Javier Jiménez se unió a la pesquisa para dar con las personas que el viernes tirotearon la casa del candidato independiente Eliezer Molina; ya hay citación pero la pesquisa por atentado sigue
Eliezer Molina y Javier Jiménez en foto del 2019. |
El alcalde de San Sebastián,
Javier Jiménez, repudió el atentado a tiros que sufrió el candidato
independiente al Senado, Eliezer Molina, y su familia, cuando personas en un
vehículo dispararon
contra su casa tarde en la noche del pasado
jueves.
Molina vive en San Sebastián y
Jiménez ha estado al tanto de la pesquisa desde el primer momento.
“Tenemos unas cámaras y esas
cámaras pueden ver e indicar. Como yo le decía a Eliezer (Molina), esas cámaras
nos van a ayudar a dar con la verdad de quién pasó por esa carretera e hizo ese
daño. Esto no se puede tolerar”, dijo Jiménez.
“Yo creo que esto debe ser un rechazo colectivo, de todo el pueblo, porque si nosotros llegamos hasta ese nivel, no hay país. La familia de un ser humano, y más donde vive ese ser humano, eso es algo intocable. Yo no recuerdo haber visto una situación así de un candidato político y estamos apenas en enero”, lamentó el alcalde.
Javier Jiménez, alcalde de San Sebastián y presidente de Proyecto Dignidad |
Molina le agradeció
públicamente en sus redes sociales a Jiménez las gestiones inmediatas que hizo
tanto él como la Policía de San Sebastián para dar con el paradero de las
personas que le tirotearon su residencia estando la familia adentro.
El viernes, el Movimiento
Victoria Ciudadana también publicó en las redes sociales unas declaraciones
oficiales en apoyo a Molina y repudiando el ataque que calificaron como
represión política.
Ya se sabe quiénes son las
personas que intentaron asesinar a Molina, a su esposa la ingeniero Sheila
Mejías, y a sus dos niños menores de edad, en su hogar en el tiroteo del
jueves. Sin embargo, la misma Policía de Puerto Rico tuvo que inhibirse ante
los constantes arrestos y casos frívolos que le han radicado a él y a los
manifestantes en la zona oeste.
En más de 35 casos que han
intentado radicar contra quienes protestan por la destrucción del ambiente, los
han ganado los manifestantes. Pero esto hizo que por dos días, la policía no
actuara en la pesquisa por el atentado contra Molina.
Oficiales del Cuerpo de
Investigaciones Criminales de Aguadilla fueron los primeros en tener que
inhibirse por los arrestos contra Molina y la falta de investigación a las
amenazas de muerte en su contra. El
sábado llegaron hasta la residencia del ambientalista oficiales del CIC de
Mayagüez, que también tuvieron que inhibirse porque fueron los que arrestaron a
su esposa Mejías, durante las protestas en La Parguera.
De hecho, hoy domingo se
conmemora un año de que supuestos guardias de seguridad dispararon contra
manifestantes en la cueva Las Golondrinas en Aguadilla e hirieron a dos, sin
que nada haya pasado. Se decía que había policías entre esos supuestos guardias
de seguridad enmascarados.
Molina expresó en sus redes
sociales que el Comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa, designó una
comisión especial desde San Juan y ya se emitió una citación a un sospechoso.
Es la primera de varias porque
desde que ocurrió el evento y Molina acudió a las redes sociales, cientos de
personas han dado información sobre quienes pudieron estar involucrados.
El viernes, el portavoz de
prensa de la Policía, Axel Valencia, dijo que activaron el protocolo de
inmediato y “se van a investigar los hechos con el fin de dar con los
responsables. Ya se hicieron las entrevistas”.
Molina exigió a través de las
redes sociales el atentado se investigue hasta las últimas consecuencias y con
rapidez, como hicieron cuando el exsecretario de Hacienda, Francisco Parés, quien
dijo que se sintió amenazado por expresiones que hizo un hombre en su contra.
Pero en el caso de Molina no fueron expresiones sino ráfagas.
“Aquí mi esposa y mis dos menores han
sido tiroteados a matar en su residencia, hay cámaras, hay visuales, hay testigos,
esperamos la misma celeridad en el proceso”, señaló Molina en un vídeo.
Según se informó, los agentes que llegaron hasta la
residencia de Molina el jueves levantaron siete asquillos de bala calibre 40 mm
y varios fragmentos de plomo en el pavimento.