Muere Manny Suárez
El veterano periodista Manny Suárez, reconocido como uno de los padres del periodismo investigativo puertorriqueño contemporáneo, falleció hoy, informó su hijo Juan Esteban Suárez.
El insigne periodista falleció en horas de la madrugada en el hospital de Veteranos. Todavía no hay detalles sobre sus actos fúnebres, pero su hijo confirmó que será cremado. Anticipa que realizarán algún evento en la Casa Aboy o en el Colegio de Abogados para celebrar su vida y su legado.
Se destacó por décadas en el periódico The San Juan Star, pero también fue autor de varios libros. Uno de sus obras de literatura fue el libro “Requiem on Cerro Maravilla: The Police Murders in Puerto Rico and the U.S. Government Cover-Up”, del año 1987. En español publicó Dos Linchamientos en el Cerro Maravilla con la editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña en el 2007. En una entrevista para una publicación del Overseas Press Club que le realizó Pablo Arroyo León, Suárez dijo que al trabajar en la investigación de Maravilla “pensaba en mis hijos porque muchos teníamos hijos de esa edad”.
Manny fue amenazado y su familia también por la investigación que inició contactando a fuentes que estuvieron en el desarrollo de los sucesos y que nadie había entrevistado. Dijo que en una ocasión encontró un explosivo debajo de su vehículo. Reconoció en esa entrevista que vivió momentos de miedo. “Pero me dije: ‘Coño, yo no voy a dejar de hacerlo. Esto hay que terminarlo’. Y lo hice”, relató Suárez en la entrevista publicada en el año 2009.
Juan esteban publicó el siguiente mensaje en sus redes sociales:
“Con profunda tristeza les informo que en la madrugada de hoy 6 de julio de 2022, mi querido padre, Don Manuel Suárez del Río, conocido como el periodista Manny Suárez, ha fallecido.
Fue un extraordinario ser humano quien nos enseñó a ser empáticos, generosos y compasivos hacia los demás. Nos guió a no hacerle a otros lo que no te gustaría que te hicieran a tí.
Además, subrayó la importancia del diálogo, uno que se debe llevar con respeto y tolerancia.
Mi esposa Catherine, quien lo amó como a un padre, y yo, su segundo hijo, lo cuidamos por trece años. Con orgullo puedo decir que vivió una vida feliz y digna, recibiendo nuestro amor y el de nuestras hijas Sarah y Amanda hasta su último día.
Les envío un abrazo y agradecimiento a todos aquellos que le brindaron su amistad y amor en esta su patria querida, Puerto Rico.
Descansa en paz padre querido. Descansa en paz mi héroe.
Paz para todos,
Juan Esteban, Cathy, Sarita y Amanda.