Tribunal Apelativo confirma sentencia de Primera Instancia, confirma ilegalidad de los permisos y ordena paralización de construcción y la demolición de la piscina
Los dueños del edificio Sol y Playa en Rincón tendrán que demoler la construcción de una piscina y una verja frente al mar, y su permiso fue revocado, decretó el Tribunal Apelativo en una sentencia emitida hace unas horas a favor de la Junta de Planificación.
De esa forma, el panel de los jueces Ivelisse Domínguez Irizarry, Monsita Rivera Marchand y Carlos Salgado Schwarz declaró ha lugar la sentencia declaratoria, interdicto y revocación de permiso de construcción del contenidos en una sentencia que había emitido el Tribunal de Primera Instancia de Aguadilla el pasado 14 febrero.
“Esto es resultado de un esfuerzo de muchos años, aunque no lo parezca, nosotros comenzamos este tema a finales del 2019. Esto es resultado del esfuerzo de muchas personas”, dijo José Guillermo Barea, uno de los titulares en Sol y Playa que se opuso a la construcción porque invadía la zona marítimo terrestre.
En el verano pasado hubo una serie de protestas en la zona de la playa Los Almendros cuando el ambientalista y excandidato a la gobernación, Eliezer Molina, realizó un vídeo denunciando la destrucción de la zona donde anidan tortugas y tinglares, entre oras especies en peligro de extinción. Sus vídeos activaron a cientos de personas que llegaron hasta y montaron un campamento de protesta, mientras que el gobierno envió un contingente de sobre 500 policías a vigilar el perímetro.
“Desde esas protestas no ha pasado mucho. Todo se ha mantenido más o menos igual en la zona. Había una orden de demolición de 20 días a partir de febrero del 2022, y ahora con esta determinación del Tribunal de Apelaciones se confirma esa orden de demolición. Hay que habría que devolver y retirar todo lo que se ha construido allí de manera un tanto apresurada y acelerada”, dijo Barea.
“Aquí en Puerto Rico hay una mala costumbre de que es mejor pedir perdón que pedir permiso, y yo creo que esto se está acabando. Esa es una de las enseñanzas de este caso, que, aunque no podamos ir hacia atrás para ser igual que antes, de manera prospectiva, podemos decirles a los ciudadanos que hay que cumplir con la ley y hay que pedir permiso antes de construir. No se trata de pedir perdón hay que cumplir con las con las normas”, agregó Barea.
Sostuvo que el condominio Sol y Playa, del cual él es residente, tendrá que afrontar unos gastos innecesarios para que proceda con la demolición. Anticipó que los que se oponen podrían solicitar una reconsideración o acudir al Tribunal Supremo.
“Lo que pasa es que la parte demandante, permitió que se anotara la rebeldía, no se defendió en la vista en su fondo. Verdaderamente las alegaciones de la demanda demuestran que aceptaron toda la prueba documental”, añadió Barea, quien tiene una larga trayectoria como abogado. Dijo que no les quedan argumentos adicionales a los demandantes y que es poco probable que se revoque esta sentencia.
Barea advirtió que este tipo de determinaciones de los tribunales seguirán pasando en la medida en que se insista en construir violando las leyes.
“Las personas deben considerar antes de emprender actos como este que pasó en Rincón. Las consecuencias que pueden tener van a cambiar por lo que pasa en la naturaleza. Mira que hasta un tornado pasó en Puerto Rico. ¿Quién iba a pensar en eso? Esto es el cambio climático y hay que proteger los recursos. En el caso de Rincón yo espero que se pueda volver a tener la playa como antes. Lo único bueno de todo esto y estoy optimistas, es que hay una nuevo reconocimiento de las de las nuevas generaciones de que saben que hay que proteger el ambiente”, expresó.