"Este grado de incompetencia viene en parte porque quien dirige la oficina no tiene la experiencia y preparación básica, sino que se contrató violando la ley"
En días recientes la Oficina de Prensa de la Policía colgó en la red social Twitter un mensaje anunciando que iban a acusar ese día al padre del bebé que encontraron con rastros de marihuana. Cuando los periodistas fueron a corroborar la noticia, como se supone que se haga, resultó ser que la Directora de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Policía, Mari Carmen Ortiz, copió esa información de un website de dudosa reputación y lo puso en el espacio oficial de la Policía como si fuera la versión oficial o una verdad, pero no lo era. Estaba incorrecto. Tampoco lo había verificado.
No es la primera vez que pasan cosas así, según varios reporteros. Vergonzosamente, parece ser la norma. En otra ocasión reciente, en la Policía celebraron una conferencia de prensa para anunciar con la Oficina de la Procuradora de las Mujeres que se habían obtenido unos fondos federales para contratar unos 13 trabajadores sociales que orientarían a los oficiales al momento de atender querellas y casos de violencia doméstica. Cuando los periodistas pidieron el comunicado de prensa oficial, como se hace en cualquier otro lugar cuando se hace un anuncio importante, se les respondió que lo leyeran en Twitter, que ahí se había colgado. O sea, que no se informó a los periodistas que habían sido convocados a la rueda de prensa, y sí a la red social.
Lo que hacen en la Oficina de Prensa evidencia un total desconocimiento de lo que es la ética laboral, el respeto hacia los periodistas que informan desde allí y por ende, hacia el país que los lee, escucha o ve en los medios de comunicación. Demuestra además que no se entiende la responsabilidad que conlleva el ejercicio profesional de las relaciones públicas. ¿Por qué esto sucede? ¿Será por incompetencia de la nueva directora de prensa de la Policía o será porque a nadie le importa lo que se informe al país?
Esto está peor que nunca. Si bajo el ex Superintendente Héctor Pesquera y su ex directora de prensa, Michelle Franco, se impuso una mordaza, ahora bajo el Superintendente Caldero reina la incompetencia. El régimen de mordaza hacia la prensa y el régimen de terror hacia los policías que osaban hablar con algún periodista que los castigaban con traslados a sitios lejanos o con cambios de horario bajo Pesquera, fue denunciado en una columna en esta mismo espacio en agosto del año pasado. (Ver http://www.vocero.com/ineptitud-control-mordaza-en-la-policia o el bloghttp://enblancoynegromedia.blogspot.com/2013/08/ineptitud-control-mordaza-en-la-policia.html)
Ahora Caldero ha ido desarticulando las oficinas de prensa. Cerraron en Carolina y Bayamón, y han ido sacando personal de Guayama y Ponce. Todo esto afecta al momento de informar a todos los medios, especialmente a los periódicos y emisoras de radio regionales. Optan por dar la información no en el Cuartel General, sino en tuits, que casi siempre vienen incorrectos e incompletos. En otras ocasiones, desde la Oficina de Prensa se informa únicamente a ciertos canales de televisión y no a todos los medios porque se alega que hay aparentes conflictos de interés con empleados de los mismos. Esto plantea la aparente violación a la Ley de Ética Gubernamental.
Este grado de incompetencia viene en parte porque quien dirige la oficina no tiene la experiencia y preparación básica, sino que se contrató violando la ley. La Ley 204 del 2008 establece que toda persona que trabaje como Oficial de Prensa, Relacionista, Comunicador y otros títulos, debe tener licencia en relaciones públicas.
Muchos relacionistas entienden que la Junta Reglamentadora de la profesión debería imponer multas a Caldero y a Ortiz, ya que esta violación de ley ha sido discutida y es de conocimiento público. Entiendo que se cursaron cartas orientando sobre la ley, pero no hay acción. Caldero y cualquier jefe de agencia en el gobierno que contrate a alguien sin la licencia no puede llamarlo relacionista o director de prensa y comunicaciones. Puede llamarlo agente de medios pero no relacionista. Lo idóneo es tener algún licenciado dirigiendo la oficina como hay tantos y bien preparados en otras agencias del gobierno.
Reconozco que hay movimientos en sectores del gobierno que no quieren la ley porque evidencia su nivel de incumplimiento. Sin embargo, el propósito de la ley que reglamenta las relaciones públicas no era para cerrar talleres como pretenden decir. Por el contrario. Desde el 1970 se ha luchado para evitar que inescrupulosos o gente sin formación o ética usen el título. Por eso se legisló. El objetivo de la misma es lograr que quienes ejercen las relaciones públicas se capaciten y velen por los intereses de la sociedad en general, no que promuevan la propaganda.
Tener una persona sin el conocimiento básico es como contratar a un médico para que te represente en un caso en la corte, o a un abogado para que haga el trabajo de un plomero. Las licencias existen porque hay profesionales que se preparan para ofrecer un servicio con un grado de pericia que exige calidad, conocimiento y ética. Es como si se contratara a Paris Hilton – “pun intended”, como dicen en inglés – para hacer comunicados de prensa. Basta de violar la ley descaradamente. Total, no sólo le hace daño a la persona sino que hace ver mal a toda la institución. Superintendente Caldero, con sus acciones usted viola la ley, y lo que es peor, desinforma. Como dicen los policías, 10- 4
Esta columna fue publicada en El Vocero el 11-4-14 http://elvocero.com/superintendente-diez-cuatro/