Salones de Educación Especial llenos de escombros, decomisos de comida, comedor cerrado entre problemas que denuncia la senadora del PIP María de Lourdes Santiago
Salón de educación especial en la escuela Juan Ponce de Leópn en Hato Rey |
Mientras el gobernador Pedro
Pierluisi responde molesto cuando le preguntan por qué permite que se gasten
$700,000 en la nómina de empleados de confianza en el Departamento de Educación,
diciendo que ellos aportan a su campaña política, hay decenas de estudiantes de
educación especial sin servicios en Hato Rey.
En la escuela Juan Ponce de León ubicada en la Avenida Barbosa, los estudiantes de educación especial llevaban dos semanas previo a los días libres de la Semana Santa, sin clases. Ha habido allí decomisos de comida. Los salones están llenos de escombros y el Departamento de Educación actúa. Esto lo denunció la senadora del Partido Independentista Puertorriqueño María de Lourdes Santiago.
La senadora presentó una serie de dramáticas imágenes que demuestran lo deteriorada que está esa escuela.
Salón de estudiantes con autismo
Las fotos que le fueron
suministradas a la senadora por el personal docente demuestran los
salones preparados específicamente para el programa de autismo que no se pueden
usar y en las demás pueden ver las neveras vacías, el basurero que llevan años
así.
Sen. María de Lourdes Santiago (PIP) |
“Se ve el basurero en que han convertido otros salones, y el “empate” eléctrico. Este no es un espacio digno para estudiar. No hay justificación para este abandono”, dijo Santiago.
Problemas eléctricos en la escuela
Esta denuncia viene semanas después
de que decenas de estudiantes en al menos 15 escuelas públicas comenzaran a
grabar vídeos demostrando las pésimas condiciones de sus planteles escolares en
toda la isla. Los vídeos se tornaron virales en la red TikTok y esto provocó consternación
y amenazas de castigos como suspensiones de graduaciones y otros, de parte del Departamento
de Educación a los estudiantes.
El Departamento de Educación de Puerto Rico es la agencia más grande en Puerto Rico, con un presupuesto de alrededor de $2.4 mil millones y $4.6 mil millones adicionales en fondos federales.
La semana pasada trascendió
que la secretaria de educación, Yanira Raíces, tiene 93 empleados en puestos de
confianza adscritos a su oficina a nivel central y el gasto en nómina de éstos
supera los $700,000 mensuales. Se trata de un gasto de $8.4 millones al año y unos $32 millones
durante todo un cuatrienio.
Secretaria de Educación Yanira Raíces
Desde que esa controversia
trascendió, y ha generado indignación general, Raíces no ha hecho
comparecencias públicas y se limitó a dar unas escuetas declaraciones por
escrito justificando esa nómina. El gobernador Pierluisi, en cambio, se enfurece
cada vez que le preguntan del gasto de ese dinero habiendo tantas escuelas con
problemas. El Mandatario defendió la nómina diciendo que esos empleados aportan
dinero a su campaña y al Partido Nuevo Progresista (PNP).
Esa nómina de $700,000 al mes incluye una serie de expolíticos que ahora figuran como empleados en Educación, y que fueron denunciados por la senadora Ada García. La legisladora denunció que el “chofer confidencial” de la secretaria cobra mensualmente $4,106.55, o sea casi $3,300 más de lo que se gana un maestro en el salón de clases.
Entre los empleados en esa nómina de confianza en Educación están Víctor Torres González que fue representante por el PNP el pasado cuatrienio; Paula Rodríguez Homs que fungió como representante del 2009 al 2013; Santos Seda Nazario, exalcalde de Guánica; Noel Toro, que fue candidato al Senado por el PNP y Roger Iglesias Sepúlveda, hijo del exsenador Roger Iglesias. Otro de los que figura como empleados de confianza es Irving Otero Narváez, exsubsecretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación.
La secretaria Raíces tiene un salario de $11,428 mensuales y el ayudante del secretario II gana $10,079 mensuales. Tres de los empleados de confianza de la secretaria cobran más de $10,000 mensuales, seis empleados de confianza cobran más de $9,000 y 17 de ellos cobran más de $8,000.