. Todo es cuestión de poner las reglas claras desde el principio.
No se puede endiosar a los narcos o a sus supuestos portavoces, pero tampoco se puede permitir que usen a la prensa como portavoces y los conviertan en rehenes a cambio de noticias. Así como la prensa no puede ser chota ni agente de la policía como la historia ha demostrado que ha sucedido en el pasado, tampoco puede ser chota ni portavoz de los narcos. Hay que poner las versiones de todo tipo de ciudadanos al mismo nivel, sean policías, sean individuos, sean líderes comunitarios reales, o sean narcos. Portavoz de nadie, acceso a todos por igual.
NOTA: Esta columa fue publicada ayer 9-9-15 en NotiCel - http://www.noticel.com/blog/180685/portavoces-de-narcos.html y es la primera de 3 entradas a este blog