Jamás en la vida me he alegrado del dolor ajeno, y ahora mismo tampoco lo hago. Sin embargo, todo esto que venimos investigando hace meses y que ha empezado a salir hoy sobre procesos federales relacionados a la exgobernadora sucesorial Wanda Vázquez, y al gobierno de Pedro Pierluisi, me obliga a escribir unas líneas.
Escribo para que reflexionemos sobre la decadencia y la corrupción que impera en los medios corporativos de comunicación masiva en Puerto Rico, que permiten a cabilderos y a corruptos como "personalities". Uno de esos conocidos corruptos es Gary Rodríguez. No es el único. Hay más.
Gary Rodríguez sale implicado directamente hoy en los esquemas de corrupción, reporta Bonita Radio. Él es uno de esos personajes.
Gary Rodríguez es parte de los trolls en las redes sociales. Es uno de varias personas que estaba detrás del personaje de Twitter de La Vieja Changa, que se dedicó a lanzar ataques "anónimos" a periodistas serios, en sus intentos burdos por silenciarnos.
Epítetos, burlas y mentiras que dijeron consistentemente para dañar reputaciones, y provocar que se dejara de señalar la corrupción. Tengo cientos de esos ejemplos que corroboran lo que él mismo hacía o lo que fomentaba a sus ayudantes. El algún momento los publicaré.
Gary Rodríguez era parte de equipos adicionales y separados a otros que también se dedicaban a "trolear" a la prensa a la que veían como "opositores" y lo hacían desde la agencia publicitaria KOI. Pero fueron infructuosos sus esfuerzos. Su corrupción siempre salió a flote.
Resulta penoso que personas así, con ese pedigree (y sí, dije pedigree) estén dictando opinión en los medios. La responsabilidad sobre eso recae estrictamente sobre los directores de noticias en TV y gerentes de los medios corporativos que lo permiten y fomentan. Da pena porque me consta que hay muchos compañeros periodistas y trabajadores de medios corporativos, que son gente seria, y tienen que soportar personas de esa calaña a su lado.
Quienes los respaldan (sean directivos de medios, publicistas y anunciantes) son cómplices del daño a esta sociedad. Son igual de corruptos porque se creen que el público es tonto. Menosprecian la inteligencia del pueblo, que sigue abandonando esos medios tradicionales-corporativos y busca independientes, alternativos, regionales, etc. O lo más simple: se conecta a Netflix, Hulu, etc y se van. La evidencia empírica lo demuestra, como llevo 10 años reseñando en el informe anual de medios que siempre público a fin de año.
TeleOnce deberá rendir cuentas por tener a esta persona, como tienen a tantos otros así al aire. Que no se queje por los ratings porque las audiencias no son bobas.
Recordemos además su historial como legislador. Recordemos que puso a un hermano que cobraba $5,000 por hacer café en el Salón Café del Capitolio. Su padre fue convicto también por fraude. Es decir, siempre habla el que menos puede.
Yo no me alegro porque sea señalado. Sinceramente no le deseo mal alguno, pero la verdad siempre se sabe.
Como dice el refrán, más rápido se coge a un embustero que a un pillo.
SRC