Un fantasma de apodera de Puerto Rico, el fantasma del fascismo. Pero fascismo a la colonial, con muchas particularidades caribeñas y latinoamericanas.
SubstackPor Carlos Vázquez
Un fantasma de apodera de Puerto Rico, el fantasma del fascismo. Pero fascismo a la colonial, con muchas particularidades caribeñas y latinoamericanas. Umberto Eco nos da unas pistas para poder identificarlo y pretendo con este escrito identificar sus similitudes con la actitud agresiva que ha asumido el PNP; pues una institución política que se siente fuerte y confiada no recurre al "show of force" que actualmente asume el discurso penepé.
Culto de la tradición
La tradición, en el contexto de Puerto Rico, se puede definir como una tradición política de votar por: caras conocidas, costumbre o tradición familiar. Súmele un alto grado de psiquis colonial.
Rechazo del modernismo.
La tradición rechaza el progreso, por lo tanto, una propuesta como Patria Nueva levanta sospecha en una población que ha sido indoctrinada a tenerle fobia (si fobia) a cualquier cosa que se asemeje o sugiera independencia.
Irracionalismo
El fascismo es antagónico con la reflexión y el pensamiento crítico, desea, sobre todo la acción inmediata. Esto explica la reacción virulenta contra la clase artística que se expresó a favor de la Alianza.
El desacuerdo es traición
Así está actuando el PNP, se siente traicionado por un pueblo (al que desprecia), pues el único valor importante es la lealtad; no al ideal, si no al partido.
El miedo a la diferencia
Esto es evidente en la campaña de medios masivos (muy bien financiada) que exacerbó un miedo irracional al comunismo/socialismo y a la independencia. La independencia particularmente fue demonizada y perseguida duramente en los años de "gloria" del PPD, y el PNP como buen heredero menor del bipartidismo utiliza la misma estrategia pues la colonia siempre recalca la imposibilidad de existir sin la potencia regente.
Surge de la frustración individual (o social).
Esto sobra en Puerto Rico. Desde que el último parcho colonial (936) se desmoronó, la economía solo funciona para los ricos e influyentes del país. A consecuencia de dicha eliminación se redujo drásticamente a la clase trabajadora (que se asume como "clase media"), que en su mayoría emigró para encontrar "mejores condiciones de vida" (a lo americano) y superación. Dejando un desbalance demográfico que favorece el status-quo, pues los adultos mayores y boomers que son mayoría en esta isla, son productos de la guerra fría, la persecución del independentismo y una definición torcida de "progreso".
Forma una identidad social
Eco menciona que a falta "de una identidad social cualquiera, el Ur-Fascismo les dice que su único privilegio es el más vulgar de todos, haber nacido en el mismo país" Es éste el origen del «nacionalismo». Aquí en Puerto Rico la cosa es diferente por la colonia. Pero no está lejos del razonamiento de Eco, pues la nación se puede definir a partir de enemigos (reales o imaginarios). En nuestro caso el "enemigo" es interno (el independentista/socialista) y la identidad que construye el partido para sus masas es la americanidad (a lo USA) y el desprecio por lo nativo, pues lo nativo es atesorado por el independentismo (y por los populares, por diferentes razones) y todo lo que huele a independencia es el enemigo. Por esto la obsesión con Cuba, Venezuela y Nicaragua; porque hay un complot de izquierda para apoderarse del país.
Sus seguidores deben sentirse humillados por el "enemigo"
Como buenos fascistas definen al enemigo como débil (la Alianza no pasa del peaje de Caguas) y a la vez como poderoso (dios le dijo a un infame reverendo que la Alianza era satánica). Sus secuaces deben sentir odio (que aquí se traduce en burla, humillación, fricasé de conejo) por el enemigo.
No hay lucha por la vida sino vida para la lucha
Esta es la vieja confiable (old faithful), la estadidad. Han indoctrinado a sus seguidores con la idea de pertenecer como estado de la unión del imperio, sin importar cuantas veces los humillen (como a Pierluisi) y les digan (como dijo Mitch) que la estadidad no va, fó, apesta.
Elitismo
Si no eres penepé, no vas a prosperar, sencillo. Aquí el elitismo es partidista y en 8 años han consolidado todo el aparato gubernamental para privilegiar a los leales (y a los mecenas empresarios) pues la única ideología es el bolsillo propio, nada más. Las masas son débiles y dependientes de los fondos federales ™ y merecen un líder fuerte (Schatz, en la sombra de Jennifer) que los domine.
El héroe
Todo aquel que resistió la tentación de votar por "los comunistas" sin darse cuenta que en su impaciencia por alcanzar la estadidad esté dispuesto a morir o que mueran los demás. Y esto puede sonar exagerado, pero piense en como se ha empeorado nuestro sistema de salud en los pasados 4 años de administración penepé y que ese mismo partido gane por el voto mayoritario de personas mayores que atentaron contra su propio bienestar (consciente o inconscientemente) al votar por ese partido pues es el que "defiende la estadidad".
Machismo
Aquí dirán que lo estoy halando por los pelos pues la candidata ganadora es mujer, pero recuerden, las mujeres también pueden ser machistas. Y que mejor evidencia que la ola de feminicidios y violencia hacia las mujeres que no ha sido atendida por la administración penepé. Súmele que el director de campaña de la próxima gobernadora ha sido acusado de violencia machista. Sin dejar por el lado la tendencia cada vez más homofóbica del partido pues necesita recuperar el terreno perdido a Proyecto Dignidad.
Populismo Cualitativo
El PNP se asume como la voz del pueblo, de una voluntad común que solo ellos pueden representar. Tratan de legitimar su ficción con plebiscitos inconsecuentes y asumiéndose como mayoría cuando tienen a dos terceras partes de la población en su contra. Aun así se presentan con un "mandato democrático" que no existe pues el "pueblo" es una ficción necesaria para disfrazar su autoritarismo de democracia.
Neolengua (o desmantelamiento de la educación)
El propósito de la «neolengua» según Eco es: "limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico". Aquí no hemos llegado a reconstruir el lenguaje, pero si se ha desmantelado el sistema de educación pública en todos sus niveles, desde el elemental hasta el universitario, pues un pueblo que piensa, es un pueblo que resiste
(NOTA: Carlos Vázquez es reportero y parte del equipo editorial de En Blanco y Negro con Sandra. Esta columna también fue publicada en El Post Antillano)